¿Qué tienen en común estas tres películas?

Pues que todas ellas tienen guiones firmados por Tonino Guerra, el gran guionista del cine italiano, que ha fallecido en Rimini a los 92 años.

Sin él Fellini no habría concluido Amacord, ni los Taviani Good Morning Babilonia. Sin él, el cine de Monicelli, De Sica y Francesco Rosi, entre otros, no hubiera sido el mismo.

La prensa italiana llora la muerte del ‘maestro del novecento‘, como lo han llamado, y destaca su faceta de poeta, además recuerda el peso que tuvo en su vida un acontecimiento traumático: su internamiento en un campo de concentración nazi durante la Segunda Guerra Mundial.

A pesar de que la noticia se conoció hace horas, la biblia del cine, us.imdb.com, a la hora que escribo este post todavía no se había enterado de su muerte. Cosas de ser guionista de un país que dejó de estar en la vanguardia del cine cuando empezó a prescindir de trabajos como el suyo.

Tonino era padre del compositor Andrea Guerra (Hotel Rwanda, En busca de la felicidad).