Unir niños y calendarios es una buena idea

El mes de enero del calendario de Cuento a la vista.

El mes de enero del calendario de Cuento a la vista.

Somos muchos los que, pese a la invasión de calendarios electrónicos en móviles, ordenadores y tablets, seguimos tirando de calendario de papel. En mi familia desde luego no falta ningún año uno de estos calendarios. Nos gustan grandes, para poder apuntar citas médicas, fiestas, tareas varias…

A Julia le encanta. Ella es la encargada de tachar los días una vez han transcurrido. En el calendario dibujamos eventos que le afectan: excursiones, cumpleaños de amiguitos, el día de Navidad, de irnos de vacaciones o de volver al cole. Gracias al calendario va entendiendo el transcurrir del tiempo y anticipando de manera correcta lo que le espera.

Es frecuente que en los colegios se trabaje con los niños más frecuentes los conceptos temporales de días, semanas, meses… Es importante para ellos aprenderlos, conocer el tiempo en el que se mueven.

Con los niños con discapacidad es frecuente que pronto se comience a mostrarles todo en una especie de calendario hecho con pictogramas. Primero es la agenda del día, pero en cuanto son capaces de comprenderlo se les ponen agendas/calendarios semanales con las actividades más destacadas cada día. Está comprobado que les ayuda a regularse y reduce notablemente problemas de comportamiento.

Además, los niños (con o sin discapacidad) también merecen saber qué va a pasar con su vida mañana por la tarde o el viernes.

Y hay calendarios realmente bonitos y adaptados para los niños. El de la imagen, Cuentadario, muestra un pequeño cuento cada mes que habla de las particularidades de cada mes, explica el clima que tienen, los 28 días de febrero que cada cuatro años son 29 o el cambio de las estaciones.

Es de Cuento a la vista, una pequeña editorial creada por María Bautista, responsable de los textos, y Raquel Blázquez, ilustradora, que tiene tres cuentos en el mercado. No os perdáis su web que está llena de cuentos y recursos interesantes. Tengo mucha curiosidad por leer uno de ellos llamado Cuentos diferentes para niños diferentes y, si me gusta, hablar de él en el blog. Pero esa es otra historia y otro post.

Os dejo con el cuento de marzo, el mes en el que nacimos Julia y yo, el mes en el que siempre le he explicado que, igual que vino ella, llega la primavera:

El mes más atolondrado era Marzo. A veces reía y llenaba de brisa los campos, que disfrutaban con las caricias del viento. A veces se enfadaba y salían truenos y relámpagos de su boca. a veces se ponía triste y llovía a mares y al momento se ponía tan contento que se llenaba de sol.

Marzo era además muy presumido. Por eso, el día que se repartieron las estaciones, se enfadó tanto al saber que sería un mes de invierno que estuvo lloviendo una semana entera.

– ¿Ves como eres un mes de invierno? Si fueras de primavera estarías lleno de color- le dijeron el resto de meses.

Pero aquella lluvia enfadada de Marzo sirvió para que muchos árboles florecieran y se llenaran de colores y las nieves de las montañas se derritieran. Ese cambio despertó a todos los animales dormidos durante el invierno.

Cuando el resto de meses vio lo que había pasado con la lluvia enfadada de Marzo, tuvieron que admitir que aquel mes caprichoso tenía mucho de primavera.

– Darás la bienvenida a la nueva estación- le dijeron.

Y así quedó Marzo: a medio camino entre el gris invierno y la colorida primavera.

1 comentario

  1. Dice ser Noelia

    A partir de que edad crees deberían introducirse?

    20 enero 2014 | 09:32

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