Por A. I. G. M.
Estoy muy indignada con la espera para una cita con el especialista. Me he dirigido al ambulatorio de especialidades de Leganés para pedir cita con el digestivo. Concretamente, la consulta es para mi hija de 17 años, que lleva un año y medio acudiendo a este médico por diversos problemas y que necesita volver en un mes, más o menos, para conocer el resultado de una endoscopia.
Para mi sorpresa, la persona que muy amablemente me ha atendido en ventanilla me ha dicho que no hay hueco para este médico hasta noviembre. Le he dicho que es para saber el resultado de una prueba y me ha contestado que no me preocupe, que si ven algo anormal me llamaran.
A ver, ya sé que si tras una prueba los médicos ven que algo no va bien, te llaman y te atienden con más rapidez. El problema es que si el diagnóstico es negativo, el especialista tiene que hacerle otro estudio hasta dar con el asunto. En resumen, no podemos esperar nueve meses.
No sé si quien lea esto tiene hijos o no. En caso afirmativo, pueden comprender la indignación y la impotencia que siento en estos momentos. Quizás no sea grave, pero mi hija tiene trastornos digestivos que le están dejando literalmente en los huesos. Llevamos año y medio con el problema, haciéndole todo tipo de pruebas, y no dan con ello. Lo que sé es que desde que le hacen un estudio y hasta que conocemos el resultado, pasan meses. Pero lo que colma el vaso es que ahora tenga que pasar casi un año para un único estudio.
La sanidad pública está hecha un asco y nadie hace nada para remediarlo, más bien todo lo contrario. El problema no está en los médicos, de los que no tengo queja, ni en los administrativos, que intentan encontrar citas donde no las hay. La incompetencia está en el sistema. La Seguridad Social no es gratuita, la pagamos todos con esfuerzo cada mes y no hay derecho a tener una mala atención. Creo que represento a una gran mayoría de la Comunidad de Madrid que se siente frustrada ante tanta injusticia.