Amigos, amigas, familiares, señor de Cuenca que pasaba por allí, bienvenidos al blog de Gus Hernández. Para los que no me conozcáis me dedico a decir sandeces sobre Gran Hermano, en este caso sobre GH 16.
Mis padres querían que fuese ingeniero y encanecieron cuando les dije que me dedicaría a ésto. Mi madre aún llora cuando me ve. ¡Pero yo soy feliz!
En fin, no hablemos de mí, hay mucha otra gente a la que despellejar. Comencemos.
Gran Hermano 16 comenzó con un flashmob con Milá como protagonista. La mujer llevaba puesta una falda como un 3D de las cataratas del Niágara. Era como un cuadro chino de esos que parece que el agua se mueve.
Pero después del bailecito, salido de una tormenta de ideas realizada en un psiquiátrico situado en lo más profundo de la selva peruana, en el que había personas con cabeza de pollo, apareció en directo con pinta de replicante.
Alguien debería comprobar que el Ejército no esté quemando al lado de Mediaset un cargamento de marihuana incautada.
Milá ha visto cosas que jamás creeríais, como a Camilo José Cela afirmar que podía aspirar agua de una palangana con el culo.
Eso sí, Milá mola y acojona más que el tío chungo de Blade Runner. ¿Sabéis las naves en llamas más allá de Orion? Pues les prendió fuego ella.
Salió a la gala con los zapatos en la mano. A esta mujer le duran unos tacones lo que a Falete un plato de macarrones. Pero ¡estaba guapa con el pelo corto y el vestido negro!
«Os saluda la yaya Merche», dijo la jodía, porque llevaba el pelo blanco de canas. Según Meryl Streep en su última película si tiene así el pelo de la cabeza lo de abajo debe ser como un armiño atropellado en una autopista.
Os cuento el resto de la gala a través de la presentación de los 16 concursantes (Y EN VÍDEO DENTRO DE UNAS HORITAS):
MUTI (panadero, 22 años, Sevilla). La gracia era que es un concursante al que no vemos y al que solo podemos oír, como si fuera un concursante invisible. Teniendo en cuenta que al cierre de la gala enseñaron su cara y que dijo unas diez palabras en cuatro horas de gala más que invisible es inexistente.
Es una pena, porque tenía yo la esperanza de que no le sacaran porque fuera feo como el callo del pie de un orco. Pero no. De hecho, este año excepto un par de excepciones todos son jóvenes y jóvenas y del perfil guapo/a o que se lo cree y de los que antes preferirían perder neuronas que perder su espejo.
El día que alguien les diga que van a envejercer y que se les van a caer las tetas les da un síncope y convulsionan entre espumarajos.
De Muti destacó su madre destaca de él que es vago y que hace «cachimbas de frutas». Sí, de frutas. Y cuando llega a casa a las seis de la mañana viene de la biblioteca a leer a los clásicos, como Don Johnnie Walker o al filósofo Mr DyC.
Vimos a Paula (ganadora del GH15) y a sus tetas nuevas. Las tres siguen muriendo de amor. Joder, que agonía, tarda más en espichar que Matusalén, lleva diciendo que se muere dos años. Si por lo menos dijera «muero atropellada por un tren de mercancías», pues vale, pero lo del amor…
La siguiente fue Ivi (mexicana afincada en Barcelona, de 23 años). Se flipa y se cree súper guay y súper guapa. O sea, ella mola. «Ivi es muy abierta y a veces un poco puñetera«, dijo su novio. A tomar por culo. Espero que no le pregunten a sus enemigos.
IVI… que mal rollo. Me recuerda al IBI y me pongo de mala hostia leche.
Al perro de la susodicha, que estará dentro de la casa con ella, le habían puesto una pajarita roja. Maltrato animal. ESO ES MALTRATO ANIMAL.
Total, que el novio de Ivi, un tal Carlos, que tiene pinta de ser un molde del modelo Ken va a la peluquería a que le hagan un nido de cigüeña en tol melón a modo de tupé, le pidió en directo que se casara con él.
Cuando ella dijo que sí, igual de convencida que yo cuando me mandan un tratamiento con supositorios, se llevaron a los dos a un jardín aledaño en el que había un vestido de novia feo como una caries y un montón de gente vestida de blanco que eso parecía un anuncio de quitamanchas. Solo faltaba la hija de puta del pelo blanco que viene del futuro a traernos lejía en lugar de decirnos cómo se cura el cáncer.
Os adelanto que el tribunal de la Rota declarará este matrimonio nulo sólo con que se lo pidas por whatsapp. El Papa Francisco va a flipar cuando le cuenten esto.
Le casó un señor con bigote. Creo que es el mismo que hacía los juicios en Gran Hermano VIP. O sea, que este matrimonio tiene la misma validez que unos berberechos en conserva que compró Ramsés II en el siglo XIII a. C.
Total, que el súper les dijo que tienen que hacer como que no se conocen de nada. OOOOH, QUE PEDAZO DE NOVEDAD. Si les descubren no podrán nominar y si alguno de los dos lo cuenta tendrán 100.000 euros menos del premio final en caso de ganarlo.
OSTRAS. Eso son multas y no la mierda que pone la Guardia Civil.
Maite. (Pamplona y tiene 32 años). Estuvo regateando con su edad. Su última oferta fueron 46 años. Se embarazó con 16 años y ahora está soltera. Estuvo casada un par de meses con un Nigeriano y luego le echó a la calle. Maravilloso. Eso dice mucho de su estabilidad emocional.
Va a concursar con su hija, Sofía, que tiene 19 años y se cree una top model, pero sólo está delgada. Quiere un novio astronauta al parecer, porque quiere que la lleven a la luna. Dice que cuando quiere saca notazas, pero que es vaga. Claro y yo cuando quiero tengo abdominales, pero no quiero que se me desgasten. Le preguntaron qué islas le gustan y dijo que no entiende de islas. Premio Nobel.
Ambas deberán evitar que los dos averigüen su parentesco.
La madre, Maite, conoció después en el confe a un maromo (llamado Suso, de 22 años, de Barelona). La mujer es posible que le haga hombre antes de que puedan salir a la casa. JA JA JA JA JA Maite le dijo que tiene 36. Sí 36 minutos para confesar su verdadera edad.
Estos dos deben fingir que son madre e hijo. Pues lo que van a fingir es un incesto, porque ella le miraba pensando en meterlo en una olla, cocinarlo y comérselo con patatas. Suso es de los que se calan la gorra a roscachapa. Su más importante misión en la vida es estar guapo. Es un Rafa Mora de nueva generación. Tiene un perro chihuahua. Creo que ha tenido sexo con él.
Maite dijo 80 veces en un minuto que era su hijo. ¡¡¡ES MY FUCKING HIJO, JODER!!! le faltó por decir. La mujer llevaba un vestido tan corto que le llegaría por las rodillas a una niña de tres años y claro, se le veían las bragas que no se le verían más si las tuviera puestas en un puesto de mercadillo y chillara a las señoras para advertirlas de que dan talla.
Siguiente concursante. Marina (28 años, vive en Motilla del Palancar, Cuenca). Llevaba un aparato en los dientes tipo brackets que podría morder cables suboceánicos y dejar sin Internet a Estados Unidos.
Tiene un supuesto bebé de un mes llamado Juan, con el que entra a la casa. A Gran Hermano 16 le van a llover hostias por lo del bebé (si es que es verdad). El bebé no va a vivir en la casa, sino en una sala anexa donde ella podrá visitarle. ¿PERO ESTO QUÉ COJONES ES, LA CÁRCEL DE SOTO DEL REAL?
Bah, no me lo creo. Cada vez que tiene que salir un niño sólo dejan oír su voz y si saliera le pixelarían tanto la cara que parecería un habitante de Minecraft. No van a tener a un bebé de un mes encerrado en una habitación todo el día al cargo de extraños.
Sin embargo, vimos el momento en el que ella entregaba a su bebé a Gran Hermano (más bien vimos un carro de bebé). Madre del amor hermoso. Una ofrenda parece esto. «Y me darás tu hijo primogénito para entrar en Gran Hermano».
Nos enseñaron una nueva estancia: Es una sala de juegos con pista de baile, billar… Es el sitio donde les van a dar de beber para que se pongan a parir o para que la madre y el falso hijo acaben pecando.
Vera. (Sabadell y tiene 23 años). Este chaval es mi apuesta para ganar GH16, me la juego y esa es mi porra.
Su rollo es el del malote tierno: quiere ser integrador social, va en bici a trabajar… ah y baila break dance. Lleva una coletilla-trencita a lo padawan. Jamás podría convivir con él. Tendría que cortarle la trencita. Es superior a mis fuerzas. Le pasaría conmigo como con Freddie Krueger: no podría dormirse sin llevarse un tajo.
Niedziela (itinerante, de 22 años). OOOH, que sorpresa. Es muy coqueta y prefiere «llegar tarde que fea». Es artista de circo y tiene unas nalgas duras y firmes que puede borrarle la cara y la cruz a un euro frotándolo entre los glúteos.
Niedziela dijo: «nací en Tortosa, pero nunca he estado allí». Nació allí, pero sin estar. A tomar por saco. Debe ser vasca y nace donde le da la gana.
Una tal Raquel, de 29 años y de un pueblo de Cáceres conoció a Vera también. Son todas cortadas por el mismo patrón. Esta chica, que me da mala espina, entró sin saberlo en un doble juego con Vera:
Raquel y Niedziela saben el secreto de que hay un jardín oculto con jacuzzi, pero ninguna sabe que la otra también lo sabe. Hacer que eso siga siendo así es el reto de Vera.
Marina le pregunta a Raquel de dónde es y ésta dice: «de Cárceres» y le responde Marina: «ah, andaluza». Total, Raquel es fisioterapeuta y le gusta «gustar». Que rollo. Todos tienen más ego que vergüenza.
Amanda (25 años, de Cáceres) es una Rubia que ha usado más agua oxigenada para su pelo que un hospital en un año. Con lo que gasta en decolorarse el pelo habías vuelto blanco a Michael Jackson seis veces. Llevaba la chica unas extensiones que se podrían tejer y hacer una manta zamorana.
Se llama Amanda y conoce ya a los demás. Tiene 25 años y es de Málaga. Adivinad: es súper presumida. Tiene un Código Civil forrado de pelo rosa. ¿Eso no es delito? Pues debería serlo.
Vimos un chino alternativo metido en el confe. Se llama Han (de Granada) y no habla ni una palabra de español (mentira cochina), según dijo Milá. En realidad ese es su secreto: nadie debe saber que sí habla español. El pobre debe tener lombrices en el cacas, porque no para de moverse.
El chino es un personaje de mucho cuidado. Le molan los tíos con barba y barriga. Pues en España se va a hartar de candidatos. «¡Qué LOL!, dijo cuando le comunicaron que debía fingir». Pero es más malo que tomarte un laxante justo antes de levantar pesas: la mayoría de sus compis ya sospechan. Tiene un pavo que lo puedes rellenar de huevo y servirlo asado en Navidad.
Dos más: Ella se llama Carolina (modelo, 21 años) y él Enrique (30 años, de Huelva). El señor dijo que es cinéfilo y melómano. Es médico oncólogo. Por fin alguien que lee algo más que las etiquetas del champú cuando está cagando.
Carolina es modelo profesional. Bueno, eso dice. Afirmó que quiere ser como Heidi Klum y yo me desconono mucho. Muchísimo.
Es lo que viene siendo un bicho palo con unas piernas palillo que podrías usar para sacar caracoles de sus cáscaras. Y lo de guapa… a ver, la belleza es subjetiva. En el caso de Carolina es muy, muy subjetiva. No es que sea discutible lo de que es guapa, es que es broncable.
También compite como amazona. Su papá le montó una pista para que pudiera entrenar. O sea. Te lo juro por las bragas de mafalda. PI-JA. Dice Milá que Carolina guarda un secreto «difícil de entender». Espero que no sea la zoofilia.
Siguiente concursante: Aritz, es de Vizcaya y tiene 24 años. Va de pasote que lo mismo te hace unos collares (que es a lo que se dedica, a hacerlos y venderlos) que te enseña su colección de 50 sombreros. No tiene tele ni Internet. Dice que nunca ha visto GH. NO ME CREO NADA. ¿Qué será lo próximo? ¿Decir que en su tierra cortar troncos o levantar pedruscos es un deporte?
La última fue Marta, la estudiante de periodismo a la que le comunicaron en la rueda de prensa que era concursante. No me gusta nada esta chica. Está más impostada que Melendi cantando una ópera.
Milá les recordó las normas: si les pillan nominarán con menos puntos y si confiesan perderán 100.000 euros. Si alguien en 48 horas adivina el secreto de otro tendrá «un gran secreto» que hará más fácil el camino a la final.
NOTA: Yo metía a concursar a la traductora de chino. La cagó pero bien, al oírsele de fondo traduciendo a Han y diciendo que sí habla español cuando había una conexión con todos los concursntes. Y Milá: «¡Pero no lo digas!».
Y SE ACABÓ LO QUE SE DABA… ¡¡CONTADME PORFA VUESTRAS OPINIONES!! ¿QUIÉN ES EL MÁS ODIADO? ¿QUIÉN GANARÁ?