Las rubias: desesperadas en Gran Hermano VIP por que un hombre las haga caso

 

A lo mejor deberían probar sin barba...

A lo mejor deberían probar sin barba…

Da igual lo grandes que tengas las coles de bruselas, si no le gustan las coles de bruselas no se interesará por las coles de bruselas aunque se las pongas a dos centímetros de la cara.

Y esto alguien debería decírselo a Belén y Charlotte, que no deben estar acostumbradas a que nadie las mire y están más perdidas que una patata en una ferretería. Así que progresivamente han ido despelotándose y probando métodos para que los chicos de la casa las miren y se interesen por ellas.

Antes consiguen que un olmo les dé peras mientras comulga con ruedas de molino y cuadra un círculo.

La primera medida que tomaron fue lavar los platos en sujetador, que es la versión pobre de lavar un coche frotando teta en el capó. Lo que pasa es que los sujetadores de estas muchachas son como las alforjas del burro de Juan Valdés, que en cada copa de esas puedes llevar ochenta kilos de café tostado.

Si miráis el precio de la silicona veréis dos picos altos, que corresponden a las operaciones de Belén y Charlotte, que dejaron el mercado sin existencias. Si sois bajitos podéis refugiaros debajo de esas domingas un día de lluvia: son como los aleros de un castillo.

Pero eso no les funcionó. A pesar de enseñar un 45% de teta aproximadamente no se fijaría en ellas ni un bebé hambriento. Así que se vistieron de colegialas. Sí. Os lo juro. Sólo un disfraz de enfermera puede superar eso. Pero nada. El único que pareció darse cuenta fue Carlos Lozano, pero para vacilarlas, más que nada, porque Carlos habla solo, canta solo, baila solo y se apaña lo del sexo él solo.

La conclusión de las muchachas es que a los chicos de la casa les pasa algo raro. En su concepción súperfeminista y nada estereotipada del mundo, si una mujer con las tetas como la cabeza del hombre elefante se insinúa y muestra piel, a los hombres les tiene que molar de inmediato.

Lo de hablar, encajar por el intelecto, hacer reír o cualquier otra cosa que no sea enseñar más chicha que en una carnicería Tailandesa, no entra en sus planes.

No, para ellas una teta es el reclamo definitivo, es como ponerte en medio de una ciudad tomada por zombies y gritar ¡Comedme, comedme!, no se podrán resistir. Creo que piensan que los hombres pueden orientarse siguiendo unas mamas como si siguieran la estrella polar.

Y claro, como las dos tienen unos canalillos donde se ruedan escenas de películas en las que sale el Cañón del Colorado, piensan que son el tetafaro de los machobarcos perdidos. Y no.

4 comentarios

  1. Dice ser marina76

    Buenas tardes. Tienes toda la razón Gus, estarían mucho mas monas con la camiseta de Liz, sí, esa de…PIEDRERÍA!!!! Juasjuasjuas!

    10 febrero 2016 | 20:19

  2. Dice ser baston

    Basura para retrasados

    10 febrero 2016 | 23:44

  3. Dice ser Luisa

    Antes de hablar de una concepción súperfeminista informese usted antes.

    11 febrero 2016 | 00:19

  4. Dice ser Cristina

    Sólo una cosita Gus, no me seas laísta. El titular correcto sería»»»»»»» Las rubias: desesperadas en Gran Hermano VIP porque un hombre les haga caso.

    Cambia el «las» por el «les». ¡Un saludo!

    11 febrero 2016 | 01:14

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