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Entradas etiquetadas como ‘orgullo’

Carta de unos alumnos a los sanitarios: «Aunque tengamos vacuna, fuisteis nuestra salvación»

Por los alumnos de 6º del CEIP Miguel de Unamuno de Madrid.

Queridos sanitarios:

CEIP Miguel de Unamuno y aplausos a los sanitarios.

CEIP Miguel de Unamuno de Madrid y aplausos a los sanitarios en marzo de 2020.

En primer lugar querríamos daros las gracias por todo el esfuerzo que estáis haciendo estos dos últimos años.

Aunque ya no salgamos a aplaudiros como hacíamos cada tarde, todos recordamos lo que hicisteis y seguís haciendo. Sin vosotros, ni siquiera la mitad de nuestros amigos tendría a toda su familia a su lado.

Os merecéis el aplauso más largo del mundo. A pesar de las críticas, creemos que deberíais estar orgullosos del trabajo que habéis realizado y que seguís haciendo.

Nos gustaría poder ver a todos esos que hablan mal de vuestra labor estar al pie del cañón como lo estáis vosotros día tras día.

No solo salváis vidas, también a nuestros familiares y amigos. Y aunque ahora tengamos una vacuna vosotros fuisteis nuestra salvación en esta pandemia. Gracias a vosotros, por cada vida que se pierde hay 100 que se salvan.

Os queremos mucho.

Otra que se va de Barcelona, una ciudad cada vez menos acogedora

Por Rocío Coronel

Durante 31 años me he considerado una gran embajadora de mi ciudad, de la que presumía con orgullo allá donde fuera y a la que defendía a capa y espada de cualquier ataque. Y aquí estoy, haciendo las maletas, a pesar de mantener mi trabajo aquí y de tener que vender mi piso. A pesar de lo que me duele, me voy.

Reflexionando al respecto, y leyendo bastante sobre este fenómeno también, encuentro que se ha hablado mucho del desorbitado precio de la vivienda, de las bajas emisiones, de la nefasta gestión de los servicios públicos de limpieza, zonas verdes o transportes… pero muy poco sobre la causa raíz de esta fuga de vecinos y a la que, en mi opinión, habría que atacar si se pretende evitar que Barcelona se convierta en una ciudad museo a la que solo se viene a pasear.

Vista de Barcelona con la Sagrada Familia

Vista de Barcelona con la Sagrada Familia.

Creo que nos vamos porque ya no nos sentimos en casa ni nos identificamos con esta ciudad que un día fue cosmopolita e inclusiva, sí, pero que, por sobre todas las cosas, fue una ciudad de barrios y familias para todos los que hemos crecido en ella. Ahora, el ayuntamiento centra sus esfuerzos en convertir en postales las zonas más céntricas a gusto del turista y se ha olvidado de que Barcelona pertenece a su gente, a los que la viven y la disfrutan 365 días al año. Parece curioso que una ciudad que se declara “D’acollida” sea cada vez menos acogedora para sus habitantes, que cada día más nos sentimos extraños en nuestro propio hogar.

Como decía al principio, no quiero entrar a detallar todo aquello que está ocurriendo en nuestros barrios porque creo que los que lo sufrimos ya lo conocemos. Solo deseo que alguien repare este error, devuelva la ciudad a sus habitantes y que se legisle para ellos, con un urbanismo sostenible pero compatible con la vida real y unos servicios públicos a la altura de lo que significa Barcelona.

Me voy como la que deja atrás su casa en ruinas tras un huracán en busca de un futuro mejor. Y mucho me temo que no seré la última en hacerlo.

Carta abierta a Juanfran Torres

Por Cristina Redondo Aránguez

Querido Juanfran,

La tristeza de Juanfran, jugador del Atlético de Madrid (EFE).

La tristeza de Juanfran, jugador del Atlético de Madrid, en la final de la Champions (EFE).

Lo primero que quiero hacer es darte las gracias. Gracias por el cariño demostrado a toda la afición, por tu entrega en cada partido y por la fe que compartes con nosotros. Todos estos seguros de que el futuro estará lleno de cosas buenas.

Lo segundo que quiero hacer es transmitirte una frase que seguro que has oído, pero que a mí me inspira en momentos de necesidad. Juanfran, «lo que no te mata te hace más fuerte«. Hemos perdido dos finales, pero que nadie te haga sentir culpable por el desenlace del penalti. Nadie tiene derecho. Para mí, cualquier jugador que se atreva a tirar un penalti en un momento así es un titán. Un valiente al que no le pesan los millones de ojos que tiene encima.

El pasado sábado todos remábamos desde muy distintos lugares para un mismo objetivo: la victoria. Pero, a veces, la corriente es más fuerte. Simplemente ocurre. La mala suerte existe. Y de eso sabemos mucho. Eso es el Atleti.

La vida es así. Igual te lleva a la gloria que te hunde y te hace derramar lágrimas como las de la final. Por eso hay que estar preparados para la próxima.

Como tú bien dijiste hace dos años, volveríamos a vernos en una final de Champions. Y volvimos. Y, además, dejando fuera a dos gigantes como el Barça y el Bayern.

Tus palabras, «rayo», no nos han hecho más que reafirmar lo que hacemos siempre: sentir orgullo por vosotros.

Espero que más pronto que tarde podamos volver a vernos en las mismas. En una final, persiguiendo un sueño que se nos negó durante mucho tiempo y que cada vez está más cerca. Volveremos, Juanfran, Volveremos. Estamos seguros.

¡Aúpa Atleti!

Orgullo y libertad

Por Miguel A. Castro

OrgulloNuestra libertad debe de terminar donde empieza la de los demás. Que cada cual decida ponerla límite antes es una decisión personal, pero que termine después debería de ser un problema compartido por todos en una sociedad sana. Y como lógica consecuencia de este argumento, parece obvio que gente que desea vivir su relación sentimental y sexual de forma diferente a la nuestra, como es la del colectivo de gays y lesbianas, debería de poder hacerlo sin más obstáculos que el de respetar la premisa de no perjudicar a nadie con ello.

Defendiendo las libertades de otros defendemos las nuestras, por cuanto que contribuimos a hacer que nuestro sistema social sea más justo.
Los heterosexuales no debemos caer en el error de trabar las opciones que no nos interesan personalmente. Y sobre todo no podemos pensar que atacar lo que no queremos ser ayuda a demostrarle al mundo que no lo somos. Nuestra femineidad o virilidad es algo que, si queremos, se lo tendremos que demostrar en la intimidad a nuestra pareja. Pero nunca discriminando a ciudadanos que solo quieren vivir su libertad.