Qué pena me ha dado enterarme esta mañana de la muerte de Alan Thicke, el padre de la serie Los problemas crecen.
Incluso siendo una niña, Jason Seaver siempre me fascinó. Era el padre perfecto, guapo y muy cariñoso, comprensivo, jamás se enfadaba… En la serie era psiquiatra, lo cual me llamaba mucho la atención, y su mujer, periodista (algo de eso se me debió quedar en el subconsciente). Los Seaver eran perfectos, yo quería vivir en una familia como esa.
Los problemas crecen engancharon a la pequeña pantalla a millones de espectadores del mundo de 1985 a 1992, con un total de siete temporadas y 166 episodios. Ganó dos premios Emmy y estuvo nominada a otros tantos Globos de Oro. La clave de su éxito es que tenía mucho gancho para todas las edades, porque todos nos sentíamos identificados con algún miembro de la familia Seaver.