De dcha a izda: Lorenzo Mejino, Mario de Los Lunes seriéfilos, yo, Lledó Horne, Yoricas, Watson, dos chicas que (sorry) no recuerdo los nombres y Héctor Caraballo

Esta mañana me ha costado horrores levantarme. Me he arrastrado cual sierpe hasta la ducha mientras a duras penas me salía la voz del cuerpo para decirle a mi hijo: «¿Te has comido el desayuno?». El motivo: cansancio extremo (pero bueno) tras haberlo dado todo en el Festival de Series 2015, que se ha celebrado este fin de semana en Madrid.

Como no os costará mucho imaginar, me lo he pasado de muerte reencontrándome y desvirtualizando a blogueros y tuiteros con los que

1) he bebido demasiadas cervezas y

2) he hablado de otras muchas cosas además del tema que nos une: las series de televisión.

Para ser claros como un cielo despejado en un día de verano he de decir que lo más interesante del Festival ha sido la sala 5 de los Cinesa Proyecciones, ya que así hemos bautizado al bar Las Nieves que, durante este fin de semana, debe haber agotado la reserva de cerveza y de incomestibles croquetas (entre otras deleznables pero ya míticas tapas).

Mientras unos entraban en el Cine siempre había algún grupo de Night Watchers para acoger con una nueva caña en ristre a las secas gargantas que fuesen llegando.

Sin embargo, además de las cervecitas, ha habido muchos más temas de interés.

Hitos del Festival:

VIERNES

Conocer la realidad política a través de las series

Con Miriam Lagoa y Aloña Fernández Larrechi

Después de equivocarme de camino y casi ser engullida por las hordas de zombis que entraban-salían del Primark de Gran Vía (horror y pavor), por fin llegué al Cinesa algo sudorosa pero intacta.

BIBA.

En la puerta comenzaron los abrazos-besos-exclamaciones de júbilo con Sara Bureba (@aleyt) de En tu serie o en la mía, el gran Lorenzo Mejino (@lmejino) de Series para Gourmets y Diego Camino (@watanabeseries) de Hablando en serie, con los que entré muy alegremente a la charla Política y Ficción.

El coloquio planteó cómo títulos como The Good Wife, The West Wing, Boss, House of Cards, 1992, Homeland, Veep, Borgen o The Wire son capaces de poner sobre el tapete temas de actualidad dándoles una vuelta de tuerca o ejerciendo una crítica más profunda que la que encontramos en los mass media.

Lo mejor: ver un trozo de ‘Yo, Claudio’ en pantalla grande.

Un encuentro inesperado

El siguiente evento que tenía subrayado en el programa era la charla ‘¿Qué fue de Jorge Sanz? (cinco años después)’. Me interesaba mucho porque es una de las (pocas) series españolas que me han gustado tanto como otras extranjeras.

Sin embargo, los sedientos seriéfilos me arrastraron a la sala 5 de Las Nieves (yo no opuse mucha resistencia) a por algo de hidromiel con que remojar nuestros gaznates. Allí, en la puerta, por fin vi a mi querida Lledó Horne, con la que grité y di saltitos cual tías del Will Smith en El príncipe de Bel-Air. Dentro estaba @yoricas muerta de risa cerveza en ristre.

Mientras nos poníamos al día, la charla de Jorge Sanz terminó, y cuál fue mi sorpresa cuando vi entrar en el Muro a David Trueba y el mismísimo Jorge Sanz.

Quería decirles ALGO, pero como soy un poco VERGONZOSA, Lledó Horne me arrastró.

La verdad es que fue un placer conversar con Trueba, al que le brillaron los ojos cuando le dije lo que me gustaba su serie, sobre todo después de qué nos preguntase qué estábamos viendo y le contestásemos que The Leftovers, Narcos, Master of None, Louie (nada de La que se avecina).

Por cierto, que el mocarro me lo pegué cuando le dije: «Y genial que hicieras ‘Qué fue de Jorge Sanz’ antes que Life’s Too Short, de Gervais. Ahí se le cayeron las bragas.

Fue interesante lo que nos contó sobre los proyectos arriesgados y lo difícil que es encontrar una cadena que apueste por ellos. Mucho más difícil que en el cine.

No hay que ser Sherlock para deducirlo, ¿verdad?

La diosa Kim

Y después de dejar a Trueba (que es guapísimo en persona, por cierto), entramos alborozados a ver a Kim Dickens, a la que amo no por su papel en Fear The Walking Dead, que es lo que venía a promocionar, sino por ser la chef Janette Desautel en Treme.

La vimos bajar con mucho glamour acompañada de cuatro gorilas tipo Ray Donovan.

Y fue amable y políticamente correcta contestando preguntas, sobre todo cuando Alberto Rey, que presentaba el evento, le planteó la cuestión del rechazo del que pueden ser víctimas las actrices que interpretan papeles de mujeres fuertes en la televisión, como le sucedió a Anna Gunn con Skyler White.

En resumen, la respuesta de la diosa fue que había que seguir abriendo camino y sacar a las mujeres de los roles habituales de esposa y madre, pero no lanzó un discurso feminista ni mucho menos.

Por cierto, cuando @mobius le hizo una pregunta mencionando a Treme aproveché para aplaudir a rabiar.

Cócteles con sabor a lejía

Para terminar la noche no sé cómo acabé en un bar heavy de cubalitros de colores, donde me quisieron envenenar con un mejunje color radiactivo. Como una ya no tiene el estómago quinceañero, me limité a beber OTRA BIRRA mientras intentábamos escuchar las anécdotas de Alberto Rey a través del griterío metalero.

Luego me arrastré hasta la cama y me desmayé.

SÁBADO

De dcha a izda: Yolanda (@yoricas, Lorenzo Mejino y la menda lerenda)

Más cerveceo. De dcha a izda: Javi @conquer, Lorenzo Mejino, Mario, Diana @la8Dids. Yolanda @yoricas, Lledó Horne, @watson, Víctor de Hello Friki

Yolanda, Lledó y Sara @aleyt en su salsa 🙂

De dcha a izda: Mariló @yonomeaburro, ?, Diego @watanabeseries, Laura de Series de Bolsillo, Noemí @torpedama, Cecilia, Jaime @torllo (a partir de aquí mi vista se nubla).

Comida medieval y CSI

Con cierto cansancio pero sin resaca, el segundo día festivalero comenzó con MÁS BIRRAS antes de la comida, donde nos reunimos más de treinta dicharacheros seriéfilos. En mi radio de acción de la mesa medieval Noemí @torpedama y Diana @la8dids, a las que tenía muchas ganas de conocer, y con quienes charlé por los codos.

Tras la comida, era el momento de asistir al Rey de las Series que, es posiblemente, el evento más concurrido de todos. El concurso no estuvo mal (mejor que otros años), pero el momento WTF de la tarde fue cuando Héctor @caraballo y @SantiDelaFlor contestaron como siameses el número exacto de episodios de CSI.

335 pusieron los jodíos en las pizarras.

El presentador casi se desmaya por el golpe de frikismo desmedido, pero lo que no sabía es que HABÍA TRUCO.

El vidente Lorenzo Mejino (que es como la Larousse de series) les había dado el DATO antes del concurso, adelantándose a la pregunta (no fue trampa, que quede claro, sino premonición).

Se nos cayeron las bragas como a Trueba y nos morimos de risa.

Más cerveza. Más cerveza. Max Cervesssa.

Más

Arghhhhh

Perdidos. La sesión más golfa

Como nos habían dicho que el piloto de Versailles (que se preestrenaba) era un rollo y Las Nieves tiraba mucho, al final no entramos y nos reservamos para ver el piloto de Lost en pantalla grande, en compañía de @AlvaroOnieva que estaba desatadísimo y simpatiquísimo.

Ahhhh, fue lo mejor. Gritos y aplausos cuando uno de los supervivientes es aspirado por la turbina, o cuando sale el hijo de Michael y todos gritamos

¡WALLLLTTTTTT!

O cuando aparece Charlie y alguien exclama

¡YONQUI!

Grandes momentos. Muchas risas.

Y con este alegre guirigay (y una juerga en un bar aledaño de la que mejor no hablo) terminó el Festival de Series para esta que escribe.

El año que viene más y mejor. R’hllor, consérvame la salud para resistirlo.

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