Uno de los mayores miedos que los padres podemos tener

El posible maltrato a un menor con autismo en un centro escolar, destapado por dispositivos ocultos de grabación puestos ahí por sus padres, vuelve a las portadas de los medios.

Respondía una amiga en twitter y tiene toda la razón, que es uno de los grandes miedos que los padres podemos tener. Y ni siquiera creo que sea un miedo oculto, es un miedo manifestado, del que apenas hablamos en todo caso porque no procede, porque sirve de poco.

Precisamente el primer post de este blog, publicado en noviembre de 2007, se titulaba ser madre es vivir con miedo y en él contaba que uno de los peores descubrimientos de la maternidad era encontrarte viviendo con miedo a que le pase algo.

Aun no sabía que mi hijo tendría autismo y sería incapaz de hablar conmigo, de hacerme saber si algo le duele, si le han hecho sufrir, si han abusado de él.

Siempre tienes el temor latente de que tus hijos se vean envueltos en alguna situación lesiva, el acoso escolar o el abuso sexual son los lobos que más tememos, y que no te lo cuenten, que no te permitan ayudarles al aferrarse al silencio.

Si tus hijos tienen dificultades añadidas para comunicarse, por el autismo o por cualquier otro tipo de circunstancias o discapacidad, el riesgo aumenta y tu miedo también. Tampoco puedes explicarles lo que deben hacer en esos casos, que no crean a aquellos monstruos que aseguren que sus padres se enfadarán con ellos si lo cuentan, que es un secreto entre los dos como sí podemos hacer con otros niños, como yo he explicado a mi hija.

Mi hijo y los que son como él están más indefensos si se topan con uno de esos seres de alma oscura, gente sin escrúpulos que pueden desde reírse de ellos hasta someterlos a prácticas sexuales no consentidas sabedores de que no pueden hablar para denunciarles. Aquí ni siquiera vale lo de “tu palabra contra la mía”. Y los monstruos lo saben.

Si te paras a pensarlo, no da miedo sino terror. Dependes completamente de que la suerte no te ponga mala gente en tu camino.

Y de tu capacidad para vigilar a tu hijo, para observar lo que le pasa, lo que manifiesta sin palabras.

Mandar a un niño con micrófonos camuflados a un colegio puede ser discutible, pero pocas otras opciones tenemos si albergamos sospechas y nuestro hijo no puede ayudarnos ni a despejarlas ni a confirmarlas.

Es mejor vivir con certezas y poder tomas decisiones para combatirlas que vivir con miedos fundados y no confirmados.

(GTRES)

1 comentario

  1. Dice ser LaCestitadelBebe

    Hola,

    sí, como bien comentas creo que un miedo que tenemos todos, y por eso mucha gente dicen al mío para que le peguen que pegue, así no vamos a ningún lado. Deberías deshacernos de las inseguridades y basarnos en el respeto para la convivencia en común, pero esto viendo como evolucionamos parece una utopía!

    Si se producen situaciones complicadas hay que atajarlas antes de que vayan a más, tomando medidas o incluso cambiando de centro y entorno, es lo que pienso.

    Besos!

    Anabel

    10 junio 2019 | 10:03

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