¡Qué gran honor! Creía que no me iba a pasar nunca, pero me equivoqué. Por fin Facebook me ha tenido en cuenta y me ha censurado. En estos tiempos de zozobra, de recortes y retrocesos en derechos, si no te censura alguien no eres nadie. La bendita red social que dirige el sumo pontífice Mark Zuckerberg (¡qué corto te quedaste, David Fincher, en tu retrato de este individuo en La red social; tan modosito y ha resultado ser más reprimido que un nudista entre talibanes!) ha censurado “por contenido inadecuado” un post de PLANO CONTRAPICADO que una buena amiga había colgado en su muro. ¡Aleluya!
El post se titula El beso de los castellers y las tetas de Mathilda May. Claro, si uno va dando pistas a esa caterva de vigilantes de la moral… Es muy conocida la aversión de Facebook hacia la visión libre de los pezones femeninos, que ha dado lugar a episodios chuscos de censura, a cual más ridículo, y con ese título tan explícito ya me los imagino frotándose las manos en busca de las anunciadas glándulas mamarias. Apuesto a que a estos pobres aprendices de Torquemada la foto de Mathilda May les hizo salivar en su afán censor. Hay que tener la mente muy oxidada para renunciar al disfrute de semejante belleza y hurtársela al resto del mundo. Pues nada, aquí la vuelvo a poner.
Estos individuos son contratados por Odesk, una compañía subcontratada por Facebook, personas de países del tercer mundo que trabajan en turnos de cuatro horas diarias por un sueldo que es una auténtica bicoca: cuatro dólares, o sea, a dólar la hora. Por ese sueldo ganado en casita, según un conjunto de documentos descubierto por el diario británico The Guardian, los censores debidamente entrenados y aleccionados tratan de aplicar los ridículos enunciados que las normas de la red social establece, como: «Restringiremos algunas imágenes de pechos femeninos, incluidas aquellas con pezones»…»Se eliminarán fotografías de genitales y las que se centren en las nalgas»… Lo que es perfectamente compatible con que se admitan fotos de abuso infantil «a no ser que haya un componente sádico o de celebración», o que se puedan compartir fotos que muestren malos tratos a los animales a menos que sean demenciales sin que este concepto podamos saber hasta qué extremo de permisividad alcanza (no consta si esto incluye las corridas de toros).
De las cotas de estupidez que la compañía del señorito Zuckerberg ha llegado a alcanzar dan cumplida nota los casos más sonados. La fotografía de la niña vietnamita que corre desesperada tras haber sido alcanzada por el napalm norteamericano, premio Pulitzer para el autor Nick Ut, violaba las normas de Facebook porque lo horroroso del caso era que la pequeña Phan Thi Kim Phuc ¡estaba desnuda! La polémica estalló en Noruega porque el escritor Tom Egeland no había reparado en ese pequeño detalle y fue convenientemente reprendido. Hasta la primera ministra noruega, Erna Solberg, elevó su voz de protesta en solidaridad con él. La compañía dio marcha atrás y revocó su decisión, pero el bochorno que había provocado no tuvo cláusula de retroactividad; había adquirido proporciones planetarias.
La estatua de la sirenita de Copenhague, tan inocente como una princesa Disney; el cuadro de Gustave Courbet El origen del mundo, que ése sí que es “too much” para su austera sensibilidad; la portada del disco de la banda Scissor Sisters, Night Work, que muestra el apretado trasero del bailarín Peter Reed en una imagen tomada por Robert Mapplethorpe; una foto de una mujer en el momento de sufrir la prueba de una mamografía publicada en el diario Le Monde; el álbum familiar, plagado de hermosas fotografías en blanco y negro, que el fotógrafo francés Alain Laboile publica desde 2007; o la imagen de la estatua de bronce de Neptuno en la ciudad de Bolonia, exhibiéndose impúdicamente desnudo desde 1567 ante todos los que pasan bajo su tridente, son algunos de esos absurdos olímpicos perpetrados por estos caballeros. ¡Cuesta trabajo establecer una clasificación por orden de gravedad con tanto disparate!
Pero como la hipocresía no tiene límites cuando se asocia con el puritanismo, la del baranda es también proverbial: pretendiendo estar a favor de la lactancia materna –sin pezones a la vista, esos sí- Mark Zuckerberg publicó una fotografía en su muro junto a Christine Rushing, activista fundadora del grupo Milki Mommas, que promueve tan nutritivo movimiento. Vean qué ufano y sonriente posa el campeón de los mamones:
Para Facebook las tetas a la vista son mucho más peligrosas que los mensajes racistas o las imágenes de decapitaciones. El fotógrafo alemán Olli Waldhauer puso al descubierto este doble rasero de la ética, la estética y la moral con la fotografía que aparece aquí debajo. “Sólo una de estas dos personas está quebrantando las normas de Facebook”, reza la leyenda arriba a la derecha. El cartel que sostiene el individuo dice con un término muy despectivo para los ciudadanos de Turquía: «No compres a los turcos». El racismo, tiene un pase, ¡pero las tetas ni hablar!
Algo me dice que con esta perspectiva de la vida social los mandamases del Gran Hermano tienen que hacérselo mirar. O Mejor dicho, los gobiernos del mundo tendrían que obligarles a revisar sus castradores conceptos del bien y del mal antes de que nos volvamos todos locos.
Buenos días,
Los estadounidenses tienen un raro concepto de la moral, un desnudo, que no pornografía, les parece inapropiado aunque sean parte de una obra de arte universal. Me recuerdan un poco a un obispo que hubo en Las Palmas que mandó a tapar las estatuas que representaban a las cuatro estaciones porque tenían el torso desnudo.
Y volviendo a los americanos tengo entendido que devolvieron cartas que iban desde España porque llevaban un sello con la Maja Desnuda, eso fue allá por los 70 del siglo pasado.
Saludos,
13 septiembre 2017 | 10:10
Bueno, al menos a ti te censuraron por unos pechos femeninos, a mí me han bloqueado ya 4 veces (la última 30 días) por imágenes de hombres gordos sin camiseta. Se ve que no tienen problema con el sexo del pezón sino con el tamaño del seno… http://wiselwisel.com/post/155756305280/me-han-bloqueado-en-facebook-3-d%C3%ADas
13 septiembre 2017 | 11:00
Que cansinos con las quejas y la censura… Facebook es una empresa privada y pone sus propias normas. Si no le parecen bien, no tenga cuenta en facebook, y si quiere una red social con sus normas propias, cree una. Si quiero entrar en un restaurante que exige etiqueta, o bien lo acepto y voy de etiqueta o bien no entro, pero no me parece normal aceptar las condiciones para entrar y una vez dentro despotricar porque no me dejan ir como quiero.
13 septiembre 2017 | 11:40
No es por nada, pero Facebook es una multinacional, una empresa privada gigante que se nutre de los contenidos que gente como usted le regala. De eso vive. De la escasa consideración que tenemos hacia el fruto de nuestro trabajo intelectual (el necesario para hacer publicaciones) y de esa necesidad socialmente patológica de obtener reconocimiento.
La gente que se queja de la censura no se da cuenta de que el error es regalarse (no, no venderse, regalarse y punto) a una entidad omnipresente y omnipotente que además se forra con la suma de nuestros contenidos.
Piénsalo, Juan Carlos. Piénsalo.
13 septiembre 2017 | 12:33
Facebook e Instagram están manejados por machistas reclacitrantes.
Es horroroso descubrir el concepto que tienen de la mujer, por ejemplo, aceptándola cuando le ponen un cuadrado negro o cualquier porquería cubriendo la naturaleza. Son taaaan dignosssss….
Esta gente no debería ser tenida en cuenta en una evolución de la libertad humana seria y digna. Son censura, represión, maldad contra el cuerpo y un avisión muy machista del cuerpo femenino. Ni siquiera lso censores de la edad media o anterior fueron tcomo estos digggggnos son.
14 septiembre 2017 | 00:07
«Durante el Renacimiento, multitud de obras artísticas sufrieron la censura de la Iglesia católica. El motivo eran los desnudos que aparecían en ellas, considerados por las autoridades eclesiásticas como algo de naturaleza impura e inmoral. Uno de los ejemplos más célebres son los frescos de la Capilla Sixtina del Vaticano, pintados por Miguel Ángel, cuyas imágenes –en concreto las del Juicio Final– fueron retocadas por Danielle di Volterra en 1564 por encargo del papa Pío IV.»
Bien. Más de 500 años después, uan sredes que se dicen avanzadas, modernas, liberadoras, aperturistas, etc… se dedican a poner cuadraditos negros sobre los pezones de las mujeres y ordenando taparse para parecerles dignas y no peligrosas para l ahumana mente. Ahora que hablen de progreso, de servicio a la libertad (de represión debe ser) y a l abúsqeuda de nuevas fronteras de pensamiento (dándose a vuelta para atrás debe ser, a la sombra de la caverna). El futuro y el paso del tiempo pondrá a esta aberración censora en su digno lugar…
Una sociedad que se rige por lo sprincipios de los censores no puede ser libre.
14 septiembre 2017 | 00:33
Facebook siempre hace lo que quiere, como dicen todos es una empresa privada, pero a pesar de todo, funciona gracias a que la gente lo elige. Definitivamente el pueblo nunca sabra el poder que tiene en sus manos.
Si todos estuvieran inconformes con ello no tendrían más remedio que aceptar lo que la gente quiere.
Jairo
http://infotramites.co
14 septiembre 2017 | 17:57
Triste, muy triste, que a estas alturas de la evolución siga siendo visto como un enete maligno el cuerpo y lso senos femeninos tengan que cubrir pezón. Y los hombres también tienen que aceptar mostrar sólo el culo. Tristísima la calidad de la cultura… a estas alturas… un culo y nada má sde lresto en cieros medios de «comunicación» y «redes» suciales.
O sea, el ser humano sólo tiene digno el culo… genial.
https://www.instagram.com/p/BZBVJYBF5BC/?hl=es&taken-by=andjalorein
14 septiembre 2017 | 21:18
Durante el tiempo se ve como hemos perdido ese sentido al amor y viendo estas fotos se ve que cada ves el ser humano es mas frio.
Gabriel Torres
https://www.calculadoralaboral.com.co
24 octubre 2018 | 22:32