Por favor, que entre la música:
Por si os pilla despistados, el Día de la marmota, o Groundhog Day (título de la película en su versión original) se ha celebrado en Pennsylvania esta misma semana: el 2 de febrero. La cultura folclórica da paso a la fiesta, y es que el Día de la marmota es eso: el día en que, tradicionalmente, los granjeros de EE.UU. y Canadá predecían cuánto tiempo más duraría el invierno: si al salir de la madriguera la marmota no ve su sombra (porque esté nublado), dejará la madriguera y eso significa que el invierno terminará pronto; si, por el contrario, la marmota ve su sombra (por estar el día soleado) y vuelve a la madriguera, el invierno durará seis semanas más. Ya os digo yo que este método en Asturias no funciona porque aquí siempre está nublado y, aun así, el invierno termina el 7 de agosto.
El Día de la marmota, en definitiva, es al invierno lo que al otoño es Halloween: el punto medio. Está a medio camino entre el solsticio de invierno y el equinoccio de primavera.
Pero, volviendo a la peli, esta joya del cine de 1993, dirigida por Harold Ramis y protagonizada por Andie MacDowell y, por supuesto, el emblemático Bill Murray es, sin duda, una de las cintas más icónicas y representativas de esos años en los que el cine estaba transicionando de la fantasía ochentera a los estrambóticos noventa. De todas las películas de aquella época, es, con diferencia, la favorita de mi hijo mayor, que la habrá visto unas cuatro o cinco veces ya.
Total, que para celebrar este Día de la marmota, ¿qué mejor que contaros mis 10 curiosidades favoritas de Groundhog Day? Intentaré que no sea un monólogo sobre Bill Murray, pero ya sabéis lo que pasa con Bill: acaba ocupándolo todo.
1. Iba a ser Tom Hanks
Harold Ramis, que fue también coguionista de la película, pensó en un primer momento en Tom Hanks para el personaje de Phil pero, más tarde, cambió de opinión porque Hanks era «un tipo demasiado amable» para ese papel.
2. Antirrábica para Murray
A Murray lo mordió la marmota dos veces y, las dos, fueron mordiscos profundos y de considerable gravedad, así que tuvo que le administraron inyecciones contra la rabia, por si acaso.
Una de esas escenas, por cierto, es la mítica escena del coche, en la que Murray conduche con la marmota Phil en el regazo y le va diciendo «No conduzcas enfadado. No conduzcas enfadado». Hizo esto de manera improvisada para intentar disimular el hecho de que, realmente, la marmota estaba inquieta e intentaba escapar por encima del volante. Al final, la marmota le mordió y Murray necesitó un médico.
3. El reloj no se rompía
Creo que todos, más o menos, recordamos esa mítica escena en la que Murray pierde los papeles con el despertador, lo golpea y lo lanza al suelo, destrozándolo. En realidad, el despertador no se rompió sino que siguió reproduciendo la canción igual que en la película; el equipo lo destrozó con un martillo para que se viera roto.
4. Le ofrecieron a Murray una escupidera
Para la escena donde Murray se atiborra de comida hiperazucarada y grasienta, le ofrecieron un cubo para que pudiera escupir, pero él se negó. Al parecer, poco después se puso bastante enfermo del empacho.
5. ¿Phil bueno o Phil malo?
Cuando Ramis intentaba explicarle una escena a Murray para ayudarle en su interpretación, él lo cortaba y le decía: «Solo dime: ¿Phil bueno o Phil malo?». Con ese par de registros le era suficiente. Ahora que lo pienso, seguramente en Los fantasmas atacan al jefe era algo parecido.
6. El lugar de la filmación
La historia tiene lugar en Punxsutawney, Pennsylvania. Pero, en realidad, se filmó íntegramente en Woodstock, Illinois. El Cherry Street Inn es en realidad el Royal Victorian Manor, en el 344 de Fremont Street, en el que se pueden contratar dos noches de alojamiento dentro de un pack especial para rememorar la película cuando Woodstock celebra el Día de la marmota. Además, hay una pequeña placa que pone «Bill Murray pisó aquí» en la acera donde Phil pisa el mismo charco una y otra vez, y lo mismo en la esquina donde a Phil lo aborda cada día Ned Ryerson (el vendedor de seguros), donde una placa reza «Esquina de Ned».
A pesar de todo, después de la película fue Punxsutawney la ciudad que aumentó considerablemente su flujo turístico, convirtiendo su Día de la marmota en todo un evento de interés.
7. Ramis incumplió una promesa.
En el guion original, no se sabía cómo empezaba la historia de Phil, sino que la historia arrancaba con el protagonista ya metido de lleno en su repetición infinita del mismo día y el público preguntándose cómo sabía lo que iba a pasar. Ramis prometió que respetaría esa parte pero, como todos sabemos, al final la cambió también.
8. Guerra de bolas de nieve de verdad
Ramis dio a los niños unas precisas instrucciones para la guerra de bolas de nieve, y es que tenían que «golpear a Murray tan fuerte como pudieran». Murray, en respuesta, les lanzó las bolas tan fuerte como pudo, también.
9. Un cuento para dormir
Hay una escena en la Rita se queda dormida mientras Phil le lee. Esa fue una idea de Murray, inspirada en una historia real: en su noche de bodas, su por entonces mujer (Margaret Kelly) había bebido tanto champán que se quedó dormida en la cama, y él estuvo leyendo en voz alta hasta que se quedó dormido también.
Como dato añadido, comentar que en el momento de la filmación Murray estaba en proceso de separación y su salida emocional fue obsesionarse con la película. Al parecer, llamaba constantemente a Harold Ramis, cosa que a Ramis no terminaba de gustarle y, finalmente, mandó a Danny Rubin (el guionista) a que se sentara a hablar con Murray e intentara «despejar su ansiedad». Esto hizo que Murray se enfadara con Ramis y estuviera varios años sin hablarle.
10. Los números del Día de la marmota
Cuando se trabaja con bucles, espirales o resortes temporales varios, la trama de ese tejido temporal (y nunca mejor dicho) es algo que, aunque una vez resuelto se ve sencillo y limpio (si es que está bien hecho), normalmente trae más de un quebradero de cabeza a los/as escritores/as.
En Atrapado en el tiempo se representan un total de 38 días (en su totalidad o en parte). En la edición en Blu-ray, Ramis decía que «Phil probablemente vivió el mismo día durante unos diez años hiperbólicos», y reconocía también, en esos mismos extras, que en un primer momento la idea era que Phil viviera el 2 de febrero durante unos diez mil años.
Por último, y como comentario adicional, Rubin y Ramis (los dos guionistas) contaron que llegaron a tontear con la idea de explorar el lado más oscuro de Phil, en el que podría hacer cosas horribles, como torturar o asesinar, sin consecuencias. Pero, finalmente, desecharon esta idea. Lo que sí hicieron fue basarse y utilizar como guía las cinco etapas del duelo de Elisabeth Kübler-Ross para la evolución de Phil en la película: Negación, ira, negociación, depresión y aceptación.
Bonus track:
En la escena del piano, era realmente Murray quien tocaba la Rapsodia en un tema de Paganini. Él no sabe leer partituras, pero aprendió la canción de oído.