Hola amiguitas y amiguitos. ¡María Jesús del Sagrado Disgusto ha ganado Gran Hermano Dúo!
¿Sabéis el refrán ese de que el que no llora no mama? Pues María Jesús lo ha llevado a la quintaesencia. Ha llorado como para agarrarse a una vaca y dejarla seca. Si María Jesús hiciera queso sería La Vaca Que Ríe Histérica Por No Llorar. Light.
Pero María Jesús pagó cara su victoria, porque en la gala de anoche le sacaron toda su mierda. Parecía eso un anuncio de laxantes. Y eh, María Jesús tiene cacotas para dar y tomar, porque insisto: No se ha hecho la víctima, pero ha aprovechado esa condición al máximo. María Jesús es de las que rebaña el tubo de dentífrico hasta que dentro se hace el vacío.
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Y vamos por orden, amigas de GH. Al comienzo de la gala estaban Kiko y María Jesús más aburridos que el tío que vigila que no roben el Everest.
A las 22.05 los porcentajes oficiales estaban 55,7% a 44,3%. Me parto con lo de «oficiales». ¿Dónde se pueden mirar los porcentajes no oficiales? ¿Es como las camisetas de fútbol que las venden los manteros?
– Ey, tronco, pásame un gramito de porcentajes no oficiales, anda.
Casi al comienzo de la gala Jordi González intentó sonsacar sin éxito a Albalá y Sofía sobre su relación y estado pero estos dos si no huelen a billete recién impreso no hablan. Me da que en las cenas familiares les ponen 20 euros debajo del plato para que participen en la conversación.
Y no os lo vais a creer, pero nos pusieron vídeos de resumen del paso por el concurso de María Jesús y Kiko. Porque NUNCA habíamos visto esas imágenes. Eran igual de inéditas que Pretty Woman o Ben Hur.
Como María Jesús ha tenido problemas con la mayoría de sus compañeros, pues la mayoría de los vídeos iban con ella. Y con un confesionario. Si María Jesús colonizara Marte lo primero que hacía de la estación espacial sería una sala donde poder poner a parir a los demás astronautas.
«He sufrido muchos desaires», decía María Jesús, que debe referirse a los aires que se echaba Juanmi, con el que estaba todo el día. María Jesús ha respirado tantos gases malos que ahora no le dan pegatina para entrar en Madrid Central.
María Jesús se quedó sola en el salón (mandaron a Kiko a grabar un vídeo) y le empezaron a poner fotos de cuando era pequeña y la humanidad al completo no era mala y la marginaba.
Y entró su madre en la casa. He llegado a aborrecer a esta señora, porque cree que las galas las dirige ella. Una mañana llega Paolo Vasile a su despacho y está la madre de María Jesús sentada en su silla firmando papeles. Su primera medida sería encargar una serie de época: María Jesús de Arco, la heroína. Y un documental: Jesusina de Aragón.
«Las niñas… cuando las veas no las conoces«, le dijo la madre. Lo mismo va María Jesús a recoger a las niñas al colegio y se lleva a dos que no son suyas.
«Ya no nos vamos a separar, que vales mucho», le dijo la madre. Sí, vale 100.000 pavos. Esta señora abraza cajeros automáticos.
«Tú serías muy buena concursante», le dijo Marichús a su madre, de una forma tan poco natural que se notaba que la estaba intentando colocar. María Jesús es como una ETT.
«¿Tú lo crees María, sería buena concursante?, pues nada Jordi, ya sabes», dijo la mujer, que estaba buscando trabajo como un becario en Infojobs. Sólo le faltó dejar currícumums por Guadalix.
– Nombre: Madre de María Jesús.
– Estudios: Licenciatura en Llorología y Ciencias de la Victimización.
– Idiomas: Farfulleo First Certificate. Lloriqués bilingüe. Alto nivel de Español llorado.
– Otros: Facilidad para los sofocones. Carnet de abandono de plató.
Y llegó el turno de Kiko (esta parte la repliqué un post rápido que me hice anoche, por si ya lo habéis leído).
Isabel Pantoja ha entrado en la casa de Gran Hermano. Pero no es que se haya vuelto loca ahora a hacer realities, no la vamos a ver en Hermano Mayor ni nada de eso.
Entró a saludar a su hijo Kiko Rivera, pues era la final de Gran Hermano. Llamaron a Kiko al confesionario con una excusa y ella entró, mientras él la veía en una pantalla.
Lo único que acertó a decir Kiko fue: «HOSTIA», poniendo la boca como de muñecha hinchable.
Pues como casi todos los demás. Isabel Pantoja en Gran Hermano. Ya lo dijo Francisco de Quevedo: Poderoso caballero es Don Dinero.
Kiko salió corriendo del confe con una gracia en la zancada, una elegancia en el moverse como de haberse roto la cadera.
Se abrazaron fuerte y la Pantoja le agarraba la cabeza que parecía que estaba catando un melón. Sólo le faltó darle palmadas poniéndoselo en la oreja. Ya verás como le salga pepino.
Pantoja habla siempre poniendo una «h» al final de cada palabra. «Graciah, por todoh, amigoh mioh». Y así.
«Teníais hasta patatas y todo, qué arte«, dijo Pantoja, que ve lingotes de oro tirados por el salón y ni los mira, pero las patatas le llenan de asombro.
«¿Sabes lo que te voy a dar de comer cuando llegues? Arroz», le dijo la Pantoja troleando a su hijo, que está de comer arroz hasta las narices. Si Kiko llega a estar con los valencianos que trataban de pasar la paella por la puerta, es él el que vuelca la paellera sólo por no ver arroz.
«Ay, Dios, mío, qué tres meses, lo he pasado muy mal… te veía bajito«, le dijo Pantoja a su hijo. Mujer, no le vas a ver como a Pau Gasol. Ah, que lo decía de ánimo.
«La casa ya me la conocía de memoria y había visto venir a todos los familiares y he sido la última en venir. No sabía si iba a venir o no«, alegó Pantoja, comentarios que se podía haber ahorrado para no dar que hablar, teniendo en cuenta lo que ha contado esta tarde Kiko Hernández, asegurando que ella exigió saber si su hijo iba a ganar para ir a recibirle.
«He convivido los últimos tres meses viéndole las 24 horas», aseguró Isabel Pantoja. Cómo no va a estar emocionada, si lleva sin dormir 90 días y viendo una pantalla. Debe tener los ojos con unas cataratas que ni el Niágara. Le van a poner un mirador para que puedan ir turistas a hacerse fotos.
«Ha sido mi madre, mi padre, mi amiga«, dijo emocionado sobre Isabel Pantoja Kiko y después los dos se pusieron a darse besos en la boca. Qué imágenes más escalofriantes. Pantoja y Kiko compartiendo paluegos.
«¿Tú no tienes nada que contarle a tu hijo?«, intervino Jordi González.
«¿No serás la concursante del primer GH VIP del año que viene?», se atrevió a aventurar Kiko.
«No, es super…, super… supervi…«, le decía Isabel Pantoja levantando la mano.
Y Kiko se dedicaba a mirar hacia el techo. Es un lince el jodío. Llega Sherlock Holmes a coger a Kiko de ayudante y no resuelve ni un caso.
Cuando se lo dijeron comenzó a decir «oy, oy, oy…» y advirtió que iría a defenderla al plató: «Araño», amenazó.
«No hace falta que arañes si yo me lo voy a pasar estupendamente«, dijo ella, que se piensa que se va a un todo incluido en Benidorm.
«¿Por qué te has metido en esto, participar en esta aventura?», le preguntó Jordi.
Por los dos millones de euros que le van a pagar, según dicen, no te jode, a ver si va a ser por las puestas de sol. Ah, no, que es porque le gusta el programa, según dijo.
«Yo he sido siempre una forofa de ese programa. Para mi verme en una isla era un sueño«, dijo ella con todo el papo tranquilo. Claro, es por vivir la experiencia. La experiencia de tener la cuenta bancaria que no quepan ni cinco céntimos más.
«Me encantaría ir, porque pesco divinamente. Nadie sabe en este país que mi hobby es pescar. Estoy intentando aprender a hacer fuego», reveló Pantoja. Exclusiva gratis.
«Voy a dar todo lo que mi cuerpo pueda«, advirtió Isabel Pantoja. UF huele a abandono prematuro. Me da que va a estar dos semanas, le va a dar un algo y se va a volver a Madrid a contar billetes.
«Pienso que en ese reality la cabeza hay que tenerla bien y yo la tengo muy bien«, dijo sobre las claves para ganar. No me cabe duda.
Acabado el momento lacrimógeno el Súper, que hoy va a dormir como un bebé, les dijo que podían salir de la casa.
«¿No puedo hacer pipí?», preguntó María Jesús, que es muy de mear por si acaso. No, no podía. Entre Guadalix y Telecinco hay alguna gasolinera donde Marichús dejó un regalo.
Con el vestido dorado estuvo a dos milímetros de enseñar todo el Toto en varias ocasiones. Era como una burbujita de Freixenet en versión película para adultos. Eso sí, María Jesús lleva unas ingles más depiladas que los sobacos de la Venus de Milo.
Inciso: hicieron la chorrada de que los okupas de Sálvame entraban a la casa. «Nos han puesto piscina», dijo Lydia Lozano, que ha visto mucho Gran Hermano estos tres meses. Tanto que no sabía que había piscina en el jardín.
«Yo no voy a entrar en el baño, no. ¿cómo está eso?«, le preguntó a Rafa Mora, que iba con ella y que todavía no ha encontrado su talla de ropa y por eso siempre la lleva apretada como si acabara de dar el estirón.
A partir de ahí la gala se convirtió en puro relleno. Metieron paja como para alimentar a seis millones de ovejas con hambre.
Era rollo, «eh, tenemos que hacer tiempo, Candela, peléate con Antonio. Carolina, peléate con Fortu
Jordi se fue a Sofía y le preguntó: «¿Tú crees que de esta edición eres la que ha salido peor parada?«. «Hombre parada no, porque salió muchas veces», interrumpió Albalá. JA JA JA JA ZASCA
«Todo el equipo de este programa se está acordando mucho de alguien importantísimo en este programa, que seguro que lo está viendo y si no se lo contáis, que es Jorge Javier. Te queremos mucho, un fuerte aplauso», solicitó Jordi.
Si JJV estaba viendo Gran Hermano anoche debía estar jodido de lo lindo por no haber podido estar con la Pantoja dentro de la casa.
Lola Indigo, que me gusta tanto que ni os lo digo, cantó a la llegada de Kiko y María Jesús, pero le habían puesto la voz muy bajita, que parecía que estaba llamando con el manos libres y con el móvil tapado con una manta.
María Jesús y Kiko llegaron y se pusieron a darse un baño de masas. Que no se por qué le llaman baño, porque yo me he duchado con las masas en el Metro por la mañana y no acababa oliendo a jabón, precisamente. Joder, que la gente se levanta y huele como si vinieran de copular cebollas.
Kiko comenzó a andar por el pasillo de gente y eso parecía The Walking Dead. La gente le agarraba del traje de viejoven ese que exigió como si se lo quisieran comer vivo. Para un zombi lo bueno de comerse el cerebro de Kiko es que no tienes que masticar pelos.
Kiko y María Jesús entraron ya en plató y se montó una que eso parecía una tangana en un partido de rugby, con gente abranzando a gente, golpeándose, dándose palmadas… he visto reyertas más tranquilas que el recibimiento de los familiares y amigos de Marichús y Kiko.
Jordi, disolviendo el comité de recibimiento:
Cuando por fin se sentaron en la mesa María Jesús y Kiko estaba Jordi sin aliento, respiraba como si viniera de correr veinte kilómetros.
Anoche el plató estaba sorprendentemente volcado de forma unánime con Kiko, del que coreaban «Kiko ganador, Kiko ganador».
«Me encuentro con Jesusistas y Kikistas y me dicen que os defiendo a uno y a otro», reveló Jordi. Aquí lo importante es que hay gente que es kikista. Que es como ser de un club de gente con quistes. Estamos convirtiendo sustantivos en adjetivos por encima de nuestras posibilidades.
«No le he hecho nada a nadie de los que están aquí sentados«, dijo María Jesús, JA JA JA JA Mujer, alguna cosilla sí. Y comenzó el vapuleo, que aunque en base a verdades, fue de órdago.
«Es un flojo, que le pague las deudas de Hacienda sus narices. Me revienta la gente floja» se la veía decir en un vídeo de Kiko Rivera. Ella es pura consecuencia y rectitud, porque luego salía y eran todo sonrisas y pedir entradas para los conciertos de Pantoja. JA JA JA
«Una persona como yo se niega a ser víctima«, dijo la jodía. Y una mierda. Si hubiera Miss Víctimaverso ella se presentaba. «Es que yo soy muy intensa e hipersensible. A mí cualquier desaire me afecta el doble». El doble, ojo. Los desaires pueden matar a María Jesús. Una vez tuvo un desaire que era como una brisa mañanera y casi pierde una pierna porque le afectó el triple por lo menos.
«Ahora pienso que es mentirosa y exagerada, no intensa«, dijo Kiko al ver el vídeo en el que le llamaba flojo y le decía lo de las deudas de Hacienda. Llamadme loco, pero estaba una miajita de enfadado.
«Es que yo me implico al 100% y me dan coraje las personas que se quedan a medio gas«, dijo para excusarse María Jesús, que piensa que es la repartidora de Butano.
«Es que aquí se ha hecho cuesta arriba», dijo María Jesús. «Lo has hecho tú cuesta arriba«, le corrigió Jordi, que se pasó la noche repartiendo sopapos. Con la mejor de las sonrisas, pero sopapos gastando medio ya te da para sentarte en el Trono de Hierro.
«Yo no me gasto 4.000 euros en un casino en una hora. Cuánto sinvergüenza, cuánta maldad», decía en un vídeo de confesionario María Jesús y luego en otro corte «yo no le digo nada malo a nadie». No, decírselo no se lo dice. Ahora, el Súper ha oído más insultos que en un brainstorming en un congreso de matones.
«¿Qué he utilizado yo de ti de fuera?», le reprochó Kiko a María Jesús, que se quedó más pillada que un maniquí embalado.
Y como no tenía nada, dijo «No voy a entrar en eso«. ja ja ja ja
– ¿Mató usted a aquel viejo pegándole con una acelga en la cabeza?
– «No voy a entrar».
– Ah, pues absuelta.
Y como estaba teniendo la misma buena prensa que Trump en un periódico mexicano, Marichús dijo
«Ya está, me da igual, si va a ganar él, me da igual«, decía María Jesús negando con la cabeza.
ja ja ja ja no se lo creía ni ella.
Pusieron un vídeo en el que María Jesús decía «Irene parece doña perfecta», «Quieren el maletín como para romper cabezas para llevárselo«. Vuelven a plató y María Jesús, con toda su cara MAría Jesús dice: «yo nunca he dicho nunca nada malo de Irene«.
JA JA JA JA
Y cuando Tejado intentó meter baza le gritó: «¡¡CÁLLATE TÚ YA!!» María es la libertad de expresión lo que la lejía a los colores.
ja ja ja j
Y el plató se puso a corear ¡QUEEE LLOOOORE, QUEEE LLOOOORE! Me encanta el punto cabrón que puede llegar a tener el publicó del plató. Pero mira, no lloró, nos dejó con las ganas.
Ahí a María Jesús la alegría desbordante se le había pasado casi toda.
«Lo único que he dicho de verdad es que eres un hijo de la gran puta«, vimos cómo le decía a Julio María Jesús. Ah, y «mamarracho» y «poco hombre».
«Lamento y pido disculpas por sujetarte para hablar. Pero hoy no te voy a dar más guerra, que bastante vas a tener esta noche», le dijo ya en directo Julio, que estaba viendo el hostiavahostiaviene en que se había convertido la entrevista.
«Tampoco sé muy bien por qué te expulsaron«… dijo María Jesús en directo. «Porque entraste en el confesionario y dijiste que te habías sentido acosada por mi», le recordó Julio.
«NO NO NO NO NO NO» dijo María Jesús «a mí que no me eche la culpa«, recalcó. Válgame. María Jesús caga y aún no se ha limpiado el asterisco cuando ya está renegando de su mojón.
«Mi madre cuando me llaman hijo de puta también sufre«, dijo Julio cuando la madre de María Jesús se ponía indignada. Joder. A mí me llaman hijo de puta y mi madre no se indigna, les suelta una hostia que tienen que ir a buscar los dientes cogiendo un AVE.
Y cuando Jordi les preguntó a la madre y a la hija sobre Gil Silgado y Julio y esos temas que me interesan como los datos precisos sobre el tamaño de los testículos de un piojo, la madre dijo que eso lo hablarían en privado.
«Cuando alguien dice ‘quiero hablarlo en privado’ significa ‘quiero decirlo cobrando‘», tradujo Jordi del esclusivés al español.
«Me siento muy ofendida, muy ofendida por Jordi, muy ofendida«, dijo la madre de María Jesús. Ya sabemos de quién ha aprendido la muchacha.
«Me apuesto una cena y darte de comer un año, lo juro por mi madre«, dijo la señora, a la que sólo le faltó pedir que le sujetaran el cubata.
María Jesús presenciaba la escena negando con la cabeza viendo alejarse la pasta de un Deluxe.
Mira que no me cabe duda de que María Jesús había dicho todo lo que le estaban poniendo, pero si esta gala fuera una película sería una de Liam Neeson. Encerrona Final.
Esto es una emboscada y no lo que le hacían los indios al séptimo de caballería en los desfiladeros.
Para compensarle le pusieron un vídeo de Sebastián Yatra diciéndole que su versión de la canción le había gustado. A mí también, lo oigo en bucle, joder, yo sí que la veo en todas partes.
– Sebastián, ¿has acabado tu nueva canción?.
– Sí, Yatrá acabá.
«Si nos ponen un vídeo del que más haya insultado ni se acerca a todos los insultos que nos has dicho tú«, le dijo Tejado a María Jesús, que se quedaba mirando para otro lado como si no fuera con ella. Esta mujer encaja mejor un hachazo entre los omoplatos que una crítica.
«No, dejadlo, ya no me interesa ganar«, dijo María Jesús, que no le molaba el asunto nada de nada.
JA JA JA JA NO ME INTERESA GANAR, DIJO JA JA JA JA JA JA JA
El club de la MariComedia.
«Yo no he tenido que hacer campañas en contra de un compañero para estar en la final», alegó María Jesús, que es lo único que ha hecho durante todo el concurso en los confesionarios. Ha hecho tanta campaña que la van a invitar al debate con Pedro Sánchez y compañía.
«Me faltan vídeos de Kiko, porque me falta el plato volador, cuando decía calientapollas y cuando le cantaba ‘a chuparla, a chuparla’, estoy esperando esos vídeos», se quejó la madre de María Jesús.
«Qué suerte tenéis que decidan lo malo para mi hija y lo bueno para Kiko», insistió la señora, que se puso hasta pesada ya con lo de los vídeos.
Jordi le pedía por favor que le dejara trabajar y ella volvía: «tenía unos vídeos cantando a chuparla, a chuparla«.
SEÑORA, QUÉ PESADA
Y sí, se los pusieron. Vimos, oootra vez, a Kiko jugando a los bolos con su plato de espaguetis. Pero, ¿qué va a tirar Kiko si en las manos tenía un plato de pasta el 95% del tiempo?
De ahí pasamos a las discusiones matrimoniales de Kiko e Irene. Y es que Kiko es muy susceptible y con Irene han tenido unas discusiones de besugos que aburrirían a un mediador internacional de la ONU.
Y luego estaban las reconciliaciones, que tenían más azúcar que una fábrica que bollería industrial. Kiko e Irene se reconcilian y si hay un diabético a menos de diez metros lo matan del subidón de dulce.
Estos dos están entre la bronca tonta y los cariños que los ordeñas y te sale buttercream.
También nos tuvimos que tragar un recopilatorio de las historias paranormales de Kiko, que ha tenido una infancia con tantos fantasmas que con él La Llorona se sentía acompañada. El payaso de It no iba a debajo de la cama de Kiko porque le daba miedo quedarse esperando allí solo en Cantora.
En un momento dado María Jesús llamó a Jordi mentiroso directamente, porque el presentador le dijo que acusó a Kiko de usar su apellido para beneficiarse. Y ella que NO NO NO. Pero sí, sí, sí.
Y LA GANADORA FUE… ¡¡¡MARÍA JESÚS!!!
En el momento en el que Jordi lo dijo María Jesús se puso a gritar. No importa en qué momento leas esto: sigue gritando.
Y ella y la madre, que tiene más necesidad de protagonismo que Ana Obregón en Ana y los Siete, recogieron el maletín al grito de «Tongo, tongo» en el plató.
«Estoy feliz», decía Kiko. Pues ya verás cuando sepa lo que va a cobrar su madre por ir a Supervivientes.
Y se acabó un nuevo GH.
Gracias a todas por estar ahí. Y a quienes hacen este programa que amo. ¡NOS VEMOS EN SUPERVIVIENTES!