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Entradas etiquetadas como ‘crisis economica’

Inmigrantes sirios y las fronteras de Europa

Por L.F.

Tras la reunión de urgencia del Consejo se ha decidido duplicar los fondos comunitarios destinados a la lucha contra la inmigración ilegal en Turquía, mediante la devolución obligada de inmigrantes sirios desde la frontera europea, sin renunciar a la “manu militari” que ya se usa a través de la OTAN en el mar.

Voluntarios de la Cruz Roja atienden a un grupo de inmigrantes llegados a Ceuta (EP/Cruz Roja).

Voluntarios de la Cruz Roja atienden a un grupo de inmigrantes llegados a Ceuta (EP/Cruz Roja).

Hablar de lucha contra la inmigración aunque se le añada el calificativo de ilegal contribuye a mantener el falso imaginario colectivo que ve la diversidad humana como un riesgo para la identidad europea y, por tanto, legitima la vinculación de inmigración e inseguridad colectiva, idea perversa pero recurrente, sobre todo en tiempos de crisis económica y de empleos como los actuales; o en el mejor de los casos identifica a las personas desplazadas como gentes y grupos ajenos al modelo de convivencia y ciudadanía consolidado, y por lo tanto como una carga para el precario estado de bienestar que nos queda.

Olvidamos que los emigrantes dejan su país, en busca de una dignidad personal que allí no van a conseguir y que aquí les negamos sistemáticamente, creyendo que si mejoran su suerte es a nuestra costa, y no por el esfuerzo extraordinario que asumen desde que decidieron partir.

Se está utilizando, de forma retrógrada, la situación que sufren los desplazados forzosos contra ellos mismos, y como arma arrojadiza contra la libertad personal de todos nosotros. No me parece la conducta más apropiada para una Europa que quiere ser alternativa a los integrismos religiosos y al terror que ocasionan en Oriente Medio.

 

No se puede consentir que la economía global esté al servicio del 1% de la población mundial

Por Pedro Serrano Martínez

En los últimos años se ha hablado mucho de crisis económica, pero, a sabiendas de que el problema no reside en la falta de riqueza en el mundo y de que la desigualdad ha alcanzado niveles intolerables, habrá que comenzar a hablar de crisis de desigualdad.

Un agente bursátil observa la evolución de las cotizaciones de la Bolsa de Madrid (EFE).

Un agente bursátil observa la evolución de las cotizaciones de la Bolsa de Madrid (EFE).

Que el 1% más rico de la población mundial acumule más riqueza que el 99% restante, es inaceptable. Que los grandes beneficiados de la economía sean los que más tienen, es escandaloso. Que los poderes económicos, con la anuencia de la clase política, hayan conseguido legitimar e instalar en el pensamiento colectivo la idea de que, para estimular el crecimiento económico es necesario que las empresas y personas más ricas tengan tipos impositivos bajos para así beneficiar al conjunto de la población, es vergonzoso.

No es comprensible, por poner un ejemplo, que el multimillonario Warren Buffett reconozca públicamente que, en la práctica, paga menos impuestos que la persona que se ocupa de la limpieza de su oficina. Si a esta falta de progresividad en la aplicación de los impuestos le añadimos la evasión y elusión fiscal, no es de extrañar que los ricos incrementen sus beneficios en detrimento de los demás. No se puede consentir que la economía global esté al servicio del 1% de la población mundial. No se puede tolerar que el poder y los privilegios se estén utilizando para manipular el sistema en favor de unos pocos, poniendo en peligro la cohesión social.

El sistema injusto actual no es fruto de la casualidad, sino el resultado de decisiones políticas intencionadas. Por el bien de todos, incluidos los ricos, es imperioso que los líderes mundiales pongan fin a los paraísos fiscales y comiencen a aplicar políticas fiscales más justas y progresivas. En nuestras manos está la posibilidad de construir una economía más humana al servicio de todas la personas.

 

El lujo no es tener trabajo, sino uno que te permita vivir

Por José Manuel Gil Molino

En estas últimas semanas hemos visto cómo el Gobierno, a «bombo y platillo», ha destacado los datos del descenso del paro y el aumento de la población activa, como sinónimo de la creciente recuperación del país.

Búsqueda de trabajo (FORBES)

Búsqueda de trabajo (FORBES)

Es cierto que el dato puede arrojar una cierta esperanza, pero me muestro bastante escéptico en cuanto a la verdad detrás de dicha esperanza.

La mayoría de los contratos firmados son a tiempo parcial, además, temporales. Ahora mismo el lujo no es tener trabajo, sino un trabajo que te permita vivir.

¿Cuántos nuevos trabajadores (o antiguos parados que han vuelto a la vida activa) tienen una jornada completa? Sólo tienen que pasarse por las páginas de búsqueda de trabajo y ver cómo cada oferta de trabajo se limita a 6 horas diarias, 4, o incluso 1 hora diaria (u ofertas para trabajar 1 día o 2 solamente). Si echamos cuentas y partimos de la base de que el salario medio son 1000€ por 40 horas, saquen la calculadora y escandalícense como yo lo he hecho.

Si eso es recuperación no quiero ni ver cuando nos «hayamos recuperado por completo».

No podemos permitir que en campaña electoral nos tomen el pelo

Por María Teresa Pérez

Las elecciones andaluzas están a las puertas (y el resto le seguirán en poco tiempo) pero la gente ya ha dejado de creer en espejitos de colores. Lo está pasando tan mal que por mucho que los políticos se desgañiten, ofreciendo el oro y el moro, nadie les cree. ¿A estas alturas van a cambiar y, como dicen en Galicia, ser ‘bueniños’? ¿Ha aparecido un mago que con su varita mágica los haya transformado en seres angelicales?

De izquierda a derecha, y de arriba abajo: Susana Díaz (PSOE), Juanma Moreno (PP), Antonio Maíllo (IU) y Teresa Rodríguez (Podemos). (EFE/ARCHIVO)

De izquierda a derecha, y de arriba abajo: Susana Díaz (PSOE), Juanma Moreno (PP), Antonio Maíllo (IU) y Teresa Rodríguez (Podemos). (EFE/ARCHIVO)

Por suerte todavía tenemos un cerebro que piensa, compara y es capaz de no dejarse engañar. Aunque mucha gente no entienda la teoría de Einstein ni sepa de tratados internacionales, sabe muy bien que hay niños desnutridos, gente mayor desatendida o jóvenes preparados que salen del país. Y todo ello aderezado con una corrupción que parece generalizada.

¿Por qué no ponen en las ciudades un cartel gigante que muestre lo que los políticos han robado y lo que han devuelto? Me temo que el primer número tendría un montón de dígitos y el segundo casi ninguno.

Mientras tanto la Justicia tarda años en juzgarles y embargarles los bienes (los que no han podido sacar a paraísos fiscales).

Para colmo, los políticos son gente a los que se les supone una educación esmerada y ser portadores de honestidad. Pero se ve que han aprovechado su inteligencia para otras cosas…

La situación no está para bromas. No podemos permitir que en campaña electoral nos tomen el pelo tan descaradamente y que algunos nos estén robando en nuestras narices mientras dan mítines para que les votemos.

La democracia del FMI

Por Francisco Javier España Moscoso

Fuera sutilezas. Con un discurso claro el FMI ha advertido a la sociedad griega que o gobiernan sus títeres o reinará el caos y la pobreza.

Christine Lagarde, directora del FMI. (EFE)

Christine Lagarde, directora del FMI. (EFE)

Dicho esto –una simple traducción de las amenazas vertidas por Christine Lagarde, ampliadas por la famosa “troika”–, mi ingenua pregunta es la siguiente: ¿Qué tipo de democracia es aquella en que los políticos que libremente vamos a elegir para que nos gobiernen deben a su vez pasar el filtro de un pequeño grupo de extorsionadores y usureros, auto investidos con rimbombantes nombres en comunidad internacional? Solo me queda una respuesta, es la democracia versión FMI.

¿La Navidad de la recuperación?

Por Gerard Artigas

 

El árbol de Navidad con lemas (JORGE PARÍS)

El árbol de Navidad con lemas (JORGE PARÍS)

Cuando el presidente Rajoy anunció el fin de la crisis y la llegada de las navidades de la recuperación no supe si reír o llorar.

En casa seguimos sobreviviendo gracias a la pensión de una viuda en paro y al triste sueldo de un becario en prácticas, así que oír hablar de recuperación nos parece, como mínimo, insultante.

La mejoría no se mide con indicadores macroeconómicos sino a pie de calle, donde mucha gente sufre para llegar a fin de mes y donde el paro de larga duración se está cronificando.

Carta a los Reyes Magos

Por  Ángel Villegas Bravo

Queridos Reyes (Magos):

Nunca he creído mucho en los Reyes, pero dada la gravedad de todo lo que está pasando en mi país, se me ha ocurrido que quizá sea una buena idea dirigirme a vosotros porque, aunque ya sé que vuestro poder no es ilimitado, me imagino que sí es posible que algunas cosas de las que os quiero pedir estén a vuestro alcance.

Sé que, todavía, es un poco pronto para escribir la carta a los Reyes (Magos) pero quiero anticiparme, a ver si, con tiempo, podéis hacer algo de lo que necesitamos con urgencia.

Dos niños entregan su carta a uno de los Reyes Magos. (EFE)

Dos niños entregan su carta a uno de los Reyes Magos. (EFE)

Me gustaría que intercedierais para que en mi país (y si puede ser, en el mundo entero) se castigara a los mentirosos que prometen y no cumplen y se les apartara de la vida pública.

Quisiera, también, que se castigara debidamente a los corruptos que amasan fortunas con el dinero público, ese dinero que falta, entre otras cosas, para sanidad, educación y dependencia.

Quisiera que disminuyeran las grandísimas desigualdades que hay, y aunque ya sé que siempre ha habido ricos y pobres, que los ricos sean un poquito menos ricos para que los pobres puedan, al menos, comer y tener una vivienda en la que refugiarse, sin temor a que nadie venga a desahuciarlos.

Sería muy bueno que fuera posible seguir teniendo una sanidad pública eficiente y que no se permitiera a nadie privatizarla para hacer negocio con nuestra salud; y si los jóvenes pueden estudiar sin que ello suponga la ruina para sus familias, sería ya, el colmo de la felicidad.

Pediría algunas cosas más, queridos Reyes (Magos), pero no quiero cansaros, así que solo añadiré que os ruego hagáis saber a quienes puedan hacerlo, que tomen las medidas necesarias para que las gentes normales tengan un trabajo digno y un salario suficiente para cubrir las necesidades básicas; que nos conformamos con eso y con poder vivir sin la angustia de carecer de lo imprescindible.

En fin, queridos Reyes (Magos) recibid todo mi cariño y mi deseo de que gocéis de toda la felicidad, de la que los ciudadanos solo queremos una pequeñísima parte.

Me gustaría ser Mariano Rajoy…

Por Gerson Hernández Velázquez

El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy. (OLIVER HOSLET/ EFE)

El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy. (OLIVER HOSLET/ EFE)

Sí, sé que al leerlo causa «cierta» hilaridad —quizá muchísimo más—y es imposible no hacer el ejercicio de imaginárselo… Por ejemplo, ¿no sería genial que, cuando no pagaras la hipoteca y te reclamara el banco, mirases para otro lado? Vamos, quedarte en toda regla patidifuso y lo mejor de todo esto que no pasase absolutamente nada…

Y lo mismo cuando te llegasen los recibos de la luz, el gas y el agua, el mismo talante e igual planteamiento: hacer como que no comulgan esos temas superfluos contigo.

Lo bonito que sería dejar correr el tiempo y pensar «estoy en el paro, pero ¡qué importa!, ya se solucionará solo o que lo solucionen otros».
¿Y qué decir de cometer error tras error en tu trabajo y seguir en el puesto y, además, cobrando por ello? ¿A que ahora ya no suena tan «descabellada» la idea de poder ser Mariano Rajoy?

Lo mejor de todo es que si tienes empleados a tu cargo siempre podrás decir: «yo desconocía el tema y no estaban dentro de mis responsabilidades aquellas cosas«.

Quiero suponer que es uno de los pocos puestos en este país en donde la culpa es de los demás y nunca de quien lleva el mando.

Pero no quiero parecer un avorazado y me conformo con ser un simple politiquillo de esos que tienen cuentas en paraísos fiscales o pueden irse de la policía y hasta embestirlos si hace falta. Si no es mucho pedir me pido aquellos que incluyen «sobres» o tienen tarjetas «negras» o, de tanto que poseen,  desconocen el cochazo que tienen en su garaje.

Pero sin lugar a dudas quiero tener el inmenso poder de decir «pido perdón», «mis disculpas a todos los españoles» «lo siento»…

Y aquí no ha pasado nada. Nada.

Ellos son los que salen de la crisis

Por Horacio Torvisco

(EFE)

(EFE)

Últimamente se observa con cierta asiduidad que hay muchos medios de comunicación, y no sólo de la “caverna mediática”, que han “comprado” el mensaje oficial de que ya estamos saliendo de la crisis, de que sólo es cuestión de tiempo y de más recortes (perdón, quería decir reformas),y de que hay que abandonar este túnel siniestro en el que nos encontramos. Al parecer, la vuelta a los pingües beneficios de la banca y de los grandes oligopolios, junto con el inexorable aumento de millonarios en España da pie a este tipo de desmesura al analizar nuestra realidad. El paro, las desigualdades, la pérdida de derechos y la calidad en los servicios públicos, el futuro de nuestros jóvenes, etc., quedan como un elemento retórico al final de los discursos de navidad, o como mucho en un deseo cada vez más utópico. Lo importante, dicen, ya se está consiguiendo.

Subir el lujo

Por Carmen Bardají

(GTRES)

(GTRES)

No sé a qué juegan. Decían que ya se termina la crisis, para el que trabaja o consigue trabajo sí, pero para quien sigue padeciendo el hambre en su carne, le dan igual las estadísticas de: «Un tanto por ciento ya tiene trabajo«.

Subimos la luz, eso es un horror, la luz es una cosa necesaria. Es lo de siempre. ¿Por qué no subimos de precio los artículos de lujo? El que compra el lujo, es porque puede, y si no puede, se empeña, pero allá él con sus chanchullos. La luz artificial, se necesita para casi todo, y es un dineral lo que puedes gastar, o ya la persona más normal se ve viviendo en la miseria, porque no puede pagar. Con el deporte (la palabra lo dice) se juega mucho, es mucho dinero el que se maneja. Para el que se dedica al deporte como profesión, eso es su vida y su sueldo. Aquí nos referimos a todo lo que es deporte, pero piensas en los equipos grandes de fútbol, que solo por correr detrás de una pelota, le dan a un jugador o al club, millones, y esto no se lo puedes dar a entender a alguien que sigue el fútbol con verdadera pasión, aunque se arruine, ni a los mismos jugadores que ya se han acostumbrado a ese tren de vida.

Todos vemos y oímos el dinero que lleva eso consigo. Subimos la luz, nos volvemos micos para mantener una familia normal, y mientras otros, se pasan la vida sin comerlo ni beberlo de hotel en hotel de Luxury.