Gran Hermano VIP obliga a los concursantes a frotar la cara contra una barriga grasienta

Puñetera crisis…

– Tengo tres carreras y dos máster internacionales. Hablo seis idiomas y tengo 20 años de experiencia y cartas de recomendación del Papa, de Obama y hasta de Espinete.

– Joder, ¿y en qué estás  trabajando?

– Saco la barriga por un agujero y me frotan la cara de personas.

Sí, amigos, alguien curró haciendo eso anoche en Gran Hermano VIP. Una especie de glory hole sin final feliz, pero con las mismas posibilidades de atragantarse. Si no sabéis lo que es un glory hole y sois de sensibilidad desarrollada mejor quedaros con la duda y no lo pongáis en Google. Cuando vas a la Seguridad Social y has trabajado rebozando barriga… ¿en qué epígrafe te inscribes?

Sí, amigos, anoche en Gran Hermano VIP, el templo del buen gusto y la finura, que solo falta Isabel Preysler repartiendo Ferrero Roche a diestro y siniestro, a los concursantes se les sentaba en un potro, se les ataba la cabeza con un arnés a una estructura, les ponían las manos a la espalda y se les llevaba hasta una barriga grasienta en la que se les empotraba la cara.

Si eso lo hubiera tenido la KGB en la guerra fría la habrían ganado y ahora todos hablaríamos ruso fluido.

La mesa de ejecutivos de Telecinco donde se idean estas cosas tiene un nivel de maldad y sadismo que si invitan a Belcebú a una reunión tiene que ir en calidad de becario. En serio. Pones al muñeco de SAW en una tormenta de ideas de Telecinco y el muchacho sale de ahí con mal cuerpo.

Pero en fin, empecemos por delante y ya iremos a la parte de atrás, como le dijo Napoleón a Josefina en su noche de bodas.

Nada más empezar la gala pudimos ver a Julián Contreras durmiendo en un sofá. Sí, amigos, estar con Julián Contreras es como cenar empanadillas de valium regadas con tila y reducción de dormidina. Una vez dejaron a Julián Contreras encerrado e una habitación con un gato de escayola y el gato se aburría.

Vimos la gran bronca de esta semana, que hasta para ser la gran bronca fue sosa. A ver cómo lo resumo… Alejandro le contó a Liz un secreto sobre la enfermedad de su hijo. Liz se quedó con el culo que cagaba ambientadores de pino de contenta por ser especial. Pero Alejandro, que bebe los vientos y hasta se come una tormenta de arena si hace falta por Laura, también se lo contó a ella.

Y Liz se enteró y le entraron unos celos que a su lado Jack Nicholson intentando sacar la cara por la puerta después darle con el hacha parecería un tipo sereno. Y se acabó montando el pollo en este orden: Liz VS Laura. Alejandro VS Liz. Alejandro VS Laura. Laura VS Liz.

Todo desembocó en una bronca entre las dos féminas en el jardín mientras Alejandro se escondía entre unos matojos y Javi le chillaba que saliera mientras intentaba evitar que las dos muchachas se tiraran de los pelos. Esta escena la pones en Hostal Royal Manzanares con Lina Morgan de fondo y nadie se da cuenta de que no es del guión.

Al día siguiente Laura, que ha hecho un máster en Eating Ears por la Universidad de Metemierder, estuvo más espabilada y madrugó para poder hablar con Alejandro, metiéndole caca en la cabeza que cuando acabó Alejandro parecía un depósito de abono. Si se suena los mocos en tu jardín te sale el césped verde y fuerte.

Pero Liz reaccionó de una forma muy madura: pidiéndole a Lucía Hoyos que le llevara una nota de su parte a Alejandro. Joder. Sólo le faltó que le pidiera que le preguntara si quería rollo. O decirle «ya no te ajunto».

Joder. Cuando era pequeño pensaba que todo el mundo se hacía adulto. Luego vas creciendo y vas viendo que la gente se queda atrás, estancados. Hay personas que lo único adulto que conocen son las películas esas en las que los papás ponen semillitas en las mamás. Por todos los orificios posibles.

En vídeo vimos también a Sema cabreado con Carlos Lozano y diciendo «para bipolar yo, para bipolar él» y cabredo como un mono. La pregunta importante es: ¿Cómo se llaman los gatos persas que tiene Sema por cejas?

¿Cuándo volverán a su pelo las cigüeñas? Porque en ese pelo pueden anidar una pareja de cigüeñas, una manada de periquitos y seis pterodáctilos adultos. ¿Y esa barba que nunca desaparece? Es como Homer Simpson, tiene la cara gris. Pero eh, que no me gustaría meterme con nadie por su aspecto físico… ups.

En directo vimos el atuendo de Julián Contreras. Por favor, que alguien le envíe un telegrama a este chico y le diga que su look ya no se lleva. Se dejó de llevar en otoño. En otoño del año 1980. Sí, amigas, jerseicillo fino de cuello alto y color caqui, americana, vaqueros azules y zapatos negros. A Antonio Alcántara el atuendo de Julián le parecería anticuado.

Que chico este Julián. Su estado natural es llorar. Es como los delfines varados, que se les seca la piel si no se la humedecen. Si fuera feliz harían falta voluntarios de Greenpeace que le echaran agua con cubos. Creo que fuera le apoya mucho la APE, la Asociación de Plañideras de España.

¡Y SE SALVÓ CARLOS! ¡¡¡TOMAAAAAAAAAAAAAAAAA!!

Las caras de Sema, Laura e incluso Rosa Benito eran de alegría. Del tipo de felicidad de llegar a coger tu coche nuevo y encontrarlo ardiendo con tu gato dentro.

¡¡Y A LA CALLE LUCÍA!!

OOOOOOOH. Me caía bien. Estaba como una puñetera regadera, sí, pero era una regadera simpática.

Y comenzaron las nominaciones de la muerte y la destrucción. Laura, Javi y Carlos fueron los votados por la audiencia para tener privilegios esa noche, de forma que podrían ver nominar a sus compañeros y elegir después para ellos un castigo.

¿Castigo por qué falta o delito? Por ninguna. A Gran Hermano VIP no le hacen falta excusas para castigar a alguien.

Laura se comió la barriga entre el asco y el buen humor, con miradas… que si la dejan un rato más le depila la panza al señor. Lozano, bueno. Digamos que habría preferido ducharse con el negro del wasap y agacharse a por el jabón: «Qué es eso, Dios, qué asco, estás muy mal de la cabeza, Súper» y «Vete al médico que te lo mire, estás perdiendo la cabeza» fueron sus amables frases para el Súper. Javier… le encantó. Como le habría encantado escalfarse los huevos poniéndolos en un géiser, con ese nivel de encantamiento.

Os resumo los momentos más asqueroso y/o hilarantes del resto de panzas:

A Julián Contreras le dio igual. Le metieron la cabeza en la barriga del señor y luego pidió el teléfono del fanegas para que la cosa pasara de una simple amistad.

Rappel casi muere asfixiado. «Te sonaba el pelo cómo te rozaba la cara«, le dijo Lozano, que se estaba descojonando. Sí, porque Rappel dice que lee los pezones, pero en las barrigas el único futuro que ve son las pelotillas de algodón del ombligo.

Nota: Yo leo pezones y otras partes de la anatomía femenina. Eh, que por ayudar, lo que necesitéis, ¿eh? Ya sabéis dónde estoy, que sobre el futuro es mejor no quedarse con dudas. Que soy de los que piensan que el clítoris está en el sobaco o por ahí, pero lo de leer el futuro lo llevo bien.

En un vídeo le oímos contar: «Voy por la calle y la gente me aclama, me tira flores… me subía en coche de caballos y la gente me subía a los niños para que los tocara, los taxistas no me cobran»… ¿Qué clase de sádico le da a su hijo a Rappel para que le toque? ¿Con qué fin? ¿Para castigar al niño por algo malo que hizo?

Si sois psiquiatras y os llega un tipo con fobia a las trencitas esmirriás y a las túnicas es uno de aquellos niños sacrificados.

Alejandro decía «me entra hasta fatiga» mientras le daban arcadas al pobre. A Liz el cabrón que les ponía los arneses le agarró la cabeza por detrás y le ha incrustó la cara en la barriga que la nariz de la mulata le tuvo que hacer cosquillas en las vértebras al señor: «no como cerdo en mi vida ya», dijo.

Pero veréis. Frotar la cara de una persona contra una enorme barriga untada en grasa… se les quedaba en ná a los directivos de Telecinco. Para qué le vas a cortar la cabeza a un prisionero si le puedes empalar, ya sabéis.

Así que añadieron otra prueba: meter a los concursantes en bañeras, dejarles en absoluta oscuridad y echarles por encima cosas como gusanos vivos, vísceras de animales y patas de calamar.

A Sema le echaron sangre y dijo «a mi me huele a flan… tengo el culo empapado». JA JA JA Era la versión barbuda de Carrie. Julián (al que le echaron espaguetis) no hizo nada. Nada de nada. Es como si todos los putos días se bañara en espaguetis. Es la Cleopatra de Gran Hermano, se baña en pasta con tomate para mantenerse joven. Lo que pasa es que sólo se mantiene triste.

Vimos que Rosa Benito se mete calcetines en las tetas para subírselas. Joder. Sé que es el truco más antiguo del mundo, pero habiendo lo que hay, con sujetadores que te suben las tetas que te las pueden poner en órbita, estar sudándote las mamas con calcetines es de puro vicio.

¿Y QUE NOS VAN A MOHJAAAAAAAAAAAAAA?, berreaba Rosa Benito cuando se metió en la bañera. Dios santo, es que me sangran los oídos cada vez que la oigo. Joder, que par de histéricas ella y Raquel Bollo… no dejaban de chillar.

«Calla, Rosa, por favor», le dijo Rappel mientras Bollo se tapaba los oídos y también chillaba. Y Rosa chillaba más porque la otra chillaba y eso parecía un matadero el día de San Martín.

Cuando se encendió la luz Raquel Bollo vio las tripas crudas que le habían echado por encima y dijo aliviada «ah, pensaba que era otra cosa«, ¿Pero qué cojones pensaba que era?

A Belén le echaron patas de calamar. Belén dijo: «esta sensación que me producen los productos del mar que habéis dejado caer sobre mi persona no me gusta, me es desagradable», pero lo dijo resumido con un «¡¡DIOS, QUE PUTO ASCO!!».

A Liz los gusanos vivos que le echaron le encantaron. Tanto que salió corriendo a la ducha mientras chillaba «GUSAAANOOOOOOS, ME HAN ECHADO GUSAAAAANOOOOOS«.

Total, que los nominados fueron: CHARLOTTE, JAVIER Y ALEJANDRO.

Este viernes no hay vídeo amores míos. Varias cosas me lo impiden: que estoy en la cárcel y los demás presos me miran raro en el patio, que estoy tan constipado que si me cojo el virus Zika se muere el virus, que me lo prohíbe mi religión y que el cámara se ha pedido la baja por depresión por tener que grabarme haciendo el gilipo… canelo.

¡¡Pero habrá vídeo la semana que viene!! (Estoy preparando una fuga a lo Chapo Guzmán, pero el agujero lo he hecho en medio de la celda, que yo no me meto en la ducha ni para fugarme, que se me altera el PH de la roña. Digo de la piel).

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