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Entradas etiquetadas como ‘crisis’

«¿Quién se cree el discurso de Rajoy?»

Por Francisco Javier España Moscoso

Que sí, que he tenido que meter en el congelador la tarjeta Visa porque de tanto pasarla por los datáfonos ha estado a punto de entrar en combustión espontánea y lo peor es que la semana que viene me hago análisis de sangre y a saber cómo tendré el colesterol.

Rajoy, en Panamá (EFE)

Rajoy, en Panamá (EFE)

El caso, es que impregnado de aquel discurso triunfalista que dio Rajoy en la Cumbre Iberoamericana, he intentado hacer lo propio y me he gastado lo mío y seguro que lo de media docena de españoles, a la espera eso sí, de contribuir con la economía patria, pero no ha sido posible.

Por un lado, la Confederación Española de Comercio echa un jarro de agua fría diciendo que en Navidad solo ha habido una leve mejoría con relación al mal dato de 2013. Por otro, en Europa se oficializa la recesión económica, o sea que esto no hay quien lo levante. ¿Por qué me tendría yo que creer el discurso del Presidente?

La ‘inocentada’ de Rajoy

Por Teresa Herrera Romeo

Yo creía que todavía no era el día de Inocentes, decía un ciudadano al oír que Rajoy declaraba que 2014 fue el año de la recuperación.

Mariano Rajoy (JUANJO MARTÍN / EFE)

Mariano Rajoy (JUANJO MARTÍN / EFE)

En otro lugar hemos visto “se busca timador en serie”, bajo la foto de Rajoy en un mitin, exhibiendo el  lema “lo prometido es deuda”.

Deuda interna que ha  resultado ser más gravosa aún que la externa que  nos han impuesto.

Así es lógico que haya adelantado su inocentada para sorprender a los aún demasiados  ciudadanos que todavía confían en él. Al implantarse la democracia, los ingleses decían: “hay que educarlo o soportarlo”.

Con razón Rajoy ha puesto en Educación al ministro peor valorado, de Wertgüenza, para  conservar e incluso crear nuevos inocentes y así soportarle más tiempo.

 

«Los hijos que se nos van»

Por Enrique Chicote

Pocos tragos hay más amargos para una familia, que alguno de sus miembros se vea en la necesidad de abandonarla para buscar trabajo fuera de su país durante un tiempo indeterminado y, por tanto, con la zozobra que conlleva la incertidumbre de no saber, ni por cuanto tiempo, ni la magnitud de los obstáculos que encontrará al llegar a su destino.

Fotograma del video de JSF

Fotograma del video de JSF

Cuando son nuestros hijos los que se van, además del desgarro de la separación, es inevitable sentir que los esfuerzos realizados de todo tipo no han recibido la recompensa esperada después de muchos años de sacrificio.

No es admisible que por culpa de un gobierno de tres al cuarto enfrascado en sus miserias, incapaz de crear las condiciones sociales y económicas suficientes para empleo de mínima calidad, los padres debamos renunciar al calor de nuestros hijos, y ellos vean frustrado su proyecto de vida en el país donde nacieron, se formaron y han vivido sus años de juventud.

Reflexiones sobre la pobreza en España

Por Sofia Pérez

¿Pagaremos por buscar en la basura?

Estimado Alcalde de Sevilla:

Soy una niña de 14 años que vivo en Madrid y como usted comprenderá no sé mucho de política pero lo que usted y sus consejeros han hecho de multar a las personas que hurgan en la basura me parece indignante.

¿Usted cree que a ellos les gusta hacer eso o a usted le gustaría hacerlo en su situación? La respuesta es NO. Pero lo hacen porque es lo único que les queda y además tienen una familia; era el único recurso que tenían para sobrevivir pero gracias a usted Señor Alcalde ya no tienen ni eso.

Un grupo de personas rebusca en un contenedor de basura. (GTRES)

Un grupo de personas rebusca en un contenedor de basura. (GTRES)

Son personas con riesgo de exclusión social aunque más de la mitad ya lo está.

Pero es que además de prohibírselo le hacen pagar multas que no pueden ni afrontar porque cómo van a pagarlas si casi no tienen dinero para alimentarse a ellos y a su familia, que es esa la razón por la que van desesperados a un cubo de basura a ver si encuentran algo porque ustedes no les dan soluciones.

Que son personas como usted y como yo, pero la diferencia es que usted les tacha de nómadas.

Gracias a medidas como la de usted tenemos a cada vez más personas en el umbral de la pobreza y somos el tercer país rico con más niños pobres detrás de Grecia y Letonia y el número de niños pobres ha aumentado un 800.000 durante la crisis.

Que ahora gracias a políticos como usted está el país como está y que muchos brotes verdes pero esto es un túnel sin salida y hablo por todos los excluidos socialmente cuando digo que nosotros no hemos elegido vivir esta situación.

A mí eso me parece horrible y si yo fuera usted haría una ley pero no como la suya si no una que les obligara a esos señores a ir a un comedor social todos los días hasta que encontraran recursos para seguir adelante. Además, sabiendo todas las cifras de niños pobres y los escándalos que están salpicando a su partido, se me caerían los pelos del sombrajo, pero claro usted eso no lo comprende, ya que usted y su familia no está ni de lejos a que le suceda todo eso.

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Por Manuel Giménez

La pobreza, números poco científicos y creíbles

Según Cáritas, en España hay casi 12 millones de personas excluidas y 30 millones de personas con carencias económicas. Sería deseable que nos explicaran el criterio estadístico mediante el que establecen esos datos ; que nos dijeran en euros cuando consideran que una persona está excluida o tiene carencias.

A mi me parecen números poco científicos y poco creíbles. Vivo en Villaverde, uno de los barrios más deprimidos de Madrid, y ni siquiera aquí tengo la percepción de esos exagerados porcentajes.
¿Que opinarían de ese informe los 3.000 millones de personas que en nuestro planeta viven con menos de dos dólares al día? Eso sí es pobreza, eso sí son carencias.

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Por Enya Vázquez Guirao

Desayunos solidarios

Cada domingo a las 9:00, un grupo de jóvenes se reúne en la Puerta del Sol de Madrid con termos de café, leche y bolsas con comida.

Una mujer da limosna a una persona en Madrid (GTRES)

Una mujer da limosna a una persona en Madrid (GTRES)

Se trata de voluntarios y voluntarias que dedican su mañana a pasear por el centro de la ciudad en busca de gente que vive en la calle para ofrecerles un desayuno caliente y unos minutos de compañía.

Divididos en grupos de 5 o 6 personas, caminan por los rincones de Lavapiés, Ópera o Gran Vía, donde se esconden cientos de personas que necesitan atención y miles de historias que merecen ser escuchadas.

Quisiera expresar la admiración que siento por todos aquellos que participan en iniciativas de este tipo, ya que este pequeño gesto significa mucho para aquellos que lo han perdido todo y se ven en riesgo de exclusión social.

Con estos desayunos solidarios consiguen arrancarles una sonrisa, y les animan a creer que cualquier noche puede salir el sol. Gracias por esa lección de solidaridad y humanidad.

Es demasiado sencillo robar en el campo

Por Elisabeth Moreno

Jornaleros trabajando en unos cultivos. (ARCHIVO)

Jornaleros trabajando en unos cultivos. (ARCHIVO)

La semana pasada me robaron en la finca en la que estamos alquilados. Se llevaron todas las máquinas de valor, en total calculo que nos quitaron alrededor de 2.000 euros.

Fuimos a denunciar el robo y lo único que se le ocurrió decir al agente de la Guardia Civil fue: darlo por perdido… «Estupendo», pensé. Pero si mis apellidos fueran conocidos, seguramente se esforzarían un poquito más.

No solo robaron máquinas para el cultivo sino que también robaron el trabajo de toda una temporada, nuestra comida y parte de nuestro ocio. Gracias a Dios dejaron a las gallinas en su sitio, pienso que fue porque en su furgoneta ya no les cabían más enseres puesto que no fuimos los únicos perjudicados —el resto de fincas que comunican con la nuestra también sufrieron estos hurtos—.

Como desconfío de la capacidad de la policía para encontrar los objetos robados, a no ser que se los encuentren de frente y los ladrones se delaten, lo expongo aquí más bien para desahogarme que otra cosa.

Todo el mundo sabe que es injusto pero ¿no se podría evitar esta clase de robos en el campo? Seguro que si volvemos a comprar máquinas o algo de valor, lo volverán a robar y nosotros volveremos a escuchar el mismo argumento por parte de los agentes. Robar en el campo se puede convertir en un pasatiempo, es demasiado sencillo y se pueden hacer pocas cosas legales para remediarlo.

La crisis está provocando que aumenten estos hechos, pero eso no es excusa ni un pretexto para seguir haciéndolo.

¿Quién está saliendo de la crisis?

Por Mª Teresa Hernández

Quizás este martes los datos del paro le devuelvan al señor Mariano Rajoy a la dura realidad, después de haber sacado pecho delante de sus amigos y amigas el pasado fin de semana en Valladolid.

Cola en una oficina de empleo. Foto: GTRES

Cola en una oficina de empleo. Foto: GTRES

¿Por qué no saca pecho delante de la ciudadanía y, en lugar de mandar callar al líder de la oposición, nos cuenta él mismo todas esas cosas que estamos deseando saber? Posiblemente los datos le impiden envalentonarse y presumir ante los españoles y españolas de a pie, que somos los que realmente estamos sufriendo la crisis y los recortes.

Terrible dato del paro otra vez, a pesar de su optimismo, a pesar de que se empeñan una y otra vez en repetirnos que ya no hay recesión y que estamos empezando a crecer, a pesar de que insistan una y otra vez que todo está mejor.

Me hago una pregunta: ¿para quién?, ¿quién está saliendo de la crisis? Está claro que es difícil que alguien salga de un lugar en el que nunca ha estado.

Ojalá estuviéramos en la situación de 2011, antes de la llegada al Gobierno de estos católicos, porque desde entonces nos hemos dejado muchas cosas por el camino. Entre otras, más de un millón de nuevos desempleados y desempleadas, por no hablar de sanidad, de educación, de pensiones (esas líneas rojas que nunca iban a rebasar), de servicios sociales, de salarios, de subida de impuestos, de derechos laborales… ¿Realmente creen que estamos mejor que entonces?

Pero bueno, como dijo Esteban González Pons: “una vez salvada la prima de riesgo, vamos a salvar a las personas”. Deberíamos estar obligados a cambiarlo.

Rescate y orgullo

Por Enrique Chicote

El presidente del Gobierno, Mariano  Rajoy. (EFE)

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. (EFE)

Desde que he oído al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, decir que los españoles nos hemos rescatado solos, se ha despertado en mí una sensación de orgullo personal solo comparable al momento en que aprobé el último año de la carrera y mi novia me lo premió con un beso.

Qué quieren. Me enorgullece saber que me he rescatado a mí mismo a base de vivir peor y que estoy contribuyendo humildemente a tapar los agujeros de la banca y a que las grandes empresas del IBEX vuelvan a la senda de los magros beneficios. No importa que para ello el Gobierno me haya obligado a cobrar menos, pagar más por las mismas cosas que compraba antes, pasar algo de frío en casa, limitar mis salidas al cine o renunciar a viajar de vez en cuando. Pensarán que la mía es una forma algo rara de enorgullecerse, pero todo lo que pasa es tan extraño…

¿Por qué 2013 tenía que ser un mal año?

Por Manuel Nogueras Tamargo

Analizando las 12 campanadas de fin de año, casi todas las cadenas  de TV despedían 2013 como un mal año. Deseando que se marchara para que entrara el 2014.¿Por qué 2013 fue un mal año? ¿Por la crisis, por el paro, la emigración para buscar trabajo, por el despido de miles de trabajadores, por la reforma laboral, por la subida del IVA?

La Puerta del Sol de Madrid durante las campanadas de fin de año  (Kiko Huesca / EFE)

La Puerta del Sol de Madrid durante las campanadas de fin de año (Kiko Huesca / EFE)

¿De verdad que aún podemos creernos que 2013 ha sido un mal año? Estamos en 2014 y yo aún sigo viendo en el mismo sitio a corruptos, a los que dijeron que no cambiarían nada y lo cambiaron. ¿Será 2014 otro mal año?

 

Sin trabajo no hay dignidad

Por Agustín Arroyo

El papa Francisco. (EFE)

El papa Francisco. (EFE)

Lo acaba de decir alguien tan lejano a mis intereses como el Papa Francisco. Y lleva razón. Por tanto, podríamos colegir que un país como España con más de una cuarta parte de su población activa en paro y la mitad de sus jóvenes fuera del mercado laboral  a su pesar, es un territorio con una cuarta parte de su dignidad erosionada gravemente o inexistente.

El actual gobierno hace reiteradas loas autocomplacientes de sus quirúrgicas reformas. Dicen y aseguran que los dos años que quedan de legislatura serán de crecimiento, y en ellos se recogerán los frutos maduros de su política de choque. Que nadie crea, ingenuamente, en esta lluvia de bondades que se nos prometen. De hecho, las declaraciones de Guindos y Montoro sobre la rebaja de impuestos se van posponiendo, ahora ya hasta 2017, cuando la habían prometido en los horizontes del 2014 y 2015. Sí se recuperan las cuentas y balances de los grandes bancos y los sueldos de los ejecutivos y altos consejeros se mantienen o siguen creciendo. El resto de los trabajadores, nada crédulos y cada vez menos ingenuos ya en nuestra capacidad de aguante y confianza, sabemos que el horizonte es nebuloso y las políticas mutiladoras de los neoliberales seguirán asfixiando nuestra esperanza y nuestra paciencia los dos años restantes.

 

Cada vez más puertas cerradas

Por Loli Sánchez

Son las 5 y media de la mañana, hora algo temprana para estar en pie siendo alguien en paro, pero bastante tarde cuando llevas toda la noche sin dormir a causa de darle vueltas a la cabeza intentando buscar soluciones, acabando por desear un milagro, porque es lo único que serviría de algo. Lástima que escaseen. Soy una persona anónima, en una “mala situación”, como tantas ahora mismo. Una persona con una familia a la que le han dado un plazo de un fin de semana para tomar la decisión de quedarse sin casa, sin dinero, con un crédito por pagar que sería, además, aumentado. Con deudas, y la incertidumbre de si podríamos permitirnos siquiera un alquiler. La otra cara de la moneda sería ejecutarnos la hipoteca, incrementándose cada vez más, ahogando, e incluso, dicho por esos mismos banqueros “que quieren dar facilidades y ayudar”, pasándose en herencia. ¿Quién dijo presión?

Una familia que la componen un padre trabajador, con un aguante insondable, metido en la hostelería desde siendo prácticamente un crío, esa profesión tan infravalorada hoy en día, tan maltratada, que aporta tan pocas cosas positivas y, en nuestro caso, tan pocos beneficios.

Una madre con un corazón que ni ella misma sabe lo grande que es, ama de casa, que agota todas sus energías cada día cuidando de todos nosotros, de quienes más dependen de ella.

Una abuela con alzheimer, la que, por suerte, todavía reconoce casi todo a su alrededor, a su gente, aunque en alguna ocasión repita una y otra vez la misma frase.

Un abuelo de 91 años, un abuelo que perdió a su mujer en esta misma casa después de una larga enfermedad, alguien que a pesar de su edad se da cuenta de las cosas y se lleva esas preocupaciones a su cuerpo y mente.

(ATLAS NEWS)

(ATLAS NEWS)

Y yo, una chica de 29 años sin poder ver un futuro gracias a que tener trabajo es casi una misión imposible, sin poder pensar en una vida propia sin dejar de hacerlo en las personas que más quiero, porque no sé qué va a pasar con ellos. Sin poder elegir, porque cada vez nos cierran más puertas, más oportunidades, más libertades, derechos y caminos en los que progresar como individuo.

Soy alguien cansada de ver cómo los mayores responsables de la situación son los que menos pagan, cansada de que perdonen deudas a gente y empresas con los bolsillos llenos (y algún que otro paraíso fiscal) y no a personas que realmente lo necesitan. Gente que da la espalda a un pueblo que muere, literalmente, porque no miran hacia ellos, porque se ríen en nuestra cara y a lo único que le dan importancia es a aprovechar todo lo que puedan, a los viajes de lujo, a ponerse caretas, a no dar la cara.

Es Navidad, supuestamente fechas de estar con los tuyos, para estar felices y sonreír al mundo, pero yo voy a recordarlas como las segundas más tristes de toda mi vida, recordarlas como las últimas que pasé en esta casa que vamos a perder, donde se han formado recuerdos, donde duele alejarse de ellos a la fuerza.

Y aún tengo que dar gracias, porque sé que hay gente que está todavía peor, que tienen hijos que les parten el corazón al no poderles dar hasta lo más básico. Gente que está en la calle, indefensos, hastiados de tanta injusticia.

¿Dónde están esos derechos de los que habla una Constitución de la que tanto alardean? ¿Dónde se ha quedado la verdad en los que gobiernan para, lo que debería, ser un país próspero?

Están matando personas, ilusiones y futuros. Matando voces que quieren protestar y no pueden porque es “ilegal”. Nos arruinan, tanto en bienes materiales como etéreos, y se van de rositas, intocables, vaciando un lugar que una vez llegó a ser un sitio agradable para vivir.

Vivir… esa gran utopía.