Decir que le sigo la pista a Peter Weir no es muy meritorio: es un gran director y en los últimos siete años solo ha rodado una película: ‘Camino a la libertad‘. Antes, allá por 2003, había rodado la que para mí es una de las grandes películas de aventuras de todos los tiempos, la espectacular ‘Master and commander‘. Y mucho antes, otras películas que me dejaron huella: ‘El show de Truman‘, El club de los poetas muertos, La costa de los mosquitos, ‘Único testigo‘, ‘El año que vivimos peligrosamente‘…

Sin embargo, he salido de ver ‘Camino a la libertad‘ algo decepcionada. La historia es muy interesante, al margen de que exista cierta controversia con su autenticidad; todos los actores están fantásticos; los escenarios son espectaculares; las escenas de acción están bien resueltas; a pesar de que su metraje va más allá de las dos horas el ritmo no decae; las relaciones entre los personajes son creíbles…, pero, entonces, ¿por qué no estoy más entusiasmada? ¿Por que la he visto sin involucrarme?

En ningún momento he sufrido por Ed Harris y Jim Sturgess (y eso que siento debilidad por el primero) y nunca he tenido la sensación de peligro inminente, a pesar de que desde el minuto uno se nos informa de que se trata de una aventura en la que sobrevivieron tres personas y el grupo que inicia la huida hacia la libertad es bastante más numeroso, es decir, que la película no esconde que muchos protagonistas se quedarán por el camino, pero ni por esas…contemplo la película con cierta frialdad, incluso tengo la sensación de estar viendo un documental. Para rematarlo, el final explicativo de Weir me exaspera.

¿Es culpa mía? Quizá, pero estoy extrañada, hasta ahora mi conexión con el cine de Weir había sido inmediata.

Todavía no sé por qué me ha sucedido, y debería volver a ver la película para encontrarle una explicación. Tal vez haya sido la falta de recursos dramáticos efectistas (puede ser, a lo malo también se acostumbra una) o la ausencia de ‘sorpresas’. O tal vez simplemente es que yo no tenía el día y no supe cogerle el punto al drama. En cualquier caso, sigo siéndole leal al talentoso Weir.

¿Habéis visto la película? ¿Qué os pareció a vosotros?