Solo un capítulo más Solo un capítulo más

Siempre busco la manera de acabar una serie cuanto antes... para ponerme a ver otra.

Archivo de agosto, 2014

Vídeo: El reencuentro de las chicas de Friends en el programa de Jimmy Kimmel


Para los que no lo conozcáis, Jimmy Kimmel es un cómico estadounidense que presenta en la cadena ABC Jimmy Kimmel Live!, uno de los late show más seguidos de Estados Unidos, que acostumbra a tener gags condenadamente divertidos y a hacer entrevistas en las que saca todo el jugo de sus invitados. Otra de las aficiones de Kimmel es reunir en su plató a actores que trabajaron juntos tiempo atrás, y hacer de estos reencuentros un auténtico acontecimiento.1

El último gran logro de Jimmy Kimmel tuvo lugar la noche del miércoles en Estados Unidos, después de que consiguiese reunir a las tres actrices protagonistas de Friends: Jennifer Aniston (Rachel), Courteney Cox (Monica) y Lisa Kudrow (Phoebe). Las tres «interpretaron» sus personajes de años atrás en una supuesta escena de la sit-com junto al cómico, que hizo el papel de Ross (David Schwimmer) y dispuso para la ocasión una réplica exacta de la cocina de la serie.

La sorpresa de Kimmel no agradó del todo a Jennifer Aniston, cuya reacción volvió a alimentar los rumores de que los actores de la serie no se llevan muy bien tras 10 años trabajando juntos. Todo lo contrario que Courteney Cox y Lisa Kudrow, que estuvieron divertidas y participativas.

Aunque faltasen los tres chicos protagonistas, volver a ver a Aniston, Cox y Kudrow en el mismo plano ha alegrado a los millones de seguidores de Friends. Ha sido tan épico que hoy jueves no se habla de otra cosa. Por algo será.

Unos Emmy que valoran el drama de Breaking Bad y se burlan de la comedia con Modern Family

Foto: EFE

Todos viviríamos mejor si no nos tomásemos en serio las entregas de premios. Si no nos cabreásemos por los galardones y reconocimientos que nuestras predilectas se quedan sin recibir, e incluso si tampoco sintiésemos alegría por la victoria de algo que al final no influye en nuestra vida diaria. Pero es imposible. Siempre caemos. Y más si de alguna forma el medio al que corresponden esos premios sí influye en lo que haces todos los días. Por eso estos Emmy 2014 han sido especialmente indignantes: porque son capaces de dar una de cal y otra de arena sin despeinarse. Tomándose en serio la mitad de categorías y creyéndose que el resto son un juego.

Ni la gala ha servido para salvar la vergüenza perpetrada a medias por los Emmy. Lenta, con muchas interrupciones, y provocando que echásemos en falta algo más de humor, solo los destellos (y los premios) han permitido soportarla. Contarla en directo no ha sido fácil, os lo aseguro. Ni con el gran momento de Bryan Cranston con Julia Louis-Dreyfus. Pero además hay que destacar el vídeo de Billy Eichner junto a Seth Meyers preguntando por los galardones en la calle, la gracia innata de Amy Poehler y el In memoriam a los fallecidos en el último año. Dentro de esto último se ha desarrollado el homenaje a Robin Williams, al cual Billy Cristal ha dedicado unas palabras preciosas. Y no, esto tampoco ha bastado para que se nos olvidase el resto. Aunque haya aspectos positivos.

Los Emmy de este año han sido serios y profesionales en las categorías estrella: las de drama. Todo apuntaba a una batalla entre Breaking Bad, que se despedía de los premios, y True Detective, que debutaba tras ofrecer uno de los mejores estrenos que se recuerdan. La moneda cayó para la serie de Vince Gilligan, que barrió a la ficción de HBO y al resto de sus competidoras con cinco premios gordos: mejor drama, mejor guión, mejor actor protagonista para Bryan Cranston, mejor actor secundario para Aaron Paul y mejor actriz secundaria para Anna Gunn.

La vida de Walter White era la única que podía vencer a las de Rust y Marty, y vaya si lo ha hecho. Al que no haya visto la gala le recomiendo ver el discurso de Cranston, que ha estado brillante y ha bromeado con que hasta él pensó en votar a Matthew McCounaghey como actor principal. Pero finalmente, él ha impedido al protagonista de True Detective a convertirse en el primer actor que habría ganado Oscar y Emmy en un mismo año. Tampoco os perdáis los agradecimientos de Aaron Paul, ya que decir que iba borracho es quedarse corto. Pero dado que empezó a beber champán de buena mañana no es extraño. Y eso que nadie esperaba que ganase, al estar todas las miradas puestas en Peter Dinklage y Jon Voight.

Los otros dos premios en drama se los han repartido True Detective The Good Wife. La primera ha obtenido el galardón a la mejor dirección para Cary Fukunaga por el famoso episodio del plano-secuencia de seis minutos, mientras que la segunda se lleva el Emmy a la mejor actriz en drama para Julianna Margulies, que ha dejado atrás a otras favoritas como Lizzy Caplan (Masters of Sex) y Robin Wright (House of Cards). En definitiva, unos premios para los que no hay reproche posible. La calidad ha sido reconocida, y eso hay que destacarlo.

Los problemas vienen en las categorías de comedia. Hablando claro, los Emmy se han burlado del género al volver a encumbrar como mejor serie a Modern Family por quinto año consecutivo. Una ficción que lleva tres años a un nivel bajísimo le ha arrebatado el premio a la que quizá sea la mejor de la actualidad, como Orange is the New Black; y que además, si vuelve a ganar, pillará a Frasier en número de premios. Y es que esto no ha sido lo único que se ha llevado, tras las victorias de Gail Mancuso en la dirección de comedia y la de Ty Burrell como mejor actor secundario.

También se suma a la fiesta del despropósito el que Jim Parsons haya vuelto a ganar como mejor actor de comedia. Pero que no se me malinterprete: Parsons es muy buen actor. Su problema es que ya aburre, dado que hace siempre lo mismo. Incluso diría que se ha encasillado. Su premio debería haber sido para Louis CK, que se ha tenido que conformar con alzarse con el mejor guión.

Las otras dos ganadoras de la noche han sido Julia Louis-Dreyfus, que vuelve a ser la mejor en comedia, y Allison Janney, que se ha llevado su segundo Emmy en la categoría de actriz secundaria cómica tras conseguir hace una semana el de mejor intérprete invitada por su papel en Masters of Sex. Seis premios lleva la angelita en toda su carrera (cuatro por The West Wing).

El problema es que los premios merecidos en estas categorías no son suficientes para ocultar la vergüenza de la victoria aplastante de Modern Family y el ninguneo de Orange is the New Black.

En cuanto al complicado mundo de las miniseries y las películas para televisión, que por primera vez competían por separado, las quinielas han acertado. La mejor serie corta ha sido Fargo, lo que supone un reconocimiento indiscutible para una ficción que ha sabido innovar y que provocado que la televisión que veamos este año sea mucho mejor de lo que esperábamos. Por otro lado, la ganadora como filme televisivo ha sido la desgarradora The Normal Heart, que como se esperaba ha logrado tocar la fibra del jurado. El agradecimiento de Ryan Murphy por el premio ha sido uno de los más emotivos, al contar en el escenario con la presencia del autor de la obra de teatro en la que está basada, Larry Kramer. El que no haya visto la película que busque hueco para hacerlo. Permite descubrir lo mal que lo pasaron los homosexuales cuando surgió el sida y la discriminación que han sufrido (y sufren) por el simple hecho de amar a alguien de su mismo sexo.

El resto de categorías han tenido un claro ganador: Sherlock. Benedict Cumberbatch ya tiene su Emmy a mejor actor en miniserie, Martin Freeman ha logrado el suyo como mejor secundario, y Steven Moffat ya es el mejor director a ojos de Estados Unidos. Las actrices de miniserie también tienen un solo nombre detrás, que es el de American Horror Story. Jessica Lange ha vencido como mejor protagonista, y Kathy Bates como mejor secundaria. Pocos lo esperábamos, más teniendo en cuesta que la última entrega de AHS ha sido con diferencia la peor de todas. Cosas de las entregas de premios.

La falta de seriedad de unos premios tan importantes con una categoría como la cómic han contribuido a que la gala sea soporífera durante sus tres horas.

Eso sí: el año que viene, sin Breaking Bad, cambiará todo. ¿Continuará True Detective en las categorías de drama, o pasará a miniseries? ¿Aspirará al premio alguno de los 200 actores que suenan para la serie de HBO? ¿Finalizará, por fin, el reinado de Modern Family y se dará paso a Orange is the New Black? ¿Se reconocerá a los grandes ausentes de este año con nominaciones, como poco?

En 2015 lo sabremos. Mientras tanto, ya sabemos que los Emmy are so full of shit, que dirían en algunas series. También podéis ver todo lo premiado que no hayáis descubierto aún para haceros una idea de lo que se ha llevado los premios. A ver si no me quedo solo en pensar que Modern Family es una basura.

Y lo admito: no he acertado ni una en la porra que he hecho.

Breaking Bad arrasa en los Emmy 2014

Los Emmy 2014 se parecen mucho a los de años anteriores: muchas dudas, no está claro quién se llevará los premios gordos, y sorpresa a la espera. En este post retransmitiremos la gala entera y parte de lo que acontezca previamente. Si queréis relatar vuestras impresiones de la misma o de los premios, tenéis los comentarios para ello, y yo estaré en Twitter atento a todo (@jtravieso). Buena noche de Emmy a todos.

5.05. Hasta aquí el directo de estos Emmy 2014. En un rato, la crónica y el análisis de una gala cargada de sorpresas, reconocimientos e injusticias. Hasta el próximo año.

4.59. Quinto premio de la noche para la serie de Vince Gilligan, que se despide de los premios llevándose todos los galardones importantes. La damnificada por su victoria es True Detective, que no ha dado la sorpresa que muchos esperábamos.

4.57. Se confirma la victoria de Breaking Bad: se lleva el Emmy a mejor drama.

4.53. Cinco años seguidos lleva ganando Modern Family como mejor comedia. Ni Orange is the New Black ha podido con ella. Sin comentarios.

4.51. Mejor comedia: Modern FamilyOtro sorpresón. Alucinante.

4.50. Sí, Bryan Cranston lo merecía sin duda alguna.

4.45. Mejor actor de drama: Bryan Cranston por Breaking Bad. Matthew McCounaghey se queda sin hacer historia.

4.44. Nos quedan tres premios: mejor actor de drama, mejor comedia y mejor drama. Emociones fuertes hasta el último segundo.

4.38. Mejor actriz de drama: Julianna Margulies por The Good Wife. Uno de los esperados.

4.36. Seguimos con el mejor guión en drama. Y se lo lleva Breaking Bad por el episodio final Ozymandias. Merecedísimo.

4.29. Pongámonos en situación. Cary Fukunaga ha ganado el premio a mejor dirección por el episodio del plano secuencia de True Detective. Sí, este.

Por otro lado, Anna Gunn gana su segundo Emmy de forma consecutiva. Atención a la batalla entre la serie de AMC y la de HBO.

4.27. Esto no para. Mejor actriz secundaria en drama para Anna Gunn por Breaking Bad

4.25. Seguimos con el Emmy al mejor director en drama. Se lo lleva Cary Fukunaga por True Detective.

4.21. Si podéis, rescatad lo más pronto posible el homenaje a Robin Williams en estos Emmy. Maravilloso.

4.15. Llega el In Memoriam. Recuerdo para Robin Williams.

4.11. Sorprende el Emmy a Aaron Paul. Ojo que esto puede ser un anticipo de lo que nos espera en el resto de la gala.

4.07. Emmy al mejor actor secundario de drama: ¡Aaron Paul por Breaking Bad! 

4.05. Momento para los Emmy a los mejores secundarios en drama.

3.50. En unos minutos, tras los Emmy a programas de ficción, llegará uno de los momentos de la noche: el homenaje a Robin Williams presentado por Billy Cristal. Id sacando los pañuelos.

3.43. The Normal Heart es una película desgarradora que merece la pena ver. La manera de Ryan Murphy de contar el surgimiento del sida entre la comunidad gay de Estados Unidos te hace reflexionar mucho.

3.41. Entrega Julianna Margulies el Emmy a la mejor película para televisión: se lo lleva The Normal HeartSin sorpresas.

3.35. Fargo ha hecho mejor la televisión este año. Se merece todos los reconocimientos que existan.

3.32. Mejor miniserie: Fargo. Merecidísimo.

3.30. Numerito musical con las cabeceras de las series antes de los premios a mejor miniserie y mejor película.

3.26. Dos años tarde, pero ahí está: ¡Gana Jessica Lange el Emmy a mejor actriz en película o miniserie! Gran trabajo en American Horror Story.

3.23. Lo próximo: mejor actriz en película o miniserie, mejor película y mejor miniserie. Veremos si se confirma la victoria de Sherlock y si The Normal Heart se recupera.

3.22. La promoción da sus frutos: Benedict Cumberbatch y Martin Freeman consiguen sus Emmy por Sherlock ante la sorpresa para The Normal Heart Fargo.

3.20. Mejor actor en película o miniserie: ¡Benedict Cumberbatch por Sherlock

3.17. Ahora se entregará el Emmy al mejor actor en película o miniserie. Lo presentan Woody Harrelson y Matthew McConaughey.

3.11. Mejor dirección en película o miniserie para Colin Bucksey por Fargo.

3.09. Martin Freeman no ha acudido a los Emmy por motivos de trabajo. Premio merecido. Se la está pegando The Normal Heart…

3.08. Premio al mejor actor secundario en miniserie o película para… ¡Martin Freeman por Sherlock!

3.07. Vamos con el Emmy a mejor actor secundario en miniserie o película.

3.02. Palo para Julia Roberts, que partía como favorita por su papel en The Normal Heart. Se tendrá que conformar con el homenaje que ha recibido de la gala por su trayectoria. En cuanto a Kathy Bates, Emmy merecido. Su papel en AHS es digno de premio.

3.01. Mejor actriz secundaria con sorpresa: ¡Gana Kathy Bates por American Horror Story!

2.59. Mejor guión y dirección en película y miniserie para Steven Moffat por Sherlock.

2.54. Para que no se lo pierda nadie, uno de los grandes momentos de los Emmy: el beso entre Julia Louis-Dreyfus y Bryan Cranston.


2.48. Momento para el Emmy al mejor reality, que se lo lleva The Amazing Race.

2.47. Quinto Emmy para la actriz estadounidense, el segundo consecutivo por la comedia de HBO.

2.45. Mejor actriz en comedia: ¡Julia Louis-Dreyfus por Veep!

2.42. Momento para ellas. Se acerca la mejor actriz en comedia.

2.39. Vaya año para Jim Parsons: consigue el Emmy, puede ganar otro, y logra el contrato deseado del millón de dolares por episodio.

2.37. Mejor actor en comedia: ¡Jim Parsons por The Big Bang Theory! ¡Otra vez!

2.32. Llega uno de los grandes premios de la noche: mejor actor de comedia.

2.29. La mejor dirección en comedia es para… ¡Gail Mancuso por Modern Family!

2.28. Ahora se entregarán los Emmy a mejor dirección en comedia y al mejor actor principal en comedia.

2.23. Allison Janney ha hecho doblete en los Emmy, ya que hace una semana fue premiada como mejor actriz invitada por su papel en Masters of Sex. Es su sexto galardón en estos premios.

2.21. El Emmy a mejor actriz en comedia es para… ¡Allison Janney por MOM!

2.19. Vamos con el Emmy a mejor actriz de reparto en comedia, tras la merecida victoria de Louis C.K. en la anterior categoría.

2.17. Emmy al mejor guión para… ¡LOUIE!

2.12. Pocas sorpresas en la victoria del actor de Modern Family. El gran perdedor es Tony Hale (Veep). Mi favorito, en cualquier caso, era Andre Baugher por Brooklyn 99.

2.11. El ganador del Emmy al mejor actor secundario en comedia es… ¡TY BURRELL POR MODERN FAMILY!

2.04. Los tres primeros premios de la noche serán, por este orden, mejor actor de reparto en comedia, mejor guión en comedia, y mejor actriz de reparto en comedia.

2.03. Seth Meyers abre la gala con el monólogo habitual, poniendo el foco en que la gala se celebra un lunes de agosto: «Esto significa que los Emmy van a ser cancelados», ha dicho.

2.01. ¡COMIENZA LA 66 EDICIÓN DE LOS PREMIOS EMMY!

1.41. A 20 minutos de la gala, ya ha llegado todo el mundo a la alfombra roja. En las entrevistas previas, algunos de los nominados se han mostrado nerviosos por conocer su futuro en los premios. ¿Triunfará la HBO con True Detective? ¿Se reivindicará Breaking Bad por última vez? ¿Podrá Mad Men hacer algo? Todas las respuestas, en un rato.

0.55. Continúa la alfombra roja de los Emmy, a una hora de que comience la gala. La diversión de estas galas, como ocurre en todos los eventos de este tipo, está en Twitter y sus comentarios. No olvidéis pasaros por allí para pasar un gran rato e ir abriendo boca para la ceremonia.

0.16. Siguen llegando actores y actrices al recinto de la gala. Una de las que está por allí es la protagonista de la que muchos consideramos una de las mejores escenas del año: Alexandra Daddario. La respuesta está en True Detective

0.02. Las estrellas invitadas a la gala ya van apareciendo por la alfombra roja. Una de las que más destaca por su elección a la hora de vestir es, como siempre, Lena Dunham (Girls).

23.55. Miles de quinielas se han hecho antes de la gala. La mía, obviamente personal y subjetiva, es esta. No ha sido difícil, dado que las nominaciones fueron injustísimas dadas las grandes ausencias de series y actores que merecían dicho reconocimiento.

NASA Television 2009 Philo T. Farnsworth Primetime Emmy Award

23.35. La gala de este año va a tener un protagonista de excepción: Robin Williams. El actor, fallecido a primeros de mes, será homenajeado por su amigo Billy Cristal durante la ceremonia. Se espera que éste sea uno de los momentos emotivos de la noche, y puede que de la historia de los Emmy.

23.32. Los Emmy de este año repiten la tendencia de los tres últimos años: nada está claro. No hay favoritos claros, y nadie puede estar seguro de llevarse el premio. La culpa de esto la tienen dos series: True Detective y Orange is the New Black. La primera ha evitado que esta ceremonia fuese un paseo de Breaking Bad en su despedida de los galardones, y la segunda ha irrumpido en las categorías de comedia para, con casi toda seguridad, barrer a sus rivales.

23.30. Bienvenidos a la retransmisión de los Emmy 2014 en Solo un capítulo más y 20minutos. La gala de entrega de los premios de la televisión de Estados Unidos (con ‘infiltrados’ británicos) comenzará a las 2.00 hora española. El presentador de ésta será el cómico Seth Meyers, y será emitida por la cadena NBC.

Y los favoritos para los Emmy de este blog son…

Esta noche son los Emmy. A las 2.00 hora española comienza la gala de los premios televisivos por excelencia. En este blog haré un directo desde las 23.30 de todo lo que acontezca en la ceremonia y en lo que rodea a la misma, tal como la alfombra roja, las reacciones de los premiados o los perdedores, y las sorpresas o desilusiones. Si queréis que la comentemos juntos, tenéis los comentarios para expresaros y podemos interactuar a través de Twitter. Sobre las nominaciones ya os dije qué pensaba.True3

Antes de la vorágine nocturna que supondrán los Emmy, es tiempo de porras. La mayoría de compañeros que escriben de series, como Aloña Fernández Larrechi, Jaime Domínguez o los autores de Quinta Temporadaya han hecho sus apuestas. Vosotros también podéis votar por vuestras preferencias en estas encuestas que han preparado en 20minutos.

Mis candidatos predilectos a llevarse el premio responden más a lo que me dice el corazón que a lo que apunta la lógica, pero aún así he elegido a los que creo que tienen más posibilidades. Más razones no hay, dado que esta es una quiniela personal, subjetiva y con la que se puede estar de acuerdo o no.  Por tanto, mis favoritos para estos Emmy son:

Drama

Mejor serie: True Detective

Mejor actor: Matthew McConaughey (True Detective)

Mejor actriz: Lizzy Caplan (Masters of Sex)

Mejor actor de reparto: Jon Voight (Ray Donovan)

Mejor actriz de reparto: Christina Hendricks (Mad Men)

Mejor guión: Ozymandias, de Breaking Bad

Mejor dirección: Cary Joji Fukunaga, de True Detective, por Who goes there

Comedia

Mejor serie: Orange is the New Black

Mejor actor: Louis CK (Louie)

Mejor actriz: Julia Louis-Dreyfus (Veep)

Mejor actor de reparto: Andre Baugher (Brooklyn 99)

Mejor actriz de reparto: Kate Mulgrew (Orange is the New Black)

Mejor guión: I Wasn’t Ready, de Orange is the New Black

Mejor dirección: Jodie Foster, de Orange is the New Black, por Lesbian Request Denied

Miniseries y películas para televisión

Mejor serie: Fargo

Mejor película: The Normal Heart

Mejor actor: Benedict Cumberbatch (Sherlock)

Mejor actriz: Kristen Wiig (The Spoils of Babylon)

Mejor actor de reparto: Jim Parsons (The Normal Heart)

Mejor actriz de reparto: Julia Roberts (The Normal Heart)

Alias, la mejor serie ‘de’ J.J. Abrams

Durante el mes de agosto voy a estar de vacaciones, tras un intenso año de trabajo. Pero eso no quiere decir que el blog descanse. Para aunar mis días de asueto y que ésto continúe funcionando, he pedido a varios amigos y amigas que os cuenten cuáles son sus series preferidas y por qué. Así, de paso, le damos otro aire a lo que se suele leer aquí. Que lo disfrutéis.

Texto de Mar Guerrero

JENNIFER GARNEREs verdad: siempre que oigo o leo algún comentario del tipo «J.J. Abrams, el showrunner de Lost y Fringe» me salen erupciones cutáneas por todo el cuerpo. La alergia no me da porque exija que se citen todos y cada uno de los trabajos que ha hecho. Total, si hablamos de televisión, poco sentido tiene que se enlisten sus créditos como director de cine, ¿no? Pero, ay cuando se une su nombre sólo a esas dos series en las que el amigo J.J. apenas estuvo involucrado más allá de la fase de desarrollo conceptual (de ahí el título de creador, que no de showrunner), y de la escritura de los correspondientes episodios pilotos… Dobladme la dosis de antihistamínicos, por favor. Quizá esté exagerando mi ataque de alergia, pero planteo una pregunta seria: ¿por qué olvidamos las dos únicas series que sí fueron paridas y criadas por Abrams durante gran parte de su emisión?

Vale, Felicity (WB, 1998-2002), pese a sus aciertos al principio, no logró ser un producto memorable más allá del brote de ira de la audiencia cuando Keri Russell se cortó su icónica melena rizada. En cambio, Alias (ABC, 2001-2005), la segunda serie de J.J. y primera producida por su productora Bad Robot, sí marcó un antes y un después tanto para la trayectoria del propio Abrams como para el panorama televisivo del momento. Al igual que 24, el otro gran título de acción surgido ese mismo año, este drama de espionaje llegó justo a tiempo para alimentar la revolución que engendraría la más reciente etapa dorada del medio, que lideró la HBO con sus clásicos.2

En Alias, Abrams pasó por la turmix las típicas misiones ‘high-tech’ de James Bond y Nikita, y las dotó de elementos más propios del drama de personajes para, entre hostias, pelucas y traiciones, contarnos lo importante: una historia acerca de los lazos familiares y cómo éstos juegan un papel fundamental en definir quiénes somos. La agente Sydney Bristow ve cómo su red de lealtades se desmorona cuando asesinan a su prometido poco después de haberle revelado el secreto de tantos viajes al extranjero, y no le queda otra que confiar en un padre, Jack, un espía doble con el que apenas se habla. Poco sabe Sydney lo que le queda por descubrir: «Truth takes time» («La verdad lleva su tiempo») rezaba el eslogan de la serie.

ABC's "Alias" - File PhotosEl episodio piloto, de los mejores que se recuerdan, es una obra maestra taquicárdica que no da tregua ni un minuto. No solo presenta a los personajes principales y los conflictos que plantearán durante toda la serie, sino que el ritmo infernal que Abrams imprime detrás de la cámara en las escenas de acción está a la altura de cualquier película del género que se precie. Los sintetizadores del ahora omnipresente Michael Giacchino, un compositor curtido en las BSO de videojuegos, también son indisociables de esa atmósfera tan PlayStation que acompañaba a Sydney en todas sus misiones.


Opening de la serie

Hace unas semanas tuve el placer de volver a ver este capítulo inaugural y no le ha salido ninguna cana salvo por el Nokia 3210 que1 utiliza Sydney, interpretada por una Jennifer Garner que vende como nadie un personaje vulnerable y letal (se hizo con el Globo de Oro en 2002). Además de la agente Bristow, a lo largo de toda la serie van apareciendo una colecta de personajes estandartes de la ambigüedad moral como Arvin Sloan (Ron Rifkin), Irina Derevko (Lena Olin), Julian Sark (David Anders), el propio Jack Bristow (Victor Garber), y otros que sirven de apoyo a la protagonista como Will Tippin (Bradley Cooper), confinado a la ‘friendzone’ pagafantil, Janice, la mejor amiga, y el interés romántico, el agente Michael Vaughn (Michael Vartan).

Ya desde Felicity, se puede decir que las series en las que ha participado J.J. se han caracterizado por un potente entramado de personajes y heroínas con carácter, pero es en Alias donde Abrams se estrena en la introducción de ese misterio latente, transversal e inconmensurable que camparía a sus anchas en todas sus producciones posteriores. Aquí fueron las profecías del visionario del s.XV Milo Rambaldi las que dictarían el paso de la cada vez más compleja trama serial, cuyo patrón básico se reproduciría de forma muy clara en la tercera temporada de Fringe, la ficción que Abrams creó para FOX junto a dos de sus guionistas en Alias, Roberto Orci y Alex Kurtzman.

4Si 24 rompió los esquemas de la realización y la temporalidad televisivas, Alias reinventó el ‘cliffhanger’ hasta ponérselo de apellido. Ningún acólito de la serie miente cuando dice que la serie es una sinfonía de finales en suspenso durante, al menos, sus dos primeras temporadas. Esos 24 capítulos que culminan en el sísmico desenlace de la segunda temporada son, en realidad, lo mejor que ofreció la ficción durante los cinco años que estuvo en antena. No fue ninguna casualidad que coincidiera con la etapa en la que Abrams estuvo 100% al frente de la serie antes de embarcarse en la dirección de Mission: Imposible III (película apócrifa de Alias, pero con Tom Cruise) y en el proyecto de Lost.6

Con una cuarta entrega mediocre que traicionó la serialidad a favor de las tramas autoconclusivas para mitigar la sangría de espectadores, Alias consiguió disfrutar de un cierre consecuente con lo que había representado su universo narrativo. Cuesta imaginar que una serie así se emitiera en Telecinco los domingos por las tardes, pero así fue cómo unos cuantos en España nos enganchamos a los mamporros de Sydney Bristow. La marca pionera de sus golpes siguió imborrable en algunas de las ficciones que llegaron después.

 

Mar Guerrero es periodista, experta en narrativa transmedia y editora del blog ‘Series a la parrilla

¿Por qué me gusta Glee?

Durante el mes de agosto voy a estar de vacaciones, tras un intenso año de trabajo. Pero eso no quiere decir que el blog descanse. Para aunar mis días de asueto y que ésto continúe funcionando, he pedido a varios amigos y amigas que os cuenten cuáles son sus series preferidas y por qué. Así, de paso, le damos otro aire a lo que se suele leer aquí. Que lo disfrutéis.

Un post de Madre Reciente

A Jaime le encanta Glee, fenómeno de masas en EE UU y casi desconocida y 1maltratada en España. Para los que no leáis mi blog y no sepáis quién es Jaime, os diré que tiene siete años, autismo, un repertorio de muy pocas palabras y muy pocas cosas que le entusiasmen de verdad. En la televisión la mayoría de dibujos o películas apenas tienen atractivo. En cambio, con Glee y sus canciones más marchosas ríe, toca a los actores en la pantalla mientras desarrollan sus coreografías y, si lo está viendo en el iPad, intenta poner más canciones. De hecho, cuando se pone más nervioso, Glee en el móvil es una medicina milagrosa que le relaja y le hace sonreír.

3A mi santo le encanta Glee. No es un tipo que vea demasiadas series, se desengancha con mucha facilidad. Sus favoritas son Los Soprano y Hermanos de sangre. En realidad prefiere ver deportes en la tele, pero no tanto el fútbol como otros: es uno de los pocos seguidores de la NFL en España. Le gané para Glee cuando en uno de los primeros episodios de la primera temporada le mostré cómo los machotes integrantes del perdedor equipo de fútbol americano de instituto perpetraban un plan arma secreta para vencer al contrincante con la coreografía de Single Lad4ies de Beyoncé, haciendo caso del chico gay del instituto.

A mí me gusta esta serie de Fox porque disfruto viendo cantar y bailar, los homenajes a los musicales de Broadway y las versiones de canciones que hacen y que superan los originales (ojo a los vídeos del final). Me gusta la ‘guapifea’ de prodigiosa voz que aspira a ser la nueva Streisand, Rachel Berry, los cameos de estrellas del cine y de la música, la dos ‘buenimalvadas’: la entrenadora Sue Sylvester y la animadora Santana López. Me gusta que no hagan durar el instituto eternamente, su absurdo, sus disparates, la manera que tiene de reírse de sí misma y de todo, su defensa nada paternalista del diferente.

2Me gusta sobre todo porque Glee es eso que su nombre indica: es regocijo. El mismo tipo de alegría que sentíamos de niños al saltar en los charcos o lanzarnos cuesta abajo en bicicleta a toda velocidad. E igual que con Glee, para disfrutar saltando en charcos o lanzándose cuesta abajo en bicicleta, hay que perder el miedo a mancharse o a que se te salga la cadena y te pegues un castañazo.

La serie lleva de momento cinco temporadas, y en 2015 llegará la sexta. En ese tiempo han lanzado más de veinte discos, sin olvidar libros y videojuegos. Cuentan con un reparto desigual que tiende al infinito, en el que parece que se entra pero difícilmente se sale, salpicado por una muerte trágica, además de algún salto a la pantalla grande y mucho sentido del humor.

Glee no es Breaking Bad, ni True Detective, ni The Good Wife. Y maldita la gana que tiene de serlo. Glee es un granizado de limón, no es un gin-tonic de diseño. Y hay días en los que hace tanto calor que un granizado es precisamente lo que necesitas.


Madre Reciente es la autora de un blog del mismo nombre en 20minutos, donde cuenta su experiencia diaria con sus dos hijos

Siempre es buen momento para ver Friends

Durante el mes de agosto voy a estar de vacaciones, tras un intenso año de trabajo. Pero eso no quiere decir que el blog descanse. Para aunar mis días de asueto y que ésto continúe funcionando, he pedido a varios amigos y amigas que os cuenten cuáles son sus series preferidas y por qué. Así, de paso, le damos otro aire a lo que se suele leer aquí. Que lo disfrutéis.

Texto de Clara P.

(Atención, puede que en este post haya spoilers. Pero siendo este año el décimo aniversario del último capítulo de Friends, no sé yo si esto se puede considerar spoiler ya)1

(10 años, madre mía, qué mayor soy)

Hay tres clases de personas: las que pueden comparar cualquier situación con un capítulo de Friends, las que pueden hacer lo mismo con un capítulo de Los Simpson, y luego las que no tienen alma, como Chandler, que no llora ni con la muerte de la madre de Bambi.

Desde ver qué componente de nuestro grupo de amigos sería cada uno de los personajes de la serie hasta los innumerables (y siempre necesarios) gifs que circulan por la red, Friends sigue siendo un referente habitual para una generación que creció con la historia de amor de Ross y Rachel, las idas de pinza de Phoebe o el sarcasmo de Chandler.

Se ha escrito muchísimo sobre esta serie, puede que millones de posts recopilando curiosidades, gazapos, mejores momentos de cada personaje o grandes citas. Es la ‘sitcom’ por excelencia, la reina de las comedias, de los episodios de 20 minutos (que son los culpables del «solo un capítulo más» que da título a este blog).

Existe además un componente que ha hecho grande a esta serie y del que no se habla tanto: los personajes secundarios. Y no me refiero a cameos de uno o dos capítulos de actores conocidos, con Bruce Willis como padre de Elisabeth, una alumna-novia de Ross, o Sean Penn y Alec Baldwin como novios de Phoebe, además de Julia Roberts como una antigua compañera algo rencorosa del cole de Chandler. Me refiero a personajes constantes en la serie, estrechamente relacionados con los personajes principales y que les completan a ellos y a sus diferentes historias.

Personajes como Gunther (James Michael Tyler), el callado camarero del Central Perk que no abre la boca hasta mitad de la segunda temporada y que, como curiosidad, fue seleccionado porque era el único extra que sabía manejar una máquina de café de bar; Janice (Maggie Wheeler), la novia/exnovia molesta y escandalosa de Chandler con una risa aún más molesta y escandalosa y su característico «¡Oh, dios mío!»; Jack y Judy Geller (Elliot Gould y Christina Pickles), los padres de Monica y Ross, tan visiblemente orgullosos de su hijo, doctor en Paleontología y profesor en la universidad, y ligeramente decepcionados con su hija, cocinera («¿Vas a cocinar espaguetis? Vaya, qué fácil…»); o Richard (Tom Selleck), novio/exnovio de Monica a quien Chandler tiene una ligera manía.

Es difícil escoger una sola razón por la que ésta es de las mejores series que se han hecho, desde el formato o los decorados (¿quién no querría tener una casa con las paredes moradas?) hasta, por supuesto, los diálogos, como atestigua esta selección de los mejores chascarrillos de Chandler. Sabes que eres fan de Friends cuando es más difícil responder a «¿Cuál es tu personaje favorito de Friends?» que a «¿A quién quieres más, a mamá o a papá?».

Es cierto que no suele ser la típica serie que uno se pone a ver del tirón cuando se ha quedado sin series y quiere engancharse a una nueva, sí que es una de las que se puede ver sin prisas, incluso capítulos sueltos. Seguro que mucha gente ha visto la serie entera pero sin orden ni constancia. Y aún pillando una reposición en alguno de los canales de la televisión actual que viven de ellas, para mí es inevitable dejarlo puesto y reírme de nuevo con capítulos que he visto decenas de veces.

Si hay alguien que no haya vivido en este planeta durante la última década y no ha visto esta serie, que la vea. Si la visteis en su momento, volvedla a ver. Especialmente si, como yo, la primera vez la visteis en castellano. Doblada está muy bien conseguida, pero cuando la ves en versión original parece increíble que hayan sido capaces de traducir algunos juegos de palabras. Soy una firme defensora de las series en versión original, y en este caso es aún más necesario.

Y sí, yo soy la Monica de mi grupo de amigos.

 

Clara P. se dedica a diversos quehaceres en su vida. Y tiene un gato muy bonito

Diez razones por las que deberías estar viendo The Good Wife

Durante el mes de agosto voy a estar de vacaciones, tras un intenso año de trabajo. Pero eso no quiere decir que el blog descanse. Para aunar mis días de asueto y que ésto continúe funcionando, he pedido a varios amigos y amigas que os cuenten cuáles son sus series preferidas y por qué. Así, de paso, le damos otro aire a lo que se suele leer aquí. Que lo disfrutéis.

El texto es de Lucía Taboada

En The Good Wife no hay efectos especiales, ni zombis, ni islas desiertas, ni cúpulas, ni superhéroes. Si te esperas algo parecido puedes dejar de leer este artículo. ¿La de Robert y Michelle King es una serie de abogados? Tampoco, es mucho más que eso. The Good Wife es una serie de grandes personajes y de grandes diálogos. Pero también de grandes silencios. Es una ficción que retrata el comportamiento humano, con sus miserias, sus egos, sus éxitos y todo lo que ello conlleva. En ella, como en la vida, no siempre hay finales felices.??????????????????????

1. De menos a más

Hay series que cavaron su tumba con el paso de las temporadas, véase el caso de Prison Break, u otros también notables como Dexter, Cómo conocí a vuestra madre o Anatomía de Grey, en la que ya se han gastado todos los comodines posibles de catástrofes. No es el caso, ni mucho menos, de The Good Wife, que mantiene el listón e incluso mejora fehacientemente con el paso de los capítulos. Las últimas temporadas son un espectáculo de principio a fin. Está tan en forma que si hubiese jugado el Mundial ya la habría fichado el Real Madrid.

2. Los personajes secundarios

Absolutamente todos son una delicia. Y todos brillan tanto o más que los personajes principales. Desde David Lee (Zach Grenier), Louis Canning (Michael J. Fox), Patti Nyholm (Martha Plimpton), Charles Abernathy (Denis O’Hare), Kalinda Sharma (Archie Panjabi) a Jackie Florrick (Mary Beth Peil).

3. Ella

Alicia Florrick, interpretada por Julianna Margulies, la «buena esposa» que tiene que retomar su carrera profesional cuando su marido, Peter Florrick, exfiscal del Estado, entra en la cárcel. Esa dicotomía entre lo familiar y lo laboral es el centro de la serie, así como su evolución. Con el paso de los capítulos deja de ser la esposa perfecta para convertirse en muchísimo más, un personaje herido que encuentra su redención. Su actuación es tan magistral que una mirada suya vale más que mil guiones. Siempre con una copa de vino.

4. Y ella


Diane Lockhart, interpretada por Christine Baranski, la socia senior de Lockhart/Gardner. Es la clase y la elegancia. Capaz de fulminarte con una frase.

5. Y ella también


Elsbeth Tascioni (Carrie Preston). Ya tiene el Emmy a mejor actriz invitada en serie dramática en 2013. Pero yo no me conformo con eso. Reclamo que le den una serie propia. Quiero sus excentricidades a todas horas.

6. Sexo, drogas y rock and roll

En la serie no falta de nada. Política, amor, escándalos, corrupción, prostitución, lujuria, religión, capitalismo, luchas en el seno de una empresa o relaciones familiares. Todo está presente y sabiamente dosificado.

7. Referencias reales

Peter Florrick podría ser perfectamente Bill Clinton o Eliot Spitzer, políticos sacudidos por un escándalo sexual. Partiendo de esta primera referencia real hay innumerables en la trama: desde escuchas de la NSA, juicios sobre la legislación de los bitcoins, catástrofes en una discoteca por exceso de aforo, o estrellas Disney caídas en desgracia. Lo raro es que no haya aparecido la infanta Cristina en ningún capítulo diciendo que ella no sabía lo que firmaba.

8. Él

El gran Eli Gold, interpretado por Alan Cumming. Decía en la serie que «soy la persona más inteligente que conozco», y su falta de escrúpulos, su persuasión y perseverancia lo atesoran. Solo Alicia puede con él. Bueno, y la madre de Peter Florrick. Pero es que esa señora puede con todo.

9. Los ascensores

En los elevadores de Lockhart & Gardner se han ganado casos y corazones. Eso sí que es tensión y no las conversaciones sobre el tiempo con tus vecinos.

10. La música


También ha ido ganando peso con el paso de los capítulos, dónde las melodías se han convertido en un soberbio apoyo de las escenas. La banda sonora original de la serie la firma David Buckley. En The Good Wife también se han podido escuchar en primicia tres temas de High Hopes, el nuevo disco de Bruce Springsteen. Y la quinta temporada finalizó de la mejor forma posible, con los acordes de O mio babbino caro.

Lucía Taboada es periodista en la Cadena SER. También escribe columnas para la revista GQ

Raising Hope: la versión familiar de las comedias gamberras

Durante el mes de agosto voy a estar de vacaciones, tras un intenso año de trabajo. Pero eso no quiere decir que el blog descanse. Para aunar mis días de asueto y que ésto continúe funcionando, he pedido a varios amigos y amigas que os cuenten cuáles son sus series preferidas y por qué. Así, de paso, le damos otro aire a lo que se suele leer aquí. Que lo disfrutéis.

Texto de Ernesto Filardi

Es relativamente sencillo encontrar una serie ‘seria’ a la que engancharnos. No solo porque hay mucha variedad, sino porque a todos nos tocan ciertos temas: la muerte o la traición de un ser querido, la soledad, el rechazo, el fracaso, una enfermedad grave o la impotencia ante una injusticia. Si el guion es melodramático, la dirección sosa y/o los actores inexpresivos tendríamos 5delante un telefilm barato de sobremesa, claro. Pero bien tratado, cualquiera de esos temas es la receta perfecta para el éxito. Si se fijan, son los temas de algunas de las mejores series de los últimos tiempos: The Good Wife, Juego de Tronos, Friday Night Lights, Mad Men o Breaking Bad.

Con la comedia es muy distinto: no existe nada que le haga gracia a todo el mundo. Y si lo hay, aún no se ha encontrado. A unos les gusta el humor negro y a otros les parece ofensivo. Hay quien adora la sátira política y hay quien considera que roza el delito. Unos se parten con Chiquito de la Calzada, otros con Jackass, otros con Modern Family, otros con Aída y otros con el Debate del estado de la Nación. Ya ven, hay gente para todo.

2Entre los muchos tipos de humor, hay dos que suelen enfrentarse en toda discusión sobre comedias: el llamado familiar y otro al que llamaremos gamberro. Por lo general, los amantes de uno suelen mirar al otro con malos ojos. No parece necesario explicar en qué consisten, pero por si acaso diremos que el familiar suele ser más blandito, con al menos un niño cuqui que hace monerías, mientras que el gamberro es la versión adulta de los chistes de caca-culo-pedo-pis que tanto nos gustaban cuando éramos pequeños.

Raising Hope (traducida como Hope en España) es una divertida comedia que es, a la vez, familiar y gamberra. No es una comedia gamberra sobre una familia, eh. Esto no es Padre de familia ni Arrested Development, donde aparecen personajes estrafalarios que resulta que son familia pero en las que no se ahonda en los valores familiares. Ya saben, esos finales con moralejilla azucarada donde una niña dice «hoy he aprendido algo nuevo» o el padre refunfuñón que descubre que su hijo ya es un hombre y le deja por fin las llaves del coche. En el caso de Raising Hope tenemos a una familia tradicional, de las que se juntan a comer cada día, y en la que cada uno de los miembros está como una regadera. Y hay humor incorrecto lleno de vómitos, erecciones y chistes de caca-culo-pedo-pis. Pero también hay moralejillas, padres que descubren que sus hijos han crecido y una niña muy cuqui que hace muchas monerías.4

Los cinco primeros minutos son a la vez un resumen y una declaración de intenciones (tranquilos, que no destriparemos la serie). Los Chance son una familia de clase baja americana, ejemplo de la llamada ‘white trash’: Virginia y Burt fueron padres adolescentes y han criado como han podido a Jimmy. Una noche, Jimmy conoce a una chica con la que se acuesta. A la mañana siguiente la presenta en familia y sus padres están encantados con ella, sobre todo porque sabe pronunciar perfectamente «Mahmoud Ahmadinejad». Pero ella es una asesina en serie que es detenida y condenada a muerte. Antes de que se cumpla la sentencia ella descubre que está embarazada y que la niña, Hope, es hija de Jimmy. Como la ley es la ley, la madre termina en la silla eléctrica y Jimmy tiene que encargarse de criar a la niña, con la ayuda de sus padres y de su abuela, con una demencia senil graciosísima.

3Contado así parece todo muy loco. Y lo es. La serie está creada por Greg Garcia, que ya nos enamoró con Me llamo Earl, por lo que pueden hacerse una idea. Pero Raising Hope es también una ficción que sabe explicar con ternura lo que significa ser padre: Jimmy tendrá que aprender a cambiar pañales, a preparar biberones y a dormir a Hope. La llegada de la niña será, además, la oportunidad de Burt y Virginia para reconciliarse con su pasado y demostrarse a sí mismos que son capaces de criar a un bebé debidamente. Todo ello sin dejar de criar a Jimmy, que aunque ya es adulto aún no sabe muchas cosas de la vida. Por ejemplo, ligar con una chica. De ahí el juego de palabras del título original de la serie: la niña se llama Hope (Esperanza) y a lo que se dedican todos los personajes es a criarla. Criar la esperanza. Para pensar que existe un futuro mejor que el pasado que han tenido.1

Jimmy, el protagonista, es menos emblemático que el resto de personajes. O sea, lo mismo que pasa en The Big Bang Theory con Leonard y lo que pasaba en Cómo conocí a vuestra madre con Ted. Jimmy es un personaje gracioso, pero, como sucede con Sheldon o Barney, el protagonismo se lo llevan Burt y Virginia. Él es la versión cachas y no tan exagerada de Dos tontos muy tontos, mientras que ella es la que lleva los pantalones porque no tiene a quien pedirle que los lleve. La abuela es el típico personaje que uno está esperando que abra la boca para ver qué burrada va a decir, y entre los otros secundarios hay que hablar sin duda de Sabrina, la cajera del supermercado de la que Jimmy está enamorado, que es algo que también nos pasa a muchos de los fans de Raising Hope: es una chica inteligente, divertida y guapa, pero también todo lo contrario a la chica-mona-sexy-con-escote-inocente-pero-marcado tan frecuente en las comedias americanas.

Si están buscando una serie gamberra para echarse unas risas, denle una oportunidad: ¡hay una abuela de ochenta años corriendo por la casa sin sujetador! Si buscan una serie de las de ver en pareja con la mantita por encima, denle una oportunidad: es difícil encontrar un capítulo de San Valentín tan romántico-lacrimógeno como el que encontrarán aquí. Y si lo que quieren es una buena comedia, más allá de si es gamberra o familiar, quédense con Raising Hope. Aunque solo sea para aprender a pronunciar «Mahmoud Ahmadinejad».

 

Ernesto Filardi es dramaturgo y profesor. Colabora en JotDown, y tiene un blog en el que escribe sobre trabajo y su vida en Canadá

El Ala Oeste: el ideal de la política televisiva

Durante el mes de agosto voy a estar de vacaciones, tras un intenso año de trabajo. Pero eso no quiere decir que el blog descanse. Para aunar mis días de asueto y que ésto continúe funcionando, he pedido a varios amigos y amigas que os cuenten cuáles son sus series preferidas y por qué. Así, de paso, le damos otro aire a lo que se suele leer aquí. Que lo disfrutéis.

Este texto es de David Yagüe

El verano siempre invita a ponerse al día de las series que uno ha dejado escapar durante el curso o a catar series ya pasadas. Hoy, en esta entrada que me ha propuesto el legítimo dueño de este blog, os propongo que rescatéis una serie considerada por algunos (entre los que me incluyo) una de las mejores de la historia: El Ala Oeste de la Casa Blanca (The West Wing).1

Si no la habéis visto, seguro que pensáis en los supuestos prejuicios que arrastró esta ficción sobresaliente (durante siete temporadas, entre 1999 y 2006) de Aaron Sorkin. «Otra americanada», «una serie coñazo de política», y, algunos que conocen a Sorkin dirán que es otra muestra de «verborrea idealista», como han dicho de The Newsroom –serie, por cierto, inferior a esta que os ofrezco-. Allá vosotros. Si en esta nueva era de seriefilia alguien no ha degustado este manjar de los inicios de esta edad dorada de la ficción televisiva de los EE UU es problema suyo. Sí, problema.

Porque no haber seguido los aventuras y desventuras del gabinete del presidente demócrata Josiah (Jed, para los espectadores íntimos) Bartlet significa haberse perdido unas clases magistrales de diálogos sustanciales e ingeniosos, muchos dichos en imparables paseos por los frenéticos pasillos de la Casa Blanca; de divulgación política, de los asuntos más candentes, de los más arduos también, mediante tramas emocionantes y entretenidas (y qué difícil es hacer bien esto); de interpretación de un reparto en estado de gracia, encabezado por Martin Sheen, Janel Moloney, Richard Schiff, Bradley Witford y tantos otros; de realización televisiva, con ese set que replicaba a la perfección la Casa Blanca, esos guiones, esos diálogos en movimiento… Fue la prueba de que se podía hacer un drama político, con brillantes toques cómicos, entretenido, con fondo y con gancho para el espectador.

3También sirvió para ver a jóvenes actores que ahora despuntan en grandes series, como Elisabeth Moss, hija del presidente Bartlet (y no uno de los personajes más brillantes), que ahora se eleva como un titán como la Peggy Olson de Mad Men, o, en otro nivel menor, a Dulé Hill, protagonista de Psych.

Bajo un aire algo idílico, lleno de poderosas y profundas amistades y lealtades, que incluso se podía calificar de naif, Sorkin nos premió con una ficción más poliédrica de los que muchos podían pensar: el presidente era el que todo estadounidense desearía, pero había engañado a todos para llegar hasta allí y estaba enfermo; autorizaba una guerra sucia contra el terrorismo y se arrepentía; su equipo se equivocaba, se mostraba prepotente, ahogado en su propia brillantez (esto es muy Sorkin, y lo hemos visto después de la genial y breve Studio 60 y The Newsroom).

Quizá no era una serie fácil. Había que estar dispuesto a no perderse un ápice de sus diálogos eléctricos y quizá a dedicar unos minutos a digerir todo lo que se decía, lo que no se decía y ocurría en aquellos capítulos. También podía requerir espectadores entregados, o al menos interesados. ¿Tenía defectos? Sí, durante siete temporadas hubo momentos irregulares, se notó la salida de Sorkin del proyecto al final de la cuarta temporada y la serie llegó al final cansada, pero quedó revitalizada con algo de ingenio y con la despedida trágica de uno de sus más queridos actores.2

A pesar de todo, nadie ha vuelto a lograr crear un drama político similar. Hoy en día, más acordes con los tiempos políticos tan alejados de ideales que vivimos, triunfa la colosal House of Cards, ese oscuro relato lleno de cinismo y ambiciones desmedidas, donde la política es un sucio campo de batalla por el poder, y donde da igual la ciudadanía ni lo que se haga para ella. O ese placer culpable que es Scandal, donde quizá su mayor punto a favor sea que los héroes de la función son los que hacen posible que los políticos engañen, den pucherazos electorales y salgan triunfantes. Todo muy alejado del espíritu de la administración Bartlet.

4Aprovechad este verano y disfrutad de este pase gratuito a los pasillos del poder, o, si lo preferís, a esa imagen reflejada de cómo deberían ser esos pasillos. Disfrutad de la historia reciente de las series de televisión. Saboread capítulos tan brillantes como Dos Catedrales, el final de la segunda temporada.

Como cierre, una pregunta que sé que le gustaría al bloguero oficial de este espacio, ¿sería posible ver una serie política así en nuestro país? Hoy por hoy, creo que sería auténtica ciencia ficción, pero dejémoslo en un esperanzador ojalá. ¿No es el momento más indicado para llevar la política a nuestras ficciones?

 

David Yagüe es periodista y escritor. Trabaja en 20minutos, y su última novela es ‘Los últimos días del Imperio Celeste‘ (Roca)