El otro día, brujuleando en Internet, me topé con una foto que me hizo darme cuenta de que, por más que queramos evitarlo, el paso del tiempo finalmente nos alcanza y nos golpea con una brutalidad cruel.
La foto era esta:
Me costó reconocer bajo de esta masa de carne y sudor a Matthew Broderick, el tierno Philip Gaston de Lady Halcón, el hacker que salvó al mundo de una destrucción atómica en Juegos de guerra, el listillo al que todo le salía a pedir de boca en Todo en un día.
Es verdad que tener 54 años se tiene que notar, también es cierto que un paparazzi malvado le cazó de la peor guisa ¡pero es que hace solo unos años se conservaba muy bien!
Bien cierto. Hasta ahora la vida le había tratado bien pero de pronto parece que todo el peso de su edad le ha caído de repente. ¿Qué le ha pasado a Matthew?
A sus 47 años parecía un pimpollo. Ya cuando rodó Todo en un día tenía 25 años, aunque encarnaba a un chaval de instituto. Pertenecía al club de los aniñados, esos que parece que están conservados en formol, como Iñigo Errejón.
Hay que ver lo mucho que me gustaba Matthew Broderick en los 80, cuando parecía que iba a comerse el mundo. Después de las películas que le dieron la fama hizo buenos papeles en Negocios de familia y Tiempos de gloria (1989) y nos divirtió en El balneario de Battle Creek (1994). Este mismo año le puso la voz a Simba cuando ya era un joven león. De ahí a la decadencia y el anonimato: después de Godzilla (1998) cayó a los abismos con El inspector Gadget (1999).
Su ocaso coincidió exactamente con el despunte del mujer, una actriz que hasta entonces había pasado con discreción por las carteleras pero que de pronto fulguró en su salto a la televisión, convertida en una columnista de Nueva York, adalid de la moda, la vida independiente y la sexualidad liberada: Sarah Jessica Parker.
Con el gran éxito de Sexo en Nueva York, Matthew Broderick dijo adiós a su etapa de estrella de Hollywood y pasó a ser «consorte de». Su nombre quedó desdibujado, ensombrecido tras el de su estilosa mujer, percha de Oscar de la Renta y Manolo Blahnik. Parece que hubiera habido entre los cónyuges un trasvase de fama y éxito, y esta vez fue él quien, convertido ya en padre, se retiró a un segundo plano y pasó del celuloide a los escenarios de Brodway, donde ya había disfrutado una buena acogida en su juventud.
Como actor de teatro no le ha ido nada mal: con solo 21 años y esta carita de bueno ganó el galardón más prestigioso de la escena norteamericana, convirtiéndose en el actor de reparto más joven en conseguir un Premio Tony.
En 1995, ya con 33 años, consolidó su buen hacer sobre las tablas ganando otro premio Tony, esta vez como actor principal y en 2001 estuvo a punto de hacer triplete gracias a su papel en Los productores, la obra que adaptaba la película homónima de Mel Brooks. Con esta obra llegó a ganar casi 100.000 euros a la semana.
También tuvo algunas ofertas de trabajo en televisión: estuvo a punto de ser Walter White en Breaking Bad, pero finalmente se llevó el papel Bryan Cranston.
Este es solo uno de los grandes personajes que podía haber interpretado y que finalmente dejó escapar, como el de Maverick en Top Gun, Johnny en Le llaman Bodhi y Douglas Quaid en Desafío total, que finalmente fue para Schwarzenegger.
En el plano familiar Matthew y Sarah decidieron en 2009 dar un par de hermanitas a su hijo James Wilkie, echando mano de la maternidad subrogada.
Así nacieron Marion Loretta Elwell y Tabitha Hodge, dos pequeñas que ya son fashion victims como su madre. Dicen las malas lenguas que la actriz, que ya tenía 44 años, eligió esa opción para que no le interrumpiera su apretado calendario de rodaje de Sexo en Nueva York. Y que Matthew la inseminó a distancia.
Juntos formaron una bonita estampa de familia pero no todo fue felicidad: Matthew sufrió un episodio realmente incómodo en 2012.
Ese año Matthew protagonizó (y cobró una suma multimillonaria) por un anuncio de Honda en la Superbowl. En el spot emulaba a su personaje en Todo en un día al volante de un Ferrari 250 GT California Spyder (papel por el que, por cierto, le nominaron a un Globo de Oro).
Tras emitir este anuncio, un irlandés aparentemente enajenado llamado Martin Doherty proclamó que no era el mejor ejemplo de conductor, y desenterró un capítulo oscuro en el pasado del actor.
La hermana y la madre de Martin Doherty fallecieron el 5 de agosto de 1987, cuando el Volvo en el que viajaban por una carretera de Enniskillen (Irlanda del Norte) fue embestido de frente por un BMW alquilado que invadió su carril. Matthew Broderick iba al volante, con Jennifer Grey (la protagonista de Dirty Dancing) a su lado.
Ambos se habían conocido en el rodaje de Todo en un día, donde Jennifer interpretaba a su hermana mayor. Estaban saliendo juntos en secreto y habían hecho una escapada a Irlanda, allí Matthew tenía algunos ancestros.
El actor se rompió una pierna, sufrió fracturas en las costillas, una conmoción cerebral y un pulmón colapsado. Jennifer Grey recibió heridas leves, entre ellos un latigazo cervical severo.
Broderick afirmó que no tenía ningún recuerdo del accidente y que ignoraba por qué estaba en el carril equivocado. «No recuerdo el día. No recuerdo siquiera levantarse por la mañana. No me acuerdo de hacer la cama. Lo que primero que recuerdo es despertar en el hospital, con una sensación de que algo extraño le pasaba a mi pierna «, declaró a las autoridades en ese momento.
Fue acusado de homicidio por conducción peligrosa y se enfrentó a cinco años de prisión pero finalmente se redujo su cargo al de «conducción descuidada» y se le condenó a pagar una multa de 175 euros. La familia de las fallecidas calificó el proceso de «parodia de la justicia».
Muchos años después, en 2003, Martin Doherty aseguró que le había perdonado por la muerte de su hermana y su madre y que iban a reunirse para cerrar heridas. Aquella reunión jamás se produjo.
¿Fue el accidente un simple despiste? ¿Debía haber prestado más atención a la familia de las fallecidas? ¿Siente el peso de su muerte aún sobre su conciencia?
Quién sabe. Pero si el rostro es el espejo del alma Broderick no debe estar pasando ahora mismo por su mejor momento, por este motivo o el que sea…
- Matthew y Sarah Jessica en una imagen reciente.
- Matthew Broderick y Sarah Jessica Parker en 1997, tres años antes de casarse.
- En la presentación de ‘Wonderful World’, en 2006.
- Matthew, Sarah Jessica y James dan la bienvenida a las mellizas Marion Loretta Elwell y Tabitha Hodge en junio de 2009.
- Sarah Jessica y Matthew con su hijo James Wilkie y sus mellizas Marion y Tabitha en 2010.
- Con su hijo James en junio de 2013.
Me caen genial,me alegro de que les vaya bien juntos
26 junio 2016 | 10:19 am
Ana, por favor, pareces una heterofóbica…
porque están los heterofóbicos, que son aquellos que le tienen pánico a «verse de la edad que son»…
¿Qué le pasa a este señor con 54 años? Yo lo veo muy normal y muy atractivo.
Lo que necesita es una ducha y ya está.
Se llama simplificarse, normalizarse, se llama aceptar la vida, aceptar las cosas y vivir sin tanto drama porque «se ve la edad», porque se ven algunos kilos de más, porque se ven las arrugas, porque se ve lo que ES sin tanto melindreo…
A esta incapacidad le llamo yo heterofobia…
Hay que amar a la gente por lo que son, por sus talentos, por sus experiencias, no por su apariencia.
¿Eres tonta o heterofóbica?
26 junio 2016 | 11:59 am
No se porque metes un gif de Iñigo Errejón, justamente hoy que hay elecciones.
¿No había otro personaje u otro gif?
Interesante historia, un accidente fácil teniendo en cuenta que se conduce por la izquierda.
Lo penoso, es que no pidiera perdón de verdad a la familia en el momento y que no la hubiese compensado al menos económicamente.
26 junio 2016 | 12:00 pm
No voy hacer una crítica de todo el contenido, pero me remitiré a la primera parte donde te ensañas con el aspecto físico del actor, (54 años), que honestamente lo veo bien, saludable, saliendo de una actividad física, pero cuándo haces ese tipo de críticas tienes que hace un ejercicio y visualizar como estarías tú con esa edad y después de haber vivído algunos años. Haces un análisis de adolescente, porque nadie por más que se cuide puede llegar a los 54 con una apariencia de 20, madura!!
26 junio 2016 | 12:32 pm
Yo estoy de acuerdo con todos los comentarios que dicen que hay que valorar a la persona por su interior. Ahora solicito que pasen a mirar los comentarios de otro blog reciente sobre mujeres de tallas xl y comparen resultados. Que si obesas, que si vacas, que si no son saludables…. Además, con bastante saña. Y muchos comentarios, de (aparentemente) mujeres -digo aparentemente porque puedes ser un hombre y poner nombre de mujer, y al revés- No soy heterofóbica pero me gustaría que se valorara tanto a hombres como a mujeres por su interior. Muchas gracias.
26 junio 2016 | 2:32 pm
«bajo de esta masa de carne»…y aqui deje de leer, articulo lleno de comentarios vanales y superficiales..
26 junio 2016 | 3:08 pm
¿Masa de carne? habría que verte a ti… si dicen eso de una mujer sería violencia de género pero como es a un hombre te ensañas con él… cada día me repugna más leerte.
26 junio 2016 | 8:29 pm
¿Llegará la tal Ana Velencoso a la edad de M. Broderick en tan buenas condiciones como él o será un conjunto de colgajos y pellejos abotoxados, o no abotoxados?
Cuando llegues a los 54 años cuélganos una foto de ti misma de cuerpo entero, anda, bonita.
El que al cielo escupe…
26 junio 2016 | 8:44 pm
La vejez y el ancianismo son enfermedades ¿cuando investigan la cura?
26 junio 2016 | 11:08 pm
Pues para su edad lo veo estupendo, sudado y desaliñado porqué esta realizando una actividad física como se debe hacer, que parece que ahora hacer deporte consiste en ponerse el último modelito de colorines y no sudar no vaya a ser que nos despeinemos.
27 junio 2016 | 1:08 am