Hay gente que de buena es tonta y gente falsa. Y Julito y Liz lo ejemplifican perfectamente.
Comenzamos con Liz.
Como sabéis, Julito salvó a Liz de la nominación unos minutos después de que ésta le cascara un punto en la nominación (él no lo sabía).
(CORRIJO, gracias a una apreciación de joakin) Pues sí, le dio 1 punto después de que Julito (por lo que sea) la haya apoyado más que nadie, en esta casa y en la vieja.
Le dio 1 punto y encima se pasa el día diciéndole a la cara que él no es un hombre, que es un niño, y haciéndole desprecios de ese tipo, que os lo digo ya, escuecen como el limón en los ojos.
Además, ayer la mulata (yo ya dudo hasta de que sea mulata, con lo falsa que es) tuvo una conversación sobre el tema con Orlando y ¿sabéis lo que le molestaba?
¡¡Cómo habría quedado delante del público!! No, no le preocupaba haber apuñalado a Julito, sino cómo se habría visto fuera esto.
Después, para aumentar la hipocresía y el cinismo, va y le dice a Orlando que de haber tenido que salvar a alguien habría salvado a Orlando o a Julito… ¡¡¡CLARO, COMO QUERÍA SALVARLE VA Y LE NOMINA!!!
Y para rematar el tema, en ese momento entra Julito y Liz se pone en plan simpática total… ay que jo… robarse.
Julito, el empanao
Pues sí, Julito ha pecado de tonto. Si bien es cierto que yo prefería que saliera él nominado, porque prefiero que se enfrente él a Almudena que Liz, que se va fijo, él ha hecho el capullo. Y se está dando cuenta.
Salvó a Liz pensando que ésta iba a caer rendida en sus brazos, y que los cariños que se lleva Orlando iban a pasar al canario. Pero no, la mulata de sus entretelas sigue pasando de él como de ingerir excrementos. (que fino me ha quedado).
Julito, que se ha dado cuenta ha iniciado un melodrama que le lleva a llorar por las esquinas y ha decir que está sólo en la casa. Pobrecito no le quieren, pobrecito que va a hacer.
Y se deprime. Pobriño (tontiño). Ayer por la noche, en el dormitorio, se pusieron a jugar a beso, atrevimiento o verdad, y le tocó a Julito. Todos dijeron que hiciera un striptease a Liz y ésta dijo que no, que pasaba. Así que lo cambiaron por un morreo a Liz, pero ésta ooooootra vez dijo que no con mil excusas tontas (dijo que tenía un compromiso, joróbate, y se le tira al cuello a Orlando cada dos por tres).
Amigas: una cosa os digo: Molesta que te digan que no, pero es preferible a que te digan que no y que eres tonto… ¡tenedlo en cuenta!
En fin, un culebrón Liz-Julito que promete alargarse.