¿Das por hecho que tu hijo adolescente pasará obligatoriamente por alguna borrachera?

¿Tenéis hijos pequeños? ¿Creéis que es inevitable que cuando crezcan vuelvan algún día borrachos a casa?

Estoy rodeada de padres recientes, con niños de diferentes edades pero aún lejos de la adolescencia. Y tengo que confesar que me llama la atención cómo muchos padres asumen que sus adorables niños, cuando se adentren en la edad de la revolución hormonal, acabarán en algún momento abusando del alcohol.

No digo que les guste ni mucho menos, no digo que lo vayan a aprobar o incentivar ni mucho menos, de hecho lo más probable es que se traduzca en charlas o castigos.

Pero al dar por hecho que caerán tal vez estemos dando por perdida la batalla antes de pelearla, ¿no os parece?.

Vale, si vuelven un día borrachos a casa pues tampoco tiene que ser un drama, pero no me parece que asumirlo como inevitable sea lo más inteligente.

Que sus padres, nosotros, lo hiciéramos no implica que ellos tengan que repetir nuestros pasos. ¿No debemos aspirar a que lo hagan mejor que nosotros?

Sé de sobra que muchos adolescentes beben en exceso y demasiado pronto. Algo sobre lo que nos alertan con relativa frecuencia. Pero también sé que hay muchos que no beben o lo hacen sin perder jamas el control. Lo sé porque yo fui una de ellas. Esa chica rara que se mantenía sobria pidiendo refrescos. No era la única de mi grupo de amigos que se abstenía de beber. Éramos minoría, es cierto. Otros dos chicos y yo. Apenas tres personas en un grupo que podía llegar a ser de unos diez o doce. Tachados de tristes y bichos raros desde entonces y hasta la fecha con frecuencia.

Yo quiero que a cada generación que pase esa proporción crezca, que cada vez haya más chavales que se mantengan alejados de algo que es perjudicial para la salud, aunque no se llegue al nivel de borrachera, y peligroso en distintos sentidos.

A finales de agosto se publicó en The Lancet el estudio más grande hasta la fecha sobre consumo de alcohol, que concluía que no hay un nivel seguro de consumo, que lo mejor es no beber nada.

«Existe una necesidad apremiante y urgente de revisar las políticas para alentar la disminución de los niveles de consumo de alcohol o abstenerse por completo. El mito de que una o dos copas por día son buenas es solo eso: un mito. Este estudio rompe ese mito».

GTRES


En mi próximo post os diré lo que creo que los padres podemos hacer para evitarlo. Es mucho, no creáis que no. Pero hay que empezar pronto y en gran medida parte de dar ejemplo.

4 comentarios

  1. Dice ser Marta I

    Yo a día de hoy, rozando los 30, sigo sin beber (he probado, pero nada más), nunca me he emborrachado, y a esta edad la gente ya no te dice nada, pero cuando eres más joven…hay que saber aguantar la presión, y el que no quiere beber pero no aguanta la presión, acaba cayendo.

    17 septiembre 2018 | 09:52

  2. Dice ser Víctor

    Yo, con 39 años, aún no he probado el alcohol y no me perdía botellón en Cáceres (jueves, viernes y sábado). Cuantos zumos y batidos habré tomado ahí ¡qué de azucar y qué recuerdos!.
    Intentaré que ninguno de mis dos hijos tampoco tomen alcohol…

    17 septiembre 2018 | 10:47

  3. Dice ser morlaco

    Uno no es mejor o peor por beber, al final todos abusamos de sustancias. Unos beben, otros toman pastillas por cualquier cosa o cafeína en cantidades industriales. No creo que debamos educar a nuestros hijos para que no beban, pero sí debemos conseguir que no empiecen a beber tan jóvenes cuando no están plenamente desarrollados. Y sí la presión social es altísima. da la impresión que si alguien no bebe no se lo va a pasar tan bien y no se lo hará pasar tan bien a los demás cuando hay miles de formas de divertirnos. Lo de intentar que no beban aplicando el ejemplo tampoco funciona, los niños repiten mucho más lo que ven en su entorno de amistades que lo que ven en casa.

    17 septiembre 2018 | 11:54

  4. Dice ser marian

    Yo tengo uno de 14 y sí, doy por hecho que seguramente beba y se emborrache, no por sistema pero puede suceder, por qué?, porque estamos rodeados de alcohol, lo consumimos habitualmente, como implícito en acto social o como anestesia vital…

    Hoy por hoy y al menos en mi ciudad, pocos sitios hay para que los chavales adolescentes se conozcan y vinculen…. cine, burguers y calle y en la calle en invierno a 5 bajo cero el botellón triunfa.

    17 septiembre 2018 | 12:31

Los comentarios están cerrados.