Solo un capítulo más Solo un capítulo más

Siempre busco la manera de acabar una serie cuanto antes... para ponerme a ver otra.

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El adiós de Jessica Lange tras la cuarta temporada de American Horror Story

Se lo ha dicho a Los Angeles Times en una entrevista: “Estoy llegando al final de mi carrera”. Jessica Lange, que regresó hace dos años al estrellato gracias a American Horror Story, ha anunciado que le quedan pocas cosas que hacer en el mundo de la interpretación y que tras la próxima temporada de la serie que protagoniza actualmente se retirará.

Lange3“Tengo una lista: otra obra de teatro, quizá una o dos películas, una temporada más de American Horror Story y eso es todo para mí”, es lo que ha dicho concretamente la actriz norteamericana de 64 años.

¿Por qué te vas, Jessica Lange? Su decisión significa varias cosas malas y unas pocas buenas. Empecemos por estas últimas, para intentar alegrarnos un poco. Por ejemplo, la más clara es que vamos a tener cuarta entrega de AHS protagonizada una vez más por la Lange. Es decir, que hasta diciembre de 2014 aproximadamente seguiremos disfrutándola. Otra cuestión positiva es que puede que haga dos películas en las que, previsiblemente, adquirirá roles importantes. Todo gracias a la importancia que ha recobrado en estos dos últimos años.Lange1

Ahora sí, los aspectos tristes. Una ganadora de dos Oscar que se recicló en el mundo televisivo como nadie lo ha hecho nos priva de su gran presencia en la pequeña pantalla. Como ella misma admite, AHS ha “revitalizado” su carrera, aun con situaciones extrañas para una mujer de su edad. “No estoy acostumbrada a que la gente joven piense que soy interesante”, le ha respondido al LA Times sobre algo evidente: es la mujer mayor más bella que existe en la ficción actualmente. Y los jóvenes tampoco somos tontos. Y la otra pregunta: ¿seguirá la serie sin ella?

Lange2Pero lo que más nos preocupa a todos es qué va a pasar con AHS cuando ella no esté. Es cierto que eclipsa a todos, que es la auténtica ‘mamá’ (o ama) de la serie, y que lo hacen tan condenadamente bien que es imposible imaginársela sin ella. Pero toda mamá tiene su hija. Ahí es donde entra Sarah Paulson, cuyo destino como protagonista de la serie de Ryan Murphy parece evidente tras ir aumentando su crédito y la calidad de sus actuaciones.

Sobre este último, Lange asegura que le conocía por su reputación (“no he visto Nip/Tuck ni Glee”) y que Murphy le encantó. De esa forma llegó hasta la serie ahora de brujas, y antes de casas encantadas y manicomios. “Me gustaba ser querida”, ha revelado la actriz norteamericana sobre este interés del showrunner de AHS.

En cualquier caso, Jessica Lange se irá. Y seguro que por la puerta grande. ¿Empeorará American Horror Story sin ella? No lo creo. Lo que es indudable es que la echaremos en falta. Y lo más importante: ¿continuará la ficción sin su presencia? Veremos.

La reinvención del terror en American Horror Story: Coven

Antes de leer, estaría bien que hubieses visto el primer episodio de AHS: Coven.

El miedo es un sentimiento. No tiene aparente explicación. Y lo hay de muchos tipos, todos ellos enmarcados dentro de fobias o sugestión; tenemos el miedo a las alturas, a ciertos animales (incluso a comidas), a conducir… Luego está el miedo ficcionado. El cinematográfico, que cada vez es más previsible; el escrito, que pase lo que pase no habrá sensación de más terror que leyendo un libro; o el de la radio, el mejor/peor de todos, para el que hay una frase que lo define: “El miedo radiofónico no se explica; se siente”. A esta lista se unió hace poco el de American Horror Story, que es otro tipo de desasosiego. Uno delicioso y que te atrapa a cada segundo. Coven6

Como socio fundador y único miembro (por ahora) de Miedosos S.A., al ser tan cagón como para subir corriendo las escaleras de casa hasta mi habitación por la noche y cerrar la puerta sin mirar atrás, por mis paranoias de que si alguien me persigue mi puerta de madera infranqueable y mis sábanas me protegerán, tenía ciertos reparos hacia American Horror Story. A riesgo de ser redundante, temía que me diese miedo. Obviamente luego no fue así, con la excepción de los primeros minutos de temporada, que suelen tener alguna pincelada de terror. Pero nada exagerado y soportable hasta para mí.

Coven4La serie de Ryan Murphy regresó este miércoles y reventó todas las audiencias en Estados Unidos. Y no es para menos, dado que es el paradigma de lo que debe aportar una ficción de entretenimiento. Entre esas características, que muy pocas logran alcanzar, están que te permite desconectar, que estás solo pensando en lo que ves durante sus algo más de 40 minutos, y que ofrece una trama inédita y adictiva. La mayor parte de este mérito la tiene su creador, ese prestidigitador del guión que es capaz de alumbrar una idea como esta a la vez que otra totalmente distinta como es Glee.

American Horror Story no es una serie purista al género de terror. Y creo que nunca la vendieron como tal, sino que nosotros mismos nos hicimos a la idea de que iba a ser así. Pero su estética y su ambiente la visten de esa manera, a la vez que no busca el susto permanente ni el acojone con cada escena. ¿Qué es, entonces? Si me tengo que atrever con una definición, diría que es una historia buenísima, de las de contar a la luz de una hoguera, con tintes gores, y en la que nada ni nadie es lo que parece. Una reinvención del miedo.Coven3

Este último punto es del que bebe la mayor parte de los capítulos, en los que la intriga y el misterio prevalecen por encima de todo. Es esa tensión, que a veces cala los huesos, la que la hace tan imprescindible. En la primera temporada todos estábamos pendientes y con la boca abierta en cada capítulo para intentar averiguar qué estaba pasando en esa mansión de Dylan McDermott y Connie Britton. La segunda, con la identidad de Bloody Flace, la aparición de su hijo que era igual o peor que él, y los métodos Mengele del doctor Arden (James Cromwell), que además alimentaba a unas bestias que él mismo había creado, aumentó la calidad y el nivel de esta ficción tan particular. Aunque lo que todos queríamos saber era otra cosa: ¿Qué o quién le había cortado el brazo a Adam Levine?

Coven2Ahora en esta tercera se pasan a las brujas. En Coven (aquelarre) se hace un homenaje a las historias de Salem; a los cuentos en los que estas mujeres con poderes buscaban la forma de ser jóvenes eternamente a la vez que trataban de no ser descubiertas. Un hilo argumental que recuerda a La maldición de las brujas, esa película de Nicolas Roeg de los 90 que a algunos nos marcó parte de la infancia, y donde Anjelica Huston contribuía a reescribir la historia sobre estas mujeres de fantasía oculta.

Pero AHS no sería lo mismo sin sus saltos temporales. Sus escarceos con la historia son otro punto a favor. Mostrar dos líneas argumentales de otras tantas épocas distintas causa que estemos aún más enganchados, ya que eso aumenta los secretos y misterios de cada trama (que no son pocas) y personaje.

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Estos últimos también vuelven a ser excelentes. El regreso de la bella Taissa Farmiga, que ya demostró en la primera entrega lo gran actriz que era a pesar de su juventud, marcará toda la temporada. Y es que esta chica tiene un don que evita que le quites el ojo, ya que sabes que algo va a pasar siempre que esté presente. Tampoco podían faltan Evan Peters, Sarah Paulson y Jessica Lange, que siempre regalan papeles inolvidables, a los que se suman debutantes en la saga como Gabourey Sidibe (nominada al Oscar por Precious) y Emma Roberts. Y si a todo esto le sumas la incorporación de Kathy Bates, que puede que sea la actriz a la que más le pegan este tipo de temáticas, Ryan Murphy va camino de otra obra maestra. Por sus actores y por sus ideas, que siempre evolucionan hasta el punto de lograr la adicción y la necesidad de ver el siguiente capítulo.

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Tampoco hay que quitar ojo a esos personajes que parece que están ahí porque hacen falta extras pero que luego resultan ser determinantes. Veremos a ver qué pasa con el mayordomo de la Escuela de para niñas extraordinarias, en la que se desarrolla gran parte de la trama, y donde Cordelia Foxx instruye a las jóvenes brujas (una con una vagina asesina, otra con telequinesis, la que es una muñeca vudú, además de la clarividente) que no saben controlar su poder. O con las aspiraciones de eterna juventud de La Suprema, que hasta recupera a los que deberían estar muertos para llevar a cabo sus planes. Aunque puede que estos se vean entorpecidos por esa hechicera negra tan misteriosa.

El de AHS ha sido un regreso magistral en el que se bromea con los tópicos, como los de que las brujas tienen la nariz larga y puntiaguda y están llenas de verrugas o que van montadas en una escoba. Y aquí te ponen a la maravillosa Jessica Lange para pisotear lo que nos han contado desde que éramos pequeños. En definitiva, una reivindicación de la ficción fantástica en la que se reclama la magia negra y el vudú como recurso para hacer buenos productos de entretenimiento.

American Horror Story son 40 minutos de inmersión televisiva. Es la serie que hay que recomendar a cualquiera que te caiga bien. Sin más.

Veneración al motero de Sons of Anarchy

¿Existen las series outsider? Es un debate que con la importancia que está adquiriendo el género habría que plantear. Antes de nada, queda claro que estar emitida por una televisión norteamericana con unos datos decentes y en horario de máxima audiencia arrebata toda posibilidad de poder ser calificada como independiente. Pero sí es posible estar alejada de todo el show televisivo americano de una forma aun estando en boga: siendo ignorada por los galardones ‘importantes’. Bajo la etiqueta de apestada de las ceremonias de Armani y Versace sobre alfombra roja. Y todo ello a pesar de tener millones de seguidores en todo el mundo y ser el programa más visto de tu cadena. Eso es Sons of Anarchy.

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No soy tan hipster como para alegrarme de que a los moteros de Samcro (siglas de Sons of Anarchy Motorcycle Club Redwood Original) no se les concedan premios en los Emmy o los Globos de Oro por el simple hecho de que «así la serie la conoce menos gente y no se vuelve mainstream«. Eso es una tontería. Al revés, creo que a las cosas magníficas, en este caso un producto televisivo, deben ser conocidas por cuanta más gente mejor. Porque todos merecemos conocer que existen series tan redondas para poder verlas. Y es que no hay mayor síntoma de carencia de inquietudes que enfadarse porque algo de lo que solo tú conoces su existencia pasa a dominio público. La falta de eclecticismo en varios sectores es patente. Todo por una querencia por la exclusividad que resulta falsa e inviable.

Era imposible que SOA no trascendiese. Algo tan bueno no iba a correr la mala suerte del ostracismo televisivo. Ya solo con su creador, Kurt Sutter (guionista de The Shieldque también es el pupas de su propia criatura en su rol de Otto), y dos de sus protagonistas, Katey Sagal (Matrimonio con hijos) y Ron Perlman (Hellboy, o casi todas las películas de Guillermo del Toro), la difusión estaba asegurada. Y ya cuando ves el primer capítulo te queda claro que algo así, tan distinto y visceral, es necesario.

Sons2Y es que a mí jamás se me ocurrió la idea de un grupo de moteros que fuesen más allá de la mala fama que se les otorga de por sí. Que sean traficantes de armas y tengan escarceos con el narcotráfico y la prostitución les hace ser mucho más que cualquier club de amantes de las Harley’s. La novedad está en esto: en que están al nivel de bandas violentas de mafiosos italianos, negros, chinos, sudamericanos, nazis… Estereotipos que no sobran, ya que se muestran necesarios para el devenir la serie. Porque sin los enfrentamientos entre crews nada sería lo mismo. Sin pasar por alto su relación con el IRA, que se entremezcla en la historia sin resultar forzada y le añade un punto de mayor drama especialmente en la tercera temporada.

SOA regresó este martes a las pantallas de FX y volvió una vez más a batir récords de audiencia. Estos buenos datos serían una simple consecuencia de su calidad si no fuera por la polémica que ha acompañado a este primer episodio de temporada desde hace un tiempo. Todo por una escena violenta muy en consonancia con algunos sucesos que desafortunadamente se siguen repitiendo especialmente en Estados Unidos. Y hasta aquí diré para no spoilear.

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¿Qué es SOA? El mejor drama sobre el crimen en un contexto de actualidad que existe. ¿Supera a The Shield? Creo que sí. ¿Es la mejor serie de la actualidad? Para mí, sí. ¿Más que Homeland? Sí, porque creo que esta última, aunque desprende calidad por todas partes, está un poco inflada por la buena prensa que tiene. ¿Es Jax Teller (Charlie Hunnam) uno de los héroe-villano más carismáticos que se han creado nunca? Sin duda. ¿Va a afectar a la ficción que su protagonista vaya a protagonizar 50 sombras de Grey? Puede, al menos en lo referente a atraer espectadores. Aunque gran parte del público de los libros de E.L. James no es el tipo de audiencia que venera a los moteros de Charming.

Haciendo el paralelismo (in)evitable, el sexo es otro activo para muchos personajes de la serie, como Gemma, Tig o Nero. Y si nos ponemos poéticos, la desnudez de muchos personajes a lo largo de los episodios, como el propio Jax, además de Clay, Tara o Chibbs, no ha hecho más que enriquecerla temporada a temporada.

Sons3La parte de acción y de violencia está completamente justificada y atrapa al instante. En cuanto al trasfondo dramático, especialmente el de la vida de Jax, hay veces que resulta cansino. Está muy bien seguir el ejemplo de tu padre y escribir cartas a tus hijos para que las lean en el futuro. Que el protagonista de SOA sea un nihilista que insta a creer solo en uno mismo no está de más, e incluso es aceptable. Que odie y quiera a su madre por momentos también, en ocasiones es hasta normal. Que quiera desahacerse de su padrastro Clay, pues también. Pero como siga aumentando el nivel de trascendencia corre el riesgo de que algunas escenas acaben resultando tan insoportables como las películas de Lars Von Trier.

Sons of Anarchy es tremenda. Parece que nadie está a salvo, y cuando le llega el óbito, puede ocurrir de la forma más inesperada. Está llena de sorpresas, como ocurrió en el final de la tercera temporada o en algunos momentos de la quinta. Te estremece con situaciones en las que no puedes más que llorar por la crudeza con la que son expuestos.

Le quedan solo dos temporadas más (la que se emite actualmente y otra). Alargarla sería un error, ya que sigue mejorando y se marchará por la puerta grande. Y parece complicado lograr retener más a Charlie Hunnam ahora que va a ser el nuevo sueño erótico de miles de personas en todo el mundo cuando se convierta en Christian Grey. Qué coñazo de libros, por cierto. Al menos nos quedará para compensar la brusquedad de Gemma Teller y los prontos violentos de Tara.

DISCLAIMER: Todas estas referencias al hipsterismo, moderneo, eclecticismo, etc., responden a que ayer estuve en el Dcode. Y allí tuve que ver y soportar lo que no hay escrito. El postureo no ha muerto, os lo aseguro. Vaya tela. Y viva Foals.

House of Cards rompe el guión establecido de los Emmy

Pocas sorpresas y varias novedades en las nominaciones a los Emmy 2013. Así podríamos resumir la ceremonia de este jueves que ha servido para dar a conocer a aquellas series, actores y profesionales de la televisión que optarán a los premios de la pequeña pantalla más importantes del mundo. A pesar de lo anterior, sí hay una serie que ha entrado con fuerza en el selecto grupo que suele acaparar las nominaciones: House of Cards.

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La ficción de Netflix optará a mejor serie de Drama, mejor actor con Kevin Spacey y mejor actriz con Robin Wright. Lo ‘malo’ es que todo lo que hemos conocido ya se esperaba. Es cierto que varias series que tienen menos de un año de vida o que nunca habían estado nominadas estarán este año en la gala que presentará Neil Patrick Harris el 22 de septiembre. Pero eso era algo que ya se intuía, por lo que no se pueden definir a los aspirantes a galardón como «sorprendentes» en esta edición. Pero vayamos por partes.

Siguiendo con el asunto de House of Cards, adivinar las nominadas a mejor drama no entrañaba mucha dificultad. Lo complicado era acertar en cuál se iba a quedar fuera. Finalmente, los platos rotos los ha pagado Boardwalk Empire. A pesar de que es imprescindible, el idealismo de The Newsroom, que era la otra que contaba con papeletas para no optar al premio, ha podido con ella. En cuanto a Game of Thrones, está claro que ha logrado entrar en la lista por el capítulo 9 de su tercera temporada; ese que traumatizó a todo aquel que no había leído el libro previamente. La otra novedad ha sido la inclusión de Downton Abbey, lo que se puede entender como un acto de justicia con algo tan maravilloso. Pero la batalla de esta categoría estará una vez más entre Homeland Mad Men. Y el año pasado ya venció la primera. Lo que más molesta de esta categoría es la enésima ausencia de Sons of AnarchySi la serie de moteros no es la mejor que hay en la actualidad junto a Homeland para los que eligen los nominados es que viven en otro mundo completamente aparte. Pero sin injusticias no existirían estos premios. Vera

En cuanto a las actrices, otra sorpresa además de Robin Wright: la de Vera Farmiga por Bates Motel. Que una intérprete que ya fue nominada al Oscar se quedase fuera de los Emmy hubiese sido curioso. Pero también se ha sido justo con ella, porque su gran papel en esta serie debía lograr algo más que estar enntre los preaspirantes. La que no ha podido continuar sus años de éxito pasados ha sido Julianna Margulies, que tras ganar varios años se queda fuera por primera vez. ¿Quién ganará aquí? Parece poco probable que Michelle Dockery, Kerry Washington, Elisabeth Moss y las anteriores derroten a Claire Danes. O eso debería ser lo normal. En cuanto a las secundarias, esa estatuilla tiene nombre: Maggie Smith. Aunque a mí personalmente me gustaría mucho que se la diesen a Christina Hendricks.
GypEn lo referente a las comedias lo más emocionante de este año será conocer la existencia de la serie que logre desbancar a Modern FamilyNo parece posible que Veep, que es la más novedosa, logre semejante éxito. Pero convertirse en la mejor serie de humor si está al alcance de The Big Bang TheoryLouie. La estimulante Girls sigue aporreando la puerta de la victoria, pero salvo sorpresa mayúscula deberá esperar otro año más. En cuanto a 30 Rock, parece que se la ha incluido como homenaje a su adiós esta temporada; pero sería bastante vergonzoso que se llevase el premio por esta razón. Los actores dramáticos principales parecían estar cantados, pero a última hora se ha colado Hugh Bonneville. El protagonista de Downton Abbey ha sido el probable responsable de dejar fuera a Steve Buscemi, que ha corrido la misma suerte que su serie. En esta categoría existe la incógnita de si se premiará al que se va (Bryan Cranston), al favorito (Damian Lewis) o al que su trabajo en este último año merece algo más que una mención (Jon Hamm). Por otro lado, los secundarios son de un alto nivel una vez más. Está claro que el gran favorito es Aaron Paul, con el permiso de Mandy Patikin y Peter Dinklage. Pero si hay un personaje que ha logrado calar en el espectador y que a mi parecer debería ganar es el Gyp Rosetti de Bobby Cannavale. Lo injusto aquí es la ausencia de Mads Mikkelsen, el Hannibal televisivo. Pero cuando le relegaron a los secundarios estaba cantado que se lo cargaban de cualquier nominación.

En los actores la mayor sorpresa está en los secundarios debido a la ausencia Eric Stonestreet. Sí están sus otros tres compañeros de la serie, y el favorito de ellos para el galardón será Ed O’Neill. Aunque hay que estar muy atentos a Adam Driver por su rol en Girls. En cuanto a los principales, Jim Parsons va a la cabeza de las quinielas seguido de cerca por Louis CK.

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¿Quién ganará en mejor actriz cómica protagonista? Todas las miradas apuntan a Lena Dunham, a pesar de la dura competencia que tiene con auténticas bestias como Edie Falco o Tina Fey. Aún así, tampoco hay que desmerecer a Julia Louis Dreyfus y Amy Poehler, que están estupendas en sus respectivas ficciones. De Laura Dern prefiero no decir nada, ya que Enlightened me parece un tostón. Pasando a las secundarias, si ganase Julie Dowen de nuevo no sería extraño. Pero deberá andarse con ojo con Mayim Bialik, que podría ser una de las sorpresas de estos Emmy.

Jessica

Sobre las miniseries nominadas lo primero que hay que decir es que debéis verlas todas. Las seis son magníficas. Aunque una de ellas no lo sea como tal, a pesar de que se empeñen en encuadrarla en esta categoría. Es el caso de American Horror Story, que con su temporada de Asylum ha vuelto a pegar en el sofa a todo aquel que se pusiese a verla. ¿Ganará? Probablemente. El problema es que tiene enfrente a otras cinco genialidades, e igual se premia a La Biblia por su gran adaptación.

La serie de terror de Ryan Murphy también posee actores aspirantes en todas las categorías de miniseries salvo en la de mejor actor. En ésta, Al Pacino (Phil Spector) vuelve a destacar como el rival a batir. Pero para eso estarán Matt Damon (Behind the Candelabra) y Benedict Cumberbatch (Parade’s End); especialmente este último, al que muchos consideran el mejor intérprete televisivo de la actualidad. No sabemos si AHS saldrá victoriosa en mejor actor y actriz secundarios de miniserie. Lo que sí sería casi un insulto es que el premio a mejor actriz principal en este ámbito no fuese para Jessica Lange. Aunque lo dispute con Helen Mirren (Phil Spector) y Sigourney Weaver (Political Animals), si no se lo lleva los Emmy se retratarán como ya acostumbran.

En definitiva, más de lo mismo con novatos esperados en un año bastante flojo para la ficción norteamericana (y británica). Esperemos que el próximo sea mejor.

Mejor serie de Drama 

Homeland
Breaking Bad
House of Cards
Game of Thrones
Mad Men
Downton Abbey

Mejor actor de drama
Hugh Bonneville (Downton Abbey)
Jon Hamm (Mad Men)
Kevin Spacey (House of Cards)
Damien Lewis (Homeland)
Bryan Cranston (Breaking Bad)
Jeff Daniels (The Newsroom)

Mejor actriz de drama
Michelle Dockery (Downton Abbey)
Vera Farmiga (Bates Motel)
Connie Briton (Nashville)
Claire Danes (Homeland)
Elisabeth Moss (Mad Men)
Kerry Washington (Scandal)
Robin Wright (House of Cards)

Mejor actor secundario de drama
Bobby Cannavale (Boardwalk Empire)
Jim Carter (Downton Abbey)
Jonathan Banks (Breaking Bad)
Peter Dinklage (Game of Thrones)
Mandy Patinkin (Homeland)
Aaron Paul (Breaking Bad)

Mejor actriz secundaria de drama
Anna Gunn (Breaking Bad)
Maggie Smith (Downton Abbey)
Emilia Clarke (Game of Thrones)
Christine Baranski (The Good Wife)
Morena Baccarin (Homeland)
Christina Hendricks (Mad Men)

Mejor comedia
30 Rock
Louie
Modern Family
Veep
The Big Bang Theory
Girls

Mejor actor de comedia
Alec Baldwin (30 Rock)
Jason Bateman (Arrested Development)
Luois CK (Louie)
Matt Leblanc (Episodes)
Jim Parsons (The Big Bang Theory)
Don Cheadle (House of Lies)

Mejor actriz de comedia
Laura Dern (Enlightened)
Lena Dunham (Girls)
Edie Falco (Nurse Jackie)
Tina Fey (30 Rock)
Julia Louis-Dreyfus (Veep)
Amy Poehler (Parks and Recreation)

Mejor actor secundario de comedia
Adam Driver (Girls)
Jesse Tyler Ferguson (Modern Family)
Ed O’Neill (Modern Family)
Ty Burrell (Modern Family)
Tony Hale (Veep)
Bill Hader (Saturday Night Live)

Mejor actriz secundaria de comedia
Mayim Bialik (The Big Bang Theory)
Jane Lynch (Glee)
Sofía Vergara (Modern Family)
Julie Bowen (Modern Family)
Merritt Wever (Nurse Jackie)
Jane Krakowski (30 Rock)
Anna Clumsky (Veep)

Mejor Miniserie o TV Movie
American Horror Story: Asylum
Behind the Candelabra
The Bible
Phil Spector
Top of the Lake
Political Animals

Mejor actor de miniserie o TV Movie
Michael Douglas (Behind the Candelabra)
Matt Damon (Behind the Candelabra)
Toby Jones (The Girl)
Benedict Cumberbatch (Parade’s End)
Al Pacino (Phil Spector)

Mejor actriz de miniserie o TV Movie
Jessica Lange (American Horror Story: Asylum)
Laura Linney (The Big C)
Helen Mirren (Phil Spector)
Elisabeth Moss (Top of the Lake)
Sigourney Weaver (Political Animals)

Mejor actor secundario de miniserie o TV Movie
James Cromwell (American Horror Story: Asylum)
Zachary Quinto (American Horror Story: Asylum)
Scott Bakula (Behind the Candelabra)
John Benjamin Hickey (The Big C)
Peter Mullan (Top of the Lake)

Mejor actriz secundario de miniserie o TV Movie
Sarah Paulson (American Horror Story: Asylum)
Imelda Staunton (The Girl)
Ellen Burstyn (Political Animals)
Charlitte Rampling (Restless)
Alfre Woodard (Steel Magnolias)

 

Así fue la ceremonia en directo

15.06. Hasta aquí el directo. Os invito a leer en un rato el post resumen sobre las nominaciones de este año para los Emmy.

15.04. Los secundarios aspirantes a galardón en drama. Ellas: Anna Gunn, Maggie Smith, Emilia Clarke, Christine Baranski, Morena Baccarin y Christina Hendricks. Ellos: Bobby Cannavale, Jonathan Banks, Aaron Paul, Jim Carter, Peter Dinklage, Mandy Patinkin (Homeland).

15.00. En comedia, nominados a mejor actor: Alec Baldwin, Jason Bateman, Louis CK, Don Cheadle, Matt Leblanc y Jim Parsons. Como mejor actriz en este ámbito, las candidatas son: Laura Dern, Lena Dunham, Eddie Falco, Tina Fey, Amy Poehler y Julia Louis Dreyfus.

14.54. La categoría con más sorpresas ha sido la de mejor actriz de drama. Se ha quedado fuera Julianna Margulies, y han entrado Vera Farmiga y Robin Wright. La lista la completan Connie Britton, Claire Danes, Michelle Dockery, Elisabeth Moss y Kerry Washington.

14.50. Ya ha terminado la ceremonia para anunciar los nominados. Desde ahora, repasamos qué series han logrado la candidatura. En comedia, optarán al premio 30 Rock, The Big Bang Theory, Girls, Louie, Modern Family, Veep.

14.48. Series nominadas a mejor drama: Mad Men, Homeland, House of Cards, Breaking Bad, Game of Thrones y Downton Abbey.

14.46. Como se esperaba, American Horror Story está nominada en la categoría de miniserie.

14.45. Sin sorpresas en la categoría de mejor actor de comedia: entran Alec Baldwin y Louis Ck.

14.44. Esto va como un tiro. Se ha colado Robin Wright en la categoría de mejor actriz, así como Vera Farmiga.

14.43. Actores principales de drama: Hugh Bonneville, Bryan Cranston, Damian Lewis, Jon Hamm, Jeff Daniels y Kevin Spacey.

14.42. Ya salen Paul y Harris. Pareja inédita para dar a conocer los afortunados que optan a la nominación.

14.41. Se hacen de rogar los presentadores. Siguen saliendo los ejecutivos de los Emmy y CBS para dar sus discursos.

14.35. Pero Mara tendrá sustituto: junto a Aaron Paul aparecerá Neil Patrick Harris. A la presentación de la gala suma el anuncio de los nominados.

14.33. Alan Perris está haciendo las presentaciones del equipo de los Emmy de este año. Y parece que se confirma: Kate Mara no anunciará los nominados. Problemas con el avión, ha dicho Perris.

14.31. Parece ser que Kate Mara no estará en la presentación de los nominados. ¿Será una broma?

14.25. En comedia existen muchas series dispuestas a poner fin a la hegemonía de Modern Family. Ficciones como Louie, Girls The Big Bang Theory acechan a la ganadora de estos últimos años.

 14.21. Kerry Washington (Scandal) y Matthew Rhys (The Americans) también están en las quinielas para obtener la nominación como mejor actriz y actor dramático respectivamente. En los secundarios, sorprende la presencia de Mads Mikkelsen (Hannibal), ya que es el auténtico protagonista de la serie en la que participa y quizá debería estar en la categoría principal.

14.18. Entre los candidatos a dar la sorpresa todas las miradas apuntan hacia Tatiana Maslany, por su papel en Orphan Black. También está por ver qué ocurre con Game of Thrones, que podría quedarse fuera en la categoría de mejor serie de drama por toda la competencia que existe.

14.13. Está previsto que el acto donde se comunicarán los nominados empiece entre las 14.15 y las 14.30 hora española. Y lo presentarán dos posibles candidatos a los premios: Kate Mara, por su papel de Zoe Barnes en House of Cards, y Aaron Paul, que se ha hecho dos veces con el galardón en la categoría de Mejor secundario de drama por Breaking Bad.

 

No es culto, es obligación: The Shield

No son pocos los que dicen que la edad dorada de las grandes series acabó con el fin de Los Soprano, ya que la calidad de sus coetáneas era incontestable. Aunque no esté de acuerdo ni por asomo con esa afirmación, sí es cierto que hay varias ficciones que muchos lamentamos que llegasen a su final: son las denominadas series de culto. Pero aquí iremos más allá, y las llamaremos de una forma más categórica: obligatorias. Cada cierto tiempo homenajearemos a una, recordando su argumento, sus personajes más representativos y sus mejores capítulos. Todo con la idea de que os enganchéis a alguna de ellas durante este verano, que es perfecto para sacar el seriéfilo que todos llevamos dentro. 

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La que inaugura esta nueva ‘sección’ es mi serie favorita, la mejor de todas las que he visto y que ya han pasado a mejor vida. Y que, casualmente, también es poco conocida en España: The Shieldemitida en su día por FX.

Creada por Shawn Ryan (también responsable de The Unit o la incomprensiblemente cancelada Last Resort), The Shield trata sobre una unidad policial especial situada en Farmington, un barrio multirracial de Los Ángeles extremadamente conflictivo, y donde el detective Vic Mackey (Michael Chiklis) lidera el ‘grupo de asalto’ (o strike team). Este equipo liderado por Mackey se caracteriza por sus métodos poco ortodoxos para luchar contra el crimen o ‘mantener la calma’ en Farmington. Los recursos de estos agentes van desde la violencia contra los arrestados, el robo o la extorsión. Es decir, parecen haberse inspirado en los imputados en Gürtel o Malaya: son corruptos en casi todo lo que hacen.

Lo que la distingue de cualquiera otra es su ritmo, particularidad que nadie ha podido imitar aún: en sólo 15 minutos tienes la sensación de que han pasado miles de cosas. Los casos que tratan los policías parecen estar resueltos. Pero no. Aún queda casi media hora de metraje vertiginoso del que no te puedes despegar. Y por supuesto, siempre deja con ganas de más, en gran parte gracias a los giros de guión.

THE SHIELD:  Michael Chiklis as Detective Vic Mackey on THE SHIELD on FX.

Las historias de la rutina policial que surgen en la comisaría (conocida como La Cuadra) también están muy trabajadas, ya que no todo se reduce a bandas, asesinatos o narcotráfico, sobre todo gracias a la gran implicación de los protagonistas en los casos. Nada queda al azar en las siete temporadas donde a cada capítulo se va otorgando más importancia al resto de personajes, ya que está concebida como una ficción coral, pero sin que deje de destacar el rol de Mackey.

Porque Vic no es un policía común. Prefiere tomar atajos ilegales para que su equipo obtenga victorias en los asaltos. Y todo eso repercute en su vida personal. De tres hijos y esposa a vivir en un motel. De gustarle ser un corrupto a sentirse mal por lo que hace. De ser el exitoso policía a experimentar la soledad. En definitiva, Mackey se acaba transformando en el General Buendía de García Márquez: admirado por muchos, odiado por otros, consumido por sí mismo.

Los problemas familiares de Mackey, los vaivenes de Shane Vendrell (Walton Goggins, el número 2 de Mackey), la ambición del capitán David Aceveda (Benito Martínez), la cobardía del agente Julien Lowe (Michael Jace), la honradez de Claudette Wyms (CCH Pounder) o la poca autoestima del detective Dutch Wagenbach (Jay Karnes), sumadas al resto de las vicisitudes de todo el elenco, otorgan a la serie un argumento sólido y a la vez dinámico.

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Los villanos seleccionados tampoco se quedan atrás, llegando a parecer indestructibles. Y los invitados especiales son el aderezo perfecto para el reparto, tales como Glenn Close en la cuarta temporada o Forest Whitaker en la quinta.

Así, los más de 80 episodios de The Shield conforman una máquina de entretenimiento de calidad perfecta, que no defrauda en ningún momento y que logró reinventarse en cada temporada hasta su gran final en 2008. Vic Mackey y Farmington son el paradigma de las maravillas que pueden surgir en la televisión. Y de los pocos que pueden presumir de hacer gozar al espectador con cada segundo en la pantalla. Por tanto, no la dejéis escapar: os alegrará el verano.

El poder de la peluca en The Americans

Confieso que soy fan de la frivolidad. No me gusta nada la trascendencia en el mundo de las series, por mucho que se empeñen en vendernos algo como “es totalmente real”, “encaja con el día a día”, o similares. Simplemente no cuela, no me lo creo. Pero que sea un frívolo no significa que sea estúpido, y tampoco me da por ver tonterías. Es decir, no me pongo a seguir el 99% de series españolas que existen en la actualidad. Que por suerte, para lo que hay y de la temática que son, cada vez se lanzan menos. Y sin mencionar a nadie.

Con todo lo anterior, una de las series de los 90-2000 que no soportaba era Felicity. Siempre la vi como una aspirante barata a suceder a Dawson’s Creek, y su argumento pretendía sumergirnos en una historia tan pesada que, del hartazgo que sentí, llegué a decir que Keri Russell era fea. En mi desencanto también pudo influir el que la viese obligado, ya que a mi madre sí le gustaba. Y cuando te obligan en tus años mozos a ver algo en la tele todos sabemos que eso no puede acabar bien.

Otra serie que le gustaba a mi madre era Cinco hermanos, especialmente por Calista Flockhart, con la que tanto nos reímos en Ally Mcbeal. Y a mí, como ya habréis adivinado, tampoco me apasionaba. Era otra vez la misma historia repetitiva de siempre, más cutre que las pijas que se visten con ropa con tachuelas: familia que sufre una tragedia, intentan unirse, se llevan mal, se llevan bien, hacen piña, se dispersan, etcétera, coñazo, etcétera, tedio.  Americans

Cuando me enteré de que Keri Russell y Matthew Rhys, dos actores de ficciones que no podía ver, iban a ser los protagonistas de un drama de espías, me asusté. La idea de dos rusos infiltrados en Estados Unidos durante la Guerra Fría me encantaba. Pero no podía decir lo mismo de quienes iban a ser las ‘caras’ del proyecto. Y he de decir que me han callado la boca, ya que los dos son grandes actores que han sabido reinventarse como hacía tiempo no veía. Sí, hoy toca hablar de The Americans, de la que acabo de finalizar su primera temporada.

Para los que no la hayáis disfrutado (estáis tardando), la historia va sobre dos agentes del KGB soviético que se infiltran en Estados Unidos en los 70 como si fuesen una pareja normal de estadounidenses, ya que se han entrenado hasta tal punto de eliminar su acento ruso para que no se sospeche de ellos en ningún momento. Desde su posición de vida ideal, con trabajo estable y dos hijos fruto de su relación de conveniencia, realizan misiones encargadas desde Moscú, y conspiran tan alegremente bajo el auspicio de su embajada. Los americanos hacen lo mismo, aunque el jugar en casa no les otorga toda la ventaja, debido a las grandes habilidades de los espías de la URSS. En resumen, un argumento no original, pero sí sólido.

Porque esta serie de FX ha sido de lo mejor en estos primeros seis meses de año, tan pobres en novedades en Estados Unidos. En una época en la que proliferan las (recomendables) historias de espías (Homeland, o las británicas Restless, Hunted o Spies of Warsaw), The Americans ya partía con la desventaja de poder saturar la temática. Pero su frescura, originalidad, además de su corto reparto, han contribuido a que se consolide como una imprescindible en toda serieteca que se precie. Americans2

Y sí, las pelucas también han aportado, claro. Esa faceta camaleónica de Philip y Elizabeth se ha ganado ser destacada, ya que ese ‘poder de la peluca’ ha causado un auténtico furor en Internet. Esos estilistas de la serie se merecen un monumento por transformar tan bien a los protagonistas solo con un poco de pelo falso.

Aunque, sin duda, de lo que más se benefician las tramas es de la humanidad que transmiten los personajes. Que los dos protagonistas sean agentes de la KGB no se ha traducido en que sean unos superhéroes que sobreviven a todo. Son una pareja normal que podría pasar por tus vecinos perfectamente. Y los agentes del FBI y de la CIA, que buscan pararles los pies, también son completamente normales. Solo se caracterizan por ser eficaces, sin estridencias que permiten a la ficción no caer en la típica historia previsible y sin realismo que tanto abunda.

Uno de los artífices de este gran logro es Noah Emmerich, para el que pedir el Emmy sería quedarse corto. Su papel de Stan Beeman es impecable, creíble y admirable, logrando que su personaje sea inolvidable para todo aquel que siga la serie.

A pesar de todos los parabienes, The Americans tiene un problema. Y es que no son pocos los que se empeñan en compararla con Homeland, la octava maravilla de la actualidad. Es algo que no logro entender, ya que una es a la otra lo que Bárcenas a la honradez. No casan, no se parecen en nada.

Prefiero quedarme con que cada vez hay más series (y buenas) de espías con personajes que, además de ser unas perfectas máquinas de matar, pinchar teléfonos, leer el correo ajeno, o disfrazarse como nadie, tienen historias personales conmovedoras. Obama debe estar orgulloso.

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