Os lo juro por Arturo (sí, el del taladro de salami).
Melanie es para mí un misterio tan grande como el de los agujeros negros, nunca mejor traído, porque éstas han sido sus declaraciones esta mañana:
«tengo agujeritos en el culo»
Y yo te digo, amiga Melanie: Al menos tienes uno.
Hablando en serio, si eso es posible con la rubia que dejaría a la Barbie a la altura del premio Nobel, creo que se refería a la piel de naranja, o algo así.
Juan, ese hombre que sabe cómo tratar a una mujer le ha contestado «ya los tenías antes de entrar«. Toma depresión.
Por otro lado, en la casa de los no repescados se ha montado una especie de circo romano o tribunal de la inquisición donde se quema vivo a alguien, o en su defecto al nombre de alguien.
El consejo destructor despellejador lo componen Arturo (dos Indhiras por un duro), Toscano (me apuñalas con la mano), Indhira (con sus brillantes aportaciones, si entiende la conversación), Laura (salida como un mono manco) y Saray (la amiga de los lípidos).
Hoy el aquelarre la ha tomado con Carolina (siempre despellejan a quien no les baila el agua. Bueno, y a quien lo hace, también).
Han estado diciendo que actúa, porque lo que quiere es trabajar en la tele en cosas del corazón, como su hermana (por si no lo sabéis su hermana es D’Noe, la reportera de Estas no son las noticias, os dejo un vídeo) que nunca ha hecho cosas del corazón.
En realidad no la soportan porque es auténtica, tiene personalidad, cerebro y no les come el culo como a ellos les gusta.
En fin. Propongo una colecta: Pongamos pasta para yeso, a fin de enfoscar el culo de Melanie, que según ella (yo no lo veo) parece hecho a gotelé.