Cruzaba la calle y saludé a unos legionarios de la República romana. En el pub, compartiendo unas cervezas, paracaidistas británicos y estadounidenses congeniaban con infantes de la Wehrmacht. No me había pasado con el alcohol o con otras sustancias tóxicas. Tampoco estaba en una convención de funcionarios del Ministerio del Tiempo. Esto era el casco histórico de Úbeda, Patrimonio Cultural de la Humanidad, el pasado fin de semana.
Aunque están proliferando como setas las jornadas de novela histórica (a la estela de las de novela negra o fantástica), pocas o ninguna tienen el encanto milagroso del Certamen Internacional de Novela Histórica de Úbeda. Lee el resto de la entrada »