Tres abortos más por la carne mechada. Y no pasa nada. Lote de atún botulímico retirado. Magrudismo total. Muertes sin valor, gente sin información, administraciones botulímicas, lentitud, incompetencia, desidia, corrupción. Esa mezcla. Y encima algunos consejeros hacen chistes sobre los muertos.
Y un medicamento, el omeprazol, que lleva crecepelo, parece una campaña siniestra para vender crecepelo, cuando nunca ha funcionado y hay que ir a Turquía. Ver a esos bebés y niños y niñas con esos pelos es espantoso, lo que han pasado y pasan esos padres.
El otro lado de esta nefasta ecuación es Avalmadrid, como exponente de una forma de gobernar para las familias de los que gobiernan. Cada autonomía, cada municipio, cada administración –¡y mira que hay!– engendra su propio avalmadrid para colocar a sus huestes, cuñadismo, genealogías… y para darse créditos, avales, chalés… poder y dinero en circuitos cerrados.
Asoma la España de la colza, magrudismo infame con monstruos y muertos y abortos.
Y el gobierno y los aspirantes a ocuparlo, hablando de barcos de emigrantes.
En eso sí están de acuerdo, en armar memes superfluos para exhibirse y sin mencionar jamás las hondas corrupciones en las que han crecido y que, por lo tanto, les parecen derechos de familia, sucesorios, hereditarios: todo es un avalmadrid.
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