Edward Furlong, John Connor en ‘Terminator 2’, irreconocible a sus 46 años

En nuestros cines pasaron siete años entre la primera entrega de Terminator (1984) y la segunda (1991), pero en la historia, desde el final de la primera parte, donde despedíamos a una Sarah Connor embarazada, hasta el principio de la segunda, en la que Sarah estaba internada en un hospital psiquiátrico y veíamos a un John Connor delincuente juvenil, habían pasado, en teoría, diez años. Yo no sé en vuestro pueblo, pero en el mío mira que había macarras, y ninguno con diez años iba en moto robando cajeros automáticos. Tremendo.

Con todo, cabe decir que Edwar Furlong, el joven actor que daba vida a John, tenía catorce años. Fue su primer trabajo como actor y supuso un salto directo al estrellato internacional.

Sin duda, los ’90 fueron sus años gloriosos.  A esta década pertenecen sus películas más rememoradas, como Nuestro propio hogar (1993), Cero en conducta (1999) y, por supuestísimo, su papel de Danny Vinyard, el hermano pequeño de Derek (Edward Norton) en la inolvidable American History X.

Fue portada y póster central de revistas adolescentes a lo largo y ancho del planeta, e incluso fue imagen de una campaña publicitaria de Calvin Klein.

Sus papeles fueron quedando relegados a películas que, en su mayoría, ni siquiera alcanzan un aprobado raspadito en los principales portales de cine, como IMDb o Rotten Tomatoes. En 2005, sin ir más lejos, protagonizó, junto a Tara Reid (American Pie) y David Boreanaz (Ángel, Bones), El Cuervo 4: La plegaria maldita, que en IMDb se lleva un impresionante 3 sobre 10 de media, entre siete mil quinientas valoraciones de usuarios. Terrible.

En Asesinos múltiples (Stoic), de 2009, ya empezaba (necesariamente) a alejar su imagen de la del adolescente atormentado, para empezar a parecer… Pues un adulto igualmente atormentado. Y para cuando, en 2011, interpretó a Tupper en Green Hornet, a muchos les costó ya encontrar en su imagen a John Connor:

No hace mucho del estreno de su último trabajo, The Reunion (estrenada en septiembre del año pasado en USA), un thriller sobre unos amigos que se reúnen diez años después de acabar el instituto y que tienen «un oscuro secreto que vuelve para atormentarlos», pero, como decía antes, a Furlong

Sin embargo, ya entrado el nuevo milenio, Edward ha estado más presente en la mente colectiva por su degradada apariencia y sus múltiples adicciones, que incluyen alcohol y varias drogas, que por sus trabajos interpretativos y su carrera artística. En 2016, recién abandonada la rehabilitación, su foto se distribuyó en revistas y medios digitales alrededor de todo el globo:

Y otra vez en 2018 volvió a ser noticia en celuloides y blogs americanos porque, según publicó National Enquirer, un referente en noticias acerca de celebridades de todas las ramas, estaba de nuevo en rehabilitación, y acompañaron la noticia con una foto «pillada» mientras Edward se fumaba un cigarrillo en el exterior de las instalaciones del centro.

Edward Furlong Back In Rehab — Battle Continues For Troubled ‘T2’ Star! https://t.co/igmCDhUFLc pic.twitter.com/PVAFD8FRQL

— National Enquirer (@NatEnquirer) 25 de abril de 2018

El propio Furlong decía poco después en su estado en redes que estaba «intentando centrarse en él mismo» en estos momentos. Aparentemente, esa vez le salió bien, porque lleva sobrio, asegura, desde ese 2018. El año pasado, el New York Post se hacía eco de unas fotografías que le habían «robado» mientras comía solo en un restaurante en Manhattan en las que, a pesar de tener una imagen muy alejada del joven Connor, sí tenía una apariencia bastante más saludable que en las robadas en los exteriores de la clínica de desintoxicación, cuatro años antes. Eso sí, el propio Furlong reconoció más tarde haber tenido que hacer de manera activa algunos cambios en su físico, como ponerse prótesis dentales para sustituir todas las piezas que el consumo de algunas sustancias habían acabado por destruir.

Después de su salida de rehabilitación, Furlong se ha mantenido alejado de las cámaras durante su proceso de recuperación, pero este año ha vuelto a actuar. Ha participado, de hecho, en dos películas: Heart of a Champion, con Casper Van Dien (Rico en Starship Troopers) y la última, una de terror titulada The Forest Hills, en la que interpreta a Billy, uno de los personajes principales, y en la que comparte set con Shelley Duvall, a quien tal vez recordéis como Wendy Torrance en El resplandor.

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