Seguido muy de cerca por el post Adicto al WoW, el texto titulado ¿Cómo será Resident Evil 6? es probablemente el más exitoso de todos los que he publicado en los más de dos años de vida de este blog. En el momento en el que escribo esto, el artículo tiene 471 comentarios y raro es el día en el que no se suman dos o tres nuevos.
En ese post pedía un regreso a la esencia de Resident Evil, en éste quiero rendir homenaje al título que originó dicha esencia, a la aventura que en 1996 comenzó a popularizar la expresión survival horror. No era totalmente original, bebía de varias fuentes, sobre todo de Alone in the Dark, pero Capcom le supo dar un toque especial, un espíritu único que haría que RE pasase a la historia.
El primer gancho estaba en el género mismo, en el terror y en cómo estaba integrado en la aventura: las puertas que se abrían lentamente desde una perspectiva en primera persona (un hábil truco para disimular las cargas), la calma tensa, el sonido de pies que se arrastran o caminan, los gemidos, los zombis, las siniestras habitaciones de la mansión…
Y los gráficos, que resultaban sorprendentes ya jugases en PC, PlayStation o Saturn. Mención especial merece el sistema de cámaras fijas, que ofrecían los planos más espeluznantes al mismo tiempo que nos regalaban una experiencia de lo más cinematográfica.
En esa inquietante atmósfera se desarrollaba una interesante trama que nos hablaba sobre la malvada corporación Umbrella, extraños y monstruosos experimentos, el equipo de fuerzas especiales S.T.A.R.S. y muchos de sus carismáticos miembros. El desarrollo mezclaba la resolución de puzles y enigmas (algunos realmente ingeniosos) con momentos de acción en los que la supervivencia predominaba claramente sobre el tiroteo puro y duro.
¡Qué dramas por culpa de la munición!, ¡qué esfuerzos por esquivar a algunos enemigos y no gastar balas!, ¡qué alivio encontrar una mísera hierba!, ¡qué comeduras de cabeza con el inventario limitado y los objetos depositados en el baúl! Incluso salvar la partida tenía su intríngulis: había que encontrar una máquina de escribir y disponer de uno de los limitados rollos de tinta que se encontraban diseminados por la poco hospitalaria casa.
¡Ah! Y esa intro con actores reales, ¿la recordáis?
¡Qué grande era Resident Evil! Este juego cargado de momentos memorables marcó a millones de personas en todo el mundo, provocó sensaciones inolvidables y se ganó un hueco en la historia del ocio electrónico interactivo. La pesadilla no había hecho más que comenzar (años después llegaría el remake).