Veinte Segundos Veinte Segundos

El big data del alma

Archivo de julio, 2020

Presis de Europa: confinados hasta que acierten

Tensa espera en la paz, las guerras de África siguen, cada vez más globales y más inadvertidas. Lo único global es la guerra, pues hay que probar las armas nuevas. Mosquitos-bomba, libélulas espía, portaviones de bolsillo… y gastar los stocks.

Y la guerra fría mundial en la que hay acuerdo en lo siguiente: es todos contra todos. Momento Pegasus / NSO Group.

Todos siempre contra todos.

Las guerras ciber y las guerras antiguas, sucias, se complementan. Una cosa va con otra. Siria, Libia, Mundo.

La IA avanza en vano: aquí está en nuevo modelo de lenguaje de OpenAI, que lo hace casi todo a una orden de voz.

En vano porque aun no soluciona el Gran Problemón del Pandemonium. Tenemos prisa, hambre, angustia, etc.

Problemón bio y eco: salud y economía.

La IA y la computación cuántica tienen que acelerar. Las vacunas las harán ellas, y no sabremos cómo las hacen.

Pandemonium Total Segunda Fase. Queriamos que pasara rápido, tal como venía pasando todo hasta ahora… tan rápido que se ha quedado. Al querer salir a toda costa lo invocamos de nuevo. El virus se crece en nuestras ansias.

Para eso están l@s presis de la Unión Europea prolongando sus sesiones, que no salgan hasta que obtengan un buen acuerdo para tod@s.

Al lado de lo que viene, ya está viniendo (todo parado, SHOCK TOTAL), la polémica de la in-cultura de la cancelación y el manifiesto de Harper’s es una broma. Qué lujo… necesario.

Por eso es tan importante que la UE saque algo bueno y bien pensado de esta cumbre, que no salgan de allí hasta que no acuerden una acción común (bis).

En este asunto no les falta razón a los que piden control de qué se hace con el dinero. Que la UE vigile y supervise y que las autoridades locales (nacionales) no puedan destinar los fondos a sus chanchullos.

La corrupción, la ineficiencia y el uso partidista de todos los recursos nos han escaldado. No nos fiamos. Esos tres factores –corrupción, ineficiencia y uso partidista de recursos– están muy vivos. Se retroalimentan.

Los presis de la UE han de estar confinados hasta que acuerden un pack óptimo. Este desastre no puede esperar a septiembre.

 

https://www.letraslibres.com/
mexico/revista/
ya-se-puede-pedir-lo-que-se-quiera

Un doc interesante sobre el origen del SARS-CoV2

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La final de la Champions de la Unión Europea

La cumbre UE es la final de Champions y Eurovisión juntos. Todo en un pack: aburrido y apasionante.

Y todos han de ganar/perder. Es emocionante, aunque no se entienda.

O por eso mismo.

La intuición y las demostraciones de Anu Bradford en su Efecto Bruselas desvelan el poderío de la UE por el mundo: un poder blando, pero impecable, legal, que crea un modelo universal.

Las regulaciones de la UE en defensa del consumidor/ciudadano se imponen por esos mundos.

Nadie las hace tan bien, tan pelmazas y tan protectoras. A veces los burócratas se equivocan, o ceden ante los lobbis, etc. Pero a la larga crean hábito, escuela, estándares:

La tesis de Anu Bradford se demuestra esta misma semana con la sentencia del TJUE sobre la forma de enviar datos de europeos a USA: el alto tribunal europeo la ha anulado. Caos y lío digital. Pero la ley hay que cumplirla. Y USA pasa de exquisiteces.

Todos los países echan mano del programa espía que se ha vuelto a poner de moda. Cada revelación de pinchazos dispara las ansias de la clientela.

Hasta lo de Apple (13.000 millones) mola. Garantismo y regulación en un mundo enloquecido que funciona sin normas.

La cumbre disputa entre crédito o transferencia, todo es deuda, la proporción es la clave: deuda individualizada o sindicada.

La inyección covídea de Bruselas se debate en el mismo bloque del presupuesto. Digitalización, cambio climático, vida social sana…

El lío es lo nuestro.

Que la UE no se rompa. Polonia ya está con un pie fuera de la ley, etc. El grupo de Visegrado juega aparte. En la liga populista.

En Polonia hay partido: ganó el autoritario por los pelos. (No sabemos si ha intervenido Facebbook como cuando lo de Cambridge Analytica). No sabemos nada. De ahí el afán por espiar.

Aun así la UE es lo único que da cierta esperanza en un mundo de autoritarismo brutal. Suerte que a Trump el sistema USA, bien contrapesado, no le ha dejado más que tuitear, que ya es bastante. Y algunas locuras. Y China… en fin. India, Rusia, Turquía…

Guerra fría ardiendo por esos mares y fibras; hackers y crackers de Estado.

De momento, mientras discuten en Bruselas, nos quedamos con la señora Merkel, que lo va a intentar.

A ver si no les sale tan mal como la otra vez, en el crack del año 8, con los PIGS, que casi nos matan.

Ánimo con todo. La final va a ser larga.

 

 

Reino Unido seguro al 95% de que Rusia intentó hackear la vacuna. (The Guardian)

 

 

 

 

 

Emotivo homenaje de Estado a víctimas y trabajadores esenciales

El homenaje de Estado en memoria de las víctimas de la Covid 19 y de reconocimiento a los trabajadores de los sectores esenciales ha sido emotivo, sobrio y ha contado con la presencia de todos los presis autonómicos, además de las máximas autoridades de la Unión Europea (vídeo al final; las fotos son capturas del mismo Youtube. En la imagen superior, el Rey Felipe VI escuchando el himno nacional).

Ha habido una tregua política de tres cuartos de hora: Pablo Casado ha declarado a la salida que no se sabe cuántos muertos hay. Han faltado Vox, ERC, EH Bildu y la CUP.

De los expresidentes, Felipe González excusó su presencia. Aznar llevaba la bandera de España en la mascarilla. Revilla, presi de Cantabria, lucía a toda mejilla la enseña de su región.

Al igual que en el homenaje anterior, al juntar dos cosas en una se cancelaban ambas: memoria de víctimas y reconocimiento a los trabajadores esenciales. Mitad y mitad. Un equilibrio entre lo que se pierde y lo que se queda.

Recordar para siempre y poder olvidar es lo mismo.

Por todas partes hondo simbolismo.

Ha sido un homenaje de Estado con presencia de la Unión Europea y de las autonomías. Un completo.

El orden al depositar las flores –el Rey y su hija mayor– ha servido para recordar el orden sucesorio de la Corona. Si un acto está bien organizado ya revela el futuro.

Iglesias llevaba el traje arrugado por detrás. Los invitados que no eran representantes del Estado soportaban una cinta con una tarjeta colgada del cuello que les delataba como eventuales.

En un momento de alta tensión máxima por esto y lo otro y lo de más allá (Tenerife a oscuras) el acto ha sido de gran utilidad para el país: le ha dado un poco de unidad y tres cuartos de hora de calma.

En ese sentido se puede decir que ha sido el último servicio de los que se han ido en estos meses que, como ha recordado el Rey Felipe VI en su discurso, tantos servicios han prestado. Por citar uno:

“Unas vidas que cambiaron el rumbo de nuestra historia, afirmaron la libertad y la tolerancia y construyeron día a día el edificio de nuestra convivencia democrática.»

El acto ha servido también para dar ejemplo profiláctico pues todos llevaban la preceptiva mascarilla, que aun es voluntaria en muchas comunidades. Al pasar a saludar a la fila el Rey ha charlado con Javier Lambán, presi de Aragón, y ha intercambiado unas palabras con el ministro Illa.

El homenaje de Estado ha sido beneficioso hacia dentro y muy exportable hacia el exterior, donde también arrecia la pandemia. Se ha recordado a América, así en general, y el minuto de silencio ha estado precedido por un poema de Octavio Paz, en voz de José Sacristán.

Todo ok.

El Estado con sus CCAAs y la Unión, y el cuerpo diplomático, y sociedad civil, por primera vez al completo en un acto oficial en Madrid.

La reina Letizia, escuchando el himno nacional.

La presidenta de la Unión Europea, Ursula von der Leyen, tras depositar la flor

 

 

 

 

Esperando órdenes para acatarlas sin rechistar

Estoy en medio del pandemonium, donde más casos hay.

Miro a cien personas que pasean, de todas las edades: todas llevan mascarilla.

Ayer había un 20% sin tapar.

Esperando al virus asesino, recelamos del mundo.

Esperando instrucciones, a lo que mande la provincia, el sindicato, la Unión Europea, la comarca, lo que sea.

Todas las teles se han vuelto locas, los mapas están confundidos.

En Mongolia un chico de 15 años ha muerto de peste bubónica por comer una marmota infectada (The Guardian).

Los brotes renuevan la distopía cada hora, suenan las campanas como en la edad media, solo falta el carretón de los fiambres.

Hay que sujetar los relámpagos neuronales que aterrorizan, hay que calmarse, evitar los focos –¿dónde?– y salir lo menos posible de la madriguera.

Marmotas. Es el día de la ídem. Estamos en marzo. USA rebrota entera, medio mundo se consume de miedo y fiebre.

Un diario ha titulado así: «Julio se parece a marzo (…)» ¡Qué noticia!

Mejor el miedo que la fiebre.

Por suerte Sánchez va por esos ultramundos europeos a pecho abierto, protegido solo con la corbata que le dejó Rajoy en el cajón vacío de los secretos de Estado.

Nixon mandó grabar todo lo que se hablaba en su despacho para la posteridad, un precursor de la transparencia aplazada; tanto le gustaban los micros que grabó también al partido de la oposición. Y se tuvo que ir watergatemente.

Ahora no le hubiera caído ni un breve, la pena breve de un ladillo fugaz.

Ahora la escucha es universal y snowdeniana. ¿Qué se sabe de Assange? Nada, ha desaparecido en las catacumbas del imperio.

En tiempos de Villarejo…

Estamos en la nueva guerra fría, con Huawei y eso, pero dentro de la misma pandemia, aunque el virus muta por horas.

Europa guarda silencio a voces.

La vacuna cara estará enseguida, la barata ya veremos.

Estamos en el día de la marmota. En Mongolia.

Leyendo las instrucciones de los envasados en letra de cuerpo 6. Si fuera más pequeña sería el átomo.

En medio del foco. Y ni un dato bueno sobre nada, todo a ojo.

Suerte que Sánchez va por el mundo europeo con la corbata de Rajoy, que se fumó un puro en la Quinta de Palmira, ah, no, en la Quinta Avenida de Nueva York.

Dentro del margen de maniobra (nulo) de un presi español, mejor Sánchez, que es más joven y habla inglés (o a él se lo parece). Rajoy no hubiera aguantado estas monsergas. Para obedecer a las troikas vale cualquiera.

Sánchez prepara el cepillo para la cumbre, al calor de Merkel, que no calienta pero da sombra; la UE amenaza un poco a los jansenistas que cobran pocos impuestos, hacen dumping a los socios, etc.

En icí, dos encuestas dicen lo contrario, pero como no las han respondido las mismas personas, no hay conflicto.

Cuidado ahí fuera, Sánchez.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Cada minuto hay que buscar una distracción para no afrontar los hechos

Como cada mes aprox parece que el país se hunde sin remedio. Grandes alarmismos nos aprietan el gaznate.

No hay dónde asomarse. Todo se tambalea. Sánchez va por las cancillerías a pedir un respiro. Holanda no perdona el Mundial del año 10. Ni lo de antes.

Países enteros son paraísos fiscales, infiernos fiscales. Como en todo, conviven dos modelos: depredadores, víctimas y grupo mixto.

En fin. Todo lo demás sigue igual o peor. La pandemia wuhanita rebrota por doquier.

El mapa de las fases y máscaras va adelante, a pesar de los escollos judiciales. Un caos apilado en capas. Cada día sale algo que lo complejiza todo.

Cada minuto hay que buscar una distracción para no afrontar los hechos.

Como cada mes, el país se hunde, pero seguimos esperando la esperanza. De varios tipos:

-La innovación sorpresa del capitalismo, puede ser un remake, cualquier chuchería… o algo nuevo… ya no puede tardar.

-La intervención de la UE: que Merkel se cabree y haga algo para embridar a los díscolos diminutos evasores, etc.

-La cultura de España (por desarrollar).

Respecto a la UE es muy interesante el enfoque de Anu Bradford, que demuestra la influencia decisiva de la Unión en el mundo por la vía de la regulación de defensa del ciudadano/consumidor. Carlos Barragán publica en El Confidencial una entrevista con ella.

Anu Bradford ha pillado una veta buena, ha encontrado algo. Genial.

Como cada día todo se hunde y luego sale a flote de milargo. La vida eólica cuántica del Pandemonium exige mucho temple.

La catedral de Estambul Constantinopla ha sido mezquitada. A los dioses respectivos no les importa este vaivén de marketing.

El Papa, tan desaparecido en sus dos versiones, daría un buen titular si abriera San Pedro a otros cultos.

Como cada hora, todo se derrumba y se crackea, pero luego llega un whatsapp amable y se remonta. Hasta el infinito y más allá.

En icí:

Las elecciones han encumbrado a los nacionalistas gallegos & vascos. El fiasco de UP no aplaca los clamores sistémicos.

Con algo hay que entretener la propia inanidad.

Las culpas se reparten… hasta que se diluyen. Al final la culpa es de la sociedad española o algún otro ente carne del CIS.

¡Otro minuto!

Habrá que buscar un algo para rellenar el siguiente. No sea que se presente la realidad y…

 

 

¿Dónde es obligatorio llevar qué cuándo?

La productividad legal sobre la mascarilla es abundante. La jurisprudencia española, ya muy nutrida, ahora podría ahogarnos.

Este medio –20Minutos– ha tenido que publicar un mapa para aclarar las cosas. Llévelo siempre encima.

Como cada comunidad promulga a su bola, pasar de una a otra va a ser un lío.

Al derecho sucesorio, horarios de grandes superficies y otras cien mil variables hay que añadir el uso de la prenda covídea.

Esto se complica con la diversidad de cuerpos policiales y similares. ¿Los guardabosques pueden multar por ir a cara descubierta?

Si la autoridad central, el gob propiamente dicho, quisiera legislar para todo el país, no podría.

Primero, porque las competencias sobre mascarillas han sido transferidas de facto (aunque siempre puede haber dudas).

A ver qué dice el TJUE de Estrasburgo. Cada Audiencia Provincial tiene su librillo.

Segundo, porque el gob está ocupado en otros asuntos como… llegar a fin de mes.

Luego, tras las elecciones de Galicia y País Vasco los nuevos gobs, aunque sean los mismos, querrán legislar. Y como ya no quedan ámbitos legislables (los hemos agotado), se volcarán a la zona mascarillas.

Sería chulo comparar los decretos u ordenanzas de todas las ccaa’s sobre el asunto. Derecho comparado covídeo.

 

 

A los afectados por Covid no se les puede privar del derecho al voto

Elecciones en Galicia y País Vasco. No dejan votar a los que han de estar en cuarentena. Pero el derecho al voto es esencial, no se puede eliminar por covid. Esto puede invalidar las elecciones. Puede ser una idea para Trump.

Galicia ha optado por decir a sus 300 afectados por Covid que no pueden ir a votar pero que no vigilará si quebrantan el aislamiento.

El País Vasco ha sido más explícito: los afectados no podrán votar y si lo hacen incurrirán en un delito.

Juristas recuerdan que el derecho al voto es fundamental, y que no puede ser anulado sin más. Lo mejor habría sido darles una alternativa, que la UME, o ZARA o Mercadona acudieran con las debidas precauciones sanitarias con una urna especial a las casas o centros donde se hallan confinadas estas personas.

Más vistoso sería que las respectivas juntas electorales fueran casa por casa en comitiva o procesión, portando una urna y la lista de los que han dado positivo, para que pudieran votar.

Repetir las elecciones sale carísimo.

 

Aragón también exige mascarilla obligatoria. El Mapa Metafísicológico de España se complica.

 

 

Mamma mía qué distopíaaaa:

 

Ahora saldrá lo mejor de España

España se divide ahora por mascarillas: zonas de mascarilla obligatoria, voluntaria o mixta.

Zonas bajo multa de 100 € al que pillen sin la prenda que ya nos define.

La diversidad de las CCAAs crece más que la población: cada comunidad ha promulgado cientos de leyes sobre las cosas más variadas. Toda la vida y sus accesorios está regulada por doce mil preceptos incompatibles, confusos, a veces contrdictorios.

Es el ambientazo español, el juego de las identidades cruzadas.

Esta exhuberancia de leyes y organigramas se colma con la burocracia de la era covídea, fases, multas, máscaras, confines.

La definición de cada estado se mueve a espasmos: inmunidad, anticuerpos, serológico seráfico, asintomático…

¿Cuál es el mínimo asintomático exigible en cada CCAA? ¿Cómo debe calibrar el agente la eficacia del tapabocas? ¿Están homologados los baremos? ¿Y los criterios?

En Galicia y País Vasco se celebran mañana elecciones, pero habrá ciudadanos que no podrán votar porque están en brotes o rebrotes.

El DNI, al ser un objeto pringable (susceptible de transportar bacilos, bacterias…) es intocable.

Y las urnas, que serán desinfectadas por la unidad de guerra bacteriológica con el trapo del polvo.

Así que el Mapa Metafísico de España, MME, obra en marcha, embrión en ciernes, se abarroca cada día un poco más, pues el virus desafía el afán legislador. Se barroquiza.

Échale un dron al genoma.

Estamos en plena contrarreforma, ¡y sin haber comenzado la reforma!

Lutero, Calvino y Zwinglio. Las hijas del Cid.

España ha estado confinada ensimismada en la era posmoderna (¡y antes, desde 1800!) hasta la fecha.

España ha sufrido en silencio su hemodiálisis diaria. Ya vale.

Los últimos 40 years han sido como un entrenamiento para salir al mundo. Prisioneros de nuestras monsergas inexportables.

A lo mejor la era covídea que estamos estrenando nos ayuda a expandir el brío secularmente contenido. El mundo no ha visto nada.

Al obligarnos a cancelar las tradiciones (despeñar una cabra en fiestas, alancear toros, matarnos de vez en cuando) el Pandmonium nos estimula a crear o remiexear algo mejor.

A ver pues.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Momentos tan delicados que casi no se notan

Apenas se puede decir nada sobre nada, excepto que pase algo lejos. Pero nada está lejos. Hay hasta un manifiesto para reivindicar la minilibertad de expresión. Juan Soto Ivars lo explica en su artículo de hoy.

La censura etérea nos deja en un paraje orwelliano, OrbeOrwell (OO, o cero-cero). Esto ya venía de atrás, como todo, pero en el mundo covídeo se ha agudizado.

En el mundo covídeo apenas hay nada que hacer, es un postmundo zenificado en el que se trata de conservar la energía, si la hay, y esperar en la quietud extrema.

A esta multicensura «cultural» se añade la de siempre, más o menos innombrable. Juntas, forjan un virus cerebral, un tapón.

Pensar en secreto produce migraña o jaqueca, según lo pensado.

Orwell (1984): Doblepensar.

Tap tap tap.

Momentos tan delicados que casi ni se notan.

Que pase el tiempo y a ver si vuelven los 83 millones de turistas, esa población flotante que es la esencia de España, y la que ha evitado la cainidad.

Que alguien compre un coche, o algo, lo que sea.

España se vertebra por el turista, que no quiere independendizarse cada año ni evade.

Lo demás mejor ni mencionarlo. Está todo con pinzas. Nadia Calviño, ay, cuando aquel Samaranch tenía el COI en la mano.

España ha perdido el poder del mangoneo. Y la costumbre. Todo tiene un ritual, un engrase, un agasajo y un mamoneo.

Hasta la costumbre de las comisiones se ha perdido, ahora es hasta de mala educación.

Hasta Trump va a ser confinado al fin… el Supremo de Allí le obligará a mostrar sus cuentas… sexuales (las cuentas siempre son sexuales). Pero será ya después de las eleccs de noviembre.

El alcalde de Seúl, que dijo a mitad de junio que nada volvería ser igual

“Debemos sacudirnos la fantasía de que podemos volver al pasado al que estábamos acostumbrados”.

Y eso. En USA los indios van a recuperar sus reservas, la jurisdicción. Han esperado a que casi no quedaran indios.

Ni búfalos. Una vez que el cine agota un tema ya se pueden restañar las heridas culturales, coloniales, etc.

España, entretanto, se une y se divide de una forma nueva, inesperada: por la mascarilla.

Las CCAAs, y aun las provincias, han encontrado una forma de ser diversas, una nueva postidentidad cultural: la mascarilla, con o sin multa.

Pero eso lo dejamos para el finde.

Gracias.

 

OO 00

Que nadie diga nada mientras tanto si eso

 

La mascarilla se instala también dentro del cerebro, signo de la censura orwelliana difusa.

Hombre con traje durmiendo en la calle

Atención a lo que venga, que ya está viniendo… y no lo veo.

Quizá hemos de prepararnos para un punto más de disrupción… social…

Y tecnológica, y de negocios. y biológica (sí, más virus, mismo virus evolucionando ante nuestras mascarillas *). Todo unido.

Estamos un poco en prevengan, reservando fuerzas, aprendiendo a callar, a no oír, a no ver. Zen absoluto del Pandemónium.

Estricta nada, ahorro energético íntimo, menos calorías, menos humo(s).

Un poco menos de casi todo.

 

Aparte de estas microtendencias colosales y un poco secretas que cada cual confina en su pecho, está la procelosa Actividad Cero.

Agitación browniana

Mucha polémica de relleno por subsectores ya rebasados por el Pandemónium. El pan del diablo.

Todos queremos existir y, a la vez, desaparecer.

La contradicción humana covídea. Un hombre con traje y zapatos de marca durmiendo en la calle, justo en el centro.

Haces como que no lo estás viendo

Pero luego se te aparece

Una y otra vez

 

Y la multa en Cat por no llevar mascarilla, cien euros. Así se financia una vacuna.

Esas multas, como las del estado de alarma, son incobrables, están en el limbo del límite.

Cómo estará todo que hasta Trump y AMLO se dan la mano. Un muro de amistad.

Puñales fraternos. China vs Australia. China vs India. Uigures. Tibetanos, hongkongeses… Arabia Saudí. Por decir algo.

Suerte que Angela Merkel empieza a mandar (poco) en la UE, seis meses de merkelismo, y empieza hablando de derechos humanos y eso.

 

*

Tras el coronavirus wuhanita, aun sin determinar, vienen nuevas remesas. Ha abierto la veda, grandes negocios, subida de acciones por una frase. Conocemos el genoma y no sabemos nada, eso ha pasado con el Genoma Humano, todo esconde algo más («al fondo hay sitio»). Habrá virus de diseño que vendrán ya con la vacuna puesta, todo en un pack monstruoso. Y caro.

Entretanto, por el lado bueno…

El investigador Carlos López Otín seguro que está a punto de descubrir algo bueno contra esta pandemia. El genio humilde, cajaliano, es la gran esperanza.

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Científicos en esta videoconferencia que empieza a las 12:
Juan Calatayud, neurocirujano y coordinador del Grupo de Investigación Asociado al IIS de Aragón (Instituto Investigación Sanitaria de Aragón) y Alberto Jiménez Schuhmacher, investigador, jefe del Grupo de Oncología Molecular del IIS protagonizan la videoconferencia Investigación y asistencia sanitaria: presente y futuro enmarcada dentro del ciclo Retos para el futuro