Solo un capítulo más Solo un capítulo más

Siempre busco la manera de acabar una serie cuanto antes... para ponerme a ver otra.

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Las 10 mejores series de 2014

Son mis 10. Mi top. Las que he recomendado durante el año y seguiré vendiendo esta Navidad. Las que más me han gustado. En definitiva, son las mejores porque me he encargado de elegirlas. Atrás han quedado otras 10 que también me gustaron mucho y que ocuparon los puestos 20 al 11 de la veintena de grandes series de este año. Pero no me emocionaron o dejaron tan tocado como las aparecen en este post. Y repito: no está The Good Wife porque aún no la he visto.

Aunque este es el ranking más importante de todos, recuerdo que en los próximos días sacaré otros, como los de mejores actores y actrices, las peores series del año, las preferidas de 2014 para algunos compañeros de oficio y la gran comparativa final entre los votos que habéis dejado en las listas que lanzamos hace unos días y las preferencias de los que escribimos sobre ficción.

Hechas las aclaraciones pertinentes, os presento a las 10 mejores series de 2014.

1010. Boardwalk Empire (HBO, Canal +)

De entre todas las injusticias cometidas en el mundo de la ficción, la de Boardwalk Empire es la más palmaria. Aún no sé por qué no se la ha valorado como se debería. Acabó este año en su quinta temporada sin ni un capítulo malo, con unas actuaciones estupendas y una adaptación perfecta de las historias reales de los gánster de EEUU. Quizá el final supo a poco, pero es que los cinco años que nos han dado han sido perfectos. También en los aspectos técnicos. Al final, le ocurrirá como a Deadwood: recibirá reconocimiento después de muerta.

9. Orange is the New Black (Netflix, Canal +)9

Su segunda temporada se ha caracterizado por el poder que han adquirido las secundarias, al pasar las tramas de Piper a tener la misma importancia que las de sus otras compañeras de prisión. Esta decisión de Jenji Kohan no ha podido sentarle mejor al producto estrella de Netflix, que nos ofreció 13 capítulos deliciosos. El final fue sorprendente, aunque no tanto como el de la primera temporada. Está bien escrita, hace reír y provoca empatía con las reclusas. Creo que no hace falta decir más para convencer al que no la haya visto.

88. True Detective (HBO, Canal +)

Los que no la habían visto y tampoco sabían de la existencia de Dallas Buyers Club no entendían por qué se hablaba tanto de «una serie que hacía el bobo de Matthew MacConaughey. Tras ver sus ocho capítulos, muchos que conozco se tragaron sus palabras. Es complicada, y a veces no sabes a qué vienen esas reflexiones filosóficas de Rust Cohle. Aun así, es tan interesante y desprende tanta calidad que es un pecado ser aficionado a la ficción y no verla.

7. Mad Men (AMC, Canal +)Mad Men

A las puertas de su final en 2015, la primera mitad de su séptima temporada este año ha sido el de su reivindicación. Siempre la han llenado de premios, todos ellos merecidos, pero había perdido fuelle en sus últimas entregas. Los que la amamos por encima de todas las cosas no entendemos a los que dicen que es aburrida. Aunque sabemos que Mad Men no es para todo el mundo, porque en apariencia solo se dedica a contar las vicisitudes de unos cuantos personajes que están relacionados con una agencia de publicidad. Pero es que las historias de cada uno de ellos son tan reales y apasionantes que es imposible no engancharse. Estuve a punto de no incluirla en el top 10. Y mirad en qué puesto ha acabado.

66. Homeland (Showtime, Canal +)

Pensábamos que su cuarta temporada iba a ser The Walking Dead, por eso de que le estaban dando bola a un muerto. Resultó ser Lázaro, tras resucitar de forma sorprendente con unos capítulos que quizá sean incluso mejores que los de la primera y segunda entrega. El adiós de un personaje protagonista y trasladar la acción a Pakistán forman parte de su revolución. Esto podría parecer suficiente para explicar su resurrección, pero hay algo más: que los americanos no son los buenos de la trama. También son malos. Igual que sus oponentes. Esa crítica que desapareció en la tercera temporada y que provocó que estuviese en la lista de peores de 2013. Por suerte, esa etapa se acabó.

5. Fargo (FX, Canal +)5

Los crímenes helados que se atrevió a rescatar Noah Hawley en capítulos se convirtieron en la gran sorpresa del año. Tener que revisar la maravilla de película de los hermanos Coen seguro que no fue fácil. El resultado final ha sido grandioso. Los actores escogidos han sido perfectos para relatar los problemas en los que se metía Lester Nygaard y que afectaban a todo el que estuviese a su alrededor. Creo que no habrá premios suficientes para ella.

134. Hannibal (NBC, AXN)

Tenía el desafío de superar a su primera temporada, donde pudimos ver algunos de los capítulos más complejos en guión y bellos en técnica que se habían alumbrado. Como se suele decir, Bryan Fuller se la sacó (la calidad) y demostró que podía hacerlo aún mejor. El psiquiatra caníbal volvió más sádico y calculador, pero menos previsor. Para solucionarlo, pasó a ser más vengativo, y nadie ha estado a salvo de él en su segunda temporada. Además, su complicada relación con Will Graham ha pasado a otro estadio. Uno que estamos deseando descubrir cuando regrese la próxima primavera.

3. Happy Valley (BBC)3

La considero el mejor estreno de 2014 porque es la que más sensaciones me ha provocado. Entre la pena y el escalofrío vi sus seis capítulos cargados de drama, los cuales se me hicieron cortísimos a pesar de todo lo que ocurre en los casi 60 minutos que duran. La clase de interpretación que da Sarah Lancashire es para mostrarla a todos los chavales que quieran ser actores. Porque su policía atribulada procedente de un pequeño pueblo británico que se ve envuelta en la resolución de un secuestro es de esos personajes que nunca olvidas.

22. The Fall (BBC 2, AXN)

Hay series lentas, como le ocurre a Mad Men, que no son para cualquiera. Mucha gente no tiene paciencia, lo que es perfectamente legítimo. La contrapartida es que algunas suelen estar tan bien hechas que es un pecado perdérselas con la excusa de la parsimonia. The Fall es de esas. Se toma su tiempo para contarnos cómo una detective feminista viaja desde Londres a Belfast para intentar cazar a un asesino en serie cuyas víctimas son mujeres exitosas y guapas. Y lo hace desde los dos flancos: por un lado, el de Stella Gibson, la policía de Gillian Anderson; en el otro está Paul Spector, el psicópata en el que se mete Jamie Dornan. Ambas partes relatan de forma minuciosa cada paso que dan, para dejar claro que cualquier detalle importa en su enfrentamiento. Así, facilitan que nos enteremos mejor de cómo sienten y qué buscan. Los actores son buenos, el guión de la segunda temporada es de los mejores del año (como el de la primera) y su ambiente desangelado te mete de lleno en la historia. Se queda fuera del número 1 por el componente «despedida». Quizá el próximo año. O eso quiero: que vuelva con otra temporada.

1. Sons of Anarchy (FX, Fox Crime)1

El 9 de diciembre acabó para siempre. Su séptima temporada fue la última. Atrás han quedado siete años de emociones fuertes, violencia explícita, tramas infinitas e historias personales llenas de dolor. La razón: los moteros traficantes de armas se convirtieron en algo mucho peor. Eso les costó caro, ya que han ido perdiendo a mucha gente por culpa de sus chanchullos. Sons of Anarchy es la mejor serie del año porque es la que más hace disfrutar y sufrir. Cada capítulo es un espectáculo de guión y escenas que cortan la respiración. También de sorpresas, ya que sus giros son espectaculares y te descolocan hasta el punto de no saber qué pasaría en los siguientes minutos. No todo son elogios, dado que tiene un aspecto malo: ya no la veremos más. Nunca es fácil decir adiós al mejor relato por capítulos que uno ha visto en su vida.

Los momentos por los que recordaremos siempre a Boardwalk Empire

Boardwalk Empire ha terminado. El octavo capítulo de su quinta temporada es el último que hemos visto de su historia. Nos despedimos de una serie que ha tenido la mala suerte de ser coetánea de algunas de las mejores que se han emitido, lo que ha motivado su ostracismo. Pero como pasó con otras grandes, acabará siendo reconocida. Será una de esas que recomendaremos siempre porque será desconocida para muchos. Le ocurrió a Deadwood. Y le va a pasar a ésta.

Emplear el adjetivo «apoteósico» para referirme a su final sería ca1er en el tópico. Los que saben más de esto que yo recomiendan escribir como se habla normalmente. Por eso me puedo permitir decir que ha sido la hostia. Como lo fueron todos sus finales de temporada. Y el 90% de sus capítulos. Su poder no estaba en el cliffhanger al uso, sino en tocar las teclas exactas para dejar helado al espectador. Todo lo que ocurría tenía un propósito, inmediato o no, que siempre afectaba a la trama. Ni una escena o diálogo era consecuencia del azar. Así es como es consigue una ficción redonda.

b4Los actores, Tim Van Patten, Terence Winter, Martin Scorsese… Todos ellos tienen la culpa de haber creado algo tan magnífico. Y es que no voy a profundizar en sus fallos y en si ha notado algunas ausencias. En si ha echado de menos a Jimmy Darmody y sobre si las tramas de los secundarios hubiesen merecido más peso. Aunque las historias alternativas a la de Nucky hayan sido mucho más atractivas. A pesar de que no haya explotado del todo. Todo eso es cierto, y es quizá lo que haya impedido que consiguiese aún más nombre.

Hoy prefiero quedarme con lo bueno. Por eso prefiero recordar esos momentos que nos emocionaron de cualquiera manera en las cuatro temporadas anteriores (los de la quinta aún hay que saborearlos). Ya fuese llorando, golpeando algo, ciscándonos en el destino de un personaje o incluso riéndonos con el esparcimiento de los capos, lo que es innegable es que este relato histórico de la génesis del hampa en Estados Unidos sabe cómo provocarnos sensaciones. Dado que los guionistas han elegido con buen criterio no reescribir la historia para darnos un final soñado, qué mejor manera de hacer balance de Boardwalk Empire que esta manera. Youtube apenas me deja embeber, que conste.1

Primera temporada

«I think you’d agree that Greektown belongs to us now«. De las primeras tramas impactantes. Las escenas lo dicen todo.

La ejecución en la bodega de los primeros D’Alessio. Me parece uno de los momentos más determinantes de la historia. Especialmente para Jimmy Darmody y Meyer Lansky.

La caída de los D’Alessio y la conspiración Schroeder. Se atrevió con un «momento Padrino». Y le salió tan bien que ya ha pasado a la historia de la televisión.

2Segunda temporada

El negocio irlandés. Me impactó porque ni me lo esperaba. Pero el IRA te comunica así sus cambios de planes.

«This is my house!». Chalky White es uno de los mejores personajes que existen. Son especialidad de Michael Kenneth Williams. Y esta es una demostración de fuerza que pocos pueden hacer.3

Bye, bye, Jimmy. No puede faltar en cualquier lista. El giro en la trama es evidente.

Tercera temporada

La venganza de Richard Harrow. No le sentó demasiado bien lo de Jimmy y Angela, no.

4La caja de OwenDe las escenas más duras. El llanto de Margaret, la cara de Nucky y el adiós a uno de los personajes más queridos.

TODO en lo que aparezca Gyp RosettiPor ejemplo, la manera en que le conocimos. O cuando le dijimos adiós. Es sin duda el mejor villano de las cinco temporadas.

Cuarta temporada

La muerte de Frank Capone. El grito de Stephen Graham (Al) es estremecedor.5

Nelson relajadoOtros de los monstruos interpretativos que hemos disfrutado en estos cinco años es Michael Shannon. Su mirada fija y su frialdad, ya sea como Nelson Van Alden o George Mueller, encogen cualquier estómago. Como en esta escena.

El error mortal para Chalky White. Otro de esos momentos donde la reacción de alguien te provoca de todo. En este caso, la de Chalky cuando ve lo que le ocurre a su hija a menos de un metro.

Adiós a Richard Harrow. Lloré y golpeé cosas tras ver el final de la cuarta temporada. Lo que dice mucho de lo que es capaz esta serie.

El adiós prematuro de Boardwalk Empire

Son pocas las series que terminan cuando están en su mejor momento. Esto, que puede interpretarse como una ventaja al marcharse en su etapa de máximo apogeo para dejar el mejor recuerdo posible, también nos arrebata futuros capítulos que serían tan buenos como los que hayamos visto. Boardwalk Empire lleva solo dos capítulos de su quinta y última temporada, y solo con estos ha quedado bien claro que no era su momento para irse. Que la HBO se equivoca dejándola escapar de esta manera. Y que nos van a fastidiar por provocar su adiós.1

La serie ambientada en la etapa de la ley seca en Estados Unidos (1919-1933), y que se ha convertido en la mejor para conocer la evolución de varios gánsters míticos como Al Capone, Lucky Luciano o Meyer Lansky, llegó a nuestras vidas en 2010 para quedarse durante muchos años. No digo que hubiese hecho falta estirarla hasta las 10 o 12 temporadas. Pero es que ha sido de las pocas en superar la barrera psicológica de la tercera o cuarta temporada. Ahí es cuanto todas empiezan a flojear y a ofrecer signos evidentes de desgaste, ya sea porque las ideas escasean o las tramas no dan para más. Tim Van Patten, Terence Winter y todos los que están detrás saben que tienen un diamante en bruto, capaz de relatar decenas de historias bajo el mismo fondo gracias al componente histórico. Y lo han exprimido en estos años.

2¿Por qué se marcha Boardwalk Empire? La razón oficial es que hubo un acuerdo entre la cadena y los responsables de la serie para finalizarla un año antes de lo previsto, ya que todo apuntaba a que tendría seis temporadas. La oficiosa es que no se ha convertido en un súper producto con un impacto internacional que provocase conversaciones todas las semanas. La HBO quería que fuese la nueva Los Soprano, que se acercase al nivel mediático de la ficción creada por David Chase. Y pedirle eso a cualquier serie es como querer encontrar el monstruo del Lago Ness. Hay que estar muy loco para poner esa exigencia encima de la mesa.

Aún con el listón imposible que tenía, Steve Buscemi y el resto del reparto han realizado interpretaciones soberbias y cargadas de calidad, hasta el punto de dejar varias escenas para el baúl de lo mejor que se ha podido ver en televisión. Las decenas de secundarios que han ido pasando por sus capítulos han dejado huella a su manera. Sería difícil quedarse con solo uno en otras circunstancias, pero el Gyp Rosetti de Bobby Cannavale en la tercera temporada necesitó solamente 12 capítulos para ser uno de los mejores villanos de la televisión en estos últimos años. Que  ganase el Emmy era una cuestión de justicia, y que se esté haciendo un hueco en Hollywood, evidente.p191dfsoegh9k11p9ml11vqr1rof7

El caso de Cannavale caso no es único: en Boardwalk Empire solo participan bestias interpretativas. Ahí tenemos a Michael Shannon (Nelson Van Alden), Kelly Macdonald (Margaret Thompson), Vincent Piazza (Luciano), Stephen Graham (Capone), Michael Stuhlbarg (Arnold Rothstein), Patricia Arquette (Sally Wheet), Michael Kennet Williams (Chalky White) o Jack Huston (Richard Harrow). Solo se consiguen semejante elenco con un equipo de genios detrás de las cámaras, empezando por Terence Winter y acabando por Martin Scorsese y Mark Whalberg.

3Elegir 1931 para la despedida, cuando todas las cartas están sobre la mesa y la mayoría de los jóvenes aspirantes que hemos ido conociendo ya son unos criminales hechos y derechos ha sido el otro acierto. El primer episodio de esta quinta entrega, dirigido por Tim Van Patten (quién si no), es de esos que hay que venerar y poner cómo ejemplo de lo que es buena televisión. El poder de los personajes y su manera de ejecutar los guiones provocan una historia dramática en la que la acción aparece en su justa medida, sin romper con el ambiente que emociona y pone los pelos de punta. El segundo quizá no haya sido tan impactante, pero la dinámica de contarnos cómo creció Nucky Thompson y los hechos del presente indican que nos están preparando el terreno para algo muy fuerte. Vamos, que va a morir hasta el apuntador. Porque nadie puede discutir que los asesinatos y ajustes de cuentas de la serie son de los mejores que se han realizado.

No podemos hacer más que disfrutar de la que ha sido una de las mejores series de su generación. Que no se haya llevado premios no significa que sea peor que las que sí. Y quien piense que es una simple historia de mafiosos y violencia no tiene ni idea. La carga dramática de la mayoría de escenas es superior al 90% de lo que se emite actualmente. Lo malo es que al final el nivel mediático, que no las audiencias, acaba pesando. Lamentablemente, sospecho que Boardwalk Empire va a ser la nueva Deadwood: la gente se va a verla y a encumbrarla cuando ya haya muerto. Un reconocimiento merecido, pero tardío y triste.

Nueva temporada de series: despedidas, consolidaciones y estrenos que dan pereza

La nueva temporada seriéfila está más que comenzada. Las novedades del curso 2014/2015 ya han empezado a estrenarse, y las que series que ya conocíamos van regresando a cuentagotas. El interés en esta etapa televisiva lo podemos reducir a tres claves: la despedida de varias míticas, la consolidación o no de varios éxitos con solo un año de vida, y el estreno de ficciones que ya cuentan con antecedentes o reminiscencias.gotham-mckenzie-gordon-set1

Aparte de los tres grupos anteriores existe otro que hace no muchos años tenía más peso que cualquier otro: las que tenían argumentos inéditos. Algo que se ha ido perdiendo en favor de spin-offs, adaptaciones de otros países o en el trasvase de las historias (o ambientes) del cine para transformarlas en episodios. Si seleccionamos algunos ejemplos, esta tendencia no ha sido nociva, ya que nos ha traído grandes sorpresas como HannibalFargoPero creo que todos empezamos a extrañar en la televisión estadounidense argumentos rompedores y sorprendentes. Por suerte, aún nos quedan los británicos, que tienen material de sobra por el momento para deleitarnos.

Con todo lo anterior, repasemos lo que nos encontraremos este año:

Las que se van

1En este apartado hay dos protagonistas indiscutibles: Boardwalk Empire y Sons of Anarchy. La primera porque la HBO ha decidido acabar con ella en su quinta temporada de forma sorprendente, y la segunda se marcha tras cumplir el ciclo de siete años que su creador, Kurt Sutter, dispuso desde el principio.

Lamentablemente, en España no somos conscientes de lo que supone el fin de ambas. Es el fin de dos de las mejores series de los últimos 10 años, y que en otra época habrían entrado en el club de las mejores de la historia. Ahora, con tanta competencia en Estados Unidos y en otros países, en el resto del mundo han pasado demasiado desapercibidas para lo que merecen.

Escribiré un post de cada una en estos días, por eso no me quiero extender demasiado en lo que supondrá su adiós para la televisión. Y si no las habéis visto nunca, tardáis. No os arrepentiréis.

Ah, tambíen acaba The Newsroom. Sí, le han regalado una temporada de despedida.

A consolidarse2

En los tres meses y medio que quedan de 2014 hay tres ficciones que estrenan su segunda temporada y que tienen en su mano meterse en la lista de imprescindibles de cualquiera.

En comedia, la que destaca es Brooklyn 99. Quizá fue la mejor comedia larga de estreno que pudimos ver la temporada pasada. Andy Samberg y todos sus compañeros de reparto están muy divertidos y logran un ambiente ideal para entretener y divertir en 20 minutos.

Las otras dos son británicas. La primera es Peaky Blinders. Reconozco que me aburrí, pero sería idiota si no reconociese lo bien hecha que está y la calidad de su reparto. Simplemente la trama no supo engancharme. ¿Por qué la incluyo, a pesar de que no me acabó de convencer? Pues porque le voy a dar una segunda oportunidad. No conozco a nadie que tuviese la misma experiencia que yo con ella. A lo mejor me pilló en mal momento, vete tu a saber.

The FallLa otra sí supo captar mi atención, y de qué manera. La culpa la tuvieron sus dos magnéticos protagonistas. Sí, hablo de The Fall y de Gillian Anderson y Jamie Dornan. Stella Gibson y Paul Spector lograron ser la pareja de antagonistas más atractiva del año, y la caza de una al otro enganchó como pocas. Es cierto que la serie es muy lenta, y que se echa en falta algo de ritmo hasta en las escenas de crimen. Pero es que todo están tan bien hecho, contado de la manera más elegante y a la vez cruda posible, que es imposible dejar de mirar. Además, con esto de Dornan sea Christian Grey en las películas basadas en el bet-seller de E.L. James, su audiencia va a aumentar de forma espectacular. Espero que esto no distraiga a los guionistas del camino que iniciaron.

Faltan otras sobre las que no se sabe nada: Dates The Wrong Mans. Y me fastidia desconocer si tendrán segunda temporada o no, y si es así, cuándo. Que no nos las quiten.

Novedades: del interés contenido a la pereza máxima

En estos meses no habrá grandes estrenos que nos provoquen un hype desaforado. Lo único que me llama la atención es Gotham, que relata los años de infancia de Bruce Wayne tras el asesinato de sus padres y los acontecimientos que marcaron su vida antes de convertirse en Batman. Creo que muchos estamos interesados en ella por culpa de la trilogía de Christopher Nolan.4

Por lo demás, todo lo que sale de Reino Unido es lo que me resulta más atractivo sobre el papel y los teasers. Así, voy a ver Cilla, una especie de biopic de la presentadora Cilla Black, y que protagoniza la diosa Sheridan Smith; Glue, que trata sobre el asesinato de un niño en un pueblo pequeño, a lo Broadchurch; Our Girl, con Lacey Turner y Iwan Rheon en un drama de una chica que decide buscarse el futuro en el ejército británico; y The Driver, con David Morrissey como un taxista que se mete en problemas.

5El resto de estrenos, a falta de que salga algo que me devuelva la fe, me dan bastante pereza. Empezando por las adaptaciones americanas de Pulseras Rojas Los Misterios de Laura, siguiendo con Gracepoint (remake de Broadchurch), lo nuevo de Shonda Rimes (How to get away with murder) , el regreso de Katherine Heigl en State of Affairs, la Stalker de Dylan McDermott, hasta la nueva de zombis llamada Z Nation. Llamadme hater, pero es que me cansa ver siempre lo mismo. Por vosotros me las tragaré, por supuesto.

Os toca a vosotros: ¿qué queréis ver / estáis viendo en este inicio de temporada?

 

P.D. Perdón por la ausencia. Me estoy adecuando a nuevos horarios de trabajo, y el tiempo de escribir me lo quita ver series, y viceversa 🙂

Y los favoritos para los Emmy de este blog son…

Esta noche son los Emmy. A las 2.00 hora española comienza la gala de los premios televisivos por excelencia. En este blog haré un directo desde las 23.30 de todo lo que acontezca en la ceremonia y en lo que rodea a la misma, tal como la alfombra roja, las reacciones de los premiados o los perdedores, y las sorpresas o desilusiones. Si queréis que la comentemos juntos, tenéis los comentarios para expresaros y podemos interactuar a través de Twitter. Sobre las nominaciones ya os dije qué pensaba.True3

Antes de la vorágine nocturna que supondrán los Emmy, es tiempo de porras. La mayoría de compañeros que escriben de series, como Aloña Fernández Larrechi, Jaime Domínguez o los autores de Quinta Temporadaya han hecho sus apuestas. Vosotros también podéis votar por vuestras preferencias en estas encuestas que han preparado en 20minutos.

Mis candidatos predilectos a llevarse el premio responden más a lo que me dice el corazón que a lo que apunta la lógica, pero aún así he elegido a los que creo que tienen más posibilidades. Más razones no hay, dado que esta es una quiniela personal, subjetiva y con la que se puede estar de acuerdo o no.  Por tanto, mis favoritos para estos Emmy son:

Drama

Mejor serie: True Detective

Mejor actor: Matthew McConaughey (True Detective)

Mejor actriz: Lizzy Caplan (Masters of Sex)

Mejor actor de reparto: Jon Voight (Ray Donovan)

Mejor actriz de reparto: Christina Hendricks (Mad Men)

Mejor guión: Ozymandias, de Breaking Bad

Mejor dirección: Cary Joji Fukunaga, de True Detective, por Who goes there

Comedia

Mejor serie: Orange is the New Black

Mejor actor: Louis CK (Louie)

Mejor actriz: Julia Louis-Dreyfus (Veep)

Mejor actor de reparto: Andre Baugher (Brooklyn 99)

Mejor actriz de reparto: Kate Mulgrew (Orange is the New Black)

Mejor guión: I Wasn’t Ready, de Orange is the New Black

Mejor dirección: Jodie Foster, de Orange is the New Black, por Lesbian Request Denied

Miniseries y películas para televisión

Mejor serie: Fargo

Mejor película: The Normal Heart

Mejor actor: Benedict Cumberbatch (Sherlock)

Mejor actriz: Kristen Wiig (The Spoils of Babylon)

Mejor actor de reparto: Jim Parsons (The Normal Heart)

Mejor actriz de reparto: Julia Roberts (The Normal Heart)

Los mejores momentos de las series en 2013

  AVISO: Spoilers en todo el post

Siempre hay momentos que se nos quedan grabados. Ya sea porque su impacto es obvio o porque a nosotros nos calan de forma inexplicable, esas escenas o situaciones nos marcan y son las que destacamos cuando nos preguntan por un determinado asunto. En las series son habituales. Son experiencias personalísimas de cada uno. Lo que a él en un capítulo le ha jodido el día, a ella no le ha parecido ni destacable, y viceversa. La que sigue es la lista de las escenas que me chocaron, me hicieron reír o llorar, o las que simplemente son tan buenas que merecen una mención. Si vosotros tenéis otras, por favor, compartidlas en los comentarios. Lo vuelvo a avisar: SPOILERS a mogollón.

El tiroteo en el colegio de Utopia

Por lo que significa y el momento en el que se emitió puede que sea la secuencia más atrevida de todo el año. La serie de Channel 4 se emitió a principios de año, apenas dos meses después del tiroteo en la escuela de Newton en la que murieron varios niños y adultos. En EEUU ni se esperaban que en las islas británicas fuesen a emitir algo que ellos, con sus remilgos, jamás habrían emitido. Utopia no escatima en mostrar sangre con el rojo más fuerte posible. Lo mismo ocurre con las escenas violentas, más presentes conforme pasan los episodios. Que la pantalla nos muestre como Arby le vuela los sesos a alguien en primer plano y luego nos deje escuchar los gritos y los tiros que se producen en las distintas estancias de la escuela solo pueden hacerlo unas pocas. Y ésta es una de ellas.

El asesinato de Andrea en Breaking Bad

La mejor serie de 2013 se marchó con ocho capítulos inolvidables e históricos por la calidad patente que se ofrecía en cada segundo. Como es normal, el impacto y el “qué coño acaba de pasar” fueron constantes durante la tanda de despedida tan maravillosa que se marcó Vince Gilligan. Podría elegir muchos más de Breaking Bad, pero me quedo con este: cuando Todd asesina a Andrea de un tiro a bocajarro para obligar a Jesse a seguir haciendo metanfetamina en condiciones de esclavitud. Me quedé helado. Incluso se me escapó la lágrima, porque el llanto de Pinkman me destrozó. El tío Jack dejaba claro que no le importaba hacer lo que fuese para conseguir lo que quería.

La muerte de Hershel en The Walking Dead

Los zombis no han tenido una media temporada memorable que se diga, pero los acontecimientos del último episodio hasta su regreso en febrero tendrán mucha repercusión para su futuro. El asesinato de Hershel a manos del gobernador, y a espadazos, es muy importante para el devenir de la historia. Y fue completamente inesperado. Al menos The Walking Dead nos ha demostrado que aún tiene cierta capacidad de sorpresa.

La última media hora de Boardwalk Empire

En los episodios finales de temporada de la ficción de la mafia en los años 20 de la HBO siempre pasa algo. Realmente, en todos los capítulos existe un momento que te supera o te encanta, pero esto ocurre especialmente en las season finale. En los 30 minutos del episodio 12 de este año pasaron muchas cosas que a mí, y supongo que no seré el único, me frustraron a la par que aumentaron mi devoción por Boardwalk Empire. La muerte accidental de la hija de Chalky White fue uno de ellos.

Pero lo mejor, por triste, fue la despedida de Richard Harrow. Fue una montaña rusa de sensaciones por cómo la presentaron: de la felicidad al estar con su familia, al cabreo extremo cuando nos muestran que está muerto. Fue acojonante.

El final de Fringe

En 2013 se marchó una de las mejores series de ciencia ficción que han existido. Y lo hizo de la mejor forma posible: cerrando las tramas pendientes, evocando una vez más los valores que la han hecho destacar, y con espectacularidad por medio de un experimento que ponía el broche a la historia. Fueron cinco temporadas llenas de altibajos, pero eso no impidió que las tramas de Fringe fuesen entretenidas y muy interesantes. Sus interpretaciones, como la de John Noble, estaban más que logradas, y siempre te permitía aprender algo. Y encima era original. Estos tres minutos son una delicia.

La identidad de la madre en Cómo conocí a vuestra madre

Casi nueve años. Nueve. Me ha dado tiempo a sacarme bachillerato, acabar una carrera, y estar en varios medios. Y nunca he faltado a la cita semanal entre septiembre y mayo para ver si de refilón adivinaba quién era la madre de los hijos de Ted Mosby. Finalmente todas las pistas eran ciertas: el paraguas amarillo, la compañera de piso, la guitarra, el grupo que tocaba en la boda de Robin y Barney… Lo que nunca nos anticiparon de ninguna manera era su cara. Y así llegó a nuestras vidas Cristin Milioti, más conocida como «la madre», ya que en la serie aún no nos han dicho cómo se llama. He de reconocer que al principio Milioti me parecía poca cosa para las expectativas que teníamos ante tanto misterio. Pero con el tiempo he rectificado, como es normal, ya que ha estado estupenda a la vez que graciosa en todos los capítulos en los que ha aparecido hasta ahora. Quedan unos meses de Cómo conocí a vuestra madre, que se está despidiendo con una gran temporada. Aquí una entrevista que concedió hace poco tiempo.

La ¿muerte? de Brody en Homeland

Soy de los que tengo claro que Nicholas Brody ha pasado a la historia de la televisión como un héroe-villano fiambre. Pero por los comentarios en los posts sobre Homeland, los de las redes sociales, así como las teorías que circulan por distintos medios especializados, me he planteado si dudar sobre si realmente murió en el último episodio de la tercera temporada. Que si el nudo no era corredizo, que lo que vimos fue un ahorcamiento falso, que al que subió la grúa era otro tipo y no Brody… En cualquier caso, esto supone un punto de inflexión y el entierro definitivo de una serie que durante sus doce capítulos de este año se encargó por sí sola de cavar su tumba. Insisto en que nadie necesita una cuarta temporada.

La boda roja de Juego de Tronos

Los que habíamos leído el libro sabíamos lo que iba a pasar. Pero no cómo se iba a trasladar a la pantalla. Y la adaptación de esta masacre fue magnífica. Para los que no tenían ni idea por no haber leído Tormenta de Espadas fue un trauma todo lo que ocurrió en la boda entre una Frey y un Tully. Los vídeos de las reacciones de la gente ante esos minutos de sangre y asesinatos son representativos de la cara que se nos quedó a todos. Porque aun conociendo de antemano qué ocurriría, también flipé.

La terapia para Sheldon en The Big Bang Theory

De todos los momentos desternillantes que nos han regalado nuestros frikis favoritos durante los años que llevan en emisión, este es uno de mis preferidos junto a la persecución en la piscina de bolas. El contexto de ésta escena de TBBT es sencillo: Sheldon tiene la necesidad imperiosa de finalizar todo. No puede dejar nada a medias. Y Amy quiere educarle para que no sea tan obsesivo y pueda dejar las cosas a medias (a ella no la deja ni así, porque ni le da por empezar). Otra más de una pareja atípica que solo sabe hacernos reír.

El llanto de Michael Sheen en Masters of SexMasters

No se me ocurre nada peor para unos padres que perder un hijo por culpa de un aborto espontáneo. Si eso no te afecta es que eres un maldito robot y estás muerto por dentro. Afortunadamente, William Masters no lo estaba. Lo parecía, por su actitud y la personalidad huraña que nos muestra Michael Sheen en Masters of Sex. Pero cuando asume que ha perdido al bebé que espera con su esposa Libby explota. Aunque no quiera que le miren. La llorera desgarradora de Masters al final del quinto episodio de la serie es de las que no se olvida. No he encontrado el vídeo, pero los que la hayáis visto me entenderéis.

La muerte de Tara en Sons of Anarchy

Como es habitual, cada temporada de los moteros de Charming mueren varios de los personajes secundarios y alguno de los protagonistas. Esta sexta temporada puede ser la que haya batido el récord de decesos. Y eso que no estaba fácil, ya que en las anteriores caían como moscas y cada dos por tres quien menos te esperabas que iba a desaparecer. El año pasado fue la muerte de Opie la que nos apesadumbró a todos. En este 2013 de SOA, la más impactante ha sido sin duda la de Tara. La brutalidad de la secuencia ha provocado que la marcha de Clay haya quedado en segundo plano.

Los últimos minutos de Orange is the New BlackOrange

La muerte de Pennsatucky a manos de Piper nos dejó helados a todos. Ni lo vimos venir. Y, sobre todo, nos quedamos con la deliciosa intriga de no saber qué va a pasar ahora con la protagonista de Orange is the New Black¿La condenarán a más años? ¿Podrá ocultar lo que ha hecho? ¿La cubrirán? Hasta el verano de 2014 no sabremos la respuesta. La espera será larga.

La pelea entre Hood y el boxeador en Banshee

Un boxeador que maltrata a las chicas con las que se acuesta. Y un falso sheriff que quiere detenerle y darle una lección. Aunque tenga que enfrentarse a él puños mediante. Esta escena solo se puede definir como realista. No puedo añadir nada más. Hay que verla y punto.

Las diez mejores series de 2013

Nos hemos pasado el año rajando de lo malo que había sido este 2013 para la ficción. Luego te pones a hacer memoria y a repasar lo que hemos visto en estos 12 meses… Y resulta que el año no ha sido tan malo. Han sido pocas las que han destacado y han venido para quedarse, pero todas de gran calidad. Lo mismo se puede decir de las que ya estaban, que con la excepción de Homeland han mejorado en sus nuevas temporadas. Que quede claro que esta lista refleja mi experiencia propia: solo está lo que he visto. Responde a mis gustos. El número implica que se queden fuera muchas otras que se lo merecerían. Y por supuesto, se puede disentir. También en los puestos: aquí podéis votar las que os parezcan mejores según vuestras preferencias. Vamos allá.

10. Juego de TronosGame

Tengo que reconocer que he dudado mucho entre ésta y Mad Men, que ha tenido una temporada colosal. The Rains of Castamere ha inclinado la balanza en favor de la criatura de George R.R. Martin. Aun estando sobre aviso de lo que iba a pasar por haber leído el libro, no pude evitar el impacto de ese noveno capítulo de temporada. Era inevitable flipar por lo que veía. El resto de episodios han estado a la altura de la gran serie que es. La seguirán ignorando en todos los premios seriéfilos, seguro. Pero puede que sea la que más seguidores tenga en todo el mundo en la actualidad, y eso no se paga con premios. Para los que no hayáis hojeado Tormenta de Espadas, el libro de Canción de Hielo y Fuego en el que están basadas la tercera y cuarta temporada, un aviso: la entrega de 2014 va a ser todavía mejor.

9. Dates Dates

Ha sido la auténtica novedad del año. Jamás habíamos visto algo parecido. Y por eso es de las 10 mejores del año. Bryan Elsley se ha lucido con esta idea de desconocidos que quedan tras conocerse por Internet y que tienen una cita rocambolesca. Las historias de los personajes están muy logradas, y en todas ellas confluyen el drama mundano nada alejado de la realidad. Que nos parezca tan real es culpa de su reparto, encabezado por una Oona Chaplin espectacular y que aquí demuestra que puede hacer lo que le dé la gana (además de confirmar que el futuro es suyo). Nueve episodios de algo más de 20 minutos que hay que ver sí o sí.

8. House of CardsHouse

Echábamos en falta una serie política que se sumergiese en las entrañas de la alta política estadounidense (Scandal no vale, esa es una broma). El argumento de la serie de Netflix es insuperable, con tramas intrigantes a la vez que adictivas. Por no hablar de que la calidad está hasta en el iluminador. El aroma de Hollywood está impregnado en sus 13 episodios, bien sea por David Fincher o por el papel protagonista de Kevin Spacey. Este último, con el regalo que le hacen los guionistas de romper la ‘cuarta pared‘, es el narrador perfecto para una ficción que en apariencia es complicada. Obviamente, no resulta así para nada. Aunque a veces no se pillen algunas conversaciones. Ésto nos ha permitido aprender más de la vida de los congresistas de EEUU y de cómo se llevan a cabo proyectos legislativos. En febrero más.

7. HannibalHannibal

Mi predilección por el doctor Lecter ha pesado, claro está. Por algo es el personaje de ficción al que le debo mi rechazo a las películas de miedo y mi aversión completa al gore de cualquier tipo. Pero Bryan Fuller ha planteado la historia del psiquiatra caníbal desde la majestuosidad y la distinción, una óptica que a la vez corresponde a los rasgos de su protagonista. Hannibal es lóbrega, agobiante y sobrecogedora. Incluso acojona en algún momento. Por eso es tan buena. También es cierto que se queda corta, ya que se emite en un canal en abierto. Si la cogiese una cadena de cable veríamos otra serie, mucho más explícita, y con un Mads Mikkelsen más aterrador. Ahora mismo está perfecta. Pero si se atreviese a más sería incluso mejor. Aspectos a pulir también tiene: Will Graham (Hugh Dancy) es insoportable, por ejemplo.

6. The Big Bang Theorytbbt

Es de las pocas que me hace reír en la actualidad. Estoy convencido de que muchas otras lo harán cuando las vea, pero es que es mi favorita del género. Que esté aquí responde al buen año efectivo que ha tenido: su sexta temporada fue genial, y los 11 capítulos que lleva la séptima son un no parar de carcajadas en la mayoría de minutos. Sheldon Cooper (Jim Parsons) nos alegra los días a todos con sus ocurrencias. Y ya no es el único: el resto de personajes no para de crecer en potencia. Todos son desternillantes, desde Penny (Kaley Cuoco) y su ignorancia, pasando por Howard (Simon Helberg) y su desastroso papel como marido, a Raj (Kunal Nayyar) y su soledad afeminada. Los rumores apuntan a que TBBT podría renovar tres años, alcanzando 10 temporadas. Yo digo sí.

5. UtopiaUtopia

Es la hostia. Tiene todos los ingredientes para enganchar desde el principio: violencia, acción y una trama inédita. Pero lo que realmente atrapa son sus misterios. En sus seis capítulos nunca se podía anticipar qué iba a ocurrir o cómo iban a salir los personajes del atolladero. La incógnita sobre la identidad de Mr. Rabbit, destapada en los últimos minutos, permite a Utopia entrar en ese club selecto de series con giros inesperados y tramas ocultas que ni nos esperamos. Su valentía a la hora de ofrecer una matanza en un colegio o escenas explícitas forman parte del cuadro de aciertos. Y su estética. Hay que ser fan por narices de los colores de los escenarios. Hasta la sangre es bonita.

4. Orange is the New BlackOrange

Quizá sea la obligatoria de 2013. Ha sido de la que más se ha hablado, y con razón. Jenji Kohan ha triunfado con su cárcel de mujeres inspirada en la historia de Piper Kerman. Y no es para menos: el reparto es genial, las tramas muy interesantes, y su trasfondo de denuncia social es un aspecto poco común en la ficción estadounidense. Tampoco es que andásemos muy sobrados de humor negro en las series que ya conocíamos. Ese vacío lo ha ocupado Orange is the New Black, y puede que sea suyo por muchos años. Aunque puede que no estén todas las que lo han hecho posible: ya veremos si Laura Prepon (Alex) se anima a seguir formando parte de esta tragicomedia. Sigo pensando en el final, sí. Los que la hayáis visto lo entenderéis.

3. Boardwalk Empireb4

No comprendo por qué, entre mis círculos, son mayoría los que no la ven. No me cabe en la cabeza. Y menos aún después de esta última temporada. Es una de las tres (las otras dos las primeras) que me destrozó en algún momento, gracias a su facilidad para empaparte de su trama y sentir como sus personajes. Su retrato de la génesis de ‘clase’ mafiosa que atemorizó y se apropió de Estados Unidos durante décadas no puede ser más fidedigno. Basta con leer algún libro para cerciorarse de que en el 90% del tiempo que duran sus episodios ofrece tramas completamente reales. Os podéis fijar en la tragedia que le toca vivir a Al Capone, por ejemplo. Boardwalk Empire no es Los Soprano, pero ocupa su lugar de forma más que digna. Su reparto es estupendo, y tiene la habilidad de sorprender con cada temporada.

2. Sons of AnarchySons

Sería la mejor de no ser por el acontecimiento seriéfilo del año. En cualquier caso, el próximo año será el suyo sin duda. Los moteros de Samcro que salieron de la imaginación de Kurt Sutter se despedirán el próximo año tras siete temporadas. Y como aperitivo a su adiós, nos han dejado 13 episodios indescriptibles en este 2013. Lo mejor, o lo peor, ha estado en su final, uno de los más impactantes del año por sus muertes, las consecuencias que conllevan para el resto de personajes, y por dejarte con ganas de que llegue otro capítulo. Su acción es distinta, y Sutter es un auténtico genio para facilitar la confluencia de más de 20 tramas distintas en una sola temporada. Porque nadie se pierde con todas las cosas que pasan en Sons of Anarchy, más bien al contrario. Algo que ya pasaba en The Shield, que destacaba por su ritmo endiablado. Virtud que ahora han heredado Jax Teller (Charlie Hunnam) y sus muchachos.

1. Breaking Bad Breaking

Sería un insulto no considerarla la mejor del año. Ya no como muestra de pleitesía por su despedida, sino porque solo se la puede definir de una manera: grandiosa. La serie que reinventó el drama de acción, gracias a sus planteamientos discrepantes con lo establecido, se fue en septiembre dejándonos a todos huérfanos. Se iba una de las mejores ficciones de la historia, y una de las que estará seguro en la lista de las que marcaron esta década. Walter White (Bryan Cranston) y Jesse Pinkman (Aaron Paul) son dos personajes irrepetibles que se han sumado a esa lista de grandes parejas en cualquier disciplina, como la de Karl Malone y John Stockton en el baloncesto. Sus mejores momentos no solo han estado al final, pero los últimos ocho episodios sí han acaparado la mayoría. A mí, personalmente, la ejecución de un personaje (porque no tiene otro nombre) para obligar a uno de los protagonistas a seguir haciendo metanfetamina me impactó especialmente. No se me va a olvidar en la vida. Su legado es inconmensurable. Y si una serie te ha marcado de esa manera es porque tiene más poder del que imaginas. Gracias por existir.

La España de Boardwalk Empire

No hay spoilers, pero sí pistas. Lee bajo tu responsabilidad 🙂

¿Os habéis sentido frustrados alguna vez con el final de una película o una serie? O incluso con los últimos segundos de una temporada. Todo después de haber estado con la boca abierta en algunos momentos de un episodio. E incluso de haberte estremecido con una o varias escenas. Es decir, cuando tras haber flipado de cojones luego te sale del alma ciscarte en lo primero que se te ocurra y hasta de golpear levemente algo. b5

El relato anterior responde a las reacciones que me provocó el último capítulo de la cuarta temporada de Boardwalk Empire. Esta entrega ha sido maravillosa en su conjunto. Este episodio, como algunos otros, logró que se me pusiesen los pelos de punta, con ejemplos como lo que ocurre con la hija de Chalky White (Michael Kennet Williams). Pero el final, esos últimos segundos con Richard Harrow (Jack Huston) como protagonista, me jodieron el día. Me fastidió mucho. En otras palabras: fue glorioso.

b4Ha sido la confirmación de que Boardwalk Empire es una de las mejores series de la actualidad. Y la prueba de que, tras el listón tan alto que puso el año pasado un villano tan poderoso como Gyp Rosetti (Bobby Cannavale), los guionistas y responsables son tan buenos que son capaces de ofrecer otras tramas igual de maravillosas, dramáticas y entretenidas. Lo cierto es que el Dr. Narcisse (Jeffrey Wright) ha resultado muy efectivo, y no se le puede pedir más. Su frase en un episodio resume todo: «La verdad es la que aquellos que están en el poder deciden que sea». Otra prueba más de lo bien que se pueden hacer las cosas.

Y no han sido pocas. Los momentos impactantes han sido escasos, pero seleccionados y cuidados para lograr el rechine de dientes. Así nos pasó con la tragedia que le toca vivir a Al Capone (Stephen Graham), por medio de unos minutos que deberían estudiar todos los que quieran dedicarse a la ficción. La violencia que propone no es de cualquier tipo. Está perfectamente justificada y es reflejo de lo que se vivió en aquellos años. Pasa lo mismo con la brutalidad. Es lo que había.b1

Los futuros actores también han tenido clases magistrales durante los 12 episodios. Con muchos personajes, algunos nuevos, como William Thompson (Kevin Csolak) y Sally Wheet (Patricia Arquette), que están espléndidos (hay que esperar para ver qué juego dará Edgar Hoover (Eric Ladin)). Pero madre mía con Michael Shannon. Joder. Lo del estadounidense es de otro planeta. La transformación que ofrece en los últimos capítulos es el ejemplo de cómo debe ser un intérprete. Pasa de ser un don nadie abrumado por lo que está viviendo a ser un tipo temible en pocos segundos por la misma razón. De George Müller a Nelson Van Alden hay un trecho. Y él consigue que la distancia sea la mínima.

No tengo muchas más palabras para describir el 2013 que nos ha brindado Boardwalk Empire. Solo caben los elogios. Pero lo que sí se puede hacer es extraer las similitudes de un producto inspirado en la realidad como este con el mundo actual. En concreto, con lo que acontece cada día en España. Nos sobran rasgos del New Jersey, o de EEUU en general, de los años dorados del crimen. Por suerte, el asesinato por estos asuntos no prolifera. Aunque se emplea la forma más efectiva para hundir al resto: valerse de la economía, del dinero de la gente.

Las similitudes entre la serie y el país

b3Y es que en España tenemos muchos aspirantes a mafioso. Somos el país donde el mangante y el corrupto cuentan con el apoyo del voto y el beneplácito del militante. En el que existe un partido donde un centenar de sus militantes y exaltos cargos están imputados por, presuntamente, haber metido la mano donde no les corresponde y haberse enriquecido con ello. O por, supuestamente, conceder el contrato del servicio que se tercie al amigo constructor que otorga la dádiva a cambio. Tampoco nos olvidemos de la plaza en el consejo de administración para el retiro dorado por los servicios prestados, o de los regalos de trajes, coches o décimos de loteria premiados por ese favor o esa firma tan oportuna.

En la mayoría de casos los implicados son presuntos por el momento. Pero también los hay condenados. Y menos mal que el alcohol no está prohibido hoy en día como sí ocurre en los años 20 reales que Boardwalk Empire nos cuenta desde la ficción, que si no… Pero tenemos nuestras propias corruptelas. Lo más triste es que se puedan comparar tramas ficticias o no de la serie de HBO con lo que va destapándose en España.b2

¿Quién sería nuestro Nucky Thompson? Llamando a la puerta para hacer el papel de Steve Buscemi podríamos tener a Carlos Fabra (ya condenado) o José Luis Baltar, por poner dos ejemplos de aparentes secundarios en política que en realidad son los que manejan el engranaje. Esos que negocian los flecos que interesan o enchufan a familiares o a aquellos que les pueden servir en el cotarro que creen es suyo.

La concesión de licencias, contratos u obras ya mencionada no es ajena a la España de Boardwalk Empire. Los Arnold Rothstein (Michael Stuhlbargautóctonos podrían ser los encarcelados por la trama Gürtel, como ‘El Bigotes’ o Francisco Correa, esos a los que siempre acompaña la suerte. Aunque en algún momento se les puede acabar. No hay que pasar por alto al gobernante pelele puesto para hacer el trabajo sucio y que no se desgaste el que de verdad manda. ¿Cuántos tenemos de esos? Solo hay que pensar en algún ministro y varios alcaldes o alcaldesas.

b7Policías corruptos no nos han faltado en nuestros últimos años. Los de la serie dan palizas, e incluso matan, o recolectan los sobres para sus jefes con contundencia. Para los primeros ya tuvimos a los GAL. En los segundos se me viene a la cabeza aquel famoso ‘sheriff de Coslada’.

Pero lo que tiene este país es que puede superar hasta a la historia más brutal en cuanto a corrupción y gánsters. Quizá, de haber existido un sistema de seguridad social, unos cuantos se habían apropiado de los dineros que estaban destinados a los parados por medio de EREs fraudulentos. Ya tenemos nuestra propia trama a aportar a cualquier ficción.b6

En lo que no podemos aportar más es en historias de sobresueldos en negro para compensar a los miembros de la organización. Eso es más viejo que la firma en la servilleta. Pero al menos que no se diga que no hemos estado a la altura en ese aspecto.

Solo se puede sentir tristeza al encontrar tantas similitudes entre una serie basada en el crimen y lo que ocurre el país en el que vivimos. Pero nosotros nos lo hemos buscado. Porque se lo hemos permitido. Y luego, si se les levanta un zapato, saltan los remilgados. A mí me parece peor que ellos no hayan notado la crisis y nosotros sigamos en la miseria. Ni los guionistas de Boardwalk Empire lo hubiesen dispuesto mejor.

La metadona de la mafia: Boardwalk Empire

Cualquier amante del cine con un poco de criterio admitirá que El Padrino reinventó el género. Las dos primeras partes de la saga de Francis Ford Coppola llegaron e impactaron a todo aquel que las había visto. A mí me despertaron: una noche me puse la primera para coger el sueño y acabé viéndola entera. Una bofetada poética por ser tan ignorante como para elegir una cinta de ese calibre de aperitivo al descanso. La segunda la vi al día siguiente. Y cuando descubrí la suerte de Fredo se elevó al número 1 de mi ranking personal. Con la tercera tuve más reservas, pero un conocido me dio una lección: “Si la comparas con las otras dos es mala, pero si lo haces con el resto de películas es muy buena”. Tenía razón. BE2

Los Soprano nos regaló un sucedáneo de Corleone contemporáneo. Este no era bizarro y antipático, como Michael; Tony era rudo y cómico en muchas ocasiones. Y ambos compartían la peculiaridad de no perdonar ni una y ser temibles. Al tener el gángster actual por capítulos nos faltaba la serie de uno anterior. Quizá de la época más gloriosa para estos criminales fascinantes que representan mejor que nadie la transigencia con el malo por parte del público: los años de la prohibición, de la ley seca. Con tal contexto todo lo que se crease, y más si lo hacía la HBO, tenía la previa y dulce condena de ser una maravilla con muy poco que se hiciese. Y eso es Boardwalk Empire.

BE1Desconozco si en el Atlantic City de aquellos días confluyeron en una misma sala gente como Enoch Johnson (el personaje de Steve Buscemi lleva el apellido Thompson), Meyer Lansky, ‘Lucky’ Luciano, Al Capone o Arnold Rothstein. Lo que sí sé es que esta serie lo hace real. Un mérito del que en gran parte es culpable Terence Winter, al que podríamos denominar como su creador, y al que han contribuido gente como Martin Scorsese o Mark Wahlberg como productores.

Su regreso el pasado domingo tuvo como prolegómeno un resumen de todo lo ocurrido en la temporada pasada. Y ya solo con eso te das cuenta de la masterpiece que tienes la suerte de seguir cada semana entre septiembre y diciembre desde 2010. Porque con esos dos minutos de recopilación de los momentos más destacados de la tercera entrega Boardwalk Empire ya es mejor que la mayoría de series que existen en la actualidad. No necesita más.

Las tramas tienen tanto sentido y están tan bien hiladas que si yo fuese el guionista de cualquier otra ficción me sentiría insultado y abrumado de lo buenos que son los que la hacen. Los enfrentamientos, las guerras mafiosas, los ajustes de cuentas, las tomas de territorio a golpe de matanza, en fin, el crimen organizado, aquí se presentan con un tratamiento delicioso para los sentidos. Dan ganas de meterse ahí para poder presenciar todo lo que está ocurriendo, aun a riesgo de llevarte un tiro. Pero es que la calidad de los personajes y las historias que protagonizan son tan apabullantes que hacen de ella un milagro televisivo a la vez que un inconveniente para el resto de la parrilla estadounidense y mundial. Vamos, que el marronazo que supone que exista algo tan bueno supone una mayor responsabilidad para los encargados de crear un mundo por episodios. Y muy pocos logran estar a la altura. be3

En Boardwalk Empire hay asesinatos inesperados. Tontos astutos. Listos que acaban con un tiro en la nuca. Masacres para cerrar temporadas, como la de la primera, a la altura de la venganza de Michael Corleone al final de la primera de El Padrino. La prostitución y el contrabando son el leit motiv, más lo segundo que lo primero, y a pesar de que ambas temáticas cargan con todos los giros que ha de dar el argumento nunca resultan pesadas. Es imposible cansarse de cómo funciona el mercadeo ilegal de licor, ya que siempre aparece un nuevo obstáculo u oportunidad para que la trama siga siendo efectiva. Incluso un atentado. O un nuevo actor que querrá su parte del pastel y pondrá patas arriba el negocio. En resumen: todo lo que ocurre para dar un vuelco a la situación es fascinante.

Algo que es culpa, insisto, de los personajes. Porque aquí de repente aparece un tipo como Gyp Rosetti (Bobby Cannavale, que merece un Emmy), un hijo de mala madre del que puedo afirmar sin miedo a cualquier reproche que ya es uno de los mejores villanos de la historia del cine y la televisión. O te encuentras con un Chalky White (Michael Kenneth Williams, Omar en The Wire), que con su labio torcido logra provocar admiración a la vez que renuencia por su forma de entender el mundo del crimen. Sin olvidar que de una temporada a otra puede darse una transformación totalmente aceptable y creíble como la de Jimmy Darmody (Michael Pitt), que pasa de un bando a otro con un justificante que ni los que teníamos que entregar tras haber faltado a clase. También te encuentras al principio con un pobre hombre llamado Richard Harrow (Jack Huston), que padece las miserias de la guerra en forma de secuelas permanentes, y que es capaz de ser un tipo encantador y educado hasta que coge un arma, cuando se transforma en un asesino despiadado al que es imposible juzgar porque te convence de que todo lo que hace tiene una razón aceptable. A veces te estremecen, especialmente con el carismático Owen Sleater (Charlie Cox). Luego está ese animal desconcertante llamado Nelson Van Alden (Michael Shannon), y al que cuando ves en pantalla solo puedes decir “joder” de lo tremendamente creíble que está.

BE4Y por supuesto, aunque por suerte para la serie y sus tramas paralelas ya no tiene tanto peso, está Nucky Thompson para sostener la serie. Haga lo que haga (casi) siempre se va a estar de su lado. Aunque se merezca que le maten o hundan sus negocios en ocasiones. A pesar de que sea un marido infiel que traiciona a una mujer buena (la insuperable Kelly Macdonald). Con todos sus defectos, continúa siendo el sostén de la serie. Ahora mismo, esto sin Steve Buscemi tendría poco sentido. Es completamente necesario. Y eso que todo indica que acabará siendo una serie coral, por la magnitud que están adquiriendo muchos personajes secundarios.

Boardwalk Empire ha vuelto para quedarse por muchos años. El primer episodio de la cuarta temporada continúa con la buena salud que mostró la tercera. Y la segunda, y la anterior. No tiene una temporada mala. Tampoco un capítulo prescindible. Este año vamos a ver el aumento del poder de los negros en el negocio del alcohol ilegal y la prostitución. Quizá la consolidación de los estupefacientes por parte de los capos de Nueva York. Incluso a mafiosos que acaban ganando una apuesta contra su propia muerte cuando ésta se pagaba 14 a 1. Pero da igual. Haga lo que haga, tire por donde tire la serie, estaremos atrapados indefectiblemente.

Boardwalk Empire es la metadona de los que amamos esas drogas llamadas El Padrino y Los Soprano. Es la historia ficticia de la génesis del crimen organizado más real que se ha hecho nunca. Y el día que se vaya vamos a llorar.