Se nos ve el plumero Se nos ve el plumero

"La libertad produce monstruos, pero la falta de libertad produce infinitamente más monstruos"

«Zapatero ganó…», en ¡El Mundo!

Pensé que me había confundido de periódico. Sorpresas te da la vida…

A cuatro columnas, mandando, arriba:

Zapatero ganó el debate…

En el diario El Mundo. Vivir para ver.

El País mantiene su cultura corporativa:

El papel de Rajoy ante Zapatero decepciona…

Me ha sorprendido también que Roberto Carcía Calvo (por el PP) siga siendo miembro del Tribunal Constitucional. Debe ser muy mayor.

Recuerdo su nombre como gobernador civil de Almería cuando un joven estudiante fue muerto a tiros por la Guardia Civil mientras escribía la palabra «LIBERTAD» en un muro de la playa. No pudo terminarla. Le dispararon por la espalda y no hubo culpables.

Aquel gobernador franquista pidió ayer la dimisión de la presidenta del Tribunal Constitucional. Su petición fue rechazada por diez votos a dos.

¡Ah! en la columnita de El Mundo se da cuenta de la renuncia del juez que invocó a Dios en una sentencia. Menos mal, Me dan miedo estos talibanes metidos a juez. Estoy por creer que, por esta vez, le ha iluminado el mismísimo Espiritu Santo para que dimita. ¡Qué alivio!

—-

Y éste es un espléndido artículo del proferor Laporta bastante esclarecedor sobre el terrorismo, publicado el lunes en El País. Se me había escapado.

Cuando estaba en la Universidad quise investigar y escribir sobre la función de utilidad del terrorismo (¿a quiénes beneficia?). Me asustaron mis propias conclusiones y nunca publiqué nada sobre el asunto. Laporta explora aquí, con valentía y rigor, algunos aspectos de esa deplorable función de utilidad. No se lo pierdan.

Sobre la pervivencia del terror

FRANCISCO J. LAPORTA en El País 02/07/2007

Lamento no acabar de creerme dos de los tópicos más asentados del discurso antiterrorista. No creo que vayamos a «derrotar esa lacra», como se repite una y otra vez, ni creo tampoco que en las condiciones que estamos creando entre todos sea verdad aquello de que con los actos de terror nunca se gana nada. La realidad viene a desmentir ambos píos deseos. A lo mejor no es ocioso que intente explicar por qué. En su notable libro Calamidades, Ernesto Garzón Valdés presenta un acercamiento conceptual muy preciso a la noción de terrorismo. Extraigo de su amplia definición algunos de sus ingredientes decisivos: el terrorismo es el método de usar de modo imprevisible la violencia para provocar el temor generalizado con miras a influir en el comportamiento de terceros para obtener objetivos políticos. Acto de violencia, pues, temor generalizado y reacción de terceros. Repárese en que de los tres tan sólo el primero incumbe únicamente al terrorista. Los otros dos están mediados por nuestros comportamientos colectivos, y mi escepticismo descansa en que allá donde mire no acierto a ver ningún indicio de que estemos dispuestos a interrumpir esa mediación.

Para hacer el viaje desde el acto terrorista al temor generalizado de la población se necesita un viático imprescindible: la publicidad del acto. Hasta el punto de que hay autores que hablan del «oxígeno de la publicidad» como condición del terror. Vale la pena advertir que, a diferencia del terrorismo de Estado o la delincuencia común, que buscan ampararse en el secreto y la opacidad, el terrorismo político busca deliberadamente la publicidad; su acto mismo de terror pretende precisamente ser un acto publicitario. Sin ese oxígeno de la publicidad, por tanto, se debilitaría fatalmente como fenómeno político. Pues bien, nosotros estamos dispuestos, al parecer, a suministrarlo ilimitadamente. No hay nada relacionado con él a lo que no le demos inmediatamente una trascendencia mediática inusitada. Aun si con ello estamos poniendo una de las condiciones para su reproducción y perdurabilidad. Por supuesto que la naturaleza misma de nuestras sociedades como sociedades abiertas tiene que contar con la publicidad como elemento esencial, pero una cosa es eso y otra muy distinta hacer del terrorismo y sus actos un objeto prioritario del mensaje político. Esto es lo que, sin ir más lejos, está pasando hoy en España. Hemos entrado en una espiral viciosa que no hace sino realimentar el fenómeno terrorista que decimos querer derrotar. En la pasada campaña electoral, las cosas han llegado a un punto en que uno no sabría decir muy bien si, por paradoja, aquellos que se jactan de ser los más fieros enemigos del etarra no se hayan transformado en sus aliados más constantes. Los mensajes del Partido Popular, los informativos de la cadena episcopal, algunos diarios nacionales o los noticiarios de la cadena autonómica de Madrid parecen haber incorporado una obsesión malsana por subrayar hasta extremos inconcebibles una presencia del terrorismo que dista de tener esa realidad ni de merecer ese tiempo. Se han tornado así en una suerte de agentes artísticos o teatrales involuntarios de ETA, comisionados por lo que parece para otorgar a cualquier minucia que hagan sus miembros un papel de protagonismo en la escena política y social española. Que un sujeto insignificante y vil como De Juana Chaos haya sido premiado con el oscar de presencia mediática en los últimos meses es una de las hazañas más necias y dañinas de la práctica política de los partidos y los medios desde que empezó la transición. No hay más que asistir a su resurrección como héroe nacional después de esa insensata dosis de oxígeno que le han facilitado precisamente quienes más parecían odiarle.

De que con esos y otros estúpidos alardes publicitarios hemos pasado del acto aislado de terror al temor generalizado de la población, no cabe albergar ya duda alguna. Según datos fiables, que también se dedican a recordar, venga o no venga a

cuento, esos profesionales de la inquietud, los españoles han vuelto a considerar al terrorismo entre sus primeras preocupaciones. Que un ciudadano de este país tema un atentado más que, pongamos por caso, un accidente de tráfico o un cáncer de colon, es una de esas muestras de necedad colectiva que a veces exhiben los pueblos mal informados. Ser víctima de un acto terrorista es un suceso con una probabilidad estadística cercana a la nada. Pero claro, una cosa es el riesgo y otra la percepción que se tiene de él, y los hay empeñados en prestar al terror ese servicio inestimable que se ha llamado amplificación social del riesgo sin el que lo más probable es que acabara por ser un fenómeno marginal e inconsistente. Por las consecuencias de esa amplificación, naturalmente, nadie responde.

Y las consecuencias tienen una relación muy directa con ese otro tópico en el que antes decía que tampoco creo. Ese que afirma que con sus actos los terroristas nunca ganarán nada. Las condiciones que hemos puesto entre todos hacen esta aseveración falsa. Mencionaré solamente tres de esas ganancias. La primera, y la más evidente, la que recibe el propio terrorista al ver transformada su crueldad ocasional en un ingrediente del destino de un pueblo. Con sólo alterar la agenda política de una comunidad moderna, el terrorista ya ha conseguido una parte de lo que buscaba. Al ser vehiculada por los medios, su acción violenta acaba por tornar a un grupo insignificante en un actor del proceso político. Por disparatada que sea su causa, sólo por ser el actor de esa violencia ocasional que se amplifica insensatamente, se le incorpora a la trama de la comunidad. Hemos dado ya el primer paso en su favor. La segunda ganancia evidente es la que relaciona inversamente la libertad y el miedo. El temor generalizado determina que las sociedades abiertas basadas en la libertad se vayan cerrando sobre sí mismas paulatinamente. Y al hacerlo adquieren inadvertidamente los rasgos agresivos que sirven de pretexto al grupo que ejerce el terror. Esta retroalimentación está ya demasiado estudiada como para que pueda pillarnos por sorpresa. Cuanto más dura e irreflexiva es la reacción social del miedo, más parecida es la sociedad que lo segrega al enemigo que ha inventado el terrorismo. No hay ejemplo más exacto de lo que es una cultura amenazante e invasora que la amenaza armada y la invasión militar. La coalición militar que asaltó ilegalmente Irak ha dado a Al Qaeda exactamente lo que ésta quería. Todo un regalo para el terrorismo islámico, un rédito que ni por asomo pudiera haber imaginado ingresar.

Y hay que hablar, por último, de una ganancia triste y desalentadora. La que se puede obtener haciendo aspavientos sobre el terrorismo en el debate electoral. La ecuación es tan elemental como cínica. Si el pueblo está atemorizado, recurramos a su temor para inclinar su voto hacia nosotros. No poca de la compulsión mediática que padecemos descansa obscenamente en esa ecuación. Seguramente, también la estrategia política de nuestra inefable derecha. Y, deploro decirlo, alguna de las prácticas en que se han embarcado ciertos sectores de las propias víctimas. Más allá de la indignidad que supone acercar el ascua viva que para todos han de ser los muertos a la sardina electoral de cualquiera, está la paradoja perversa que se esconde tras esa indignidad. Si las víctimas producen votos, una manera posible de ganar votos es incrementar el número de víctimas o ignorar su situación. En esto, la lógica de ese tipo inmundo de pescador electoral no difiere gran cosa de la lógica propia del etarra. Ambos están en la empresa de utilizar a las víctimas para conseguir objetivos políticos en virtud de la reacción que la sociedad desarrolla ante el terror. Y cualquiera que sea el oscuro motivo que los empuja, parece probable que con sus comportamientos alienten la perdurabilidad del fenómeno mismo cuya derrota tendría que dar sentido a sus vidas.

La pervivencia del terrorismo no depende sólo de que haya actos de terror. En una sociedad compleja, bastante anómica y presidida por el incesante desarrollo de la tecnología, es seguramente imposible pensar que no se produzcan. Pero su dimensión social y política depende en gran medida de nuestra actitud individual y colectiva hacia ellos. Y no veo por ninguna parte que seamos conscientes de ello.

Francisco J. Laporta es catedrático de Filosofía del Derecho de la Universidad Autónoma de Madrid.

FIN

13 comentarios

  1. Dice ser gretel

    Para vosotros el país es un partido de futbol, que lo que cuenta es aunque se juegue fatal, que el marcador sea favorable… porque anda que no dijo sarta de mentiras, el zapatero, candil candilón civil y ladrón (ganador)Pero bueno quizás siempremente sea tonto y como digan sus compañeros de colegio siempre fue un zoquete obtuso…Ese intento de elevar a los altares a la ONU, quizás sirve para los de andar por casa… es decir una princesa en los cuentos se supone que es doncella pero por indicar que es princesa no pruebas lo de doncella, pero para ser un orador de mierda va bien… la ONU, siempre la estudie en la universidad como una inooperante que no sirve para nada, ni para garantizar la paz ni para deliberar nada… de hecho han querido cambiar sus fundamentos repetidas ocasiones, como que el derecho de veto no deje en papel mojado los acuerdos por mayoría… el caso que Rusia se ha apuesto siempre (de memoria hablo)Y vas una a una y ninguna frase se mantiene… no se si como dice Jams hay gente que no sabe de problemas complejos, pero desde luego que pocas ganas si hay de no molestarse uno en estudiar por su cuenta los acontecimientos…Y ahora un experimiento hecho hace años con las ratas… se averiguó que aveces por sistema » hacían movimientos preventivos por si acaso por el miedo» lo he aprendido oyendo mucho podcast, y se asemejaba estos movimientos preventivos por el miedo, a los resortes que tienen todos los partidos a invocar los demonios ajenos: Jams de continuo con el aguila en las banderas o la gallina y los del pp decirlos vosotros, porque yo soy votante del pp en estos momentos.Pero ya se necesita necedad para identificar a los que se siente españoles y desean una unidad del Estado con involucionado, y se quedan tan panchos como si no fuera otra manera uno de ser… encambio el asimilar las actuaciones del psoe ultimamente no se puede ser excluyente al mismo tiempo y asimilarle que ha asimilado las tesis nacionalistas, incluso anexionistas… no aquí uno saca las conclusiones que uno quiere pero impide las del contrario… pues eso es de necios.Y todo así, es que me tiraría demasiado tiempo… como colgarse de la guerra de Irak de continuo, menos mal, sino no sé que teman iban a tener… no repiten otra cosa: Señor zapatero no sea el portavoz de los terroristas islamistas, que les está haciendo propaganda…A Zapatero me lo tendrían que dejar a mí un par de horas… no creo que me ganase… jejeje, sobretodo porque yo no compito y soy menos vaga.

    06 julio 2007 | 03:20

  2. Dice ser gretel

    Y jolines se creen que los estatutos es la modernidad… porque como digo si no les deseas eres franquista por fuerza (como aquel médico que siempre te recetaba lo mismo te doliese el pie o la garganta), pues no: se puede ser moderno, progresista, más de izquierdas que la izquierda y no molarte este país y desear un país más centralista como Francia… más igualitario entre las diferentes regiones y prestacionesNo imagino yo una Unión Europea en que los paises tengan más ganas de salir que de estar, se apoye más a las regiones más favorecidas en decrimentos de las otras, los derechos de los ciudadanos de la unión vayan en lugar de por la homologación, por la especialización de territorios o de origen, se desprotique unos paises contra otros en público… en fin, unas miras de la leche…¿quién dicta que es lo antiguo y lo moderno, lo franquista y lo democrático? los nacionalistas? no, yo tambien participo de la definición, participamos todos. Qué Salamanca no era una nación que aplastó a Barcelona… de hecho como dijo CIU ellos son herederos de una tercera España, que sugrio el odio de los unos y los otros… Salamanca en tal caso fue una tercera España.

    06 julio 2007 | 03:41

  3. Dice ser fe de errores

    sufrió… despotricar… 😀 y más y más supongo

    06 julio 2007 | 03:44

  4. Dice ser ...

    Nos encaminemos por esa Tercera España…

    06 julio 2007 | 03:45

  5. Dice ser kk

    ¡Joder que buena medicación le han dado a la que arriba escribe!

    06 julio 2007 | 08:10

  6. Dice ser Esteban Rosador

    La baza de El Mundo en la encuesta es que los resultados de Rajoy han mejorado respecto del año pasado. Sin embargo es un gran error creer eso. Lo que ocurre es que el año pasado Rajoy habló menos de ETA en el dabate, de manera que los votantes más radicales (de derecha derecha) del PP, que votarán al PP de todas formas, quedaron descontentos. Este año ha vuelto a centrarse en ETA y ha dejado contenta al ala derecha del PP, pero a cambio ha perdido votos a mansalva entre los centristas, que son los que necesita convencer para ganar las elecciones.Es la desgracia del PP, que pretende abarcar todo el arco político desde el centro hasta la extrema derecha. Eso sólo lo consiguió Aznar, que era un derechista de toda la vida que presumía de centrista cuando nadie le conocía. Ahora todos saben que es más derechista que Fraga y que Rajoy es simplemente su “sucesor digital”.El problema para el PP es cuando boten a Rajoy después de perder las próximas elecciones y empiecen a saltarse a la yugular unos contra otros. Si el sucesor es Gallardón (¿o Rato?), perderán los votos de la derecha que irán a parar a alguno de los partidos reaccionarios que están acechando. Si eligen a Aguirre (¿o Rato?), perderán los votos de centro que necesitan para ganar las elecciones.¡Salud y República!

    06 julio 2007 | 09:47

  7. Dice ser Fétido

    kk:Yo creo que se está quitando.JAMS:El repaso de ZP a Mariapocalypto fue curiosito aunque el discurso triunfalista del presi rechinó bastante. Ahora a seguir trabajando, los que lo hacen y a seguir vendiendo tragedia los que no saben trabajar.

    06 julio 2007 | 09:48

  8. Dice ser Javier Sanz

    A mi me dió la impresión que tuvimos que esperar a que terminaran los despotriques varios de Rajoy para poder ver el debate del Estado de la nación.Últimamente, los únicos que le ponen en su sitio al presi son Duran, LLamazares y compañía.En cuanto al artículo del profesor Laporta, no suelo decirlo, pero me da la impresión (no deja de ser intuición) de que tiene más razón que un santo (si es que los santos tienen razón).Una cosa más. Para los que defienden a ultranza la unidad de España, como gretel: hace tiempo me di cuenta que España no existe. Somos un conjunto de individuos movidos por intereses propios que no tenemos más remedio que caminar juntos, porque separados nos perdemos. Y lo digo siendo de Valladolid, no crean que soy independentista catalán o vasco o gallego o andaluz o aragonés o valenciano o balear… como ven, el federalismo es lo único que nos mantiene unidos, y no la paupérrima idea de que España es algo superior a nosotros que nos arropa. Durante demasiado tiempo, España ha sido algo superior que nos ha rascado, como una manta de esparto.

    06 julio 2007 | 11:29

  9. Dice ser Paco Caro

    De verdad que no me importaría nada que se adelantasen las elecciones, tengo tanta curiosidad por ver el resultado que me muero de impaciencia. Aunque me parece que si el PP exige el adelanto de elecciones es porque sabe que Zapatero no las va a convocar: si las elecciones son mañana, a Rajoy le da un patatús.Mi curiosidad morbosa con las elecciones, es saber si la sociedad española es lo bastante manipulable todavía, de forma que una estrategia bárbara como la del PP actual sea eficaz, o si por el contrario, a los ciudadanos españoles ya no les funciona ese tipo de lucha política y empezamos a cambiar. Visto así, para mí, la derrota del PP sería una muy buena señal (y un prometedor cambio de rumbo dentro del PP). Lo contrario, premiar en las urnas el tipo de lucha política realizado por el actual PP, sería un desastre para el futuro político de nuestra sociedad.

    06 julio 2007 | 14:34

  10. Dice ser David malaguita

    Don Mariano Rajoy, líder del PP y único político en España, para nuestra desgracia por su singularidad, que cumple su papel de oposición al gobierno (¿Durán, LLamazares haciéndole oposición a ZP? Jojo, buen chiste, de los mejores) entre otras cosas de interés dijo éstas en el debate sobre el estado de la nación de Naciones englobadas dentro de una Confederación de mininaciones que a su vez…uf, (resalto solo aquellos aspectos que sirvieron a zp para sugestionarnos de que en lugar de España vivíamos en El País de las Maravillas, en donde el reside:»¿Cuál ha sido su principal virtud como gobernante? No estropear la economía, y ahí le aplaudo.Usted no encontró un país arruinado, no ha tenido que apretar el cinturón a los españoles para que pudiéramos entrar en el euro a la primera, ni ha descubierto un agujero sin fondo en la Seguridad Social, ni ha tenido que corregir una tasa de paro insoportable, ni ha tenido que regenerar el crédito de un país al que las finanzas internacionales habían marcado en rojo. Se lo ha encontrado todo hecho. Lo menos que se le podía pedir era que diera pedales a la bicicleta, pero no ha dado ni una pedaladaDe acuerdo al último barómetro del CIS, el del pasado mes de mayo, hay un 27 por ciento de españoles que consideran que las cosas económicas van bien o muy bien en España. Como elemento de comparación le diré que en abril de 2004, al llegar ustedes al Gobierno, según ese mismo barómetro, había un 44 por ciento de españoles que pensaban que las cosas en economía iban bien o muy bienPor tanto, las cifras macroeconómicas están muy bien, pero hay un peor reparto de la riqueza, se ha estancado la convergencia real y los preparativos para el futuro están por estrenar…»Para ver el discurso completo: http://estaticos.elmundo.es/documentos/2005/05/11/discurso_rajoy….Aunque a Pedro Jota no le gustase Rajoy, por considerarlo quizá demasiado duro su discurso o abroncado, para mí desde luego el gallego estuvo acertado, ¿para qué queremos un sistema político con oposición democrática si luego ésta se muestra incapaz de cantarle las verdades de su desastrosa gestión al frente del gobierno?Luego ZP, por supuesto tiene todo el derecho a exhibir su estilo untuoso, demagógico, sentimentaloide e hipócrita y, pásmense, a intentar hacer la oposición a la oposición cuando se pasó casi media hora repasando los jalones de Rajoy en los gobiernos de Aznar. Tiene todo el derecho este presidente mendaz de encandilar a sus fieles como quiera, pero rajoy, en vista del zangolotino mentecato, aunque deletéreo, estuvo bien. Duro, como se merece el felón ZP, ese presidente que ha pagado el inmenso precio político a la ETA de volver a las instituciones democráticas.Saludos.Por cierto, aplaudo el post de Gretel de hoy, me ha parecido mucho más acertado que el de muchos sesudos progres de por aquí.

    06 julio 2007 | 14:43

  11. Dice ser José Gotera

    Que David Malaguita me perdone, pero quien puso el cinturón a los españoles, fue Felipe González (lo sé porque yo ya era un trabajador adulto en aquél entonces). Aznar continuó en la misma línea, y se le puede felicitar por ello, si a David Malaguita le apetece. Pero, ¿hay que criticar a Zapatero por lo que Aznar se encontró cuando llegó al poder? Aznar también se encontró las ayudas de la UE y una economía global creciendo, por ejemplo.El problema es que los peperos igualan el PSOE de Zapatero con el de González, cuando no es el mismo PSOE. Sin embargo (y por desgracia), el PP de Rajoy sigue siendo el PP de Aznar.¿”Papel de oposición”? El papel de la oposición no es la lucha por el poder a cualquier precio. Supongo que David Malaguita es de los que se reía de Zapatero por su “oposición leal”.

    06 julio 2007 | 18:30

  12. Dice ser dije donde digo diego

    lo dijo David malaguita:»¿para qué queremos un sistema político con oposición democrática si luego ésta se muestra incapaz de cantarle las verdades de su desastrosa gestión al frente del gobierno?»Exactamente, incapaz por si misma…. inútil, para ser más claro… (Menos para hablar de ETA)(Hay que gastar más cuidado con lo que se dice, eso de tirarse piedras al propio tejado no es saludable)

    15 julio 2007 | 22:19

  13. Dice ser lucio

    Gretel…estas enamorada de Zapatero o algo…Para eso lo quieres un par de horas…pues muerete de celos.Zapatero no se vende.

    16 julio 2007 | 02:50

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