Tu blog Tu blog

Este es tu altavoz

Entradas etiquetadas como ‘derechos’

Las impresiones de los lectores sobre la huelga general del 14-N

Por Francisco Javier España Moscoso

«La sombra de los violentos»

A pesar de los datos sesgados del consumo energético ofrecidos por el Gobierno y a pesar de los intentos de demonizar la acción piquetera con algún que otro infiltrado de por medio, la huelga ha sido un éxito. La sociedad en su conjunto ha sentido y compartido el significado del 14-N; unos participando de forma activa y los más, sufriendo el chantaje impuesto por una reforma laboral que ha precarizado el trabajo de tal manera que anula de facto el derecho a huelga, y unos y otros tuvieron ocasión de demostrar su músculo reivindicativo en las multitudinarias manifestaciones que cerraron el día; pero como siempre, aparecieron esos vándalos a sueldo que le regalan la foto de portada a los periódicos ultracentristas y dan argumentos a los opinadores profesionales de los saraos televisivos que llevan tiempo pidiendo que se regule, o mejor dicho, se anule el derecho a huelga.

Sr. Fernández Díaz [ministro del Interior]: no estaría de más investigar quién está detrás de estos reventadores de manifestaciones al igual que se persiguen otras tribus urbanas, aunque me temo que en este caso la alargada sombra de los violentos dejaría en evidencia a más de uno.

———————————————————————————————————————

Por Sarah Tabraue Artiles (Barcelona)

«A patadas con las maletas de los pasajeros»

Quiero compartir mi peculiar experiencia de madrugada. Mi vuelo salía a las 6 de la mañana y ante la ausencia completa de Nit Bus decidí coger un taxi. El conductor al principio se negó a llevarme: “ni yo ni ningún otro te llevará al aeropuerto porque hay piquetes y nos rompen el coche”. Con un par de súplicas decidió que me dejaría al otro lado del parking de la T2 del aeropuerto del Prat. Mientras conducía me contaba: “Otros años tiran piedras desde los puentes de la autopista” y “en Mercabarna están tirando neumáticos en llamas y por la ciudad, hay contenedores de basura quemándose”. Tuvimos que desplazarnos a otro cajero, porque el de la esquina lo habían llenado de silicona y no podía meter la tarjeta para sacar dinero para pagarle. Cuando llegué a la T2, antes de llegar al control de seguridad, había un gran piquete rodeado de Mossos d’Esquadra que gritaban al son de “esquirol” y “ojalá se os quede el avión sin gasolina”. También concedían patadas a las maletas de los pasajeros. Gran experiencia.

———————————————————————————————————————

Por José Antonio Pozo Maqueda

«Al final el Gobierno se quemará»

En un ejercicio de cinismo desmedido el gobierno “impopular” niega la huelga general y las manifestaciones masivas en las principales ciudades españolas del 14 de noviembre: calla, no aporta datos y destaca la normalidad de la jornada. El gobierno no se da por aludido y hace oídos sordos a los que claman contra su “antipolítica” de recortes suicidas –dice que “no hay alternativa a sus medidas”, pero si esto es así sobra el gobierno entero- que pone en cuestión no solo el Estado de bienestar sino al Estado mismo. Pero este solipsismo político no le saldrá gratis a nuestro gobierno. Está jugando con fuego y al final se quemará.

———————————————————————————————————————

Por Almudena Molina (Estudiante de 16 años)

«Respetar los derechos ajenos»

El artículo 28.2 de la Constitución dicta: Se reconoce el derecho a la huelga de los trabajadores para la defensa de sus intereses. Por lo que no se le puede negar a nadie la elección de no trabajar como medio de protesta. En la huelga del 14 de noviembre hubo varias personas que decidieron brillar por su ausencia en sus respectivos oficios. Estos trabajadores reivindicaban derechos al gobierno. Piden derechos laborales pero no se percatan de que no pueden pedir un derecho negando otro: el miércoles había piquetes en las entradas de fábricas, comercios o centros públicos que impedían la entrada a trabajar a ciudadanos, derecho reconocido en la constitución en el artículo 35.

Muchos huelguistas han pensado en sus propios derechos sin percatarse en los demás, en la repercusión que pueden tener. Se han olvidado de la libertad de aquella persona que ha decidido asistir al trabajo, no se han acordado del trabajador que al día siguiente tendrá que limpiar las pintarrajeadas en la boca del metro y muchos nos han demostrado que no saben comportase como personas civilizadas. La huelga era un método de protesta efectivo a principios del siglo XX, pero a mi parecer se ha convertido en un medio obsoleto. No tiene más razón quien más grita. Quizá habrá que proponer soluciones eficaces en vez de protestar tanto y pensar también en los derechos de los demás.

———————————————————————————————————————

Por José Manuel Micó Abella (Valencia)

«¿Y los trabajadores de la administración?»

Me sorprende que los trabajadores de la administración han sido el sector que menos ha secundado la huelga general, cuando de un tiempo a esta parte son los que mas ruido hacen y mas protestas a las puertas de los organismos públicos montan. Y ahora qué, ¿es que el resto de días que protestan no les descuentan el salario y por eso el día de la huelga si trabajan?
Pienso desde la acera del trabajador del sector privado: es posible que no sea tan grave que solo te recorten el salario y las pagas extras cuando en la privada te recortan el empleo al 100%. Seguro que cuando les llegue a ellos este tipo de recorte se replantean el secundar la huelga en mayor número de participación. Como ejemplo: Canal 9, FGV (Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana) y Vaersa (Empresa pública valenciana de aprovechamiento energético de residuos S.A.)

———————————————————————————————————————

Pesadilla en Barcelona

Por Anna de Mas Pérez

Barcelona resiste con otra huelga de metro el día de Todos los Santos, agravada por la suspensión indefinida de servicio de bus y quizás por una posible huelga de taxis. A pesar de que ofrezcan un servicio mínimo del 33% de metro durante todo el día, los ciudadanos del área metropolitana, yo incluida, sufrirán las consecuencias a la hora de ir a trabajar o a la universidad. No es la primera y tampoco será la última. Llevamos meses con una huelga encubierta donde los usuarios son las principales víctimas. La movilidad en Barcelona empeora a gran velocidad y más si le sumamos el aumento de precio del Bicing. Realmente, sí que viviremos una pesadilla de Halloween.

Independencia frente a interdependencia

Por Emilio Alquezar Lorca

Para empezar diré que soy catalán por nacimiento y cultura aunque soy de los que estudiaron solo en castellano en la era franquista. Soy bilingüe, aunque solo escribo correctamente en castellano. Jamás fui “independentista”, ni “nacionalista”, ni siquiera “catalanista”. En realidad nunca me ha gustado ser “ista” de ningún “ismo”. Más bien un poco ácrata por considerarme simplemente “ciudadano del mundo”. Pero soy de los que me siento igualmente catalán, que español, que europeo, ya he dicho “ciudadano del mundo”. Y ¿por qué me siento así?, pues porque mi madre, nacida en Catalunya, tenía padres murcianos; mi padre, nacido en Francia, tenía madre valenciana y padre aragonés. La casualidad hizo que mis padres residieran y se conocieran en Barcelona, así que yo soy barcelonés. A veces pienso que si se hubieran conocido en Francia yo sería francés. Dicho de otra manera, soy catalán por casualidad, y si busco en mis raíces (las ya expresadas), ¿qué soy?, pues español, ya que es la única nacionalidad que reúne todas ellas en un plumazo, incluso la de mi nacimiento.

Y esto que lo he tenido tan claro toda mi vida, parece que algunos me lo quieren arrebatar. Cuando oigo a los políticos nacionalistas españoles hablar de Catalunya y menospreciarla me transformo en un independentista en caliente. Cuando oigo las respuestas de según qué políticos catalanes me sobreviene una fiebre antinacionalista, y en medio de unos y otros está mi propia identidad, con la que no se juega. Y yo desde aquí les pediría por favor a unos y a otros que dejen de jugar con nuestros sentimientos, que no me hagan elegir entre mi padre y mi madre, que dejen de venderme una moto que no funciona, o cuando menos no sabemos ni si se fabricará, que se les ve el plumero a ambos, que dejen de engañarnos a todos desde un lado y el otro del Ebro. Por favor, tengan más respeto y no falten a nuestra inteligencia, porque encima de ser ustedes incapaces -señores políticos – de ponerse de acuerdo y trabajar por el bien común (que es su verdadero cometido) pretenden minar nuestro cerebro ilusionándonos con falsas esperanzas, haciéndonos votar antes de hora (otra vez) para intentar tener la mayoría que no tuvieron en las urnas la vez anterior. ¿Y después qué sr. Mas?, ¿nuevos recortes en la Educación y la Sanidad?, ¿o se sacará del bolsillo una varita mágica para crear empleo?

Pero vamos a la conclusión. Se nos habla de independencia y me pregunto yo. Si cada día somos más interdependientes unos de otros, si el capital está globalizado y las deslocalizaciones a la orden del día, si la realidad europea nos empuja cada vez más hacia una mayor unión política con cesión de soberanía de cada estado si queremos progresar, y si la evidencia nos hace ver que con el capital globalizado debería globalizarse también la política si se quiere controlar, ¿cómo se nos puede ocurrir ahora precisamente hablar de independencia? ¿O es que la oligarquía catalana es mejor que la española?, ¿o será que la derecha política catalana es menos derecha que la española? ¡Pero si en Europa votan juntos por los mismos ideales! ¿De qué independencia nos están hablando? Nuestros hijos serán independientes cuando se puedan valer por sí mismos pudiendo trabajar y ganarse la vida, y mientras tanto serán dependientes de nosotros, sus padres. Y cualquier nación o estado será independiente también cuando se lo pueda pagar. Si no hay “money” no hay independencia.

Cabría preguntarles a muchos de esos jóvenes que se consideran independentistas tan entusiastamente si estarían dispuestos a hacer la mili catalana gratuitamente y seguir en la reserva durante algunos años por si su nueva patria les necesita, tal como hacen en otros estados independientes, o si estarían dispuestos a pagar ejército y armas con sus impuestos. O mejor, le pagamos una cuota de defensa a España para que nos preste su ejército profesional cuando nos haga falta (inundaciones, terremotos, grandes incendios, etc.), y mientras tanto usamos la misma moneda (si nos dejan), permanecemos en Europa dependiendo de Bruselas en vez de Madrid (si nos dejan), aportando fondos netos a la UE en vez de aportarlos a España. En fin, Sr. Artur Mas y compañía, ¿de qué tipo de independencia o de estado nos habla? ¿Va a continuar en la ambigüedad del derecho a decidir?, ¿ cual es su hoja de ruta creíble?

O me contestan a todo esto o yo el 25 de noviembre no voto. Ya le voté al Sr. Mas hace 2 años y deposité en él mi confianza, pero no creo que su única solución deba ser convocar elecciones de nuevo. Póngase de acuerdo con otras fuerzas políticas, que las hay, y trabaje para sacarnos adelante, pero no. Tal parece que la derecha (sea catalana o española) no sabe trabajar si no es con mayoría absoluta, está claro. Ahí lo dejo para la reflexión y concluyo que no me molestaría estar en un nuevo estado “independiente”, confederado, federado e interdependiente si ello fuera posible y siempre por la vía pacífica, pero no es eso lo que me quita el sueño. Supongo que ya se imaginan qué es lo que me lo quita.

LEE AQUÍ CÓMO ENVIAR TU OPINIÓN Y TU DENUNCIA

Libertad es una palabra enorme

Por José María García Diago

Decía el anuncio del MPDL (Movimiento por la Paz, el Desarme y la Libertad): «la paz es mucho más que la ausencia de guerra», de la misma manera que la libertad es mucho más que la ausencia de dictadores. Sería exagerado decir que España se encamina hacia una dictadura, pero no podemos decir que los pasos que está dando sean en aras de una mayor libertad sino todo lo contrario: intentos de acallar las quejas de funcionarios a través de circulares amenazantes, retirada de pancartas incómodas, televisiones al servicio de los gobernantes, purgas de funcionarios, dificultar el derecho de manifestación y reunión, laicismo institucional inexistente; cercenar el derecho al aborto, a la adopción y a la reproducción asistida… Curiosamente, y gracias a la cada vez menor pluralidad informativa, de las únicas libertades que se habla es de la sempiterna «libertad religiosa» y de la libertad para celebrar corridas de toros. Ya lo decía Mario Benedetti: Libertad es una palabra enorme.