Como dejó claro su famosa sentencia “que se joda el espectador medio”, las series de David Simon no están escritas para un público impaciente. La presentación de situaciones y personajes se toman su tiempo para dedicarse a aquello que más le satisface: la construcción de una metarealidad social del tiempo que le interesa narrar.
Ya lo hizo en Baltimore y en el Nueva Orleans post Katrina de Treme. En The Deuce vuelve a la carga para explorar no solo el surgimiento de la industria del porno en los 70, sino para mostrar las “crónicas” de un barrio en concreto, ubicado en la famosa calle 42 de Nueva York, con sus putas, sus bares y sus policías corruptos, adentrándose en la vida de un reparto coral tan característico de sus obras.
Como comentaba, The Deuce se toma su tiempo para arrancar (quizás más que The Wire o Treme). Pero, cuando lo hace, consigue lo que pocos creadores son capaces: ofrecer momentos de una veracidad tan apabullante, tan emocionante, que se convierten en auténticos retazos de vida.
Entre el mosaico de existencias que presenta sobresale sin lugar a dudas el personaje de Candy, interpretado por una Maggie Gyllenhaal como nunca antes la había visto. La prostituta que no quiere someterse a la tiranía de los proxenetas —aunque se juegue la vida—, con porte de dama aristocrática y mirada de estar de vuelta de todo, es uno de los personajes más memorables que he visto en televisión. Simon, continuando en la línea de lo que ya hizo con los personajes femeninos de Treme, dibuja una mujer real, compleja, con defectos, pasiones y ambiciones lejos de cualquier estereotipo o cliché.
Candy es una mujer luchadora con un pasado, que ve en la incipiente industria del porno una forma más segura y beneficiosa económicamente de salir adelante sin tener que depender de nadie. Resulta sorprendente el regalo de este personaje y lo bien que lo aprovecha Gyllenhaal, que se come la pantalla con su interpretación lánguida, hosca en ocasiones, frágil en otras, ofreciéndonos una de esas actuaciones donde el personaje adquiere dimensión humana.
The Deuce no es para todos. Al igual que no lo son las series de David Simon. Pero los amantes de las grandes ficciones pocas veces encontrarán una actuación tan portentosa inmersa en un relato televisivo que consigue Verdad. No sean idiotas: no se la pierdan. Disponible en HBO España.
Nota en Mis Puntuaciones
Ya sabéis que he escrito un par de libros que esperan ansiosos que les echéis un ojo. Las series de mi vida, donde hablo de series como The Wire, Los Soprano, Mad Men o Breaking Bad.
O, si lo preferís, fantasía oscura. Deseos, obsesiones, viajes en el tiempo y un lugar más allá del tiempo y del espacio llamado Araneida,
Si señor, la mejor serie del año de las que llevo vistas. No se la pierdan en HBO
05 diciembre 2017 | 08:54
Tú sí que sabes vender, Cecilia! Jajajaja. Y yo por supuesto, compro ¡de cabeza!
Saludos.
05 diciembre 2017 | 11:34
Jajaja. Es que vendo muho mejor cuando la serie me ha gustado de verdad. Es muy buena. No te vas a arrepentir, Isa.
06 diciembre 2017 | 13:04