Aquí se puede leer la primera parte y aquí la mixtape que acompaña la lectura
«Tebeos, rock, garrafón y corbatas. Alguna anfeta, algún imperdible, algún libro de materialismo histórico sin abrir. Billetes que se extendían, billetes que soñaban con ser algún día enrollados en manos de un rico vicioso, cromos, series de televisión, postales. Todo duraba más, había continuidad, menos estrés, te daba tiempo a pasar la resaca con calma, ser disciplinado en la ingesta, corregir el artículo, mandarlo por carta o con un mensajero que llegaba a media tarde en moto».
Ahora solo puedes cruzar los dedos y que la colección por fascículos que has empezado en septiembre llegue a Navidad. En el Zig Zag ponían buena música, siempre con los Pretenders. Atentos a la mixtape que alimenta esta lectura, ya va por las cuarenta canciones largas. Me gusta la idea de jugar borracho a los bolos pero todavía más que John Foxx (que luego saldrá en el texto antes que Deborah Harry y eso es tener mérito, poner su cuerpo antes que del de ella), cuando vino a tocar a Barcelona, utilizaron El Boliche, con su planta baja para jugar bien mojado a los bolos, la que usaron de escenario para la sesión de fotos promocional. Busco una versión de Miqui Puig de Europa después de la lluvia. No es el mejor inglés del mundo pero la gabardina hubiera colado en la Zeleste, en la Bikini y si te descuidas en Zig Zag.