Hace un tiempo os hablé un día de que Henry Cavill, a quien hoy todo el mundo adora por su interpretación en The Witcher y, en menor medida (probablemente), en El hombre de acero, es famoso en el mundillo hollywoodiense por haber tenido una terrible mala suerte, habiendo perdido, una y otra vez, muchos y valiosos papeles frente a otros candidatos.
Pues hoy os voy a contar algo parecido, pero esta vez nuestra protagonista es Lisa Kudrow, a quien adoramos (y no podríamos hacerlo más) por su papel de Phoebe en Friends.
Friends marcó un antes y un después en la forma de entender las sitcoms americanas. Fue la primera serie de éxito que, centrándose en la vida de varias personas adultas, no girara en torno a un núcleo familiar, sino a la pura relación de amistad (y más tarde algún amor) entre los seis protagonistas, a los que «nadie les había contado que la vida sería de esta manera».
Friends nos acompañó durante diez años, que no fueron maravillosos solo porque existiera Friends (que también) sino porque se emitió en una década de cambios muy concreta: desde el ’94 hasta 2004. Así grosso modo, empezó a emitirse poco después de que Vanilla Ice lo petara con Ice Ice Baby y cerró 3 años después del 11S. Es un contexto interesante, sin duda.
Estaban los personajes «serios» (Mónica, Rachel y Ross), y luego estaban los que no eran serios, que eran el perejil de la salsa, la guindilla escondida dentro de un macarrón: Chandler, Joey y Phoebe. Y no me cansaré de repetir que mi favorita siempre, siempre fue Phoebe.
Después de Friends, la loquísima y maravillosa Princesa Consuela Banana Hammock, ha ido tocando sin parar series de gran éxito durante todos estos años (18 ya) y algunas comedias de tirón, como Romy & Michelle, Lo opuesto al sexo o Colgadas. Aunque yo creo que, en esta materia, me quedaría con su su papel de la decana Carol Gladstone en las dos entregas de Malditos Vecinos.
Todo esto sin olvidarnos, por supuesto, de Web Therapy: fue la estrella indiscutible en su papel de la Dra. Fiona Wallice que, cansada de oír hablar sobre sueños y sentimientos, decide que tres minutos de conversación a través de la webcam son mejores que cincuenta minutos cara a cara con un paciente. Todo un repertorio de famosos pasó ante su webcam.
Y es que no se puede negar que allá donde Kudrow aparece siempre despierta una sonrisa, porque no somos capaces de separarla de la maravillosa Phoebe y por eso la adoramos. PERO todos tenemos un pasado y algunos, además, unos comienzos más que frustrantes, y el caso de Kudrow es uno de ellos, ya que la habían fichado para uno de los spin-offs más prometedores de los ’90 y que, de hecho, acabó por convertirse en una de las series más memorables de la época:
En 1993, cuando todavía era una actriz desconocida, fue la elegida para interpretar a Roz Doyle en el spin-off de Cheers: Frasier. Pero a los dos días (lo voy a decir otra vez: DOS DÍAS) de haber empezado a trabajar en el episodio piloto, Kudrow fue despedida y reemplazada por Peri Gilpin.

Kudrow en un episodio de ‘Cheers’ en 1989
En años posteriores, Kudrow ha dicho siempre que «entiende que no encajaba, que no era la adecuada para el papel», pero también que «lloró mucho y casi renuncia a su carrera como actriz».
Sin embargo, en un acto de graduación al que fue invitada como ponente contó su historia completa, y se queda con la parte positiva:
Después de dos días me despidieron de Frasier, el que todos sabían que iba a ser un éxito y lo fue. Fue muy difícil pensar que no estaba destinada a ser actriz. Fue humillante. Jim Burrows (el director) y los productores fueron agradables: «No está funcionando, tenemos que reemplazarte».
Había perdido mi oportunidad y lloré mucho. (…)
Después de muchas audiciones, fui la segunda persona en formar parte del elenco del piloto para una serie llamada Friends Like Us, que luego se cambiaría a Friends.Jim Burrows también dirigió este piloto y los primeros 10 episodios de Friends.
Un día, los seis estábamos hablando con Jimmy, intercambiando historias, y Jimmy les contó la mía con Frasier. “Bueno —dijo—, es bueno que te despidieran, o no habrías estado en este programa”. Tenía razón.
Solo un año después de ser despedida de Frasier, el mundo entero conocía a Phoebe Buffay.