Os dejo con nuestro manifiesto. Son diez puntos elaborados con cariño y sentido del humor. Lo tenéis visible mucho más bonito en nuestro especial. Si os gustan los perros sin raza, sentíos libre de compartirlo, difundirlo y usadlo en vuestras webs. Por que nos gustan los perros sin raza, porque estamos orgullosos de ellos.
- Soy un perro sin raza. Cuando la gente pregunta a mi amo por la calle de qué raza soy, le gusta responder con orgullo que soy un mestizo, un mil-leches o un mil-sangres, sencillamente, un perro… su perro.
- Soy un perro sin raza. Así que soy un perro exclusivo. Todo perro sin raza es siempre original, único. No hay dos iguales.
- Soy un perro sin raza. Un perro con dos orejas, dos ojos, una nariz, un rabo, cuatro patas y muchos dientes. Un perro como todos.
- Soy un perro sin raza. A mi familia de humanos les da igual si soy el perro más guapo del mundo o el más feo.
- Soy un perro sin raza, así que tengo muchas más posibilidades pisar el veterinario solo para ponerme las vacunas. No es ninguna leyenda urbana que los perros mestizos somos más sanos.
- Soy un perro sin raza y mi carácter es fruto de la selección genética natural, el sistema más sabio. Es el que usáis los humanos.
- Soy un perro sin raza. Como muchos otros perros que han sido adoptados en una protectora, que fueron encontrados o regalados.
- Soy un perro sin raza, pero no soy un perro que salga gratis. Todos los perros costamos dinero en comida, vacunas, residencias caninas, peluquerías… eso sin contar que nos podemos poner enfermos y necesitar un caro tratamiento.
- Soy un perro sin raza. Aunque los perros de raza son, en el fondo, perros mestizos fotocopiados.
- Soy un perro sin raza. Es decir, soy un perro tan bueno como cualquier otro.
En las imágenes podéis ver a Pequeño. Me cuentan en Defensa Animal Vallisoletana que fue recogido por una familia en Tudela de Duero (Valladolid) «tras observar cómo un desalmado le estaba pateando en plena calle. Su historia anterior la desconocemos, no tenía chip, asi que no sabemos si fue abandonado, si nació en la calle, nada más.»
Lleva año y medio en acogida, en manos de la misma familia que lo rescató. Tiene unos 2 o 3 años, es un mestizo de podenco y pesa aproximadamente 10 kilos. Convive bien con más perros, es muy sociable y bueno. Está esterilizado.
Contacto: defaniva@gmail.com