Se nos ve el plumero Se nos ve el plumero

"La libertad produce monstruos, pero la falta de libertad produce infinitamente más monstruos"

La huella que Tinius deja en 20 minutos

Lamento que, después del último post dedicado a la muerte de mi amiga Solita Salinas, y tras varios viajes y un largo silencio, vuelva hoy al blog con otro fallecimiento. Acabo de regresar de Noruega donde anteayer enterramos, en ataud blanco, a Tinus Nagel-Ericksen (73 años), principal accionista y vicepresidente del Grupo Schibsted propietario de «20 minutos España S.A.».

Hacía tiempo que no asistía yo a una ceremonia religiosa protestante (servicios dominicales, bodas, etc.) y había olvidado la diferencia abismal que tiene con la liturgia católica. Además, era la primera vez que asistía a un funeral en una iglesia protestante (Ris kirke) y a un acto laico en memoria de un fallecido fuera de España. Ambos me impresionaron (yo soy facilmente impresionable con todo lo novedoso) por comparación con lo que hacemos aquí.

En Oslo enterramos a Tinius Nagel-Ericksen , un magnate de la prensa de Escandinavia y de otros 20 paises. Tinius era, seguramente, unos de los hombres más influyentes en el panorama de la prensa emergente de Europa.

Entre sus numerosos medios de comunicación destacan los diarios conservadores y progresistas, on line y off line, de Oslo, de Estocolmo y de otras ciudades nórdicas, así como las principales web de información y de clasificados de Europa (Infojobs, Segundamano, Anuntis, etc.) y diarios gratuitos de calidad como 20 minutos (líderes indiscutibles por su número de lectores en España y Francia).

Mientras escuchaba los himnos religiosos, cantados por el Coro de la Opera de Oslo, y acompañados, en sorprendente armonia, por el público que llenaba la iglesia, no pude evitar un recuerdo para el último entierro de un magnate de la prensa al que asistí este verano en Madrid. Fue el entierro de Jesús de Polanco, principal accionista del Prisa, un grupo que factura mas o menos lo mismo de nuestro Schibsted. Igualados en vida por su cifra de facturación y, quizás, por su cuenta de resultados, que diferente fue el trato que ambos recibieron en su muerte.

Durante la homilía del pastor y los discursos de los altos ejecutivos de Schibsted, ministros del Gobierno noruego y grandes periodistas del Grupo (que naturalmente no comprendía más que por el resumen que, en voz baja, me hacía mi compañera de banco) me dió por pensar en Polanco. Por comparación, tuve la sensación de que habíamos cometido una gran injusticia dando tierra a Polanco en el cementerio de la Almudena sin más ni mas. Sólo hubo una breve homilía del padre Martin Patiño, una breve frase de gracias de su hijo Ignacio Polanco, un aplauso espontáneo del público y fin del sepelio bajo un sol de fuego.

Anteayer, en Oslo, todo fue muy distinto.

En primer lugar, nevaba al entrar en la iglesia y el cortejo fúnebre salió de ella caminando sobre una alfombra blanca de nieve fresca.

En segundo lugar, entre discurso y discurso, glosando la personalidad, la vida y la obra del magnate fallecido, sonaron bellísimas composiciones musicales elegidas en vida por el fallecido (el Adagio de Albinoni, el Coro de los Esclavos de Nabucco de Verdi, el Ave verum de Mozart, entre otras que yo no pude reconocer).

En tercer lugar, tuve la sensación de que a nuestro vicepresidente le hubiera encantado presenciar su funeral porque tuvo una buena dosis de humor. Tinius tenía un sentido del humor muy acentuado (y dicen que algo raro, para un hombre tan rico).

Al salir de la iglesia me contaron las anécdotas que, en varias ocasiones, hicieron estallar en carcajadas al público congregado frente al ataud blanco que contenía el cuerpo de Tinius. Nada que ver con la severidad de las ceremonias católicas.

A la cremación de los restos de Tinius, siguió un almuerzo-merienda-cena en la sede central del Grupo Schibsted, con un menú tan elegido en vida por el fallecido como la música que interpretaba un cuarteto de cuerda entre discurso y discurso. Y entre plato y plato, con buen vino, abundante cerveza y el siempre presente y fortísimo aquavit, me tocó, como representante de los empleados no escadinavos del Grupo Schibsted, decir unas palabras sobre lo que ha significado la huella de Tinius en 20 minutos España y en las demás empresas periodísticas fuera de los países nórdicos.

Hablé en inglés, con mi inconfundible acento andaluz. Y ya que lo tengo escrito en español para poder enviarlo a todos los empleados de 20 minutos en España, no me resisto a compartirlo también con los lectores de mi blog. Su lectura es, como siempre, libre.

Obituario

Tinius Nagel-Ericksen, vicepresidente de Schibsted

Oslo, 21 de noviembre de 2007-11-23

(JAMS)

Queridos amigos:

Ha sido un gran honor para mi haber sido invitado por Kjell Aamot para asistir al funeral por Tinius y estar aquí con todos vosotros. Y ha sido también un honor incluso mayor el hecho de que Kjell, Sverre y Hans Erik hayan pensado en mí para dirigir unas palabras (breves, me han recalcado, pues conocen mi amor por los micrófonos) sobre lo que ha significado Tinius para nosotros; y me han pedido que lo hiciera, además, en nombre de todos aquellos empleados de Schibsted que no somos escandinavos (aún). Gracias, Kjell, Sverre y Hans Erik.

La primera vez que oí el nombre de Tinius fue en la primavera de 2001 en Madrid. Fue durante el “road show” para vender nuestra compañía Multiprensa (editora de 20 minutos en España), fundada dos años antes en el sótano de mi casa. Noruegos, suecos e italianos eran los finalistas y la oferta sueca era, por poco, la más alta en dinero.

No puedo negar la influencia de mi suegra (100% noruega) en la decisión de vender nuestra compañía a Schibsted. Ella me dijo:

“José, dont even think in selling it to the suidish or italians! Uff da!”

(“José, ni se te ocurra vender la compañía a los suecos ni a los italianos. ¡Uff Da!”-expresión intraducible, debe ser un taco).

En esta hora triste de compartir confidencias, debo decir, en memoria de Tinius, que la decisión fue tomada cuando Arsenio Escolar, Director Editorial, y yo, como CEO-Director General, respondimos a la pregunta de nuestro entonces presidente, Julio Ortega:

-“¿Quién os gusta más como nuevo dueño de nuestra empresa?”

Tanto Arsenio como yo lo teníamos muy claro: “los noruegos”, dijimos.

Por dos razones de mucho peso:

Primera:

Estudiamos el modelo suizo 20 minuten y era tan local como el nuestro, mientras que Metro era más global

Segunda, last but not least (la última, pero no la menos importante):

los de Schibsted nos garantizaban la libertad de expresión, la independencia editorial, la credibilidad y la calidad. ¡Y lo hacían por escrito! Lo hacen a través de una fundación que llaman Tinius Trust.

Tinius”, nos dijeron los noruegos, “es el mayor accionista de Schibsted y ha sido periodista al mismo tiempo que dueño y, lo que es más importante, defiende la libertad de expresión y la independencia en sus medios de comunicación”.

Arsenio y yo nos miramos y pensamos:

-“No me digas más. Está decidido”.

Y aquí estamos.

Apostamos por la libertad de prensa, garantizada por el Tinius Trust.

La libertad es una planta maravillosa, aunque frágil y delicada. Como vosotros probablemente sabréis, la libertad de expresión fue, durante siglos, una planta exótica y extranjera que apenas podía crecer y florecer en España. Y ahora Schibsted está defendiendo y cultivando esta plata maravillosa en 20 países y con muchas lenguas diferentes.

Yo también he sido periodista, en plena dictadura de Franco y en democracia, antes que fundador de empresas y periódicos, y os aseguro que, en verdad, aprecio mucho el valor de la libertad de expresión. La libertad, amigos, es como el oxígeno, pues la valoras mucho más cuando te falta.

A mi me faltó la libertad durante demasiados años de mi vida y luché y lucho por ella, tal como nos enseñó Tinius a través de su vida y de su obra, y mediante su noble y generoso Tinius Trust.

Han pasado siete años desde que os vendimos nuestra compañía y, gracias al espíritu y a la letra del Tinius Trust, bajo la dirección y el apoyo de Kjell Aamot y de mis jefes directos, primero Birger Magnus y ahora Sverre Munk, ha sido posible el milagro de “garantizar y fomentar la libertad y la independencia” en 20 minutos en España.

Y lo hemos hecho, además, cumpliendo lo mejor que podemos los tres principios fundamentales de Schibsted:

“(1) Pasarlo bien, (2) ganar dinero y (3) con integridad”.

Cuando predicamos en España o en América Latina los valores del Tinius Trust (“libertad religiosa, tolerancia, derechos humanos y principios democráticos”), que nosotros proclamamos y defendemos con orgullo, nuestros colegas nos miran con sana envidia.

Por eso, con orgullo y agradecimiento, declaro, en este momento tan solemne y emocionante para todos nosotros, por la ausencia de Tinius, que jamás en toda mi vida profesional (en más de 20 empresas) he disfrutado de tanta libertad, independencia y confianza como en 20 minutos España, gobernada de acuerdo con los valores que Tinius ha defendido y nos ha legado para garantizarnos la libertad de prensa en el futuro.

El Cid Campeador fue un legendario caballero medieval de Burgos (la tierra donde nació Arsenio), que es famoso porque ganó batallas épicas incluso después de muerto. De la misma forma, os digo ahora que Tinius, por los principios profesionales y éticos que inspiran su obra y por su ejemplo de integridad personal y de amor a la libertad, seguirá ganando en el futuro batallas muy importantes para el Grupo Schibsted.

La huella profunda que Tinius ha dejado grabada en todos nosotros contribuirá a que Schibsted siga ganando batallas en su nombre, y en la senda de la libertad de prensa.

A Tinius le habría gustado esta frase de Don Quijote, que mi padre me recitaba frecuentemente cuando yo era niño:

-“La libertad, Sancho, es uno de los dones más preciosos que a los hombres dieron los cielos, con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre; por ella se puede y se debe aventurar la vida”.

Gracias, Tinius, por defender la libertad tuya y nuestra. Nunca olvidaremos tu mensaje y tu ejemplo.

Descansa en paz.

Y ahora va lo que dije ante el microfono. Es lo mismo, pero en mi inglés

Eulogy

Tinius Nagell-Ericksen

Oslo, November 21, 2007

(JAMS)

Dear friends,

It was a great honor for me to have been invited by Kjell Aamot to attend the funeral for Tinius Nagell-Ericksen and to be here with all of you: his family, friends and colleagues. I am honored even more that Kjell, Sverre and Hans Erik thought of me to say a few words (briefly, they emphasized, because they know how much I love microphones!) on behalf of Schibsted’s international family, about what Tinius has meant for those of us who are not Scandinavians (yet). Thank you, Kjell, Sverre and Hans Erik.

The first time I heard the name Tinius was in the spring of 2001 in Madrid. It was during our road show to sell our company Multiprensa (the publisher of 20 minutos in Spain), founded 2 years earlier in the basement of my house. Norwegians, Swedes and Italians were the finalists and the Swedish bid was, by very little difference, the highest in monetary terms.

I cannot deny the influence of my mother-in-law (100% Norwegian) in the decision to sell our company to Schibsted. She said:

– “Jose, don’t even think about selling it to the Swedes or the Italians! Uff Da!

In these sad hours of sharing confidences, I must say, in memory of Tinius, that the decision was settled when Arsenio Escolar, the Editor in chief, and I, as the CEO, responded to the question of our then President, Julio Ortega:

-“Who would you like the most as the new owner of our company?”

Both Arsenio, as much as myself, were very clear: “The Norwegians,” we answered. And for two very important reasons:

First, we had studied the Schibsted model of 20 minuten in Zurich and it was as local as ours, while Metro was more global.

Second, and last but not least: Schibsted guaranteed us freedom of expression, editorial independence, credibility and quality – and all in writing! They did this through a foundation they called the Tinius Trust.

-“Tinius, the Norwegians told us, was the largest shareholder and had been a journalist as well as an owner, and most importantly, he encourages freedom and independence in his media”.

-“Say no more,” we both thought immediately.

And here we are.

We staked our decision on the Tinius Trust’s guarantee of freedom of the press. This freedom is such a marvelous plant; a plant though fragile and delicate. As you probably realize, for centuries it was an exotic foreign plant that could not thrive in Spain. And now, Schibsted is defending and cultivating this marvelous plant in 20 counties with many different languages.

I also have been a journalist both in the Franco dictatorship and in democracy before being a founder of newspapers and companies, and I assure you that I truly appreciate how much freedom of expression is worth. For freedom, like oxygen, is most valued when it is lacking.

I had a lack of freedom during too many years of my life and I have fought, and I still fight for it, as Tinius has taught us through (thru) his life and work, and his noble and generous Tinius Trust.

Seven years have gone by since we sold our company, and thanks to the spirit and letter of the Tinius Trust, under the direction and support of Kjell Aamot and of my direct bosses, first Birger Magnus and now Sverre Munck, the miracle of “ensuring freedom and independence” in 20 minutos in Spain was indeed possible. And we accomplished, the better we can, the three fundamental principles of Schibsted:

-(1) Have fun, (2) make money and (3) with integrity.

When we preach in Spain or in Latin America the values of the Tinius Trust (religious freedom, tolerance, human rights and democratic principles), which we proclaim and defend with pride, our colleagues look at us with healthy envy.

For this reason, and with pride and gratitude, I wish to say at this sad and emotional time for all of us, that I have never enjoyed in my entire professional life (in more than 20 companies) as much freedom, independence and trust as in 20 minutos España, governed in accordance to the values that Tinius defended and given to all of us to guarantee a future of freedom of the press.

El Cid Campeador (The Champion Knight) was a legendary medieval Spanish knight from Burgos (the land where Arsenio was born) who is famed for winning epic battles even after death.

Likewise, Tinius, through his professional and ethics principles that inspired his work, along with his shining example of personal integrity and love of freedom will continue to win important future battles for the Schibsted Group. The trail that Tinius left for us to follow will help us all to continue ahead on the right track of freedom of expression.

Tinius would have liked the phrase of Don Quijote that my father recited to me when I was a child:

-“Freedom, Sancho, is one of the most precious gifts that the heavens have given unto man (mahn). It cannot equal all the treasures that the earth holds nor all those that the seas cover: for this, one should, and one must, stake his life!”

Thank you, Tinius, for defending your freedom and our freedom. We will never forget your message and your example.

Rest in peace.

Ya estoy en España. Y la verdad es que en Madrid hace casi tanto frío como en Oslo, pero sin nieve. No puedo escribir más por hoy. Tengo que ayudar en la cocina. Mañana nos comeremos el tradicional pavo del Día de Acción de Gracias (Thanksgiving Day, que fue ayer jueves) y tenemos que preparar un montón de tartas raras (de calabaza, de ruibarbo, de manzana, etc.). Cambio, pues, el teclado por el mandil.

¡Mande!

6 comentarios

  1. Dice ser Erik

    Pues sí, qué diferencia de liturgia (en las bodas también se nota mucho). Un gran escrito. Un abrazo,Erik

    23 noviembre 2007 | 21:46

  2. Dice ser bruxilda

    Después del padre y el hijo, viene el espíritu santo… :DDD (yo)qué tal Pericles y compañía? muy mal lo de dejar el blog sin actividad…Habéis visto lo de la profesora italiana que ha sido despedida de puesto y salario por video erótico? ella ha dicho que es su vida privada y que lo cuelgue en la red no significa que sea público… y a parte de lo anecdótico, cómico o erótico (los alumnos empapelaban sus habitaciones con sus fotos) es un tema de debate que se producirá en los próximos años… ¿es público por el hecho de verse? puede ser abierto para compartir con ciertas personas, pero eso no quiere decir público, o deseo que cuanto mayor número mejor..Y es para pensar, porque hace no mucho años, por el hecho de imaginar que una profesora no era decente ya era despedida…. se ha evolucionado y ahora uno en su casa hace lo que quiere… ¿ahora se evolucionará para que aunque se vea no se tenga en cuenta sino somos los destinatarios? pues yo creo que sí… que esto es trasgresor, y de futuro… pero llegará un momento que porque uno tenga presencia en la red, no signifique que hay que confiscalizar sus contenidos por públicos…Es un poco pronto, pero llegará… tener presencia en la red será como andar por la calle, que no te quedas fijo mirando a la gente …más allá de la amistad o responsabilidad que te concierna o no más allá del pensamiento, que no te ofendes por lo que la gente piensa y no manifiesta (si lo sabes o te imaginas da igual).Y todo esto sin venir a cuento… solo pasé de visita, pero creo que hace falta un cambio cultura, no para todos, pero si para los vanguardistas… si Renfe no le importa que yo piense mal de ella… no debe molestarle que como usuria hable mal de ella en la web y la gente se sume… y si en la privacidad yo puedo hacer lo que quiera, si lo subo a internet tampoco debe ofender… El mal no está en quién lo hace, sino en quien mira, o se fija demasiado en los otros…Ahora puede que no entre en nuestras concepciones pero creo que así será… es lo que debería llamarse: la benevolencia del que mira… que no debe imputar males al autor sin conocerle…Pues a este fallecido tampoco le conocía… no es que sea una gran leída.Así que no entiendo porqué ha sido despedida, uno fuera del colegio puede hacer lo que quiera… es la fragmentación real que siempre hemos tenido, que se imaginaba e intuía pero la discreción corre un velo para la vida privada. Pues ahora el velo ya no es material, deberá ser de auto control personal del que mira. Evolución cultural.

    23 noviembre 2007 | 22:43

  3. Dice ser Bruxi

    Esto es, si piensas así, no te ofendas por que lo diga, sino porque lo piense… y responsabilizateSi en la vida privada uno puede hacer lo que quiera, puede colgarlo si está dentro de la ley y no ser despedido por ello… habrá que cambiar la educación o la cultura sexual… pero no el derecho de alguien a provocar en su tiempo libre.De todos modos, tiene güevos la profe…:DDDD

    23 noviembre 2007 | 22:50

  4. Dice ser Bruxi

    ha salido mal la frase: si yo pienso así Renfe… y no te importa que piense mal de ti, no te importe tampoco que lo escriba o me lean… resposabilizate de mi pensamiento y no de mis acciones… de las acciones me resposabilizo yo. Tu solo de mi pensamiento

    23 noviembre 2007 | 23:01

  5. Dice ser armstrongfl

    Muy emotivo de principio a fin.Lo siento.Armstrongfl

    23 noviembre 2007 | 23:05

  6. Dice ser RaveN

    Grandes reflexiones.Acabas de inspirar un artículo que caerá en esta semana escrito por alguna página personal.Gracias.

    26 noviembre 2007 | 13:47

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