Hola cole, adiós abuelos

Madrid anuncia «medidas drásticas» y «confinamientos selectivos» por la Covid. Es una de las grandes noticias del día y  no es algo que extrañe a nadie; de hecho somos muchos los que ya habíamos adoptado nuestras propias «medidas drásticas», moviéndonos mucho menos de lo que las restricciones permiten.

No se les ve o se les ve poco, pero son legión los mayores y personas de riesgo que solo se están moviendo el mínimo imprescindible. Para comprar, ir al médico y estirar las piernas mínimamente a las horas y en los sitios más solitarios. También los jóvenes y adultos sanos y responsables que no han vuelto a ir por el centro de la ciudad, a pisar sus garitos preferidos o a quedar de fiesta, aunque sea íntima, desde marzo. Y la vuelta al cole ha traído de la mano que muchos padres hayamos interrumpido el contacto con los abuelos, por doloroso o complicado que resulte.

Nosotros somos de esos. Desde que Jaime empezó sus clases el pasado martes no hemos vuelto a ver a nuestros mayores. Tampoco a otros amigos y familiares. Por mucho que nos echemos de menos, por mucho que nos gustase encontrarnos, hemos preferido prevenir y esperar a ver cómo se desarrollaban los acontecimientos, en qué resultaba tanta vuelta presencial al trabajo tras las vacaciones y el retorno a las aulas.

Somos muchos. Sin buscarlos he encontrado numerosos padres que han adoptado medidas similares, que no ven a los abuelos, que no quedan para que los primos jueguen, que no van a terrazas, cuyos planes con niños son cine en casa, paseos al aire libre o juegos de mesa.

También hay muchos que no pueden evitarlo, que necesitan a los abuelos, para los que la tribu sigue siendo imprescindible. Pero los cuidan y se cuidan todo lo que pueden.

Hay miedo, claro que hay miedo. Los récords de contagios se suceden, las Unidades de Cuidados Intensivos se llenan, los muertos están en ascensoUna mayoría se cuida tanto como sabe o es capaz, pero también los hay que lo hacen de manera negligente o no lo hacen en absoluto, convirtiéndose en un peligro para los demás. El domingo, detrás de mi coche, iba una furgoneta cuyo copiloto llevaba en brazos a un bebé de pocos meses sin ningún sistema de sujeción. Personas que no siguen normas tan básicas de seguridad, dudo mucho que entiendan la necesidad de protegernos entre todos ante la Covid.

No sabemos como se desarrollarán los acontecimientos, qué va a suceder, cuantas semanas irán presencialmente los niños al colegio, el número de semanas que no veremos a los abuelos…

Seguimos desde marzo matriculados en un máster para gestionar la incertidumbre al que nunca nos hubiéramos apuntado voluntariamente y que es imposible saber cuándo terminará y de qué manera.

Ánimo, cuidado y paciencia.

Jesús Hellín/EP

 

3 comentarios

  1. Dice ser Jose Antonio

    Esperemos que todo vaya bien que esta situación pase pronto y con los abuelos vayan solo para pasar el fin de semana.

    Y no solo eso, el problema son las personas que no tienen la suerte de tener cerca a esos abuelos.

    19 septiembre 2020 | 20:05

  2. Dice ser LaCestitadelBebe

    Hola,

    esperamos que no vuelvan pronto con los abuelos y contagiados, aquí en Zaragoza en el cole ya ha salido algún positivo :C

    21 septiembre 2020 | 08:15

  3. Dice ser Lacestitadelbebe

    Hola,

    por aquí ya han salido positivos esperamos no vuelvan contagiados

    21 septiembre 2020 | 08:17

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