Fue una de las series más exitosas de los 90. Gracias a las desventuras y dificultades de Michaela Quinn por hacerse valer como médico en pleno siglo XIX la serie también servía para denunciar conductas homófobas.
Se estrenó en 1993 y se canceló en 1998 entre grandes protestas de sus seguidores; no se había visto nada así desde la cancelación de la serie de Star Trek en los años ’70.
Aquello obligó a la CBS a continuar las aventuras de la doctora Micaela y Sully, ya convertidos en marido y mujer y con una hija en común, y es que la relación entre ambos era uno de los puntos fuertes de la evolución de la trama.
Pero no lo hicieron con nuevos capítulos, sino con un telefilme (que resultaba mucho más barato), Dr. Quinn: Revolutions, estrenada en 1999. El guion era tan forzado que los personajes no parecían ellos mismo, lo que causó una reacción aún más furiosa entre los fans.
Finalmente, consiguieron aplacarlos con otro telefilme, Dr. Quinn: The Heart Within, en el que la propia Jane Seymour intervino como productora. Este sí fue considerado un digno broche final para la serie, que abarcó un total de 147 episodios.
Viniendo de una trayectoria (no muy larga, pero sí constante) que bebió de la televisión y que encontró en ella su salto a la fama, era de esperar que Joe Lando, el actor que hacía las veces de «galán» en Dra. Quinn interpretando a Sully, siguiera en el medio. Sin embargo, más allá de las fronteras de la serie, no llegó a cuajar ni como galán ni como héroe de acción.
En 2000, con una estética totalmente diferente que casi lo hacía irreconocible, protagonizó Tierras altas junto a Hayden Christensen (a.k.a. Anakin Skywalker)., una serie que contó con 22 episodios en una única temporada en la que Lando interpreta a Peter Scarbrow, un exmagnate de Wall Street reconvertido a mentor de jóvenes «en riesgo». Una suerte de Hermano mayor.
Lo que siguió fue un baile entre papeles protagonistas en producciones mediocres (como el del agente Vince Kellogg en Counterstrike) y papeles secundarios en producciones, en su mayoría, también mediocres, y casi todas para televisión. Como decía antes, no terminó de cuajar ni como guapo ni como héroe. Tuvo episódicos en JAG: Alerta roja, NCIS y Melrose Place (2010), y participó en un par de telefilms apocalípticos de medio pelo, como Invasión robótica en 2006 o Catástrofe inminente, en 2015.
Tras eso, el ritmo ha bajado no solo en frecuencia, sino también en intensidad. Entre sus últimos papeles están el del juez Craig McMullen en el culebrón Belleza y poder (solo 13 episodios) y, el último de ellos, su papel como Darren Larsen en una peli navideña para televisión titulada A Very Charming Christmas Town, en la que, como curiosidad, compartió set con Jo Marie Payton, Harriette Winslow en Cosas de casa.