Los niños son seres humanos de pleno derecho. Es algo tan obvio que no debería ser preciso recordarlo, pero a aún a día de hoy, incluso en países como el nuestro, sigue siendo necesario poner sobre la mesa que cuentan los mismos derechos, incluso más aún, que cualquier adulto; que son merecedores del mismo respeto que cualquiera con edad para votar o conducir.
Demasiadas personas, también muchas que en un plano teórico jamás discutirán que hay que proteger y cuidar a los niños, en el día a día no los tratan como iguales, no los respetan, ejercen distintos tipos de violencia sobre ellos, asumen en demasiadas circunstancias que son ciudadanos de segunda o han interiorizado que sus hijos son de su propiedad.
Sin entrar en graves vulneraciones, que podrían considerarse delictivas hay demasiados ejemplos cotidianos de lo que cuento.
Sigo sin entender que en pleno 2018 se siga justificando tanto el educar a los niños mediante la violencia física. Son legión los que dicen que no pasa nada por tirar de cachete, pellizco o coscorrón. Claro que pasa. Es una agresión y no dice nada bueno de los que la justifican. La mayoría de los que quitan hierro a pegar a un niño, no defenderían pegar a otro adulto, nuestra pareja, padre o compañero de trabajo, para corregirle o porque nos ha hecho perder los nervios.
Es solo un ejemplo, uno muy obvio, pero hay más. Les gritamos, les insultamos, tiramos con ellos de chantaje emocional, les prohibimos el acceso a determinados sitios porque molestan, les castigamos sin proporción ni remordimientos, no tenemos en cuenta su opinión o les forzamos a comer sin tener en cuenta sus gustos y apetito.
Educar, establecer normas, que entiendan que sus actos tienen consecuencias, no solo es positivo y necesario para ellos, también es nuestra obligación. Y es algo perfectamente compatible con tratarlos con respeto, no hacerles nada que no haríamos a otro adulto, teniendo siempre su bienestar como prioridad.
Somos sus guardianes, pero no son nuestros para hacer con ellos todo lo que nos parezca oportuno.
Es nuestra obligación reflexionar sobre nuestros modos de proceder, nuestras creencias, por arraigadas que sean. Es inteligente ponerlas en duda, no perpetuar sin pensar lo que nosotros vivimos siendo niños, no dar nada por sentado en nuestra relación con ellos.
Hoy es un buen día para hacerlo. Hoy, 20 de noviembre, es el Día Internacional del Niño, un día señalado por la ONU en conmemoración del aniversario de la aprobación de la Declaración de los Derechos del Niño en 1959.
(GTRES)
Que pesada eres, siempre con lo mismo. No haces mas que poner a los niños en el mismo plano que los adultos cuando no es así, como un niño como se ponga tonto no hay quien razone con el, y aunque no se ponga tonto. Y si, también hay adultos con los que no se razona, yquepasa en esos casos? Pues que se termina a ostias o dandote media vuelta y pasando de el. De tu hijo puedes pasar e ignorarle?
20 noviembre 2018 | 09:02
Ni tampoco son mercancía con la que chantajear a tu ex pareja.
20 noviembre 2018 | 10:29
Tu pídele opinión a un niño, de que le apetece comer, a que hora se quiere acostar, si le apetece hacer los deberes, si hoy tiene ganas de ducharse. Verás qué bien
20 noviembre 2018 | 10:48
Efectivamente, no pega , a nadie. Si no tienes otras herramientas para educar a tus hijos busca ayuda profesional. No se pega a un niño, a un anciano, a un animal NO SE PEGA, indica incapacidad para manejar situaciones conflictivas, educar y abuso de un ser mas debil.
20 noviembre 2018 | 10:53
A ver si se aplican el cuento en 20minutos….
Ayer llamaban maltratador a un ciego y paralitico que acababa de ser victima de un intento de asesinato hembrista.
Y todo esto sin rectificar y sin que el redactor de dicha noticia este ahora mismo en la carcel como merece…
Solo posible en Españistan……..
20 noviembre 2018 | 11:00
A mi parecer nos estamos pasando de «buenismo» con los niños…….. un buen cachete (sin ser paliza) no ha hecho mal a nadie, a los de mi generación nos han dado cachetes, castigos y demás y creo que somos normales y no estamos traumatizados, no hablo de mal trato, sino de castigo.
Estamos creando unos niños que se creen en posesión de la verdad, que son dictadores y si no les das lo que quieren pillan una rabieta y saben que así consiguen cosas.
Cada vez hay más casos de niños que agreden a los padres y que no respetan las reglas de convivencia y eso viene por no educarlos correctamente y decir que no cuando es NO.
Sobre los lugares en los que los niños molestan (sobre todo cuando se cogen un berrinche o están correteando entre las mesas) en muchos casos los padres pasan de hacer nada y tenemos que ser los demás los que nos fastidiemos.
Las normas en una casa están para cumplirlas y son los padres los que tienen que hacer que se cumplan y si con un cachete o un castigo se soluciona bienvenido sea
20 noviembre 2018 | 12:35
Claro, no les obliguemos a comer sin tener en cuenta sus gustos, si sólo quieren dulces, pues buena gana de obligarles a comer fruta y si sólo quieren macarrones pues para que probar las lentejas… Evidentemente nada justifica agresiones, física o verbales, pero los niñ@s necesitan límites, no puede crecer haciendo lo que quieran. Pones como ejemplo que los tratemos igual que a otro adulto, pero yo no tengo que educar a otros adultos (aunque en ocasiones me quede con ganas) y sí tengo que educar a mis hijos.
20 noviembre 2018 | 13:16
Los niños merecen el mismo respeto y los mismos derechos que cualquier otro humano, por supuesto. Pero los niños son niños, no es bueno ni sano querer tratarlos como si fuesen adultos.
1. Por supuesto que no hay que ser agresivos con los niños (ni con nadie), pero un cachete o un azote a tiempo puede solucionar problemas futuros. Ni siquiera tiene que doler, sirve simplemente para que el niño sea consciente de que ha hecho algo mal, ya que muchas veces es la única manera para que aprendan.
2. Es muy comprensible que haya lugares (hoteles, restaurantes, etc) que no permitan el acceso a niños. Hay infinidad de opciones para a ir a sitios con críos, y muy pocas para la gente que busca la paz y no tener que estar aguantando los berridos o las gamberradas de los niños. Y de hecho, en algunos sitios debería aplicarse más (por ejemplo, en las salas de cine/espectáculos que no sean exclusivamente infantiles, donde la situación llega a ser insoportable a veces).
20 noviembre 2018 | 15:02
No conozco a un solo padre que le guste pegar o castigar a sus hijos. A los niños hay que ponerles normas y que las cumplan. Los ejemplos que has puesto son ridículos porque a los adultos no se les pega, pero si incumplen las normas bien que tienen que pagar una multa, son despedidos de su trabajo o van a la cárcel. Los niños no pueden estar por encima del bien y del mal. Si no acatan las normas deben sufrir un castigo. Estamos malcriando a muchos niños y lo pagaremos en un futuro…
20 noviembre 2018 | 15:57
¿Y la explotación de los niños por parte de sus padres en ciertos canales de Youtube e Instagram?
Un tema para debate.
Aún no se ha legislado para que esto no ocurra. Y si los padres no protegen a sus hijos, ¿quién lo hace? (Vendeliss…)
Podías hablar de esto. Un saludo.
20 noviembre 2018 | 17:11
Esta señora haría como mis vecinos cuando la hija de diez años se pone a pegarle patadas a la puert, y a lanzarse contra ella gritando como una energúmena que quiere salir. Dejar que se le pase el berrinche. Y yo que soy vecino, al parecer también tengo que ser padre, tener paciencia, joderme, y esperar también a que se le pase el berrinche. Hay millenials, pero porque los padres también lo son ….
Esta mujer no tiene ni idea de lo que escribe, pero le queda todo muy mono.
20 noviembre 2018 | 18:29
***** «…o les forzamos a comer sin tener en cuenta sus gustos y apetito.»
Mucho mejor darles de comer lo que pidan y cuando lo pidan, dónde va a parar. ¿Para qué vamos a darles comida saludable y variada pudiendo darles todas las chucherías y la comida basura que pidan?
El resto del artículo será discutible (MUY discutible en mi opinión), pero ese tipo de comentarios son los que se llevan la palma.
20 noviembre 2018 | 21:15
Me parece muy interesante toda la lectura, pero a cosas que no se pueden permitir. Ejemplo la comida. Somos padres adultos conocemos los valores nutricionales de cada alimento y sabemos por que se los damos. Creo que no es negociable eso, que este inapetente le entiendo existe el mas tardecito pero que no coma lo que le doy a no eso si que no.
20 octubre 2019 | 17:42
Que triste leer cómo todavía hay mucha gente a favor del cachete y la obligación para educar. Por suerte tengo un poco de formación en la educación (por ser madre y leer y por ser educadora y formarme), y aseguro de que hay una forma respetuosa de educar, sin cachetes ni castigos pero con límites firmes.
01 febrero 2021 | 10:50