20 hit combo 20 hit combo

Thank you Mario! But our princess is in another castle! Toad (Super Mario Bros.)

Entradas etiquetadas como ‘mega drive’

Viejas joyas: Soleil

Aunque en la época de los 16 bits, Super Nintendo era la reina de los RPG, a Mega Drive no le faltaron buenos exponentes, pocos —era casi un milagro que un juego de rol escapase de Oriente—, pero de gran calidad. Soleil (Crusader of Centy en Estados Unidos) fue una de esas joyas, un ejemplo de que la consola de Sega podía dar mucho de sí en este género.

Lejos de tratarse de un JRPG puro —las compañías estaban convencidas de que esas rarezas niponas nunca triunfarían entre los occidentales—, Soleil era una aventura que mezclaba acción y rol con un estilo muy parecido al de los primeros The Legend of Zelda, pero con suficientes características propias como para ser considerado mucho más que una simple imitación.

crusader-of-centy-genesis

Gran parte del atractivo de Soleil estaba en su mágica historia, que comienza siendo la típica epopeya del joven que debe convertirse en héroe y salvar al mundo del mal que lo amenaza, pero que va añadiendo elementos más originales según se avanza.

Para empezar, uno de los primeros acontecimientos del juego hace que el protagonista pierda la facultad de entender a los humanos y, por otro lado, adquiera la capacidad de hablar con los animales. Éstos son la clave de muchos de los puzles con los que nos topamos en el viaje, ya que algunas de las criaturas que encontramos se unen al héroe y le proporcionan nuevas habilidades.

Pero el universo fantástico de Soleil va mucho más allá gracias a viajes en el tiempo, referencias a cuentos como El mago de Oz o Caperucita Roja e incluso uno de esos cameos que tanto nos fascinaban en aquella época menos acostumbrada al crossover. En este caso era Sonic el que se colaba en una aventura ajena.

Aunque el detalle más sorprendente de este juego procede del guión, cuando alcanzado cierto punto nos desvela que existe un motivo por el que los monstruos han invadido la realidad de los humanos. La huida del maniqueísmo para explicar el mundo suponía toda una novedad en los videojuegos, sobre todo en uno dirigido sobre todo a jugadores más bien jóvenes (algún otro caso habría, pero no muchos). Los malos no eran totalmente malos, y los que sí lo eran no lo eran porque sí.

Crusader_of_Centy_Sonic

Sega y Atlus supieron cuidar este juego desarrollado por el estudio Nextech y lo trajeron a España traducido a la perfección. Vale, cierto es que Paco, Pepe, Lucas, Anita o Luis (¡pobre Luis!) no eran nombres demasiado épicos para una gran aventura, pero se les acababa cogiendo cariño.

Soleil fue uno de los mejores juegos de rol que vio la luz en Mega Drive y, a día de hoy, todavía puede considerarse una aventura muy recomendable. Si se deciden a lanzarlo vía descarga para alguna consola, aquí tienen un comprador asegurado.

Donde esté un buen clásico…

El otro día hablaba de uno de mis viajes playeros de este verano, ahora voy a hablar de otro. En esta ocasión se repitieron el mar, el sol y los aperitivos, pero la consola a la que le dedicamos algunos ratejos no fue la Wii sino la Xbox 360.

Los juegos que llevábamos no eran pocos: Street Fighter 4, Mortal Kombat vs. DC Universe, Batman: Arkham Asylum, Skate 2, Top Spin 3, El Señor de los Anillos: La Conquista, Scene It!, You are in the movies, Super Puzzle Fighter, Marvel vs. Capcom 2… Pues bien, aunque a muchos de ellos les dimos un tiento, al que más jugamos fue probablemente al Sega Mega Drive Ultimate Collection.

En una era de gráficos hiperrealistas, efectos hasta hace poco inimaginables y divertidos party games acabamos jugando a los clásicos de toda la vida. ¿Por qué? Inicialmente era por esa enfermedad que padecen numerosos jugadores de todo el mundo y que se caracteriza por el ansia de desbloquear logros a diestro y siniestro. Pero el caso es que, con la excusa por delante, acabamos enganchándonos a unos cuantos juegos.

La colección está bien, pero como pasa casi siempre en estos recopilatorios, dista mucho de ser completa. Incluye los Sonic, los Streets of Rage, los Golden Axe, los Shinobi, los Ecco, los Shining Force, el Story of Thor, el Comix Zone, el Ristar… Sin embargo, también encontramos grandes «patatas» como Decap Attack, Fatal Labyrinth o ese plagio de Super Mario Bros llamado Kid Chameleon.

Peor aún, se echan de menos joyas como Soleil, Light Crusader, Castle of Illusion, Shadow Dancer, Toe Jam & Earl e incluso cosas (esto ya no se puede calificar como joya) como Virtua Fighter 2 y Eternal Champions.

Pero todo esto da igual, incluso a los juegos malos les dedicamos unos minutos y nos tuvieron enganchados, mínimo hasta que sacamos el logro. La palma se la llevó el Dr. Robotnik’s Mean Bean Machine, un Puyo Puyo que hay que completar para conseguir 50 puntos. El caso es que la dificultad del juego (incluso en fácil) es tal que el logro quedó como algo secundario, el reto se convirtió en un pique puro y duro contra la CPU.

No conseguimos pasárnoslo. Yo ya he empezado a reintentarlo en casa. Es extraño, decenas de juegos alucinantes de nueva generación y le dedico mi tiempo a un puzle de 1993. Da qué pensar.

El afortunado Batman

El hombre murciélago es sin duda uno de los héroes que más fortuna ha tenido en sus flirteos con el mundo de los videojuegos (el más suertudo de lejos si hablamos sólo de héroes de DC). El caballero oscuro es protagonista de algunos beat’em up y juegos de acción memorables.

Ya en la NES recuerdo como un buen juego el Batman: Return of the Joker, una aventura con unos graficazos muy por encima de la media de la 8-bits de Nintendo. Aunque mis juegos favoritos de Batman son de la Super Nintendo. Uno de ellos es Batman Returns, basado en la segunda película del héroe. Se trata de un beat’em up clásico con unos gráficos excelentes y una gran fidelidad al largometraje. Me molaba mucho, por ejemplo, que en el primer jefe final se pudiese clavar el gancho en la pared y dejarle caer un trozo de la misma en la cabeza al enemigo (igual que sucedía en la peli).

El segundo juego de Batman que me enamoró en la Super Nintendo y que, a día de hoy, sigue siendo mi favorito es The Adventures of Batman & Robin, un titulazo basado en la serie de animación que sobresale en todos sus apartados. Lo más destacable es la tremenda variedad de la aventura. Cada fase presenta un rollo completamente diferente a la anterior: acción con el Joker, investigación con El Pingüino, plataformas con Catwoman… y conducción con Dos Caras, un nivel que flojea un poco en el desarrollo, pero que tampoco supone un grave defecto.

La Mega Drive también tuvo su videojuego basado en la serie de animación de Batman y Robin. Por la cantidad de disparitos en pantalla, el minúsculo tamaño de los héroes y la enormidad de los jefes finales, casi parecía un juego de naves. Además, la dificultad también era muy elevada. Otro clasicazo fue el Batman Returns de Mega CD, que destacaba por sus espectaculares fases de conducción. Casi me atrevería a decir que fue uno de los mejores juegos que vieron la luz para el invento de Sega.

Los juegos más recientes de Batman (Vengeance, Dark Tomorrow, Rise of Sin Tzu…) no han destacado tanto, pero mantienen un nivel aceptable. Batman Begins, que apenas obtuvo reconocimiento por parte de los medios, a mi me pareció un juego notable, muy bien hecho y con unas fases de Batmóvil espectaculares. También Lego Batman es muy divertido.

El héroe también ha aparecido en otros juegos como el título de lucha Justice League Task Force de las 16 bits o los más cercanos Justice League Heroes o Mortal Kombat vs. DC Universe. Por supuesto, también ha habido algún juego cutrillo del caballero oscuro, como el infecto Batman Forever, basado en una película no menos horrorosa.

Ahora se está preparando un nuevo Batman y tiene pinta de que también va a estar entre los más grandes. Batman: Arkham Asylum saldrá en septiembre para PC, PlayStation 3 y Xbox 360, y ya está obteniendo grandes alabanzas por parte de medios de todo el mundo.

No dudo que el juego será notable, pero me temo que se está exagerando un poco su calidad. Yo ya he visto parte del juego y sí, mola, pero creo que se está beneficiando del furor generado por la impresionante película El caballero oscuro y la gran interpretación de Heath Ledger.

En Arkham Asylum tendremos peleas a lo beat’em up clásico, sigilo, uso de gadgets y la carismática imaginería del universo del hombre murciélago y su cohorte de enemigos. Mola Batman y el juego está bien hecho. Quizás no sea la tierra prometida que hoy todos prometen, pero divertido seguro que será… y espectacular también, de eso doy fe (se nota el uso del motor gráfico Unreal Engine 3 de Epic Games).

¿Qué os parece Batman: Arkham Asylum?

Viejas joyas: The Story of Thor

En la época de los 16 bits, los gustos eran muy bipolares: o eras de Nintendo o eras de Sega, o eras de la Super o eras de la Mega Drive. Que si una tenía mejores gráficos, que si la otra disponía de mejor catálogo, que si aquella era muy infantil…

Todo era discutible, todo menos lo referente al color. La paleta de colores de Super Nintendo era muy superior a la de Mega Drive, 32.768 colores de la primera frente a los 512 de la segunda. Y el caso es que se notaba, se notaba mucho. La mayoría de los juegos de Mega Drive tenían un aspecto apagado, oscuro y poco nítido.

Por eso resultaba tan impactante encontrarse con juegazos como The Story of Thor, todo un derroche de luminosidad y color sólo comparable con maravillas del calibre de Sonic 3 o del genial Aladdin de Virgin y Disney. Además, el juego tiene unas intros ligeramente animadas que en aquella época dejaban con la boca abierta.

Pero The Story of Thor era un juegazo no sólo por sus gráficos, tenía virtudes más que de sobra para convertirse en un éxito tanto de crítica como entre los usuarios.

Recuerdo que cuando salió, las revistas lo vendían como un action RPG. En realidad, no tenía mucho de RPG: sólo hay un pueblo (que además no tenía un papel muy destacado en la historia), las conversaciones son anecdóticas, el argumento poco complejo, no hay menús de estadísticas, ni se suben niveles, ni se cambiaba el equipo (sólo había unas pocas armas e ítems)… Pero es que no hace falta todo eso, The Story of Thor es una aventura de acción, no un juego de rol.

En cuanto al desarrollo, hay dos elementos destacables: los combates a espadazos, mejores que los de muchos beat’em up, y los espíritus elementales. Estos genios no sólo ayudaban en las luchas sino que eran la clave para resolver casi todos los puzles.

La aventura no es demasiado larga y tampoco excesivamente difícil pero deja muy buen sabor de boca, especialmente en una consola como la Mega Drive, que contaba con muy pocos exponentes de este género.

The Story of Thor tuvo una segunda parte que vio la luz para Sega Saturn. Nunca llegué a jugarla, así que no puedo decir qué tal estaba, pero el caso es que pasó sin pena ni gloria. De hecho, muchos de los que jugaron la primera parte ni siquiera conocen la existencia de esta secuela.

¿Quién sabe? Con el recurrente rollo revival que lleva Sega (Nights, Alien Syndrome, Sega Superstar Tennis…) quizá no tardemos en volver a saber del olvidado príncipe Alí y su brazalete mágico.

Declaración de Nintenciones

Creo que no hay mejor manera de comenzar que mostrando mis cartas, diciendo de qué pie cojeo, para que a nadie le pille por sorpresa.

Aunque mi primera consola fue una Atari 2600 que disfruté muchísimo, no pasaron demasiados años hasta que quise una nueva algo más moderna. Yo deseaba una Mega Drive, que por aquel entonces anunciaban en la tele junto al bonito Castle of Illusion de Mickey Mouse.

Los Reyes Magos, que habían oído campanas pero no sabían muy bien por donde, se pusieron manos a la obra y, llegado el 6 de enero, me dieron la sorpresa de mi vida. No me lo podía creer, allí estaba, era… ¡una Nipondo!, una de esas maravillosas copias piratas de la NES a las que ningún cartucho se les resistía y que, pese a la decepción inicial, yo aprendí a valorar.

Evidentemente los Reyes Magos, tan alejados de la civilización como viven, no tenían ni la menor idea de que esa consola era más ilegal que jugar al Mortal Kombat en el Vaticano (digo yo). Ellos sólo sabían que era la más barata que vendían en las jugueterías del barrio de Carabanchel.

El caso es que la Nipondo (la NASA era más popular) me acercó a Super Mario y me hizo nintendero convencido. Sigo siendo nintendero, lo reconozco, pero intento ser justo y valorar los aciertos de la competencia y las meteduras de pata de Nintendo, que no son pocas. De hecho, por muy divertida que sea, la Wii no acaba de convencerme, pero ya hablaré más extensamente de eso en otro momento.

Por último agradezco a Pitu, un amigo también metido en el mundillo y excelente dibujante, que se haya ofrecido a ilustrar este blog con su talento.