Os he dicho ya muchas veces que nunca os dejéis derrotar por una negativa. Ni por muchas negativas. Recordad que George Lucas desarrolló Star Wars porque no le dejaron hacer una space opera de Flash Gordon ni le dejaron versionar La fortaleza escondida de Kurosawa.
Y es que a veces pasan estas cosas: tú tienes un proyecto y se empeña el mundo en decirte que no, que no vales, pero la suerte tiene otros planes. Y eso es lo que le sucedió, ahí donde lo tenéis, a Stephen King, el autor de terror más leído del planeta.
Hay, ATENCIÓN AL DATO, trescientos cuarenta y siete títulos en Internet Movie Data Base atribuidos, en modo adaptación, a obras de Stephen King, sumando películas, series, miniseries y un amplio etcétera que abarcan desde personajes hasta novelas de su creación. Solo este 2022 tiene más de 30 títulos (claro, hay que tener en cuenta que esto incluye tanto grandes títulos de cine como cortometrajes independientes, pero ya os digo yo que 30 referencias en un año no las tiene mucha gente, si es que alguien más las tiene).
El mago indiscutible del terror y del suspense más comercial, también declarado absoluto cinéfilo, fan de La casa de papel y de El proyecto de la bruja de Blair, no tuvo un buen comienzo en su andadura.
Ayer, jueves 22 de septiembre, se lanzaba Cuento de hadas, la última de sus más de sesenta novelas de terror y misterio (sin contar colecciones de relatos, novelas cortas, no ficción ni guiones de cine). Una lista que, por cierto, se abría con la archiconocida Carrie.
A mediados de los ’70, King era un profesor de inglés en secundaria que tenía aspiraciones a ser escritor a tiempo completo. Había empezado a escribir siendo preadolescente, inspirado e influenciado por libros y películas del género, como Lovecraft o la película El pozo y el péndulo, una adaptación del cuento homónimo de Allan Poe. Ya con trece años enviaba relatos a diversas revistas, pero de las decenas de trabajos presentados solo llegaron a publicarle un escueto in a Half-World of Terror en 1965, en la revista Comics Review.
Fue durante los ’70 cuando empezó a escribir novelas, de las cuales la cuarta trataba acerca de una adolescente con poderes psíquicos. Comenzó de forma curiosa, ya que iba a ser una historia corta para la revista Cavalier, y King recuerda que una mujer le dijo que él «siempre escribía sobre hombres porque no podía escribir sobre mujeres», a lo que él respondió que podría hacerlo si quería y (atención) contó en una entrevista:
Entonces se me ocurrió la idea de una historia sobre un incidente entre mujeres, una de ellas telequinética. Las otras chicas la molestan y cuando le llega su menstruación las hormonas desatan sus poderes destructivos sobre la gente a su alrededor… Escribí la escena en las duchas, pero la odié y la deseché.
Así fue como los cuatro folios que conformaban la primera historia de Carrie acabaron en la basura. Fue Tabitha King, su mujer, quien rescató el manuscrito de basura y le animó (le obligó, dice él siempre) a desarrollar la historia y presentarla a las editoriales.
La historia misma del desarrollo de la novela es muy interesante desde el punto de vista curioso y creativo, ya que, según el autor, «continuó con ella porque no tenía nuevas ideas» y «el personaje de Carrie White está inspirado en dos chicas que sufrieron maltrato y que fueron a su misma escuela».
Como fuera, con la novela ya terminada y enviada a las editoriales, cuentan que King recibió hasta 30 negativas. TREINTA sellos diferentes rechazaron el manuscrito de Carrie. Es, típicamente, una de las novelas utilizadas como ejemplo por ser uno de los libros de éxito más rechazados de la historia. En la web de Wrinting Routines cuentan que alguna de las cartas de respuesta que recibió el escritor decía:
No nos interesa la ciencia ficción que trata de utopías negativas. No venden.
Fue nuevamente Tabitha quien insistió al escritor para que siguiera presentándola, confiando en que alguna quisiera publicarle. Finalmente, y cuando el propio King ya había olvidado el tema (meses más tarde), recibió una oferta de Doubleday para editar la novela con 2500 dólares de anticipo.
Un año después, cuando se editó la edición de bolsillo, la novela vendió más de un millón de copias. Sus derechos se vendieron por más de 400.000$.
Stephen King, que hace solo un par de días cumplió 75 años, ha vendido desde aquellos treinta rechazos más de trescientos cincuenta millones de copias de sus libros en todo el mundo, casi todos los cuales han sido adaptados a cine, televisión y teatro.