Se nos ve el plumero Se nos ve el plumero

"La libertad produce monstruos, pero la falta de libertad produce infinitamente más monstruos"

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Mi último día como Consejero en 20 minutos

Con emoción, algo de miedo y no poca atracción, me asomo hoy a una nueva etapa vital. Ayer fue mi último día en 20 minutos.

Con Arsenio Escolar, Juan Carlos Avilés y Virginia Perez

Con Arsenio Escolar, Juan Carlos Avilés y Virginia Perez

Al cabo de 14 años, desde que lo fundamos en el sótano de mi casa, ayer cerré uno de los capítulos más bonitos de mi ya larga vida profesional. Los colegas me dedicaron esta portada ficticia de «20 minutos Almería». Y Juan Carlos Avilés compuso un sonetillo (con estrambote) titulado:

El que no ríe, no mama

 

 

Portada de una edición ficticia de 20 minutos Almería

Portada de una edición ficticia de 20 minutos Almería

 

Con algunos consejeros de 20 minutos.

Con algunos consejeros de 20 minutos.

Despedida de JAMS del Consejo de 20 minutos (13 de febrero de 2014)

Queridos presidente y consejeros:

Estas serán mis últimas palabras en el Consejo de Administración del Grupo 20 minutos España, editor del primer diario español (en papel y web) “que no se vende”.

Con emoción, agradezco a todos vosotros y a los colegas del Grupo 20 minutos y del Schibsted Media Group el apoyo y el afecto recibidos durante los últimos 14 años. En este momento de despedida y para que conste en acta, me gustaría recordar algunas palabras sobre las razones por las que vendimos nuestra compañía a los noruegos que ya dije hace algunos años en Oslo, en representación de los empleados no escandinavos de Schibsted en el funeral de Tinius.

La primera vez que oí el nombre de Schibsted fue en la primavera de 2001 en Madrid. Fue durante el “road show” para vender nuestra compañía Multiprensa y Mas S.L. (editora de 20 minutos en España), fundada 2 años antes en el sótano de nuestra casa con mi esposa, Ana Westley. Noruegos, suecos e italianos fueron los finalistas y la oferta de los suecos fue, por una pequeña diferencia, la mas alta en términos monetarios.
No puedo negar la influencia de mi suegra (100% noruega) en la decisión de vender nuestra compañía a Schibsted. Ella me dijo:

-“Jose, olvídate de los italianos y ¡ni se te ocurra venderla a los suecos! ¡Uff Da!”

Arsenio y yo le dijimos a nuestro jefe, Julio Ortega Zurdo, y a nuestro Consejo que vendiéramos nuestra compañía a los noruegos por dos razones importantes:
Primera: habíamos analizado el modelo noruego en Zurich y era tan local como el nuestro mientras que el Metro sueco era mas global.
Segunda (y no la menos importante): Schibsted nos garantizaba libertad de expresión, independencia editorial, credibilidad y calidad -¡y todo ello por escrito! Lo hicieron a través de una fundación que llaman Tinius Trust.

“No se diga más”, pensamos los dos inmediatamente.
Y aquí estamos, 13 años más tarde.
Basamos nuestra decisión en la garantía de libertad de prensa del Tinius Trust. Esta libertad es una planta tan maravillosa –aunque frágil y delicada. Como podéis imaginar, durante siglos, esta plantita fue tan extranjera y exótica que apenas podía echar raíces ni prosperar en España. Y ahora, Schibsted está cultivando y defendiendo esta admirable planta en 25 países con diferentes lenguas –y está prosperando.

He sido periodista durante la dictadura de Franco y en democracia, fundando periódicos y empresas, y puedo confirmaros verdaderamente lo que vale la libertad de expresión. La libertad, como el oxígeno, es más valorada cuando nos falta. He sufrido la falta de libertad durante demasiados años de mi vida y he luchado, y lucho aún por ella, tal como Schibsted nos ha enseñado mediante el Tinius Trust.

Han pasado casi 13 años desde que vendimos nuestra compañía y gracias al espíritu y la letra del Tinius Trust, bajo la dirección y el apoyo de de Ole Jacob Sunde, Kjell Aamot an Rolf Erik Ryssdal y de mis jefes directos Biger Magnus, Sverre Munk y Bernt Olufsen, el milagro de “asegurar la libertad y la independencia” en 20 minutos España fue, desde luego, posible.

Y hemos cumplido, lo mejor que hemos podido, los tres pilares fundamentales que aprendimos de Schibsted:
-(1) Pasarlo bien, (2) ganar dinero y (3) con integridad

Por esta razón, y con gran orgullo y gratitud, quiero decir, en este momento tan emotivo de mi despedida como miembro de Consejo de Administración, que en toda mi carrera profesional (en más de 20 compañías) nunca disfruté de tanta libertad, independencia y confianza como en 20 minutos España.

Me gustaría citar la frase de Don Quijote que mi padre me recitaba cuando era niño:

-“La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni aquellos que la mar encubre: por ella, uno puede, y debe, aventurar la vida”.

Gracias a todos vosotros, en Schibsted, por cultivar y defender vuestra libertad y la nuestra porque eso marca una diferencia con otras empresas periodísticas y deja una huella importante en los países donde está Schibsted.

Para mi, éste es un momento cargado de emoción y mezclado, al mismo tiempo, con tristeza y felicidad.

Triste, porque la decisión que he tomado de acuerdo con mi presidente, Bernt Olufsen, me aleja físicamente de vosotros y de estas reuniones del Consejo, tan enriquecedoras, y pone fin a una larga e importante etapa profesional. Hemos tenido épocas brillantes y, sí, tiempos de oscuridad que han sido muy duros y que nos han exigido sacrificios para salir de la crisis y salvar nuestro proyecto.

Después de varios años de vacas gordas y otros de vacas flacas, dejo hoy 20 minutos e inicio, con una mezcla de miedo y atracción, una nueva etapa de mi vida: la jubilación.

Pido disculpas por los errores que haya podido cometer como Director General y como Consejero. Y aplaudo y agradezco la dedicación, el esfuerzo y el entusiasmo que mis colegas de 20 minutos han demostrado sacando a este braco de las piedras y poniéndolo a flote. Ellos han vencido a los competidores. De los cuatro diarios gratuitos somos el único superviviente. Me alegra ver que este año vamos cumpliendo el presupuesto. Confío en que muy pronto recuperemos nuestro liderazgo en toda la prensa española. Y el break even!

Felicito a todos los empleados de 20 minutos que han hecho esto posible. Ya vemos la luz al final del túnel. Y os aseguro que, con este equipo excepcional, lo mejor está por llegar.
Sabéis que podéis contar siempre conmigo. Y recordad nuestro lema: “Pasarlo bien, ganar dinero y con integridad”. Muchas gracias.—-

Cena de despedida con Julio Ortega, en primer plano, y José Luis Gómez Ansótegui (cofundadores) de Multiprensa.

Cena de despedida con Julio Ortega, en primer plano, y José Luis Gómez Ansótegui (cofundadores) de Multiprensa.

Esta ha sido mi tradución de lo que dije ayer en mi último Consejo tras ser aceptada mi dimisión. Los Consejos de 20 minutos se celebran en inglés ya que algunos noruegos no saben castellano. Por la noche, hubo emocionante y rica despedida en el Restaurante Al Mounia, una de mis favoritos (hacen algunas comidas como las de mi madre). Mis palabras ante el Consejo (en inglés, tal como recogerá el acta) fueron éstas:

JAMS´s departure from the Board of Grupo 20 minutos España (Madrid, February 13, 2014

Dear Chairman and colleagues:

These will be my last words at the Board of Directors of Grupo 20 minutos España, the publisher of the first Spanish daily newspaper (in paper and on the web), “that is not for sale.”

With emotion and my appreciation to all of you and to all the colleagues of Grupo 20 minutos and Schibsted Media Group for the support and affection received over the last 14 years, in this moment and for the record, I would like to recall some words about the reasons why we sold our company to the Norwegians which I said a few years ago in Oslo, when I was speaking on behalf of the thousands of non-Scandinavian employees of Schibsted at Tinius’s memorial.

The first time I heard the name Schibsted was in the spring of 2001 in Madrid. It was during our road show to sell our company Multiprensa y Más S.L. (the publisher of 20 minutos in Spain), founded 2 years earlier in the basement of my house with my wife, Ana Westley.  Norwegians, Swedes and Italians were the finalists and the Swedish bid was, by a slight difference, the highest in monetary terms.
I cannot deny the influence of my mother-in-law (100% Norwegian) in the decision to sell our company to Schibsted. She said:

– “Jose, forget the Italians and don’t even think about selling it to the Swedes! Uff Da!”

Arsenio and I told our boss, Julio Ortega, and our Board to sell our company to Schibsted for two very important reasons:
First, we had studied the Schibsted model of 20 minuten in Zurich and it was as local as ours, while Metro was more global.
Second, and last but not least: Schibsted guaranteed us freedom of expression, editorial independence, credibility and quality – and all in writing! They did this through a foundation they called the Tinius Trust.

Say no more,” we both thought immediately.

And here we are 13 years later.
We staked our decision on the Tinius Trust’s guarantee of freedom of the press. This freedom is such a marvelous plant – though fragile and delicate. As you may imagine, for centuries this seedling was an exotic foreign plant that could not grow roots or thrive in Spain.  And now, Schibsted is cultivating and defending this remarkable plant in 25 counties with many different languages — and it is thriving.

I also have been a journalist both in the Franco dictatorship and in democracy, founding newspapers and companies, and I assure you that I truly appreciate how much freedom of expression is worth. For freedom, like oxygen, is most valued when it is lacking.
I suffered a lack of freedom for too many years of my life and I have fought, and still fight for it, as Schibsted has taught us through the Tinius Trust.

Con Sverre Munck, (Izda) mi presidente durante 12 años en 20 minutos España.

Con Sverre Munck, (Izda) mi presidente durante 12 años en 20 minutos España.

Almost 13 years have gone by since we sold our company, and thanks to the spirit and letter of the Tinius Trust, under the direction and support of Ole Jacob Sunde, Kjell Aamot and Rolf Erik Ryssdal and of my direct bosses, Birger Magnus, Sverre Munck and Bernt Olufsen, the miracle of “ensuring freedom and independence” in 20 minutos in Spain was indeed possible. And we accomplished, to the best of our abilities, the three fundamental principles that I have learned from Schibsted:
-(1) Have fun, (2) make money and (3) with integrity.
For this reason, and with great pride and gratitude, I wish to say at this emotional moment of my farewell as Member of the Board of Directors, that I have never enjoyed in my entire professional life (in more than 20 companies) as much freedom, independence and trust as in 20 minutos España. I would like to quote the phrase of Don Quijote that my father recited to me when I was a child:

-“Freedom, Sancho, is one of the most precious gifts that the heavens have given unto man. It cannot equal all the treasures that the earth holds nor all those that the seas engulf: for this, one should, and one must, stake his life!”

Thank you, all of you, in Schibsted for cultivating and defending your freedom and our freedom because this makes a difference with other media companies and leaves and important imprint in countries wherever Schibsted operates.

This is a moment full of emotion for me mixed with both sadness and happiness, at the same time.

Sad, because the decision I have taken in agreement with my president, Bernt Olufsen, separates me physically from you and these enriching meetings and puts an end to a long and great professional phase. There were times of brilliance and, yes, times of darkness that have been very tough and which demanded sacrifices to emerge from the crisis and save our project.

After several years of fat cows and others of thin cows, I leave today 20 minutos and begin, with an exciting mixture of fear and attraction, a new phase in my life: retirement.

I apologize for any mistakes I may have committed under my management as CEO and as member of the Board of Directors.   I applaud and appreciate the dedication, effort, and enthusiasm that my colleagues of 20 minutos have demonstrated in getting this great ship off the rocks and through the shoals.  They have beat the competition.  We are the lone survivors of four free newspapers.   I’m pleased to see that this year we will fulfill the budget.  I am confident that very soon we will recover our leadership in the Spanish press. And, of course, the break even.

Congratulations to all the employees of 20 minutos who have made this possible.  We now see the light at the end of the tunnel.  And I assure you that, with this exceptional team, the best is yet to come.

You know you can always count on me.  And remember our slogan: “Have fun, make money, and with integrity.”

Thank you very much. Muchas gracias.

—-

Mañana será otro dia… y sin obligaciones.  ¡Miedo me da!

 

 

El hacha del PP contra Juan Ramón Lucas

El PP de Fraga/Aznar/Rajoy vuelve a las andadas: saca el hacha fratricida de León Felipe. Y quita de enmedio al conductor más ecuánime de Radio Nacional de España. Otra vez el hacha. Y otra oportunidad perdida para la elegancia y la pedagogía  democráticas. No aprendemos.

Juan Ramón Lucas, en un encuentro con los lectores de 20minutos.es

Entiendo que cuando cambia el Gobierno, éste quiera sustituir a los cargos políticos de libre designación del Gobierno anterior. Así ocurrió con la peleona María Antonia Iglesias (nombrada por Felipe González) o con el zombi Alfredo Urdaci (nombrado por José María Aznar). Ambos eran directores de los servicios informativos de TVE conectados directamente con La Moncloa. O con los directores de Informativos de RNE que son cargos de confianza enchufados al poder político de turno.

Juan Ramón Lucas es un periodista sin cargo político alguno, un currante contratado por Radio Nacional para conducir y presentar «En días como hoy», un programa informativo de la mañana que ha sumado grandes éxitos de audiencia (1,4 millones de oyentes) y de credibilidad.  Le quedaba pendiente un año más de contrato. Podían haber esperado solo un año para quedar como demócratas respetuosos con la libertad de expresión.

Debo decir que apenas conozco personalmente a Lucas. Le he visto en un par de encuentros multitudinarios. Pero he seguido con atención e interés personal y profesional el fruto de sus obras. Al poco tiempo de ser contratado por RNE para presentar el programa de la mañana, y privado ya de Iñaki Gabilondo en la mañana de la SER (cada día más sesgada), me pasé de vez en cuando a RNE. El programa de Juan Ramón Lucas nos cautivó a todos en casa y quedamos enganchados a RNE hasta hoy. Tal como estábamos ya enganchados los fines de semana  a «No es un día cualquiera» como fieles escuchantes de Pepa Fernández. Espero que el golpe antiprofesional contra Lucas sirva, al menos, de vacuna o cortafuegos para que no se carguen también a Pepa Fernández.

¿Qué prisa tenía o qué tipo de presiones fratricidas recibía este tal González-Echenique, nueve jefe de la RTVE del PP, para aplicar la guillotina laboral contra Lucas?

Por más que busco por los rincones más recónditos del razonamiento, no encuentro razones que justifiquen el cese de Lucas. Estas reacciones del PP de siempre solo puedo entenderlas desde el análisis frío de sus vísceras, de su ADN, de los más bajos instintos de personas miserables que deberían estar inhabilitadas para la política democrática.

Los Fabra del PP de Castellón. Cacique e hija

Ese es el caso, por ejemplo, de la todavía diputada del PP, Andrea Fabra, fiel sucesora de su padre, el cacique de Castellón. Su grito de guerra parlamentaria («¡Que se jodan!») contra los parados en el momento en que Rajoy les aplicaba el hacha de los recortes es una prueba inequívoca de la inmundicia moral de extrema derecha (del viejo parque jurásico) que aún subsiste en el seno del Partido Popular. La hija del cacique dice ahora que aquel «¡Que se jodan!» (que fue gritado por ella al anunciar Rajoy el recorte a los parados) no iba dirigido a los parados sino a los diputados socialistas que estaban sentados en la bancada de enfrente. No sé que es peor. La mierda, cuanto mas remueve, más huele.

¿Habrá asesorado esta desvergonzada Andrea Fabra (o alguien de su cuadra) a González-Echenique para que echara a Juan Ramón Lucas de su programa al grito de «¡Que se joda!»?

Lo malo es que no solo joden a Lucas sino que nos joden a 1,4 millones de oyentes que celebrábamos cada mañana su islote de libertad, gracia y ecuanimidad profesional.

¿Era ese, quizás, el objetivo final? Pues lo han conseguido con RNE. Y lo van consiguiendo también con los restos de la maltrecha economía española heredada de Aznar y Zapatero. Estoy enfadado con los desmanes del hacha del PP, pero estoy más enfadado aún con la política nefasta del PSOE de Zapatero (a quien voté) que hizo posible el regreso al poder absoluto de un PP que aún alimenta en su interior huestes antidemocráticas pendientes de civilizar.

Que yo critique hoy el cese de un colega periodista (habiendo sido yo mismo despedido ilegalmente por la TVE de Aznar tras la entrevista que le hice como candidato presidencial en 1996) puede dar la impresión, y quizas con razón, de que aún tengo un hacha por afilar. No es así. Como dice un tiento: «El tiemo lo cura to». Además, las penas con pan son menos. La indemnización por despido improcedente que fijó el juez (mis hijos la llamaron «la beca Aznar«) me permitió volver a la Universidad y fundar Multiprensa y Mas S.L, editoria del diario 20 minutos y de 20minutos.es.

No obstante, alguien dirá que, como reza el título del blog, «se nos ve el plumero». Por eso, y porque en la derecha española hay gente con dos dedos de luces, quiero copiar y pegar aquí un artículo de Luis María Anson (nada sospechoso de izquierdista), que acabo de leer en la pagina 2 de El Mundo, con el que estoy de acuerdo y cuya lectura recomiendo.

Primer error de González-Echenique, de Luis María Anson en El Mundo

OPINIÓN: CANELA FINA

Luis María Ansón contra el cese de Luan Ramón Lucas

Hace pocos días, una ministra del Gobierno me hacía elogios bien fundamentados sobre la capacidad de Leopoldo González-Echenique. No se trata de un caso aislado. Son muchos los testimonios positivos que he escuchado en las últimas semanas sobre la inteligencia y la seriedad del nuevo presidente de Radio Televisión Española.

Como sería altamente calumnioso afirmar que González Echenique es un experto en radio televisión, pues la primera en la frente. La destitución, si se confirma, de Juan Ramón Lucas es un grave error. Pocos profesionales del periodismo tienen una idea tan clara de servir, desde la independencia, el derecho a la información de los ciudadanos. Escucho de forma habitual su espacio En días como hoy y, en mi opinión profesional, creo muy difícil hacer periodismo de forma más objetiva. Sin genuflexiones ni agresividades, el programa informativo de Juan Ramón Lucas ha consolidado el prestigio de Radio Nacional de España, gracias a la sagacidad periodística de su director, a su instinto para la actualidad, a su sentido del humor y a su capacidad para buscar y encontrar temas de alcance humano. Seguramente tendrá defectos el conductor de En días como hoy pero esos se quedan para que los subrayen los políticos mediocres o los periodistas cicateros.

Juan Ramón Lucas además ha sabido armonizar un excepcional equipo, demostrando su capacidad para la dirección. No se puede mantener a diario la alta calidad de En días como hoy sin la colaboración de una redacción a la que hay que saber alentar y coordinar. Lucas, por otra parte, cree sinceramente en la radio pública. Desembarazado de cualquier presión política, lleva largos años impartiendo una lección diaria de periodismo independiente. Borrar de un plumazo la fecunda comunicación con millones de oyentes es, para muchos, un grave error que ha producido general rechazo en medios profesionales.

Ah, apenas conozco a Juan Ramón Lucas. Lo he visto alguna vez en actos periodísticos multitudinarios y no tengo con él la menor relación ni personal ni profesional. Hace años me hizo una entrevista en la radio con motivo de una cuestión relacionada con la lengua. Y eso es todo. Escribo estas líneas, como he hecho tantas veces con otros compañeros, por razones de justicia y como homenaje particular a uno de los mejores profesionales que enaltecen el periodismo español.

A ciertos dirigentes del PP les chiflan los periódicos alfombra; a otros, los periódicos momia. Y además les encanta entonar la predicción de Ortega y Gasset: «Ya no hay protagonistas; solo hay coro». Pero eso en periodismo es arar en el agua. Juan Ramón Lucas lo sabe muy bien. En el PP hay políticos y periodistas que harían un tambor con la piel de su propia madre para redoblar sobre ella las alabanzas a Rajoy y a Soraya. Hace unos días me decía en la Academia un prestigiado intelectual que el instrumento que toca Rajoy es un stradivarius; el de Zapatero, una zambomba. La comparación no me parece disparatada. Lo alarmante es que algunos pretenden transformar ahora, ya en el poder, el violín exigente en atolondrada zambomba.

Luis María Anson es miembro de la Real Academia Española.

—-

Gracias, Luis María. Este artículo te honra como defensor de la libertad de expresión.

No es la primera vez que el conservador Luis María Anson sale en defensa de periodistas agredidos por el Poder y en defensa de la libertad de expresión, un derecho de los ciudadanos y no sólo de los periodistas.

Tengo dos recuerdos personales. Cuando era director del semanario Doblón, fui secuestrado, torturado y sometido a una ejecución simulada en las postrimerías de la dictadura franquista. Luis María Ansón publicó un comentario editorial en Gaceta Ilustrada (revista que él dirigía entonces) condenando tales hechos. También publicó un artículo semejante el semanario Triunfo, creo recordar que salido de la pluma de mi querido y recordado Eduardo Haro Tecglen.  Al cabo de unos meses, y casi recuperado de las heridas y quemaduras, envié ambos artículos (uno de un medio de derechas y otro de izquierdas) a la Universidad de Harvard junto con mi candidatura a la Nieman Foundation for Journalism. Estoy seguro de que ambos artículos (que algún día encontraré en mi sótano) contribuyeron a que me concedieran el honor de ser el primer hispanohablante galardonado con la Nieman Fellowship de Harvard.

Cuando era corresponsal de Televisión Española en Nueva York y fui despedido (cuando aún me quedaban dos años pendientes en mi contrato laboral), tras la entrevista preelectoral que hice a José María Aznar como candidato presidencial en 1996 y su victoria, Luis María Ansón publicó otro comentario editorial, esta vez en el diario ABC (que él dirigía) contra tal despido y en defensa de la libertad de expresión. Se titulaba «Pluralismo y Democracia».