Escribo estas palabras con el corazón palpitándome a todo galope, pero también con un sentimiento de satisfacción como pocas veces he tenido en mi vida. El proceso, tan largo y laborioso, y tan apasionante al mismo tiempo, ha concluido. Mi primera novela, ‘Araneida, la fortaleza de los deseos’, ha salido al mundo. Como todo autor novel, siento vértigo ante la reacción de los lectores, una inseguridad que intento superar diciéndome a mí misma que yo soy el crítico más exigente y que he intentado dar lo mejor en cada página.

Desde que comencé a escribir ‘Araneida’ hasta ahora han pasado más de cuatro años. Durante este tiempo mi vida cambió mucho: me quedé embarazada de mi hijo, estudié unas oposiciones y tuve que posponer la revisión del borrador, ya que los cuidados del bebé y el trabajo me tenían agotada y con muy poco tiempo libre. Cuando mi hijo tenía dos años, y gracias a que tengo un marido estupendo que me apoya en la decisión de escribir, pude sacar tiempo para la revisión y reescritura de ciertas partes un par de tardes a la semana. También me levanté muy temprano por las mañanas, antes de que el pequeño empezase a lloriquear.

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