Los grupos de WhatsApp del cole, igual que los del equipo de baloncesto o el grupo de ballet, me parecen una buena herramienta. Si se usan con cabeza nos pueden ayudar mucho, sobre todo a aquellos padres que lo tenemos más difícil estar al tanto de lo que se cuenta en la puerta del colegio.

GTRES
He estado en grupos vinculados a mis hijos de todo tipo. La mayoría útiles y positivos. También alguno en el que se han cruzado distintas líneas rojas. Uno en concreto ha tenido varios estallidos, parece reposar sobre nitroglicerina y en ese no suelo decir ni mú ni chú. Y he escuchado algunas anécdotas e historias de terror de grupos ajenos por parte de amigos y compañeros.
Soy de las que cree que deberían limitarse a aportar información, coordinarse y aclarar dudas sobre el colegio, la actividad deportiva o extra escolar que sea.
A ver, tampoco hay que ser prusianos. Tengamos algo de flexibilidad y paciencia en esto como en todo en la vida. Bien está chiste a veces, algún comentario offtopic pero que puede ser útil tipo el plan de actividades infantiles para la Navidad de ciudad en la que estamos. Pero poco más.
Los conflictos con uno o varios padres deberían resolverse en privado. Con una llamada. En persona o con un WhatsApp privado. Los problemas con el colegio, mediante tutorías o reuniones. Tampoco es lugar para las críticas a los profesionales del centro. Los comentarios o bromas de carácter político, soez o religioso, aunque una mayoría comparta criterio, pueden ofender a determinadas personas y están fuera de lugar. También enviar sin parar memes, felicitaciones y demás en forma de fotos y vídeos a lo tonto que sólo sirven para dejarnos sin espacio o datos en el móvil.
Y las pandillas de padres que se llevan especialmente bien pueden montarse su grupo propio en cuestión de segundos para que comenten a gusto y sin semiextraños presentes. Yo tengo alguno de esos, escisiones del grupo principal con las personas con las que más definidas he desarrollado y en los que las reglas pueden ser otras.
De eso va precisamente el genial hilo (leed y reíd) que hoy os traigo y que se ha hecho merecidamente viral.
Por último, no olvidéis que lo que pasa en los grupos de WhatsApp no se queda en los grupos de WhatsApp. No creo que pase ni en Las Vegas. Y no hablo solo de que los padres lo comenten con su entorno, lo mismo hay alguien con blog o redes sociales que acaba vitalizándolo y llevando a los medios eso que ha pasado. Y no caigáis en el error de creer que solo están los que hablan, que hay también una mayoría que suele estar en silencio, en gran medida padres obligados a compartir el marrón de estar ahí dentro.
En realidad todo empezó en la reunión que se hizo en junio para darnos la bienvenida al colegio. Yo ahí ya me puse de mal rollo, porque detecté una cuchipandi de papis y mamis, unos quince, que ya se conocían de la guardería. Ya se estaban haciendo los dueños del cotarro.
— Eugenio d'Ors (@ra_LA_me) December 14, 2018
A continuación, el delegado Alex nos pasó el papel para apuntar nuestros números. Claro, él iba a ser el administrador, por supuesto. Muy diligente, por cierto. Al cabo de una hora recibía el mensaje diabólico: "Has sido añadido al grupo 🐥🐥Los Pollitos de P3 🐣🐣". Terror.
— Eugenio d'Ors (@ra_LA_me) December 14, 2018
En un momento dado, cuando entré y me encontré 84 notificaciones, intervine. "Hola, ¿podríamos reservar este chat para asuntos del colegio, por favor?". Silencio. Al cabo de una hora, uno contesta: "Se puede silenciar…". Contesto: "Si se silencia ¿qué función hace entonces?".
— Eugenio d'Ors (@ra_LA_me) December 14, 2018
Entonces envío un mensaje: "Cariño, ¿has colgado la ropa?". Mi mujer también está en el grupo, claro. Contesta ella: "Sí, pero el calzoncillo del niño lo he vuelto a meter, que no veas". Añado: "¿Voy haciendo la cena?". Mi mujer: "Vale, te voy pelando patatas". Añade uno: "Ey".
— Eugenio d'Ors (@ra_LA_me) December 14, 2018
No tardaron en saltar varias mamis y algún aliado. Que qué vergüenza, que por favor, que qué me había pensado. Yo de vez en cuando añadía "jajajaja" y ya está. Intervino el administrador. "Cualquier otro mensaje de mal gusto y tendré que tomar medidas". Me la dejó botando.
— Eugenio d'Ors (@ra_LA_me) December 14, 2018

Aquí el negro del WhatsApp en versión para todos los públicos, por si alguien en el mundo aún no lo ha visto y no pilla bien el hilo. Por cierto, en alguno de mis grupos escolares ha asomado.
Aunque no se ha dado a conocer nunca como la mujer del que la lió en el wasap. El debate que se generó a continuación fue de partidarios y detractores de mi causa. Y yo leyéndolo desde el móvil de mi mujer, me meaba. Hubo uno que dijo que echarme era de fascistas 😂
— Eugenio d'Ors (@ra_LA_me) December 14, 2018
Pues esta es la historia, ya veis que no es nada del otro mundo, pero tenía que acabar con esa curiosidad que no os dejaba dormir 😂😂
Ahora ya la semana que viene os prometo el de los festivales de Navidad, que ya he ido a dos y el de ayer fue especialmente dantesco.
— Eugenio d'Ors (@ra_LA_me) December 14, 2018
El uso que hagamos de las redes sociales, del whatsapp, del móvil… también educa a los nuestros. Debemos poner el mayor empeño en educar bien (con el ejemplo y aun desde la imperfección).
https://dametresminutos.wordpress.com/2017/11/19/educar-desde-la-imperfeccion/
15 diciembre 2018 | 18:23
Un blog que pretende llamar la atención con un título de noticia.
Entro pensando que es una noticia, y es un monólogo. Con más sensación de inventado que real. Si es real, los primeros padres son subnormales, el otro padre que tuitea esto lo es más.
Si no eres capaz de adaptarte a la mayoría del grupo te callas o te vas. No es obligatorio meterse en ese grupo. No hay peor cosa que hacer lo que uno recrimina. Lo hace para burlarse, lo que deriva en confrontación, que es peor que los que había que había antes.
15 diciembre 2018 | 18:49
Si se supone que eso es gracioso será que tengo el umbral del humor bastante alto, porque vergüenza ajena da .
15 diciembre 2018 | 22:11
No me cuadra que no sepan que su mujer está en el grupo si entre ellos hablaban cosas de casa justo antes de ser expulsado. En cualquier caso tiene gracia, e inventado o no tiene muchas dosis de realidad.
15 diciembre 2018 | 23:31
Acá te dejo mis dies.
La gente no es nada responsable, todo funciona por inercia de los antigüos. Algún día parará todo.
16 diciembre 2018 | 09:11
Lamentable que en pleno siglo XXI permitan ser padre a cualquier borrego random.
16 diciembre 2018 | 12:21
Eugenio. Muchas gracias por las risas que me has hecho pasar. Eres genial. Me identifico plenamente con tu exposición del asunto. A mi una única vez me añadieron a un grupo de papis, y realmente fue muy parecido todo. Hasta que un día solté una gran necedad sin venir a cuento y yo mismo me salí. Un saludo amigo, que los desconocidos son amigos por conocer
16 diciembre 2018 | 22:52