Veinte Segundos Veinte Segundos

El big data del alma

Cada minuto hay que buscar una distracción para no afrontar los hechos

Como cada mes aprox parece que el país se hunde sin remedio. Grandes alarmismos nos aprietan el gaznate.

No hay dónde asomarse. Todo se tambalea. Sánchez va por las cancillerías a pedir un respiro. Holanda no perdona el Mundial del año 10. Ni lo de antes.

Países enteros son paraísos fiscales, infiernos fiscales. Como en todo, conviven dos modelos: depredadores, víctimas y grupo mixto.

En fin. Todo lo demás sigue igual o peor. La pandemia wuhanita rebrota por doquier.

El mapa de las fases y máscaras va adelante, a pesar de los escollos judiciales. Un caos apilado en capas. Cada día sale algo que lo complejiza todo.

Cada minuto hay que buscar una distracción para no afrontar los hechos.

Como cada mes, el país se hunde, pero seguimos esperando la esperanza. De varios tipos:

-La innovación sorpresa del capitalismo, puede ser un remake, cualquier chuchería… o algo nuevo… ya no puede tardar.

-La intervención de la UE: que Merkel se cabree y haga algo para embridar a los díscolos diminutos evasores, etc.

-La cultura de España (por desarrollar).

Respecto a la UE es muy interesante el enfoque de Anu Bradford, que demuestra la influencia decisiva de la Unión en el mundo por la vía de la regulación de defensa del ciudadano/consumidor. Carlos Barragán publica en El Confidencial una entrevista con ella.

Anu Bradford ha pillado una veta buena, ha encontrado algo. Genial.

Como cada día todo se hunde y luego sale a flote de milargo. La vida eólica cuántica del Pandemonium exige mucho temple.

La catedral de Estambul Constantinopla ha sido mezquitada. A los dioses respectivos no les importa este vaivén de marketing.

El Papa, tan desaparecido en sus dos versiones, daría un buen titular si abriera San Pedro a otros cultos.

Como cada hora, todo se derrumba y se crackea, pero luego llega un whatsapp amable y se remonta. Hasta el infinito y más allá.

En icí:

Las elecciones han encumbrado a los nacionalistas gallegos & vascos. El fiasco de UP no aplaca los clamores sistémicos.

Con algo hay que entretener la propia inanidad.

Las culpas se reparten… hasta que se diluyen. Al final la culpa es de la sociedad española o algún otro ente carne del CIS.

¡Otro minuto!

Habrá que buscar un algo para rellenar el siguiente. No sea que se presente la realidad y…

 

 

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