Fue ahí donde lo conocimos, en una ochenterísima Apartamento para tres que, por si a alguien le pilla ya lejos, empezó a emitirse, en realidad, en los ’70.
Parece increíble que hayan pasado ya más de cuarenta años desde el primer episodio de esta sitcom que se mantuvo en antena hasta 1984, en la que Ritter interpretaba a Jack Tripper durante casi doscientos episodios, y que luego tuvo su spin-off con El nido de Jack.
Durante los ’80 y ’90, John se convirtió en uno de los rostros habituales de la pantalla familiar, en el sentido de que despuntó tanto en diferentes series para la televisión como en el cine apto para toda la familia.
A finales de los ’80, protagonizó Hooperman, serie a caballo entre la comedia y el drama que gozó de dos temporadas, en la que daba vida al detective Harry Hooperman.
Y en el ’90 y ’91 protagonizó las dos partes de uno de sus títulos más reconocidos para cine: Este chico es un demonio, con el pelirrojo más adorable de todos los tiempos: Michael Olivier.
A lo largo de los ’90 hizo cameos y papeles breves en infinidad de series, desde Cariño de papel, en el ’91, en la que interpretaba a Patrick Serreau, pasando por Tocados por un ángel, hasta Buffy, cazavampiros o Ally McBeal, ya rozando el nuevo milenio.
Aunque también volvió a saborear el éxito con una sitcom con Al senador, ni caso, entre el ’92 y el ’95, en la que daba vida al protagonista, John Hartman, el asistente del senador en cuestión.
Ello sin dejar el cine, en el que participó en títulos tan sonoros como Permanezca en sintonía, Un muchacho llamado Norte (estreno en pantalla de Scarlett Johansson con nueve añitos) o Me levanté temprano el día de mi muerte.
Los años 2000 se planteaban luminosos para Ritter:
Se unió como Andrew Covington a algunos episodios esporádicos en Felicity.
Y, además de prestar su voz al profesor de música Grandy en El rey de la colina, fue la voz de Clifford, el gran perro rojo, en 64 capítulos de la serie y en el largometraje Clifford: mi pequeña gran mascota.
En 2002, comenzó a rodar la que prometía ser su siguiente gran éxito en la comedia familiar para la pequeña pantalla: No con mis hijas (8 Simple Rules… for Dating My Teenage Daughter), en la que John interpretaba al cabeza de familia, Paul Hennessy (padre en la ficción de una aún bastante desconocida Kaley Cuoco).
Sin embargo, durante el rodaje de la segunda temporada en 2003, y en pleno set, Ritter comenzó a aquejarse de un fuerte dolor de pecho y hubo de ser trasladado de emergencia al hospital, en el que falleció varios días después por una disección aórtica, por una enfermedad congénita no diagnosticada.
Ritter nos dejó un 11 de septiembre de 2003, y su fallecimiento dejó en shock al mundo del espectáculo. Estaba a punto de cumplir 55 años.
Hace apenas dos años, su mujer, Amy Yasbeck, fundó la John Ritter Foundation, cuya misión es, según la definición oficial de la organización, «promocionar el conocimiento sobre el aneurisma y disección aórtica a través de la investigación y la educación». Para ello, organizan diferentes actividades y participan en variados eventos.
Run the 2018 TCS New York City Marathon with Team Ritter! https://t.co/N8Xmja6xga
— JohnRitterFoundation (@JRFromtheHeart) 26 de marzo de 2018
Tenéis disponible toda la info en la página web de la fundación.