Veo que tanto al becario como a mí nos ha llamado la atención lo enrollado y colaborador que se mostró anoche Hugh Jackman con Pablo Motos en ‘El Hormiguero’. Es triste que nos sorprenda tanto ver a ‘superestrellas’ comportándose como gente simpática, amable y educada. Eso debe de ser síntoma de que estamos acostumbrados justo a lo contrario: a ver a tipos y tipas estirados, dándose aires, esquivando preguntas como si fueran balazos y mirando al entrevistador/conductor del programa como si se encontraran frente a un ser unicelular. Nuestro becario se pregunta si Jackman o Will Smith (que también estuvo encantador con Motos) se comportarán como borregos en sus respectivos países, como suelen hacer aquí muchos aspirantes a estrellas. Me temo que no, que fuera, también esta gente se comporta con profesionalidad. Saben que la promoción de la película forma parte del trabajo, es decir, va en el sueldo.

Mostrarse amable y más o menos ‘encantado’ de visitar un país y conocer a su público potencial es una garantía de éxito. También lo es contestar con más o menos gracia las preguntas insustanciales, insolentes o repetitivas del entrevistador de turno.La pena es que algunos de los actores y actrices de por aquí (no todos, por favor, sería terriblemente injusto generalizar) todavía no se hayan aprendido que el cine es una industria (o debería aspirar a serlo), que vende productos más o menos culturales, y que tanto los fans que se afanan por pedir autógrafos como los petardos de los periodistas (que haberlos haylos, y muchos) que les asediamos a preguntas (reconozco que muchas veces absurdas) formamos parte de este sistema, que a fin de cuentas es el que les permite seguir trabajando.

Hugh Jackman se encuentra en Madrid promocionando ‘X-Men orígenes: Lobezno’, que se estrena el 30 de abril.