Solo un capítulo más Solo un capítulo más

Siempre busco la manera de acabar una serie cuanto antes... para ponerme a ver otra.

Archivo de enero, 2015

El gráfico que demuestra que es imposible que veas todas las series que quieres

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La cadena FX, madre de Fargo Sons of Anarchy, ha hecho un estudio sobre las series y el número de éstas que se estrena cada año en Estados Unidos. Los resultados, resumidos en un gráfico de Vulture, no pueden ser más relevantes. Y la conclusión, más contundente: necesitarías días de 90 horas, como poco, para ver todo lo que se estrena en un solo año. Era difícil hacerlo en 2008. Ahora, directamente, es imposible.

Usando datos de Nielsen, el canal ha contabilizado hasta 328 series de estreno en 2014 entre televisión (cable, suscripción) y plataformas de streaming. Haciendo la cuenta de la vieja, y con una posible media de 12 capítulos cada una, tendrías que ver más de 3.000 episodios en un solo año para poder decir eso de «veo todo lo que se estrena y emite». Es decir, por encima de las 3.000 horas. Más de 120 días completos de tu vida. Un ritmo que nadie es capaz de llevar (salvo que no duerma, no coma, no trabaje y no salga a la calle nunca) y que evidencia la locura en la que se ha convertido este sector en los últimos años. Un disparate que responde a un boom transformando en oferta desmesurada e incomprensible, y que implica perderte grandes series en favor de otras y dejar atrás a esos clásicos que cualquiera debe ver antes de morir. El problema es que te obligan a irte al otro mundo sin verlas con tanta novedad.

Las cadenas de cable, protagonistas del gráfico, encabezan el número de estrenos. En 2014 se empezaron a emitir 180 ficciones, casi el triple con respecto a lo que se lanzó en 2007 y 2008, cuando podías empezar a ver entre 63 y 65. Pero es que la apuesta del cable por las series no parece que vaya a dejar de crecer, como muestran los datos.

El género de los estrenos en cable es otro aspecto a destacar. Los nuevos dramas doblaron prácticamente a las comedias en 2014, mientras que las miniseries no dejan de ocupar su lugar discreto al surgir muy pocas con respecto al resto de ficciones.

Tampoco se quedan cortas las cadenas en abierto, que estrenaron 124 series. Por último están las plataformas de streaming, que contaron con 24 estrenos el pasado año. Un número que va a aumentar este 2015, ya que Amazon apuesta fuerte por la ficción con el fichaje de Woody Allen y su éxito en los Globos de Oro, y con Netflix ofreciendo mucha más oferta. A éstas se suman plataformas como la de Yahoo, que a ver qué y cuánto nos trae.

Por tanto, si te ha fastidiado en algún momento no poder ver todo lo que te gustaría, o has lamentado no ponerte al día de lo que ve la gente de tu entorno, no te preocupes: no vas a poder hacerlo. No tienes tiempo vital suficiente. La vida de ahí fuera, por suerte, te disuade de ello. Aparte de que acabarías harto, como nos ocurre a algunos que nos dedicamos a esto de ver series. Hay más entretenimiento: cine, libros (no dejéis de leer por ver series, por favor), salir, etc.

Para evitar que se te acumulen tantas series y acabes dejando algunas que te gusten, solo un consejo: sé selectivo. Todos sabemos que vemos algunas por puro postureo y por integrarnos en la tribu cuando realmente no nos gustan. No lo hagas. Ve a por lo que de verdad te atrae y punto. Salvo que quieras batir un récord guinness. Para hastiarnos ya estamos los que tenemos la suerte de vivir de recomendarte las que no debes perderte.

Fuente: Vaya tele

VÍDEO: Primer tráiler de la 5ª temporada de Juego de Tronos

Valiéndose de su nueva apuesta por el IMAX, HBO emitió ayer en algunos cines los dos últimos episodios de la cuarta temporada de Juego de Tronos. De paso, aprovechó para estrenar el tráiler de la 5ª entrega de la serie basada en los libros de George R.R. Martin. Y alguien fue lo suficiente piratilla para grabarlo a una calidad aceptable.1

El tráiler, con el fondo de una versión del Heroes de David Bowie, dice mucho de lo que nos espera este año con la adaptación de varios pasajes de Festín de Cuervos y Danza de Dragones. Y es que es temporada, visto lo visto, pinta muy bien. Que va a ser la pera, vamos. Juego de Tronos regresa el 12 de abril a Estados Unidos, y al día siguiente podremos verla ya en España a través de Canal +.

El tráiler lo descubrí gracias a @jlamotta23

Amparo Baró: mucho más que las collejas de Sole

1Es imposible no saber quién era Amparo Baró. Cualquiera ha visto al menos un capítulo de Siete Vidas, ya fuese en su primera etapa o al final de la serie, y donde la ya por entonces veterana actriz destacaba por encima del resto de sus compañeros con interpretaciones convincentes. Su papel provocó un efecto sorprendente: a pesar de que le tocaba hacer de anciana arisca que debía llevar siempre la razón, su personaje (y ella misma) se convirtió en uno de los más queridos de la televisión española.

Gran parte del cariño que todos sentimos por Amparo Baró responde a un acto particular de su Sole: las collejas. Solo con ponerte a pensar en ellas, alguna se te vendrá a la cabeza. Ya fuese a sus hijos, a sus vecinos, al que fuese a arreglarle algo… 3Nadie podía escapar a los mosqueos de esa anciana comunista que metía miedo con solo aparecer, lo cual generaba un placer indescriptible en el espectador.

Pero, ¿Amparo Baró era solo collejas? ¿No había nada más? Su caso es muy singular: Sole es el personaje por el que se la recordará siempre, con sus golpes de mano abierta como acompañantes. Esto provocó un encasillamiento inverso: si en la mayoría de casos que un actor quede de por vida asociado a un personaje es perjudicial para su carrera, para Amparo Baró fue una bendición. Temas como la edad, el tipo de serie y el buen trabajo que realizó le beneficiaron y provocaron ese efecto en su ya larga carrera.

Es por esto que recordarla por las collejas está muy bien, dado que se hace con respeto y cariño hacia una actriz que nos dio muchas horas de risas y entretenimiento. Pero hay que reivindicar que, aunque a algunos no se les recuerda por nada, ella sí merece tener más reconocimiento que unas collejas a ciertos actores de renombre. Amparo Baró era una de las pocas actrices creíbles que se han visto en los últimos años en las series españolas. Tenía una presencia imponente a pesar de su corta estatura, y cada escena en la que participaba te animaba a seguir pegado a la historia.

2Desconozco la mayor parte de su trabajo previo a Siete Vidas (no lo he visto, como la mayoría de nosotros, aunque sé con qué grandes directores trabajó) por motivos de edad. Por eso aparecer en El Internado le vino muy bien para demostrar que tenía otros registros, a pesar del despropósito en el que se convirtió la serie. Fue en ésta donde pudo demostrar que se comía con patatas a todo el que aparecía en ese reparto y que podía adaptarse a todo tipo de personajes sin despeinarse. Y sin dar collejas.

Amparo Baró ha muerto a los 77 años de un cáncer. En los últimos años apenas la vimos porque había decidido descansar tras una vida de películas, teatro y televisión. Su muerte nos deja desolados a los que sentimos admiración por aquellos que han trabajado toda su vida para reconfortar las nuestras con sus personajes. Su adiós recuerda a los fallecimientos de Emma Penella y Álex Angulo, otros dos grandes de la televisión de los últimos años y por los que la admiración era unánime. Y sí: me da igual lo que votase.

Las collejas han contribuido a ese recuerdo amable que tenemos todos de Amparo Baró. Pero estoy convencido de que el tema llegó a cansarle un poco. Es inevitable que se la recuerde por eso. Pero también debe hacerse por lo buena actriz que era. Agredir de esa manera a alguien es fácil. Hacerlo de una manera tan creíble, no. Y por eso destacaba.4

Toni Cantó, Santi Millán, Willy Toledo, Javier Cámara, Florentino Fernández, Blanca Portillo, Anabel Alonso, Eva Santolaria o Gonzalo de Castro fueron algunas de las víctimas de la Sole collejera. Como he leído por Twitter, qué bien le vendría a alguno de estos otro sopapo hoy en día. Y si fuese de Amparo Baró, mejor. Descanse en paz.

 

Las fotografías son de esta galería de 20minutos

[Actualización: he metido un enlace a una entrevista a Amparo Baró donde digo que el tema llevó a cansarle un poco. Lo había leído, pero no recordaba dónde, y fue en la entrevista de El País que enlazo.

También he añadido una precisión: no conozco la mayor parte de su trabajo previo porque no me ha dado tiempo a verme todas sus películas en una mañana. Sí sé con qué directores trabajó en cine y demás. La intención, básicamente, era que no pareciese que soy un experto en ella. Porque no lo soy].

La segunda temporada de Broadchurch: misma historia, distinto relato, más aburrimiento

Cuando Broadchurch finalizó su primera temporada en ITV con su principal misterio resuelto no comprendí muy bien por qué una serie así, que ha cumplido su propósito y ha desvelado la trama central, necesitaba una segunda temporada. Pensé que a lo mejor habría un nuevo giro, que los nuevos capítulos se centrarían en una de las historias contadas a medias durante la investigación del asesinato de Danny Latimer para mantener el interés en una ficción que demostró tanto con solo ocho episodios. El problema es que, a pesar de poner sobre la mesa el caso de Sandbrook, Broadchurch no es lo que era. Es imposible que lo sea. 1

El ritmo de la nueva temporada lo marca el juicio por el asesinato de Danny Latimer, con el principal acusado y asesino confeso declarándose inocente y con la lucha entre los abogados de la defensa y la acusación para ganar el caso. La trama está en los asesinatos sin resolver investigados por Alec Hardy (David Tennant) en Sandbrook años atrás, y cuyo fracaso a la hora de averiguar quién era el asesino le hizo acabar en el pueblo costero. También hay más argumento en el sufrimiento de la familia Latimer, que espera un miembro más, y la nueva vida de Ellie Miller (Olivia Colman).

2Sobre el papel puede parecer que la nueva temporada tiene los ingredientes necesarios para triunfar. La historia es la misma, la misma que fue tan atractiva en sus primeros episodios. También hay un nuevo relato, ya que quedó más que claro quién era responsable de todo lo que pasó con Danny. Pero lo cierto es que se me han hecho eternos los tres capítulos que he visto hasta el momento. Me he aburrido con Broadchurch. Algo que no había ocurrido en ninguna escena de la primera temporada, a pesar de que tenía un ritmo muy particular. ¿Qué ha pasado?

Todo parece indicar que la resolución de lo que era la razón de ser de Broadchurch ha acabado también con la serie y sus recursos. Lo de Sandbrook no provoca tanta curiosidad como lo de Danny Latimer. O al menos los guionistas no han sabido generar ese interés en los espectadores. Ni los fichajes, ni el distanciamiento de la familia Latimer, ni la nueva vida de Hardy y Miller. 3

Por supuesto, cualquier escena de la serie británica es mucho mejor que su absurdo remake estadounidense, Gracepoint, que ha durado en emisión lo justo ya que no tenía ningún sentido emitir lo mismo con cambio de cromos y escenario. Pero creo que se han equivocado haciendo una segunda temporada de una ficción que supo contar tan bien el drama y la investigación de un asesinato. Y que además tuvo uno de los mejores desenlaces que recuerdo.

Los británicos se caracterizan por hacer el número justo de capítulos y temporadas para sus series. Con Broadchurch han fallado en ese aspecto. Por suerte, su segunda temporada nunca nos hará olvidar a la maravilla que vimos en la primera.

Mozart in the Jungle: la historia sobre música clásica que gustará a cualquiera

La apuesta de Amazon por las series, dentro de su estrategia de hacer pasta por cualquier medio a través de sus infinitos medios,  es lo mejor que nos ha podido pasar a los que queremos descubrir nuevas historias por medio de capítulos. La frescura de los pilotos que lanza es evidente, y las que consiguen una temporada completa no suelen defraudar al público.3

La calidad es lo que destaca en ellas. Ha pasado con Transparent, una serie que deberían ver todos los adolescentes para saber qué es la tolerancia y por qué la homofobia y la transfobia son malas. De ésta se habla mucho, aún más desde que ganó el Globo de Oro a mejor serie dramática. Pero de la que se habla poco (de hecho, solo he visto hacerlo a otros compañeros que escriben sobre esto) es de Mozart in the Jungle. Una serie que puede ver cualquiera. Porque es imposible que no le guste a alguien.

1Mozart in the Jungle muestra la vida de los músicos de la Orquesta Filarmónica de Nueva York tal y como la contó Blair Tindall en su libro Mozart in the Jungle: Sex, Drugs and Classical Music. Tindall es una oboísta que en su juventud tocó en dicha orquesta, en la Orfeo de Cámara y en la de St. Luke’s. Lo que hace en su libro es relatar su experiencia trabajando junto a músicos que tenían unas vidas intensas (y desfasadas) dentro de un ambiente tan sofisticado como el de la música clásica. 2

La trama arranca cuando la Filarmónica de Nueva York sustituye a su veterano director por una estrella emergente, Rodrigo (Gael García Bernal). Su excentricidad y métodos alternativos para dirigir llamarán la atención de sus jefes y sus músicos, que se encuentran en plena negociación de sus condiciones como trabajadores. Al poco de la llegada de Rodrigo se cruza en su camino Hailey (Lola Kirke), una joven oboísta que toca donde puede y que busca cumplir su sueño de tocar en la orquesta.

5Además de mostrar la particular relación profesional de Rodrigo y Hailey, además de sus vidas y problemas personales, la serie también enseña la otra cara de este sector cubierto por el halo de la finura y el boato. Ya podíamos sospechar que los músicos son excéntricos, pero aquí lo llevan hasta el extremo. También se cuenta su afición por el sexo, su adicción a las drogas (en algunos casos, para tocar mejor) y su obsesión por la perfección. Hasta el punto de querer dejarlo si ven que una nota no les sale bien. El «no valgo para esto» típico de cuando se tiene un bloqueo.

¿Por que te va a gustar Mozart in the Jungle con solo ver un cuarto de hora de su primer capítulo? Porque es entretenida, la historia y los personajes te atraerán y la originalidad de que el hilo conductor sea la música clásica y una orquesta te atrapará por completo. También hay que destacar la conexión que existe entre los intérpretes. Parece que se conozcan de toda la vida. Esto permite que la tensión sexual sea una constante en los capítulos, y eso convence a cualquiera.Mozart_107_day_02_7315.NEF

Con sus 10 capítulos, Mozart in the Jungle me ha convencido de que es la serie que mejor representa el «para todos los públicos». A todos los que la vean les va a gustar. Tengan la edad que tengan (preferiblemente, a partir de la adolescencia). El componente musical contribuye mucho al interés que provoca. Sirve para saber lo difícil y sacrificado que es ese mundo. Es otro aliciente más de una serie que, como te pongas a verla, acabarás en uno o dos días. Mola tanto que no pararás.

Ah, lo reconozco: yo también me he enamorado de Lola Kirke. Para no.

La sorpresa de ‘Algo que celebrar’

Acabamos el año pasado año lamentando el penoso año que nos habían ofrecido las series españolas. Con pocas excepciones que contaron con el respaldo de crítica y público, en 2014 que perdí la fe. Dejé de creer en que se pudiesen lanzar producciones potables. Que tuviesen lo mínimo que ofrecer al espectador sin tomarle por tonto, y que a la vez no renunciasen a la calidad en pro del chiste facilón ni cayesen en el argumento dramedia para todos los públicos. 2015 lo ha cambiado todo. Porque, junto a Víctor Ros, otra serie española ha dejado claro que aún se puede hacer bien. O al menos dar la sensación de que va camino de ello. Es el caso de Algo que celebrar, la nueva serie de Antena 3, que ha sido una gran sorpresa.2

Podríamos decir que esta es una de las pocas que no tiene los vicios de sus antecesoras y ofrece un punto de partida llamativo. Este es el de desarrollarse siempre en celebraciones que reúnen a toda una familia, los Navarro, para contarnos cómo son sus relaciones. No falta nadie: están la abuela, los padres, los cuatro hijos, los nietos, los cuñados (actuales o ex), alguna prima… Entre ellos se llevan bien o mal, mejor o peor, pero sus andanzas no son nada exageradas y encajarían perfectamente en otras familias. Aunque no olvidemos que esto es ficción.

4Sobre el papel podría parecer que Algo que celebrar es comedia española más pensada en atraer a toda la familia. Es decir, una de esas donde los chistes malísimos, que dejan de ser humor para convertirse en bolsas de tópicos e insultos al diferente, proliferan y son utilizados para que la historia avance. No es así. Los chistes están justificados, encajan en las situaciones disparatadas y los guiones no resultan postizos. Cada personaje cumple a la perfección con su papel, y no todos tienen por qué ser graciosos, como sí ocurre en otras supuestas comedias.

Porque esta sí puede llegar a ser una comedia de verdad. La trama encaja, los actores trabajan bien y no hay estridencias. Algunas situaciones están pensadas para que te rías, pero no todas, como debe ser. ¿Qué gracia tiene que un tipo le ponga los cuernos a su mujer? En otras ficciones querían intentar que te rieses. Aquí no. Puedes soltar carcajadas con la torpeza del hijo mayor, con lo histérica que es su mujer o con las borderías de la segunda hermana. Pero no con la búsqueda de un trabajo por parte de una de las hermanas o con la sexualidad de uno de los excuñados. Lo que haríamos en la vida real, vamos. Quizás lo que chirríe un poco es que todos coincidan siempre en cualquier sarao que monten, pero es una licencia de la ficción aceptable. 1

Con todo esto, ni mucho menos Algo que celebrar es una serie perfecta. Le falta gancho. Necesita una trama aún más centralizada que atrape al público y le lleve a ver la serie por otras razones. Que el «pasar un buen rato cada semana» suba el nivel y ofrezca algo más. Si no lo hace, lo que puede ocurrir es que haya espectadores que decidan dejarla porque realmente no les aporta nada. Soy consciente de que no es fácil dar con una historia que sirva para vehicular el resto de la ficción sin romper la esencia de la familia y las fiestas en la que se reúnen, ya que la idea es que todo el reparto cuente en el resultado final. Pero algo tiene que hacer. Soltar unas carcajadas y sentir que estás viendo algo bien hecho no basta.

3Tengo claro que Algo que celebrar es la comedia española más decente que he visto en los últimos años. Tiene un aire de historia de Daniel Sánchez-Arévalo que me encanta. Pero, por el momento, tiene carencias que le restan atractivo. Necesito un aliciente que me invite a seguir viéndola. Y hasta que eso no pase, no consideraré el quedármela de forma permanente. Ojalá se arriesgue a dar un paso adelante para acabar de convencer. Pero, por favor, que no caiga en el antihumor. Y que nunca prescinda de Cristina Peña y Ricardo Castella, que son los mejores junto a Luis Varela.

La comedia familiar ha encontrado un aliado en Algo que celebrar. Porque, al contrario de lo que piensan las cadenas españolas, hay muchas maneras de hacer humor en capítulos. No todo han ser familias desayunando juntas cada mañana. Por suerte, parece que esas ideas empiezan a quedar en el pasado.

Vídeo: Así es la cabecera de Friends sin música y con los «comentarios» de los actores

¿Habías pensado alguna vez cómo se graban las cabeceras de las series? A veces suele ser en vacío, sin la sintonía que suele acompañar a la intro. Y los protagonistas tienen que meterse en el papel sin la música que todo escuchamos en el resultado final, lo que provoca situaciones bastante llamativas. Básicamente, tienen que friends-serie-tv_2gabponerse a hacer lo que les piden sin caer en la risa o la vergüenza. Eso es lo que hicieron los actores de Friends cuando grabaron su cabecera. O dicho coloquialmente: tuvieron que hacer el longui. 

Esta curiosa manera de ver la mítica intro de la serie de NBC sin la música de The Rembrandts la podemos ver gracias a House of Halo, una empresa musical que trabaja para artistas o empresas. Como ejemplo de su trabajo, también le quitaron la música al videoclip de All About that Bass, de Meghan Trainor.

Fuente: el vídeo se lo vi a Borja Terán, de Telediaria

Gym Tony, el máximo exponente de la ‘seriebasura’

Ayer me enteré de que Cuatro ha renovado para una segunda temporada Gym Tony, su serie diaria de sketches ambientada en un gimnasio de barrio que cuenta con actores como Santi Rodríguez, Antonia San Juan o Iván Massagué. Esta es la descripción amable de una ficción que está funcionando bien en audiencia. La realidad es que Gym Tony es lo peor que se emite en la televisión actual. Es una auténtica vergüenza para la ficción nacional y del mundo. Cualquiera que la vea puede darse cuenta y admitirlo al instante. Solo hace falta medio capítulo. 1

¿Por qué esta serie representa todo lo que no se debe hacer? ¿Por qué da tanta grima? El primer motivo, y quizá el principal, es que va de serie de humor cuando sus chistes y sketches echan más para atrás que un aliento apestoso. No hace ninguna gracia, y lo único que consigue es revolverte el estómago (más si estás resfriado). Me gustan los chistes de caca, culo, pedo y pis, pero en su justa medida. No todo el rato.

Tampoco soy demasiado fan del «chiste» gratuito. Sobre todo si lo que pretende fomentar son lo estereotipos, no hacer humor. Porque el humor no debe tener límites. El racismo, la homofobia y la xenofobia sí. Y en Gym Tony se dedican a fomentar esas lacras, además de otras. Porque lo que hacen en esta «serie» no es humor. Ni se le aproxima. He leído y escuchado miles de chistes sobres negros, latinoamericanos, gays, enfermos o gordos que conseguían lo que pretendían: hacer reír. Y lo lograban porque estaban hechos con la intención de hacer humor. Algo que no hacen en esta «serie».

4587_El_elenco_de_Gym_TonySe podría decir que, con lo anterior y otros aspectos más, como los sketches absurdos basados en piezas de realidad (no falta ni el de un jurado en el que Santi Rodríguez se comporta como Risto Mejide), Gym Tony se ha convertido en el principal representante de la ‘seriebasura’. Una categoría que ya existía pero que quizá no tenía un título para referirse a ella. Esa en la que se engloban las series que con solo su existencia han contribuido a hacer peor la televisión. Suelen tener en común un guión vacío, una historia desagradable y un elenco mediocre, incluso malo.4

Esto último me parece muy importante. Ni uno de los personajes hace gracia. No sé cómo lo consiguen. Y eso que no falta nada: el gordo glotón que va al gimnasio, la tía buena tonta que se mata a hacer deporte, la divorciada que presume de ser una casquivana, la choni que va por el mismo camino, el cincuentón soltero que solo sabe soltar guarradas y comentarios machistas, la asiática a la que todos llaman la china y el gay que, sorpresa, resulta ser promiscuo. Todo tópicos. Ni una pizca de gracia.

2¿Por qué en España tenemos que seguir aguantando basuras épicas como esta? ¿La audiencia lo justifica todo? Parece que a Cuatro hacer televisión de calidad le importa poco. Y es que confía en Gym Tony, que es a las series lo que Intereconomía al periodismo. Luego que si hay que apoyar «lo de aquí». ¿Quién con un poco de gusto podría respaldar algo así? No quería gastar tiempo en escribir sobre ella, pero que una cadena apoye algo así merece, al menos, una llamada de atención.

Por cierto, vaya mensaje para AlatristeMediaset confía más en una tontería que en la adaptación de un best-seller de Arturo Pérez-Reverte. Da que pensar.

Woody Allen ficha por Amazon para crear su primera serie

Nunca es tarde para cambiar de registro. Es lo que ha debido pensar Woody Allen, que con 79 años ha fichado por Amazon para crear su primera serie, según informa Variety. La plataforma Amazon Prime Instant Video de la tienda online refuerza aún más su posición en el panorama de la ficción con este fichaje. Un buen momento que comenzó el domingo en los Globos de Oro, cuando Transparent se llevó el premio a mejor serie dramática.

Foto: GTRES

Foto: GTRES

Se conocen pocos detalles sobre la serie del director neoyorquino, que aún no tiene título. Entre ellos, que Allen ha firmado un contrato por una temporada completa y que será el guionista y director de todos los capítulos de la misma.

Sobre su nuevo proyecto, Woody Allen ha tirado, como siempre, de ironía: «No sé cómo me metí en esto. No tengo ideas y no estoy seguro de por dónde empezar. Creo que Roy Price (vicepresidente de Amazon Studios) se arrepentirá».

Que un genio como Woody Allen pase a la televisión refuerza la teoría de que algo está cambiando. Más aún si ha elegido para lanzarse a las historias por capítulos una plataforma online como Amazon. Solo hay un pero: en principio, la serie solo se podrá ver en Estados Unidos, Reino Unido y Alemania. Esperemos que Amazon España tome nota.

Víctor Ros: la demostración de que otra ficción española es posible

Supimos de la existencia de Víctor Ros hace casi un año, cuando TVE anunció que iba a adaptar las novelas de Jerónimo Tristante en una miniserie protagonizada por Carles Francino. Las historias de detectives de siglos pasados me apasionan, y he visto todas las series del género que han caído en mis manos. Esta, la de un chaval que roba para que él y su madre puedan comer, y que acaba bajo la tutela de un policía que se da cuenta de que es listo y que le convierte en detective, me resultó atractiva al instante. Por eso entró en mi lista de prioridades y he esperado impaciente su estreno. Y tengo que decir que la espera ha merecido la pena. Además, ha servido para demostrar que otra ficción nacional, la que no tiene por qué ser para todos los públicos, es posible en España.2

Ya que la mayor parte de Víctor Ros es buena, empezaré por lo malo: el efectismo. Esos efectos digitales, en ocasiones de estilo de cómic, no me convencen y no me gustan. Tampoco el montaje de «efecto frenadol» a la hora de mostrar un flashback y regresar al relato actual del capítulo. Lo mismo me ocurre con parte de la iluminación. Como bien apuntaron en el programa especial posterior, la España de la etapa en la que están basadas las novelas (finales del XIX) y las propias comisarias eran lugares siniestros y lóbregos. Quizá la serie debería ser más oscura en sus escenarios interiores, ya que el ambiente de las calles está más logrado.

3Por suerte, lo anterior no es representativo de lo que ha mostrado la serie en un solo capítulo. Está bien hilada, la historia es atractiva, la mayoría de actores hace bien su papel (no todos) y provoca ganas de ver más. Esto último es un gran logro, ya que muestra una capacidad para el cliffhanger y por mantener vivo el interés por la trama. Algo que es mérito de los guionistas, que han sabido adaptar el misterio que rodea a las novelas de Tristante. Unos libros que están muy presentes, ya que lo mejor que se puede decir de Víctor Ros es que te da ganas de profundizar y leer las novelas en las que está basada. Y eso lo consiguen pocas.

¿Qué ha hecho la serie de TVE para convencer de esta manera a alguien que había perdido la esperanza en las series españolas? Currárselo. Fichar bien en todas las áreas. Sus guionistas son muy buenos, y han estado a la altura para adaptar una historia tan buena como la del detective. Sería el caso contrario al de los responsables de guión de Alatriste, vamos. Aunque también hay que tener en cuenta el impacto de la cadena en el resultado final: si la cadena pública ha metido mano, lo ha hecho bien; Telecinco, por contra, lo ha hecho todo mal con su carísima serie.1

Los buenos fichajes de Víctor Ros permiten esconder algo más las carencias de algunos actores. Lo malo es cuando estos son protagonistas. Que Megan Montaner es mala actriz no lo vamos a descubrir ahora. El problema es que comparte escena con grandes actores como Tito Valverde, y es en ese momento cuando queda retratada. La que podría parecer que también lo hace mal es Esmeralda Moya, porque su sobreactuación se ve desde China. Pero al menos está creíble, como Carles Francino. Cuesta encontrar una serie española en la que la mayoría del elenco te haga creerte lo que estás viendo. Esta no lo consigue del todo, ya que algunas interpretaciones me parecen demasiado simples. Pero esto no afecta de manera determinante, por suerte, al resultado final. Siempre se puede mejorar.

4Casi todo parece bueno en Víctor Ros, y la expectativa es que los otros cinco episodios sean tan buenos o mejores que el primero que ya hemos visto. La historia, por lo poco que he leído sobre lo que creó Jerónimo Tristante, se vuelve más interesante e intrigante.

Pero hay un aspecto aún más positivo, y es el estilo detectivesco. Lo clava. Lo que provoca que me haya recordado en algún momento a Endeavour (sobre todo en los minutos finales de resolver el crimen) y a Ripper Street. Ambas son series británicas excelentes. Víctor Ros va por el mismo camino, y es española. La perfecta demostración de que aquí, si se ponen los medios y se da trabajo a los buenos, también se puede hacer buena ficción.