«Muchas cosas raras hacen catapúm en el laboratorio de Dexter».
En los ’90 tuvo lugar una de las grandes revoluciones de nuestra televisión. Y no, no me estoy refiriendo a Dexter: me refiero al cable. Los canales que hasta entonces nos cabían en las palmas de las manos pasaron a ser 50, 80, más de 100. Una locura para nuestras jóvenes mentes. Y para nosotros, que teníamos los dibujos animados vedados a las seis de la tarde (hora de los Caballeros del Zodíaco y el pan con chocolate) se abrió un mundo nuevo cuando descubrimos que existían canales en los que sólo ponían dibujos animados, full time, 24/7. Conocimos Cartoon Network. Y Genndy Tartakovsky (creador de varias series animadas de éxito y director de Hotel Transylvania) hizo su agosto.
A pesar de ser fantasía, estas series incluían un componente que era una de las claves de su éxito: los personajes eran creíbles. Eran «reales». Y esto era así especialmente en el caso de Dexter, el niño genio, un prodigio de la ciencia, y su hermana DeeDee, a la que Dexter consideraba un constante incordio. Porque tener súper poderes y armaduras mágicas nos pillaba lejos, pero ¿dos hermanos llevándose mal? El pan nuestro de cada día. El laboratorio de Dexter se estrenó en 1995 como un corto dentro de la serie What a Cartoon! de Hannah-Barbera, y comenzó su primera temporada en el ’96. Tuvo unos datos de audiencia altísimos, una buena colección de premios y nominaciones y es conocida por ser caldo de cultivo de grandes creadores de animación, como Craig McCracken (Las Supernenas) y -oh, sí- Seth McFarlane (Padre de Familia).
En la serie, como digo estrenada en el ’96, Dexter tenía 10 años y su hermana mayor 12. Ahora tendrían 31 y 33 años respectivamente. ¿Qué habría sido de ellos, de haber sido reales y haber vivido en España?
Bueno, Dexter tenía un cráneo portentoso: hacía malabares de ingeniería siendo sólo un bebé y con 10 años se había montado su propio laboratorio secreto, su propio robot gigante y su propio archienemigo, Mandark.
Dexter era un genio en muchas cosas, pero manejar sus emociones y su propia frustración no era precisamente su punto fuerte. Cuando se sentía amenazado se hacía pequeñito y se le iba la pinza cosa mala. Esa cualidad jugó bastante en su contra para desarrollar sus estudios, ya que el nivel de competitividad es bastante alto y no te puedes venir abajo cada vez que tienes un traspié. Con todo, Dexter habría sin duda conseguido terminar sus estudios destacando como un magnífico físico de partículas y afianzando su posición como uno de los cerebros más brillantes del planeta. Lamentablemente para él, en mi fantasía le ha tocado España, donde no hay sitio para estas cosas que no importan a nadie, así que a día de hoy, y ante la insistencia de su padre de que «esas cosas suyas» no dan dinero y hay que dejar de vivir del cuento (porque, por supuesto, aún vive con sus padres), Dexter estaría trabajando en un Burger King mientras espera que lo llamen del CERN.
La buena noticia es que a DeeDee le crearon una aplicación a su medida, que se llama Instagram, donde los arcoiris y la purpurina siempre son una buena elección. Está claro: con sus fotos de unicornios multicolor se habría convertido en una gran Instagramer, y luego en una gran influencer, luego probablemente lo habría petado como YouTuber con su canal de tutoriales de maquillaje y a estas alturas ya estaría colaborando como blogger en Cosmopolitan.
Sí, creo que más o menos ese podría ser el panorama. También podría ser justo al revés, y que Dexter estuviera desarrollando una encomiable labor con una beca de investigación… Pero, la verdad, no me da para tanto la imaginación…
bueno, siempre imagine a dexter intentando con1uistar ql mundo XD
me mola tu blog,
quien sera el proximo personaje?? miercoles y dadly de la familia addams?? XD
10 julio 2017 | 11:41 am
estarian en paro
10 julio 2017 | 8:18 pm