La revolución calmada
Imagina el comienzo de “Yendo de la cama al living” de Charly García y, luego, unas guitarras acústicas nutritivas para la reflexión en un tema como “Diván”: el futuro solo se puede construir transitando en el pasado. Hay sintetizadores que saben como sabían en los ochenta, orgánicos y burbujeantes. Alex Garber viajó a la Vía Láctea siguiendo la estela de las melodías perfectas (Echo and the Bunnymen, The Smiths o Soda Stereo), ahora, de vuelta a la Tierra, emprende de nuevo el agreste camino del solista, bajo una producción que remite a David Sylvian y la manera en la que los colchones de pianos sustentaban con gusto la canción (solo hay que escuchar “Idealista”, donde la limpieza de sonido es una virtud para un amanuense pop como Alex Garber , mientras se eleva en estribillos marca de la casa). Pero siempre hay más, porque los bajos mancunianos y las guitarras afiladas de “Pequeña gigante” abre la lírica de los mejores Dorian y aquellos momentos mágicos cuando Barcelona era el lugar donde uno quería ver gente y quería ver luces. La idea de tú y yo contra el mundo es un referente que sigue siendo válido, y al escuchar los nuevos temas de Alex uno se pregunta qué puede pasar mañana que no haya ocurrido antes. Tradicionalismo pop con la fuerza del nuevo siglo, lo que demandamos los que seguimos creyendo en el panteón pagano que se rezaba entre las grietas de un vinilo. No hay más que escuchar “Plástico eterno” para encontrar que el neon no se ha apagado todavía y que nos cruzaremos con Alex Garber en el lado oscuro de la sustancia de la que están hechos los sueños.
Un sonido de melancolía acuosa como en “Un imán que atrae cuchillos”, como declaración de principios en el abismo de lo digital. Alex mezcla en estas nuevas canciones los sintes con las guitarras en un arabesco estilístico que enriquece su sonido. Es, con un solo de saxo incluido, una manera de lavar definitivamente el almidón del clasicismo bien entendido para entrar en una dimensión completamente distinta (solo hay que escuchar la producción de “Vine a perderme del todo” que suena a Tino Casal con todo lo bueno que eso significa en 2023).
«Alex guarda en funda de su guitarra la parte más saciante del rock argentino de los ochenta, la parte renovadora de la canción pop española de comienzos de siglo y algo de las nuevas olas que siempre terminaban devorando el océano».
Álex Garber me encanta
09 febrero 2024 | 1:45 pm