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El big data del alma

Draghi pone mala cara

A Mario Draghi se le ha torcido el gesto. Al presi del BCE, que dijo aquello de que haré lo que sea necesario y será suficiente y fue el ídolo de este glorioso declive basado en bajar tipos e imprimir euros, se le han caído las comisuras.

Y las bolsas enseguida se fijan en el rictus. Pero el BCE ha presentado su kit anti desastre classic. Bajar tipos y comprar deuda.

Esto, dada la precariedad del mundo en general, se podría mantener indefinidamente.

Entretanto, mientras el G7 colapsa las carreterillas, las ventas de coches siguen cayendo.

El turismo aguanta, todo le gusta y todo le mola. Menos mal. El país es paraíso de acogida si la Visa es buena.

El dinero inalámbrico salta sin parar.

El G7, que sin China es un residuo de otros tiempos, veranea en Biarritz y que me quede como estamos. Amén.

Lo único, aparte del kit Draghi universal, es rezar (ora et labora) y a ver si escampa.

El finde va a ser entretenido.

A ver si Draghi cambia la cara… Como aquella vez.

Todo son sensaciones, a ver.

 

 

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Lo más fuerte de hoy ha sido el hallazgo de Manacor.

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